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Economía
Verdades incómodas

-El superávit comercial de China no ha provocado desequilibrios en la economía mundial

Por ZHAO ZHONGXIU y SUN LIANGYING*
En los últimos años, el superávit comercial que China viene obteniendo reiteradamente, ha sido el centro de muchas miradas y es utilizado como pretexto por algunos países, para presionar a China, demandando la apreciación del renminbi y la elaboración de políticas para limitar algunas de las industrias responsables del mismo. Analizando las causas del superávit obtenido durante los últimos 20 años se observa, sin embargo, que éste es consecuencia de la integración de China en el sistema industrial internacional a través de la inversión directa extranjera bajo las políticas de reforma y apertura, y que no tuvo nada que ver con el tipo de cambio de la moneda.

Puerto de Lianyungang.

Tendencia al equilibrio comercial

El problema del superávit comercial de China empezó a aparecer de forma continua desde los años 90. Al entrar en el siglo XXI, tendió a crecer todavía más, y llegó a su máximo en 2008, cuando la crisis financiera internacional golpeó al comercio exterior. En el gráfico Nº. 1 se observa la tendencia a la baja del superávit y una mayor reducción de su volumen en 2010.

2010 fue el segundo año consecutivo en que descendió el superávit del comercio exterior chino, con un volumen total de 183.100 millones de dólares, lo que supone una reducción del 6,61% respecto al año anterior. Los motivos son la solidez de la economía china y la estrategia estatal de fomento de las importaciones.

En 2010, el volumen del superávit ocupó el 3,1% del Producto Interno Bruto (PIB) de China y los expertos consideran que, en 2011, va a descender hasta el 1%. Según el llamamiento que el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, realizó por carta a los países del G20 el año pasado, todos los Estados deben fijarse como meta aliviar los desequilibrios por cuenta corriente y, antes de 2015, todos los miembros del G20 deberían reducir su superávit o déficit, teniéndolos bajo control a un nivel inferior al 4%. Sea que China apoye o no este llamamiento, el porcentaje que ocupa el superávit en el PIB va a seguir una tendencia descendente y la balanza comercial de China seguirá avanzando hacia el equilibrio.

Las estadísticas de las importaciones y exportaciones de 2010 revelan que el modelo de crecimiento del comercio exterior de China está transformándose. En 2010, las importaciones y exportaciones de productos intermedios y finales mantuvieron un aumento continuado, mientras que el comercio de productos básicos (el de aquellos productos que no han pasado por procesos de transformación) se desarrolló rápidamente, pasando a ocupar una posición dominante en el comercio exterior. En la estructura de las exportaciones, las de las mercancías tradicionalmente más importantes para el comercio exterior, crecieron a un ritmo saludable, mientras que las de los productos electromecánicos de alto valor agregado, se incrementaron en un 30,9%, llegando a representar el 60% de la totalidad de las exportaciones de China.

De enero a junio de 2010, el volumen del comercio de productos básicos alcanzó los 679.490 millones de dólares, lo que supuso un aumento del 46,5% en relación con el mismo período del año anterior. Este aumento es 3,4 puntos porcentuales superior al del comercio exterior de China en su conjunto, sin embargo, China experimentó un déficit por un valor de 37.090 millones de dólares para este tipo de productos, mientras que en el mismo período de 2009, había obtenido un superávit de 6.350 millones de dólares, lo que muestra la eficiencia de la estrategia de reajuste de la estructura y equilibrio sostenido que se aplicó al comercio exterior. A partir del 15 de julio de 2010, China volvió a anular los incentivos fiscales a 406 partidas arancelarias, como el acero y los metales no ferrosos, lo que muestra la determinación del Gobierno para reajustar la estructura de las exportaciones.

Por otro lado, como se ha indicado anteriormente, la proporción entre el superávit y el volumen total del comercio exterior de China sigue una tendencia descendente, reduciéndose desde el 11,6% de 2008 al 8,9% en 2009 y hasta el 6,2% en 2010, y se estima que en 2011 va a seguir bajando, siguiendo la ruta hacia el equilibrio.

En cuanto a las categorías de los productos, entre los que no han pasado por procesos de transformación en China, nuestro país experimenta, en general, un déficit comercial, mientras que el superávit proviene principalmente de los productos intermedios y finales. Entre los primeros, alimentos, bebidas y cigarrillos son los únicos que obtienen superávit, mientras que el resto presentan déficit. Entre los transformados, textiles, productos mecánicos, de transporte, artículos de caucho y metalúrgicos presentan superávit. Desde la perspectiva de las diferentes industrias, también se observa superávit en la mayoría, como en telecomunicaciones, informática, electrónica y textil e indumentaria.

En 2010, los productos para el vestir, calzado, maletas, y gorros y sombreros, representaron un elevado porcentaje de las exportaciones de China. En cuanto a los de alta tecnología, el valor de sus exportaciones llegó a los 492.400 millones de dólares, ocupando el 31% de la totalidad como resultado de las políticas preferenciales y el interés del Gobierno por las industrias de tecnología de vanguardia en los últimos años.

