Lejos quedan los tiempos del Beijing industrial, pero su herencia, en forma de viejas plantas manufactureras en desuso, sirve ahora de escenario para el desarrollo de las industrias culturales y creativas: El barrio 798, donde florece el arte vanguardista, el distrito de la moda en el 751 D-Park, justo al lado del 798, la base de innovación en el diseño industrial DRC (Design Resource Cooperation), y el CBD, el distrito central de negocios, donde se concentran los medios de información, han traído a esta ciudad de gran tradición cultural un espíritu moderno e innovador.
En el distrito de Haidian, al noroeste, aprovechando la cercanía de las universidades y la consiguiente facilidad para encontrar talento científico, se ubica lo que se conoce como el Silicon Valley de China, donde podemos encontrar un auténtico dream team tecnológico, con empresas como Baidu, Lenovo o Aigo. Y en el este de la capital, en el CBD, radican más del 80% de los medios informativos extranjeros acreditados en Beijing. Por otro lado se está construyendo el parque creativo 1919, que se dedicará a la producción de cine, televisión, drama y ópera vanguardistas.
En los últimos años, la ciudad se ha convertido en un hervidero de barrios donde se instalan conglomerados de industrias culturales y creativas. Además de las mencionadas, destacan Jiukeshu, para la industria musical, en el distrito de Tongzhou, el centro creativo y cultural Cable 8, en Chaoyang, o el parque de la industria cultural de la Universidad Renmin, entre otros. Junto a las 7 zonas para las industrias creativas anunciadas el pasado mes de noviembre en la Exposición Internacional de las Industrias Culturales y Creativas de Beijing, la ciudad va a contar con 30 zonas de producción cultural y creativa de nivel municipal y más de 100 de nivel distrital.
Esta efervescencia ha llevado a las industrias culturales y creativas a aumentar su valor añadido en los últimos cinco años de 57.300 a 149.770 millones de yuanes, lo que ha supuesto para ellas pasar de representar el 9,5% del PIB local al 12,6%. Se han convertido así en la segunda mayor industria de la capital, sólo por detrás de las finanzas, y en la nueva locomotora del crecimiento económico de Beijing.
DRC, de fabricante a creador
Por un iPhone que se vende en EE.UU. a 499 dólares, el fabricante chino OEM sólo recibe 4. No es extraño, pues, que la industria china esté cambiando de dirección, invirtiendo en desarrollo tecnológico e imagen de marca, para pasar del “Hecho en China” al “Creado en China”. Sin duda el diseño industrial constituye uno de los terrenos con más potencial entre las industrias creativas de Beijing, ya que servirá para cambiar el papel de China como la fábrica del mundo, por lo que ahora forma parte de la estrategia nacional.
En junio de 2005, tras las reformas llevadas a cabo en las viejas plantas de 8.800 m2 de la antigua Fábrica de Instrumentos Telefónicos, el Comité de Ciencias de Beijing y el gobierno del distrito de Xicheng constituyeron aquí conjuntamente la base de innovación en el diseño industrial DRC, compuesta por una plataforma tecnológica de 2.500 m2 y una incubadora industrial de 5.500 m2. DRC son las siglas del Design Resource Cooperation (Cooperación entre Recursos de Diseño).
“En un sentido económico, cuando hay escasez de recursos, la gestión social de los mismos se convierte en determinante. Por eso, el DRC tiene como objetivo integrar todos los recursos de diseño industrial, compartirlos y racionalizarlos, para impulsar el desarrollo de esta rama del diseño”, explica Chen Dongliang, miembro ejecutivo del Consejo de la Asociación del Diseño Industrial de China y director del Centro de Promoción del Diseño Industrial de Beijing.
