中文 | English | عربي | Español | Deutsch
Reportaje Exclusivo
Oportunidades y desafíos en la cooperación entre China y América Latina y el Caribe en la era Post-crisis

Palabras del Viceministro de Relaciones Exteriores Li Jinzhang

en la Cena con Motivo del Foro sobre la Situación

de América Latina y el Caribe

(Hotel Internacional de Beijing, 28 de abril de 2011)

 

Distinguidos invitados,

Señoras y señores:

 

¡Buenas noches! Quisiera agradecer al Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China por la gentil invitación que me permite tener la oportunidad de realizar intercambios con ustedes. Esta es la VII edición del Foro sobre la Situación de América Latina y el Caribe, que tras años de desarrollo, se ha convertido en una importante plataforma en aras del conocimiento mutuo entre los think tanks, expertos y círculos empresariales de ambas partes. Esta nutrida presencia de representantes de importantes instituciones y académicos es una prueba de la creciente atención que está recibiendo el desarrollo de las relaciones entre China y América Latina y el mayor arraigo de la amistad sino-latinoamericana entre nuestros pueblos.

 

Quiero valerme de la ocasión para compartir con ustedes el tema sobre las oportunidades y desafíos en la cooperación entre China y América Latina y el Caribe en la era post-crisis. En la actualidad, la economía mundial mantiene una tendencia hacia la recuperación, pero perduran los impactos de la crisis financiera internacional en la comunidad internacional y los efectos subyacentes de la crisis siguen repercutiendo sobre la evolución de la situación internacional. Esta crisis nos enseña muchas cosas, dejando tres puntos que merecen nuestra especial atención: primero, bajo el contexto de la globalización, ningún país podrá quedarse por sí solo al margen de la crisis, por lo que la cooperación internacional constituye un camino ineludible para hacer frente en común a los desafíos globales; segundo, la crisis ha puesto de manifiesto la gravedad del desequilibrio de la estructura económica y la urgencia de la reforma de la arquitectura de gobernanza económica global; tercero, el desempeño de las economías emergentes ante la crisis revela que los países de mercados emergentes pueden y deben jugar un papel de mayor relevancia en la gobernanza económica mundial.

 

Estos tres juicios nos ayudarán a comprender mejor las oportunidades y desafíos en la cooperación entre China y América Latina y el Caribe en la era post-crisis. Basándome justamente en los juicios antes referidos, llego a la conclusión de que en la cooperación sino-latinoamericana las oportunidades superan con creces a los desafíos en la era posterior a la crisis.

 

Primero, en la era post-crisis, la tendencia más acentuada hacia la multipolarización en la configuración internacional propicia un entorno global a favor de la cooperación sino-latinoamericana. El acelerado ascenso de países de mercados emergentes y la consiguiente tendencia hacia mayor equilibrio en la correlación de fuerzas constituyen una destacada característica de la evolución de relaciones internacionales en la época post-crisis. Siendo respectivamente país y región emergentes de peso, China y América Latina se han convertido en importantes fuerzas promotoras de la multipolarización mundial y democratización de las relaciones internacionales, compartiendo posiciones idénticas o similares en las cuestiones relativas a la promoción de la reforma de la gobernanza global y edificación del sistema de desarrollo global justo y eficiente así como en la agenda de transcendencia global que concierne a la paz y el desarrollo de la humanidad. En la era post-crisis, estamos asistiendo a una colaboración más estrecha entre China y los países de la región en las áreas como la reforma del sistema financiero y económico internacional y una coordinación más intensa en los temas globales que incluyen, entre otros, las negociaciones de la Ronda de Doha y el cambio climático. Tengo la certeza de que de cara al futuro, la cooperación sino-latinoamericana en el plano internacional tendrá un proceso de creciente profundización, dotada de mayor transcendencia global y connotación estratégica.

 

Segundo, el gran dinamismo que ostenta la economía china y latinoamericana en su desarrollo posterior a la crisis asienta cimientos sólidos para la cooperación entre ambas partes. Gracias a las acertadas medidas adoptadas frente a la crisis financiera, que han surtido notorios efectos, la economía de China y Latinoamérica ha logrado liderar la estabilización y recuperación, reportando un crecimiento acelerado. En 2010, en medio del marasmo de la economía mundial, China y América Latina alcanzaron tasas de crecimiento económico respectivamente del 10,3% y 6,1%, convirtiéndose en importantes fuerzas a la cabeza de la recuperación económica global. Gracias a ello, la cooperación sustancial entre China y la región en materia económica y comercial viene exhibiendo una gran pujanza. En 2010, el volumen de intercambio comercial entre China y Latinoamérica batió un nuevo récord histórico, llegando a los 183 mil millones de dólares, lo que superó al comercio entre China y las otras regiones del mundo en desarrollo en términos de crecimiento interanual y consolidó la posición de China como segundo socio comercial de América Latina. El año 2010 fue también testigo del salto en las inversiones chinas en sectores no financieros en la región, que alcanzaron los 11 mil 90 millones de dólares. En contraste con el marasmo en que se encuentra el crecimiento de las tradicionales economías desarrolladas, se espera que China y América Latina sigan preservando el actual dinamismo de desarrollo y sirvan de dos potentes motores a favor de la recuperación económica global. Ello reviste un significado transcendental para el ulterior desarrollo de la cooperación sustancial entre China y la región.

