El área montañosa de China representa el 69% de la superficie total del país. Desde la antigüedad, las montañas han sido uno de los temas favoritos de los literatos para expresar su admiración y amor por el paisaje patrio. Las Cinco Montañas son sin duda las más conocidas de nuestras elevaciones y resultan tan importantes para los chinos que se pueden apreciar incluso en los sellos postales. En el período 1988 – 1991 y en 1995 se emitieron cinco series especiales sobre las Cinco Montañas, de cuatro sellos cada una, en las que se pueden vislumbrar los rasgos distintivos de esos prominentes accidentes geográficos, Taishan, Huashan, Hengshan del Norte, Songshan y Hengshan del Sur.
Monte Taishan
Subir al monte Taishan es un sueño para muchos chinos. Los 1.500 metros que se deben ascender para alcanzar su cumbre no suponen una altura excitante para los aficionados al montañismo, sin embargo, es el sentido cultural otorgado a la elevación lo que la ha hecho célebre, más allá de su altura y paisaje. Como la más importante de las cinco, Tai-shan fue siempre un destino obligado para los emperadores y personalidades ilustres de la antigua China.
Según la tradición oral, en tiempos remotos 72 monarcas visitaron el monte, para cazar y ofrecer sacrificios a los dioses y los antepasados, lo que quedó también reflejado en algunos libros, que relatan las grandes ofrendas hechas al cielo y a la tierra, realizadas respectivamente en la cima y la base de la montaña por una decena de emperadores desde la dinastía Qin.
Taishan se encuentra en la ciudad de Tai’an, en el centro de la provincia de Shandong, en el litoral este del país, a 70 km de la capital provincial, Jinan. Combina paisajes naturales y culturales, entre los que destacan los puntos escénicos de la Puerta de Nantian (Puerta del Sur al Paraíso), el Templo Daimiao, la Puerta Hongmen (Puerta Roja), la cumbre Tianzhu, Shibapan (un camino que serpentea en la montaña), el pico Yuhuangding, las cumbres Riguan y Daguan, y el pino Wudafu.
En el Templo Daimiao era donde los emperadores descansaban y ofrecían sacrificios al espíritu del monte. Fue construido en la dinastía Han y ampliado en las dinastías Tang y Song. Tras la reconstrucción y restauración en las siguientes dinastías, el santuario se ha convertido en el conjunto más completo y que más obras arquitectónicas abarca, con una superficie de 96.000 m2. La magnitud y majestuosidad de las construcciones no son inferiores a las de las mansiones de la familia real.
La cumbre Riguan, el pico Yuhuangding y la roca Guanhai, son sitios ideales para contemplar el amanecer. La última, de 6,5 m de longitud y un ángulo de 30° con el suelo, permite contemplar a gusto la espectacular salida del sol.
El monte Taishan ha sido siempre un lugar popular para la práctica del confucionismo, el taoísmo y el budismo, por lo que los templos, reliquias históricas e inscripciones en piedra que se encuentran por todas partes lo convierten en una buena opción para saborear la cultura china y apreciar el arte de la caligrafía.
Consejos:
La mejor temporada para visitarlo es de abril a noviembre. El otoño resulta la estación idónea para contemplar el alba. Pero en el pico Daiding, el ocaso es más atractivo. Cuando hace buen tiempo, se vislumbra el río Amarillo. Los paisajes de nieve son espectaculares. Tampoco hay que dejar de subir a la montaña cuando llueve, porque desde la cumbre se puede apreciar la maravillosa salida del sol entre el mar de nubes.
Entrada: 125 yuanes en temporada alta, 100 en temporada baja.
Monte Huashan
El monte Huashan del Oeste, conocido por su gran pendiente y altura, está situado en el distrito de Huayin, de la provincia de Shaanxi, a más de 120 km de la ciudad de Xi’an. De sus cinco cumbres, Luoyan (cumbre del Sur) es la más alta. Cuando los visitantes suben al punto más elevado y contemplan las cimas cercanas del Este y el Oeste y el panorama de las colinas inferiores, su belleza y majestuosidad les dejan sin aliento.
La cumbre más baja, conocida como Yuntai (cumbre del Norte), a 1.614,7 msnm, es un paso obligado para entrar en la montaña. Su topografía es ventajosa para admirar las colinas, sobre todo las cumbres del Este, Oeste y Sur, en forma de flor de loto, de ahí el nombre de Huashan (hua en chino significa flor).