A las empresas que se establecen aquí, el DRC les proporciona servicios como la certificación y legalización de nuevas tecnologías, la organización de exposiciones, foros y actividades de promoción y pone a su disposición un fondo para pequeñas y medianas empresas creativas, así como la oportunidad de participar en el Programa de Fomento del Diseño Creativo, creando de esta manera el caldo de cultivo idóneo para el nacimiento de empresas y mejorando la capacidad de estas pequeñas y medianas compañías para atender grandes pedidos. Actualmente, el DRC cuenta con más de 200 empresas en incubación, dedicadas al diseño de productos, diseño gráfico, diseño arquitectónico, ingeniería, diseño de moda, asesoría y consultoría, entre otros sectores profesionales.
Uno de los ejemplos de éxito del DRC es la compañía Sense Design, justamente la primera empresa que se estableció aquí, en enero de 2006, tras la remodelación del centro. Con proyectos de colaboración con multinacionales como Haire o Panasonic, el capital de Sense Design se ha quintuplicado. Una herramienta de jardinería que diseñaron y desarrollaron, ayudó a su cliente a obtener un pedido por un valor de 100 millones de dólares en el mercado exterior. Cuando el fundador de la empresa, Han Yongli, emprendió su negocio, era un recién graduado universitario. La plataforma de primera categoría del DRC y su apertura de miras, brindaron al joven la oportunidad de hacer realidad el sueño de establecer su propia empresa.
La compañía LKK Design también fue una de las primeras en establecerse en el DRC a principios de 2006. En tres años, creció hasta convertirse en una institución del diseño industrial y en la mayor compañía del sector en la capital. Se ha encargado del diseño del sistema automático de venta y chequeo de boletos de las líneas 4, 10 y 8 (olímpica) del metro de Beijing, en cooperación con Samsung, es proveedor global de 7 de las 500 compañías más grandes del mundo, incluidas Nokia, Samsung y Sinopec, ha conseguido diversos premios internacionales y su volumen de ventas pasó de sólo unos cientos de miles de yuanes a más de 20 millones, contando ya con oficinas en Shenzhen y Londres.
“Antes firmábamos contratos por 30.000 o 50.000 yuanes. Ahora, uno de nuestros proyectos se puede valorar en varios millones de yuanes por la estrategia que ofrecemos a nuestros clientes. Lo que a muchas empresas les falta no es el diseño, sino una estrategia de diseño o una mentalidad, algo que nosotros podemos corregir”, explica Jia Wei, manager general de LKK Design.Ahora, LKK Design ha crecido tanto que ya dispone de nuevas instalaciones propias fuera del DRC.
En estos cinco años, en el DRC se han incubado compañías de diseño nacionales que son capaces de proporcionar servicios a las empresas más importantes del mundo y apoyar tecnológicamente la investigación y desarrollo de proyectos claves del Estado; el DRC ha creado el principal sitio Web del diseño industrial en China, ha facilitado asistencia tecnológica a más de 600 compañías, y ha emprendido planes de formación de talentos en el diseño en colaboración con universidades y empresas; ha establecido acuerdos de cooperación internacional con más de 50 instituciones gubernamentales, organizaciones, institutos y escuelas y empresas de diseño, firmando convenios con BEDG de Inglaterra y KIDP de Corea del Sur; además, ha conseguido que muchos proyectos internacionales importantes se lleven a cabo en Beijing, a través de actividades de intercambio como el Mercado del Diseño de China (CDM, siglas en inglés), el Consejo Internacional de la Asociación de Diseño Gráfico (Icograda), la Exposición Internacional de las Industrias Culturales y Creativas de Beijing y la Exposición Internacional de Alta Tecnología de Beijing.
En mayo de 2008, la Zona de Desarrollo Tecnológico-Económico de Beijing (Yizhuang) y el Grupo SK, de Corea del Sur, firmaron un acuerdo para la cooperación en un plan para la promoción del diseño industrial y la creatividad digital, que se completará en 2013, al que se destinará una inversión de 1.000 millones de dólares y una superficie de 200.000 m2, con el objetivo de atraer a las empresas de diseño y creatividad más importantes del planeta y crear un centro de industrias culturales y creativas de primer nivel mundial.