 

Tercero, el reajuste de las estrategias de desarrollo tanto en China como en América Latina propicia amplios espacios para su cooperación. En la actualidad, China y naciones latinoamericanas se encuentran acelerando los pasos para reajustar sus estrategias de desarrollo económico. China ha elaborado y empezado a implementar el Programa del XII Plan Quinquenal de Desarrollo Económico y Social. Con ello, China tomará como temática el desarrollo científico y como hilo conductor la aceleración de la transformación del modelo de desarrollo económico, poniendo especial énfasis en la implementación de la estrategia de ampliar la demanda doméstica, especialmente la derivada del consumo así como en la creación de un mecanismo duradero para liberar el consumo potencial, a fin de promover la transformación del crecimiento económico hacia un modelo sustentado de forma equilibrada en el consumo, la inversión y la exportación y en la sinergia de los múltiples sectores de la economía. A su vez, muchos países latinoamericanos también tienen adoptadas planificaciones y estrategias para el desarrollo a mediano y largo plazo, haciendo hincapié en los aspectos tales como la potenciación de la competitividad núcleo de los sectores tradicionales, formación y fomento de industrias emergentes de carácter estratégico, optimización de la estructura económica y aceleración del proceso de la integración infraestructural. Los reajustes de estrategias de desarrollo que se están realizando en China y Latinoamérica ampliarán los espacios y crearán más áreas nuevas para la cooperación entre ambas partes, permitiendo a China y la región mejorar aún más la calidad y nivel de cooperación sobre la base de la cooperación de mutuo beneficio ya existente.

 

Cuarto, aparecen nuevas oportunidades de cooperación en cuanto al intercambio y aprendizaje mutuo entre China y Latinoamérica en relación con los modelos y conceptos de desarrollo. La crisis financiera internacional ha puesto al descubierto las fallas y defectos propios del tradicional modelo occidental de desarrollo económico, dando lugar a reflexiones profundas por parte de la comunidad internacional con respecto al modelo de desarrollo. El desempeño de China y Latinoamérica en la era post-crisis desmiente la unicidad del camino de desarrollo, revelando la inexistencia de un modelo comodín en el mundo. La clave consiste en explorar y encontrar un camino de desarrollo a medida de las condiciones nacionales que sea favorable a la sostenibilidad del propio desarrollo, partiendo de las diferentes realidades en cada país y asimilando a plenitud las experiencias ajenas. Como el desarrollo de China ha despertado interés en países latinoamericanos, las experiencias que éstos han sabido acumular en su desarrollo merecen igualmente nuestro aprendizaje. En la era post-crisis, en torno a cómo promover un desarrollo equilibrado, coordinado y sostenible entre lo económico y social y encontrar un camino de desarrollo apropiado a las particularidades propias, China y la región tienen mucho que dialogar, intercambiar, aprender y tomarse como mutua referencia.

 

Señoras y señores:

 

Al constatar las oportunidades de la cooperación sino-latinoamericana no nos es menos importante tener clara conciencia sobre algunos desafíos que todavía enfrenta nuestra cooperación. La recuperación de la economía mundial aún se halla ante no pocos factores de incertidumbre y sigue siendo acusada la falta de equilibrio Norte-Sur en el desarrollo. Tanto China como Latinoamérica adolecen de los problemas derivados de la subida de precios internacionales de los commodities, mayor presión inflacionaria, exceso de liquidez y movimientos súbitos y a gran escala de flujos transfronterizos de capital, compartiendo múltiples desafíos y restricciones a raíz del reajuste de la estructura sectorial y construcción infraestructural al interior de nuestros países por lo que queda todavía un largo camino por recorrer para potenciar la competitividad económica y promover el desarrollo balanceado entre lo económico y social. Adicionalmente, pese a la rápida expansión de las relaciones sino-latinoamericanas en los años recientes, se requiere profundizar aún más en el conocimiento mutuo y consolidar en mayor medida los cimientos sociales en aras de nuestra cooperación.     

