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Sociedad
Diferencias culturales
Por AN XINZHU

Meng Aiqun, directora del Instituto Confucio de la UNAM.
 

Antes
de asumir el cargo de directora por parte de China del Instituto Confucio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Meng Aiqun trabajaba como profesora de español en la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing. Después de varios años dedicados a impartir clases de idioma chino para hispanohablantes en México, Meng adquirió un profundo conocimiento de las diferencias entre estas dos civilizaciones.

Diferentes modos de decir que no

En el año 2009, con motivo de la I Feria de la Cultura China, organizada por el Instituto Confucio de la UNAM, Meng Aiqun le encargó a un joven diseñador que preparara el fondo del escenario con la condición de que éste evidenciase el carácter de la cultura china. Dicho diseñador hizo un boceto en el que se podía apreciar a un grupo de soldados chinos patrullando. Por supuesto, esto fue rechazado por Meng.

Sin embargo, ella se sorprendió muchísimo al ver la reacción del muchacho, quien le expresó que no le había gustado la manera tan directa en que ella había rechazado su proyecto. En ese momento, Meng no podía entender cómo es que unas palabras tan comunes y corrientes en China, podían lastimar a este joven. Tiempo después, se dio cuenta de que, entre los mexicanos, no se critican directamente, a pesar de haber cometido algún error, y mucho menos, se resaltan los defectos ajenos. Por el contrario, entre los chinos se valora la sinceridad entre los amigos, tal como lo dice el antiguo proverbio chino: “di todo lo que sientas sin ninguna reserva”.

En las tiendas podemos ver claramente estas diferencias. En China, un dependiente podría decirle a un cliente: “aquí no hay ropa de tu talla”. Para la cultura latinoamericana, esta expresión podría ser considerada de muy mal gusto, o incluso, como un insulto.

Otro ejemplo que muestra estas diferencias son las escuelas. En China, los maestros son bastante estrictos, porque confían en que sus críticas y exigencias beneficiarán a los alumnos. Siguiendo esta formación, muchos profesores jóvenes del Instituto Confucio, se mostraron extremadamente rigurosos en las clases durante los primeros días tras su llegada al país. Esto provocó el descontento entre los alumnos mexicanos, quienes describieron a los maestros como “personas ariscas y sin ningún respeto por los estudiantes”.

A diferencia de la manera tan directa con la que los chinos suelen expresar sus puntos de vista, los mexicanos son muy cuidadosos en la manera cómo dicen las cosas, para no producir molestias o incomodidad. Después de darse cuenta de esto, Meng Aiqun y sus colegas chinos modificaron su manera de enseñar.

Diferentes reglas de etiqueta social

En el año 2008, un amigo mexicano de Meng estuvo en China durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Beijing. En una ocasión, le dio un pequeño obsequio, un objeto típico de México, a una niña. Varios minutos más tarde, la pequeña regresó con sus familiares. Al principio, él no entendía lo que sucedía, pero luego se sorprendió mucho al darse cuenta de que la niña quería retribuirle su amabilidad con otro pequeño presente.

En China, es costumbre que las personas deban corresponder de la misma manera en que son tratados. Es por esto que la niña pensó que sería de mala educación si no retribuía de la misma manera y regresó inmediatamente. Es increíble cómo las tradiciones han quedado arraigadas en la mente de los chinos, e incluso se transmiten de generación en generación, al punto que una niña pequeña sabe perfectamente lo que tiene que hacer.

“Las reglas sociales y la educación que los padres imparten a los hijos son completamente diferentes. Un día, tuve la oportunidad de ver en la televisión mexicana un programa que se dedicaba a resolver los problemas entre familiares o amigos, y siempre se llegaba a una solución final basada en un punto de vista religioso. Sin embargo, en China se resuelven estos problemas apelando al sentimiento y a la moralidad de las personas –nos cuenta Meng–. Mientras que en China, los cuentos relatan historias de algún héroe que posee virtudes como el respeto, la modestia y la tolerancia, en México las lecturas infantiles son cuentos religiosos que son utilizados para explicar a los niños la manera en que deben comportarse en sociedad”.

Los mexicanos son más alegres

“En México, impartir clases es algo que se disfruta mucho –nos dice Meng– porque durante las mismas, hay una atmósfera de alegría entre los estudiantes que siempre están sonrientes”. Para Meng, el momento de impartir clases es el momento más alegre de cada día y se divierte estando junto a sus estudiantes.

“Rara vez he visto a un mexicano con una expresión triste en la cara. Sin embargo, muchos chinos padecen de ansiedad y estrés, causados por el trabajo o su vida en general”, comenta Meng. Según ella, muchos chinos que han visitado México, creen que los mexicanos disfrutan de un índice de felicidad más alto, ya que están muy satisfechos con su vida y rara vez se preocupan demasiado por algo.

Aun frente a la muerte, los mexicanos no pierden el optimismo. En China, la muerte siempre está acompañada de tristeza y nostalgia por los familiares fallecidos. Por el contrario, cuando los mexicanos celebran el día de los muertos, en noviembre, los cantos y las risas son los ingredientes principales de las celebraciones. Para los mexicanos, la muerte es algo natural y una decisión de Dios.

Entusiasta público asistente a un evento organizado en México por el Instituto Confucio. Zeng Ping

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