CRD, animación y ocio
En el oeste de Beijing, en el distrito de Shijingshan, la industria siderúrgica ha dejado una profunda huella. Sólo el Grupo Siderúrgico La Capital era responsable de más del 60% del PIB del distrito. Sin embargo, como empresa de la industria pesada y altamente contaminante, el grupo tenía que trasladarse fuera de Beijing según preveía el programa nacional. Al mismo tiempo, se planeó que el distrito cambiase su modelo económico, desarrollando las industrias del ocio y el entretenimiento para sustituir a la siderurgia: se trataba de crear aquí el Distrito Recreativo y Cultural (CRD, siglas en inglés).
La idea del CRD fue puesta en marcha hace 7 años por el Gobierno del distrito, y ya se ha completado la construcción de más de 20 millones de m2 de edificios de oficinas, en los cuales se están estableciendo compañías dedicadas a las industrias culturales y creativas y a los servicios de alta tecnología, tales como empresas de videojuegos online, animación, medios digitales, seguridad informática, diseño industrial, servicios de información digital, finanzas tecnológicas, y otras, que aportarán una inversión de 200.000 millones de yuanes e impulsarán la transformación de la estructura industrial del oeste de Beijing.
Hasta ahora, en esta zona se han establecido 2.700 empresas que dan empleo a entre 20.000 y 30.000 personas en el ámbito de los videojuegos online, la animación, los juegos para celulares, los servicios de 3G, la música y publicaciones digitales, nuevos medios, etc. Entre ellas, las que se dedican a los videojuegos online y a la animación suman más de 700. Junto a las empresas de medios digitales, se trata de 3 nuevos sectores que generan un valor conjunto de 13.000 millones de yuanes.
A finales del año pasado, el Grupo Siderúrgico La Capital dejó totalmente su producción de acero y aceleró su traslado. En los 8,56 km2 de plantas que dejó libres, sin producirse un gramo de acero se seguirá generando un valor de 100.000 millones de yuanes anuales.
La Ciudad de los Juegos y la Animación, que inició su construcción en 2009, va a aprovechar viejas plantas con una superficie total de 200.000 m2 para alojar parques temáticos, zonas logísticas, una incubadora de empresas, organismos de servicios comerciales públicos, oficinas digitales, hoteles, viviendas y otras instalaciones accesorias, que formarán parte del Parque Estatal de la Industria de la Animación, de 1,2 millones de m2 de extensión, un centro para la investigación, desarrollo y comercialización de videojuegos y productos de animación y lugar de ocio y entretenimiento. La primera planta se completó en noviembre de 2010, siendo esta vez los diseñadores más vanguardistas en lugar de los obreros del acero los que trabajan en estas instalaciones.
Entre las empresas recién llegadas, se incluyen famosas compañías de la industria cultural y creativa, como Novel SuperTv, Hengda Cultural, Starburst, T4Game y empresas líderes en nuevas tecnologías, como NGSN o ENJOYOR. Además, el grupo Technicolor, una de las 500 compañías más grandes del mundo, Hanergy Holding Group y otras están negociando activamente su entrada en la zona.
Más de mil productos culturales chinos, incluidos videojuegos online, telenovelas y populares películas de animación en 3D, realizaron sus tareas de post-producción en este lugar, donde trabajan los profesionales de élite de estas industrias, cuyas obras han ganado premios internacionales.
Al mismo tiempo, se está levantando el primer parque industrial especialmente dedicado a la industria del entretenimiento digital y a los jóvenes emprendedores graduados de universidades de otros países. El parque comprenderá tres áreas: nuevos medios, con 260.000 m2, producción audiovisual, con 130.000 m2, y servicios tecnológicos, con 310.000 m2.