 

Bajo las nuevas circunstancias, debemos aferrarnos a las oportunidades, hacer frente a los desafíos de manera adecuada y perseverar en la unidad y confianza mutua en procura del desarrollo común por medio de la cooperación. A continuación, me permito formular cuatro propuestas:

 

Primera, seguir profundizando la mutua confianza estratégica entre ambas partes. En años recientes, se asiste a un continuo reforzamiento de relaciones políticas entre China y América Latina, traducido en las cuatro giras del Presidente Hu Jintao a la región, las frecuentes visitas de mandatarios latinoamericanos a China, el establecimiento de la Asociación Estratégica entre China y Brasil, Argentina, México, Perú y Venezuela así como un buen nivel de comunicación y coordinación entre China y los países de la región en los foros multilaterales de cooperación tales como el G20, el BRICS y el APEC. Ambas partes deben seguir otorgando importancia a las relaciones sino-latinoamericanas y su desarrollo desde una perspectiva estratégica y largoplacista, haciendo hincapié en el consenso estratégico de igualdad, beneficio recíproco y desarrollo común para continuar promoviendo contactos de alto nivel, perfeccionar los mecanismos de diálogo y consultas existentes, mantener la estrecha cooperación en los asuntos de transcendencia global y elevar el nivel de la confianza mutua en lo político, con miras a asentar una sólida base política para la profundización de la cooperación entre China y la región. 

 

Segunda, seguir expandiendo la cooperación sustancial entre ambas partes. Cuanto más amplias sean las áreas de la cooperación sino-latinoamericana, más fuertes serán nuestros nexos de intereses comunes y más sólida se volverá la base de nuestras relaciones. En la última década, China y América Latina han venido profundizando sin cesar su cooperación en áreas como comercio, inversiones y contrata de obras, extendiendo también la cooperación hacia los sectores de servicios financieros, construcción infraestructural, agricultura e industrias de alta y nueva tecnología, proceso en el cual se ha llevado a cabo un gran número de proyectos relevantes. El Gobierno chino apoya a las empresas poderosas y prestigiosas para que realicen inversiones y negocios en América Latina. En la cooperación, se simultaneará el rendimiento económico con el social, poniendo el acento en la ayuda a la actualización de las industrias locales y el desarrollo sostenible de la sociedad. El punto de partida y el último objetivo de la cooperación sino-latinoamericana descansarán igualmente en el beneficio mutuo, la ganancia compartida y el desarrollo común.

 

    Tercera, seguir explotando el potencial de cooperación entre ambas partes. A la vez de profundizar y consolidar la cooperación en sectores tradicionales, China y América Latina pueden hacer valer en mayor medida sus ventajas comparativas, forjando activamente nuevos puntos brillantes de cooperación. El intercambio y la cooperación podrán centrarse prioritariamente en las áreas emergentes de carácter estratégico que incluyen, entre otras, las nuevas energías y materiales, ahorro energético y protección medioambiental, economía verde, industria biológica e innovación científica y tecnológica. Al mismo tiempo, debemos saber aprovechar la coyuntura surgida a raíz del reajuste de la estructura sectorial, la aceleración del desarrollo socioeconómico y la acelerada integración regional que China y América Latina experimentarán en un futuro próximo, a fin de explotar aún más las posibilidades de cooperación que pueden darse en las áreas del sector aeroespacial, industria automotriz, sector electrónico-informático, maquinaria y equipamiento y grandes obras de construcción infraestructural.

 

    Cuarta, seguir intensificando el intercambio cultural y humanístico entre ambas partes. Encontrados en una era de globalización e informatización, estamos asistiendo al surgimiento incesante de nuevos medios de comunicación, que brindan excelentes oportunidades para superar las restricciones derivadas de diferencias lingüísticas, geográficas y culturales entre China y América Latina. En los últimos años, pese a los fructíferos resultados alcanzados gracias a las cuantiosas actividades de intercambio y cooperación que se han realizado en materia social, cultural, educativa y deportiva, entre otros aspectos cultural-humanísticos, nos queda todavía mucho por hacer. Ambas partes deben seguir reforzando el intercambio entre partidos políticos, congresistas y expertos, a fin de compartir las experiencias políticas y de gobernación del Estado con miras a incrementar la amistad y reforzar y consolidar la base social de la cooperación sino-latinoamericana.     

 

    Señoras y señores,

 

    En la III Reunión de Líderes del BRICS recién culminada, el Presidente Hu Jintao manifestó claramente: dando la bienvenida al resto del mundo para que nos acompañe en el desarrollo y codisfrute de las oportunidades surgidas en este proceso, China se encuentra dispuesta a abrir de continuo nuevas áreas y ampliar sin cesar espacios de apertura, a fin de contribuir al desarrollo regional y mundial mediante su propio desarrollo y compartir la prosperidad con los demás pueblos del mundo. Situándose las relaciones sino-latinoamericanas en un nuevo punto de partida, me asiste la convicción de que con los esfuerzos aunados de ambas partes, sabremos aprovechar la coyuntura histórica y elevar nuestra cooperación a una nueva altura.

 

    ¡Muchas gracias a todos ustedes! 

 

China. Org. cn Agencia Noticiera Xinhua Diario del Pueblo Radio Internacional de China CCTV
Comuníquen con nosotros:
Dirección: Calle Baiwanzhuang No. 24, Beijing, 100037, China
Tel: 86-10-68996374
Fax: 86-10-68328338
E-mail: chinahoyes@yahoo.es
Derechos Reservados