Todos los caminos de Huashan atraviesan las crestas y se caracterizan por ser escarpados y escabrosos. El sendero de la cima Canglongling, de la cumbre del Norte, tiene apenas un metro de ancho y se halla entre dos precipicios. La ruta hacia la plataforma Guanritai de la cumbre central es tan peligrosa que los visitantes tienen que caminar sosteniéndose de las cadenas a ambos lados. En la cumbre del Este, está el segundo camino arriesgado del monte Huashan: al borde del abrupto acantilado solo hay unos hoyos para pisar y dos cadenas de hierro para sostenerse. Pero el camino más peligroso es la pasarela de madera Changkong, de la cumbre del Sur, empotrada en las grietas del acantilado vertical, que tiene menos de un metro de ancho y pasa sobre un profundo abismo. Las cadenas clavadas en el despeñadero son el único asidero posible al pasar.
Consejos:
Transporte: en la plaza de la estación de ferrocarril de la ciudad de Xi’an se puede tomar el autobús turístico N°.1 para llegar al monte Huashan.
Comida: Xi’an es una ciudad de fuerte color local del noroeste de China. La sopa de carnero con torta tostada y el banquete de ravioles son algunos de los platos más famosos de su cocina. El restaurante Laosunjia es conocido por la sopa de carnero y el restaurante de la calle Jiefang, por su banquete de ravioles.
Monte Hengshan del Norte
El monte Hengshan, con sus 108 cumbres, se extiende horizontalmente por 150 km de Este a Oeste, atravesando dos provincias del norte de China. Su cumbre principal, situada en el sur del distrito de Hunyuan, mide 2.016 msnm, la más alta entre las Cinco Montañas de China. Desde hace tiempo, Hengshan ha sido lugar de práctica del taoísmo.
El cañón Jinlong se halla entre las cumbres de Tianfengling y Cuiping. Desde la antigüedad ha sido una barrera natural y paso importante. El emperador Daowu de la dinastía Wei del Norte, Tuoba Gui (371–409), ordenó a decenas de millares de soldados abrir una carretera en la montaña, para acceder a las planicies centrales.
El templo de Xuankong (xuankong tiene el sentido de “colgante” en chino) es la primera visita que se debe hacer en Hengshan. Está compuesto por unos 40 pabellones y salas y se edificó en un pequeño trozo de espacio, explorado en medio del acantilado escarpado. Su construcción, a 90 m sobre la superficie, se inició a finales de la dinastía Wei del Norte y, visto desde lejos, parece estar colgando en el precipicio. En el recinto hay 78 estatuas de bronce, hierro, arcilla y piedra. Las piezas de arcilla del salón Sansheng tienen el estilo de la dinastía Tang y Ming, pero pertenecen al budismo, taoísmo y confucianismo y reflejan la armonía entre las tres creencias. Solo por conocer este lugar vale la pena viajar al monte Hengshan del Norte.
Consejos:
Transporte: en la estación de autobuses de larga distancia es posible embarcarse hacia la zona paisajística del monte Hengshan.
Entrada: la entrada a la montaña vale 30 yuanes, la del conjunto de templos, 35 yuanes, y la del teleférico, 45 yuanes.
Monte Songshan
La parte principal del monte Songshan está en el noroeste de la ciudad de Dengfeng, provincia de Henan. Se extiende por unos 60 km de Este a Oeste y su cumbre más alta mide 1.512 msnm. El templo Shaolin, famoso en todo el mundo, se encuentra al pie de la cumbre Shaoshi, en el propio monte.
Cuando el monje indio Buddhabhadra llegó a predicar el budismo en China, el emperador Xiaodi, de la dinastía Wei, le construyó este templo, en el año 495. Posteriormente, durante el periodo Zhenguan, de la dinastía Tang, el recinto fue reconstruido y, luego de la etapa Tang, sus monjes empezaron a practicar las artes marciales, lo que hizo famoso al lugar y a la secta Zen. De las antiguas construcciones se conservan aún la entrada al templo, la habitación del abad, el quiosco de Bodhidharma, el Salón Baiyi y el Salón de Mil Budas, mientras han sido restaurados el Salón de los Reyes Celestiales y el Salón de Mahavira. En el de los Mil Budas se puede apreciar el famoso mural de “Quinientos arhats venerando a Vairocana”, de la dinastía Ming, de más de 300 m2. El Bosque de pagodas, al oeste del templo, es el cementerio de los monjes más importantes en la historia del monasterio desde la dinastía Tang a la dinastía Qing.
No se puede dejar de ir al bosque al llegar al templo Shaolin. Los monjes y abades que descansan aquí hicieron contribuciones importantes a la patria y al recinto y se les considera guardianes del espíritu de Shaolin.
Consejos:
Temporada: de abril a noviembre.
Alojamiento: al pie de la montaña hay muchos hoteles. En la montaña se encuentran el Gran Hotel Internacional de Shaolin y el Hotel Songyu, entre otros alojamientos.
Especialidades: torta con semillas de sésamo, ralladuras de colinabo y vino Sanzhahong.
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