En 2010, el distrito de Shijing-shan aprobó un gran número de políticas preferenciales para atraer a las empresas de las industrias culturales y creativas. Según Zhou Maofei, jefe del gobierno del distrito, se han adoptado medidas tales como apoyo y subsidios financieros para el desarrollo de las empresas de animación y videojuegos, se ha ofrecido trato preferencial en cuanto a educación y asistencia médica para los hijos de los profesionales tecnológicos y administrativos de más alto nivel, también se otorgó a las empresas la tarjeta verde para la simplificación de trámites, y se les proporcionaron oficinas de forma gratuita o subvencionada. En 2010, más de la mitad de las 1.280 empresas que se establecieron en el distrito pertenecían a las industrias de la animación y de la producción de videojuegos, y el sector cultural y creativo representó el 11% del PIB de Shijingshan, cifra que se espera supere el 12% este año y que llegue al 15% el próximo quinquenio.
Arte y vida en el 798
Recientemente, la revista Newsweek ha incluido a Beijing entre las 12 ciudades más influyentes del mundo, algo que tiene mucho que ver con el espíritu humanista y el potencial creativo del barrio artístico 798. El New York Times también ha comparado el 798 con el Soho de Manhattan.
Según Zhu Qi, crítico de arte y director de la Bienal del 798, las creaciones que se pueden encontrar aquí emplean técnicas vanguardistas y formatos atractivos para la juventud, además de girar entorno a los temas importantes de nuestro tiempo, como la protección medioambiental, la salud, los puntos negativos de la sociedad industrial, etc.
Este barrio, que ahora acoge a más de 400 galerías e instituciones culturales de más de 16 países y regiones del mundo, era antiguamente la sede de la fábrica 798, de propiedad estatal, dedicada a la producción de artículos electrónicos. Fue construida en los años 50 con la asistencia de la ex Unión Soviética y diseñada y desarrollada por la RDA (la República Democrática Alemana). En este proyecto clave es fácil de distinguir en parte de las plantas el típico estilo Bauhaus, que apenas puede encontrarse en Asia. A partir del año 2002, gran cantidad de artistas e instituciones de arte moderno empezaron a ocupar sus plantas, ya vacías en aquel entonces. Tras varias remodelaciones, el lugar se ha transformado en un conglomerado de galerías, centros de arte, estudios de artistas y compañías de diseño, tiendas de moda, y restaurantes y bares, entre otros. En sólo 2 años, llegó a ser la zona artística más grande y más influyente internacionalmente de China.
Los lofts al estilo Soho son característicos del barrio y objeto de admiración dentro y fuera del país. Las antiguas plantas reformadas se han convertido en obras de arte en sí mismas, constituyendo una reflexión sobre arquitectura y forma de vida y una perfecta integración entre tradición y modernidad, funcionalidad y estética.
Según Sui Jianguo, profesor de la Academia Central de Bellas Artes y uno de los primeros artistas en establecer su estudio en la zona, las enormes y amplias plantas, con la luz dispersándose en su interior, ofrecen una intensa atmósfera artística que es el sueño de cualquier creador.
Un buen ejemplo para ilustrar el desarrollo de este barrio lo constituye el Centro Ullens para el Arte Contemporáneo (UCCA, en inglés), establecido aquí en noviembre de 2007. El centro ocupa una superficie de 8.000 m2 y fue diseñado por el francés Jean Michel Wilmotte y el chino Ma Qingyuan, creador también del MADA s.p.a.m. de Shanghai.
