Hace 50 años, precisamente a finales de octubre de 1960, cuando iniciamos nuestra primera visita a la Republica Popular China, tuvimos la enorme satisfacción de recibir el primer ejemplar de la revista China Reconstruye en idioma español.
Fue en una recepción ofrecida por esta casa editora en honor a una delegación de periodistas latinoamericanos de la que formábamos parte. Allí recibimos el ejemplar nada menos que de manos de la fundadora, la señora Soong Ching Ling y de mi recordado amigo Jin Zhonghua, director de la misma, vice alcalde de Shanghai y dirigente de la Asociación Nacional de Periodistas de China.
No podíamos pensar entonces que esta revista, que años después se llamaría China Construye y mas tarde China Hoy, se convertiría en el más notable puente de amistad y comunicación entre China y los pueblos de habla hispana.
Recordamos que días después de ese acto tuvimos la oportunidad de comentar con notables personalidades que entonces estaban en China, el acierto de la fundadora y de los periodistas que con ella colaboraban, en publicar este mensuario en español.
Entre otros podemos mencionar a Ernesto “Che” Guevara, entonces ministro de Economía y presidente del Banco Central de la Cuba revolucionaria y el entonces vice presidente y más tarde presidente de Brasil, Joao Goulart.
Ambos coincidieron en que se trataba de un medio informativo necesario para servir como nexo de comunicación entre los pueblos de habla hispana y el pueblo chino.
Nos consta, gracias a nuestro permanente contacto, trabajo y residencia durante 50 años en este hermoso país, que durante medio siglo de existencia esta revista ha sido el testimonio escrito de la evolución y el desarrollo económico, político, social y cultural que ha convertido a la Republica Popular China en la gran potencia que está asombrando al mundo.
Quienes hemos tenido el privilegio de colaborar con cierta frecuencia en las páginas de esta importante revista, tenemos que rendir homenaje a quienes durante este medio siglo se han esforzado, superando todas las vicisitudes, en hacer de ella un emblemático portavoz de la realidad China y de las aspiraciones de su pueblo, un mensajero de amistad y de voluntad de cooperación con todos los pueblos del mundo, en particular con los de habla hispana.
En esta ocasión tributamos homenaje a la labor de todos los periodistas de la revista y de quienes desde otras posiciones apoyaron sus nobles propósitos.
Nos complace en las circunstancias actuales, que China Hoy haya expandido, con clara visión de futuro, su servicio de información en aras del mejor entendimiento entre nuestros pueblos. Nos referimos al hecho de que para todos los pueblos de América Latina se esté publicando, desde hace seis años, una edición exclusiva desde su centro regional en Ciudad de México y que últimamente halla decidido lanzar ediciones especiales para el Perú y otros países sudamericanos.
Con ello está cumpliendo los postulados de la Nueva China de acercarse a todos los pueblos del mundo y el propósito de compartir sus experiencias, sobre todo ésas que la han conducido en tres décadas de apertura y reformas a los éxitos que la encumbran como la gran potencia de este siglo.