La gran influencia de la inversión extranjera directa

El superávit de China es la consecuencia de la deslocalización industrial producto de la globalización económica y no ha sido causado por los desequilibrios económicos globales.

Desde finales del siglo XX, el superávit comercial de los productos intermedios y finales empezó a sobrepasar al del comercio de productos básicos y en China comenzaron a establecerse plantas de producción de empresas extranjeras. En estos últimos años se está pasando de la especialización internacional por productos a la división de las fases productivas de un artículo por países. Así, se está llevando a cabo un importante comercio de productos intermedios entre diversos países. Los beneficios del superávit comercial de China se los llevan, pues, en gran medida, las multinacionales que producen de este modo. En 2010, el 80% del superávit comercial de China con los Estados Unidos se debió a las operaciones de las multinacionales en China. La inversión extranjera en plantas de producción genera inmensas ganancias aprovechando el bajo coste de la mano de obra y exportando los productos finales a Europa y Estados Unidos. Las empresas extranjeras son, de este modo, responsables de un porcentaje cada vez más elevado del superávit, mayor que el de las compañías chinas.

Las multinacionales toman las decisiones para dividir los procesos de producción en diferentes países y regiones en función a distintos parámetros: aprovechando el costo de la mano de obra, las políticas preferenciales, la estabilidad social y un sistema legal fiable, China atrae las inversiones de muchos empresarios foráneos, algo que seguirá ocurriendo todavía durante un tiempo.

China se ha convertido así en un eslabón importante en la cadena industrial internacional. Las empresas extranjeras importan la materia prima, los equipos de producción y los accesorios para fabricar y exportar los productos finales. Se puede observar cómo se ha creado una división industrial internacional en la que Asia Oriental proporciona los componentes, China es la base de producción y los Estados Unidos y Europa son los propietarios de las tecnologías y los mercados finales. China importa gran cantidad de materias primas y productos semiacabados de Asia Oriental y exporta a los Estados Unidos y Europa los productos finales. Así, el superávit de los países de Asia Oriental se convierte en el superávit de China. Según las estadísticas de la Aduana de China, en 2010, el superávit comercial fue de 181.300 millones de dólares con los Estados Unidos, y de 142.700 millones con Europa. Al mismo tiempo, el déficit de la parte continental de China con Japón, Corea del Sur, los países de la ASEAN y la provincia de Taiwan alcanzó los 227.600 millones de dólares.

Medidas para aumentar las importaciones

2011 es el primer año del XII Plan Quinquenal, cuya receta para el comercio exterior es continuar su reajuste estructural para conseguir el equilibrio y aumentar su volumen.

El comercio exterior de China se enfrentará a muchos factores inciertos, tanto favorables como desfavorables. Entre los primeros, se cuentan el aumento de la competitividad internacional de las empresas chinas, el resurgimiento de la economía global y la tendencia al crecimiento de la demanda de los mercados internacionales tras la crisis; entre los segundos, el débil aumento del consumo en los países desarrollados, el incremento del proteccionismo y los efectos negativos del alza del renminbi. En cuanto a las cuestiones más previsibles, China seguirá manteniendo sus políticas de apoyo al comercio de productos procesados o acabados en China, estimulando a las empresas extranjeras a establecer en China sus sedes y centros de I+D.

La estrategia de aumento de las importaciones que se ha venido gestando desde 2007 es ahora, finalmente, una decisión firme a nivel estatal. Este mismo año, China tomará ocho medidas para estimular las importaciones y perseguir el equilibrio comercial: primero, importar recursos, tecnologías de vanguardia y equipos de acuerdo con la demanda de las industrias; segundo, tratar adecuadamente las disputas comerciales e impulsar las importaciones de los países con los que China mantiene superávit; tercero, mejorar la política arancelaria para aumentar las importaciones de las empresas; cuarto, continuar reduciendo los costes de las importaciones; quinto, perfeccionar los sistema de información y la transparencia de las políticas de importación; sexto, auspiciar exposiciones, ferias y presentaciones para promover los intercambios y la cooperación económica y comercial; séptimo, utilizar incentivos financieros y fiscales para apoyar las importaciones; y octavo, seguir organizando actividades de promoción e inversión en el extranjero.

En cuanto a la ejecución de las políticas, hay tres focos principales: la reducción de los aranceles para la importación de artículos de lujo, la concesión de préstamos subsidiados para las importaciones de las empresas y la relajación progresiva de las cuotas de importación. De estos tres, el primero es el que encontrará menos obstáculos y es el método más obvio para aumentar el consumo doméstico. El segundo se destina principalmente a reducir los costes de importación de los productos electromecánicos y de alta tecnología. Y el tercero persigue la reducción del coste de importación de las materias primas, como el algodón, para las empresas manufactureras.

 

* Zhao Zhongxiu es decano del Instituto de Economía y Comercio Internacional de la Universidad de Economía y Negocios Internacionales y director asistente de la Asociación China de Comercio Internacional.

* Sun Liangying es investigadora postdoctoral del Instituto de Economía y Comercio Internacional de la Universidad de Economía y Negocios Internacionales.

 

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