Antes de fundar el centro, la pareja belga, Guy y Myriam Ullens, dirigían una empresa familiar dedicada a comercializar azúcar en EE.UU. y Europa. Su entrada en China no respondió a sus expectativas de éxito, pero durante sus muy frecuentes visitas, Guy Ullens tuvo ocasión de conocer y entablar amistad con muchos artistas chinos. A partir de 1987, bajo la guía de expertos, empezó a cambiar su colección de arte occidental por pinturas clásicas y modernas de China, a las que fue incorporando más tarde también obras vanguardistas. En 2002, dos años después de retirarse de la empresa familiar, Ullens estableció una fundación con su propio apellido, con sede en París y dirigida en los primeros años por Fei Dawei, famoso comisario de exposiciones y estudioso francés de origen chino. A partir de las más de 2.000 obras chinas y de otros países coleccionadas por la pareja durante más de 20 años, la fundación tiene como objetivo brindar apoyo al arte chino y promover causas benéficas.
El éxito del 798 ha traído consigo una mayor comercialidad, lo que ha provocado que muchos creadores se trasladen a otras zonas artísticas, como las aldeas de Songzhuang y Beigao, buscando centrarse en la creación artística pura. Ahora, cualquiera puede gozar aquí del arte, comprando, a precios asequibles, artículos de artesanía o de diseño. La popularización, sin embargo, no significa la desaparición de la alta cultura, sino que más y más gente disfruta de una mayor formación y está más influida por la cultura.
751 D-Park, a la última moda desde el pasado industrial
Cerca del 798 se ubica el 751 D-Park, donde se concentran agencias e instituciones dedicadas a la moda, el diseño y el espectáculo, en las plantas de más de medio siglo de historia pertenecientes al Grupo de Energía y Electrónica Zhengdong. Aquí se yerguen dos gigantescos tanques de gas de 70 m de altura y decenas de metros de diámetro, y se extienden por doquier tuberías, rieles y otros elementos industriales que forman el escenario de este centro creativo.
En 2003, cuando en Beijing se reformó el modelo energético del gas, una gran cantidad de plantas, equipos e instalaciones del Grupo Zhengdong, empresa estatal fundada en los años 50, y que ocupaban una superficie de 220.000 m2, quedaron obsoletas. Con el esfuerzo conjunto del gobierno municipal, el Buró Municipal de Desarrollo Industrial y la Asociación de Diseñadores de Moda de China, se estableció aquí el 751 D-Park, que en 2007 abrió sus puertas al público. Cada mes de marzo y noviembre, se celebran en el parque las muestras de las colecciones de Otoño-Invierno y Primavera-Verano de la Semana Internacional de la Moda de China. El contraste entre la belleza de la última moda y las monumentales instalaciones industriales que se logra en los desfiles deja sin aliento a los asistentes, como atestigua Zhang Yan, subsecretaria general de la Asociación de Diseñadores de Moda de China: “Renovar estas plantas y convertirlas en una pasarela supone un ahorro del 90% respecto a la construcción de un salón de modas nuevo, y el efecto estético en los desfiles es extraordinario”.
En comparación con su bullicioso vecino 798, el 751 D-Park se parece más a un enorme y tranquilo estudio de trabajo. “El 798 se dedica principalmente al arte contemporáneo. Nosotros nos centramos en el diseño de moda por las condiciones físicas de las plantas, con el objetivo de desarrollar una cadena industrial de diseño. Los primeros estudios que abrieron en esta sede fueron los que se dedicaban al diseño de moda, y más tarde llegaron también los estudios de arquitectura, de diseño de mobiliario, de animación, medios digitales y otros”, explica Ruan Lihai, director de la Oficina de Comunicación del Grupo Zhengdong.
El D-Park supone que, por primera vez, los diseñadores chinos dispongan de una plataforma propia para la presentación de sus creaciones, algo muy valorado en el círculo de la moda, ya que antes sólo podían organizar sus muestras en hoteles de 5 estrellas. Desde el año pasado, el 751 D-Park empezó a acoger todas las presentaciones de la Semana de la Moda de China y algunas más.
Según Wang Qing, presidente de la Asociación de Diseñadores de Moda de China, se decidieron por esta sede porque les ofrece la oportunidad de insuflarle nueva vida a la herencia industrial del pasado con el vigor de la creatividad del diseño. Se han previsto tres etapas de desarrollo para el 751 D-Park: una primera fase de incubación, en la que se crearán 500 puestos de trabajo y se producirá por un valor de 1.000 millones de yuanes anuales; en la segunda etapa de crecimiento, debería crecerse en escala, con un efecto de polo de atracción; por último, el 751 D-Park, se consolidará como un modelo influyente a nivel doméstico e internacional en el campo de la creatividad y la moda.
Perspectivas de las industrias culturales y creativas de Beijing
En su libro Economía Creativa, John Howkins afirmaba que las industrias creativas generan cada día en todo el mundo 22.000 millones de dólares y crecen a una velocidad del 5%. Para seguir este ritmo, Beijing necesita resolver varios problemas.
En primer lugar, los recursos humanos. Las empresas creativas triunfan gracias a las mentes creativas. Los emprendedores creativos son quienes transforman ideas innovadoras en productos concretos cuyo valor es medible. Se calcula que en Beijing, los profesionales innovadores representan un minúsculo 0,1% de la fuerza laboral en el sector cultural de la ciudad, frente al 12% en Nueva York y el 14% en Londres. Esto puede explicar por qué las industrias culturales de la capital china no pueden compararse aún ni en tamaño, ni en competitividad, ni en influencia, a las de otras muchas metrópolis internacionales.
En segundo término, el apoyo financiero. En este sentido, Beijing ha tomado ya varias medidas para cambiar la situación, como reforzar la cooperación entre empresas y bancos, ofrecer préstamos subsidiados, garantías de financiación, incubación de empresas para su cotización en bolsa, y estimular y promover el apoyo de las instituciones financieras a las industrias culturales y creativas. Hay que destacar, por ejemplo, que cada año la ciudad destina un fondo de 500 millones de yuanes al fomento de las industrias culturales y creativas, lo que ha atraído a su vez a miles de millones de yuanes de inversión pública, asegurando así que el sector se desarrolle con la energía suficiente.
Otra de las debilidades del sector de la innovación en Beijing es la escasez de empresas de nivel internacional. Xu Qi, director ejecutivo del Fondo Federal de EE.UU. para China, con una amplia experiencia en la inversión en las industrias culturales, piensa que China sigue flaqueando en cuanto a la creación de un clima apropiado para la innovación. Sugiere que el Gobierno proporcione una mayor asistencia a las empresas culturales para su cotización en bolsa y la concesión de préstamos con tipos de interés preferenciales para ampliar sus fuentes de financiación y que crezcan así más rápidamente y con más fuerza. Cree también que la protección de los derechos de propiedad intelectual es la única forma de garantizar beneficios para los productos creativos, y, en su opinión, ésta es una cuestión de vida o muerte para el crecimiento económico de este sector.
China ha realizado avances en las leyes al respecto, pero se trata de un sistema incompleto y obsoleto. Las disposiciones vigentes apenas satisfacen las necesidades básicas de las empresas en cuanto a la declaración, registro y verificación de sus derechos; y, lo que es peor, la descentralización de las autoridades que deben proteger estos derechos, la incompetencia y la baja eficiencia de sus profesionales, sumado a la complejidad de los litigios, hacen que su protección sea una tarea larga y costosa, lo que desincentiva la creación comercial. Es necesario acelerar la introducción de nuevas leyes y la ejecución de las ya existentes.
La marca es el alma de la competitividad de las industrias culturales y creativas, y es justo aquí, en la creación de marca, donde radica el punto más débil de China en relación con otros países y regiones desarrollados.
La cultura y la creatividad forman parte de nuestra vida, trayéndonos alegrías e imaginación, mejorando nuestro presente y alimentando el crecimiento económico futuro. Por eso, el dinamismo que experimentan en Beijing es alentador, y es vital que sigan recibiendo impulsos para su desarrollo.
