Tian Guirong, dirigéndose al público en una conferencia.

TIAN Guirong es una mujer campesina de 60 años de edad, de Xinxiang, provincia de Henan, que se hizo famosa por dedicar sus esfuerzos a proteger el medio ambiente. Ella ha estado recolectando 70 toneladas de baterías usadas a un costo personal de más de 200.000 yuanes, organizando unas 40 actividades públicas de protección del medio ambiente y estableciendo la primera página Web de agricultores de China dedicada a la protección del medio ambiente. Debido a sus incansables contribuciones se convirtió en la primera asiática en recibir dos premios internacionales de protección del medio ambiente, uno de ellos creado por la Fundación Ford de los Estados Unidos.

Tian es una campeona que tuvo una epifanía. En 1991, Tian Guirong y su familia comenzaron con una tienda de baterías, vendiendo más de un millón de baterías al año. En el verano de 1998, Tian se sorprendió al leer en un periódico que una batería de linterna desechada en el campo puede contaminar hasta un metro cuadrado de suelo, y una batería del tamaño de un botón puede contaminar hasta 600.000 m3 de agua. Entonces pensó que las baterías usadas hacían mucho daño y que debía recuperarlas.

De inmediato, escribió una propuesta e hizo 30.000 copias de ésta pagando ella misma el costo de impresión. A continuación, reunió a su familia para una misión en favor de la promoción de la protección del medio ambiente: visitaron las comunidades residenciales locales y les pidieron a las personas que “apoyen la protección del medio ambiente y recolecten las baterías usadas para salvar nuestra Tierra”.

Al principio, su iniciativa no tuvo mucha acogida. Durante los tres primeros meses, sólo un hombre anciano le llevó lo que había recolectado, nueve baterías. Ella redobló sus esfuerzos y llevó su activismo a otro nivel, solicitando a las tiendas y supermercados que recolectasen las baterías usadas y distribuyesen 3.000 banderas verdes que tenían impresos su dirección y su número de teléfono, con una línea que decía: “Recolecta las baterías usadas para proteger la Tierra”. Gracias a su perseverancia, cada vez más personas se dieron cuenta de los graves daños que las baterías usadas pueden causar y comenzaron a entregárselas a Tian. Para recompensar y fomentar aún más estas acciones, Tian empezó a dar dos centavos de yuan por cada batería usada que recibía.

El 30 de diciembre de 1999, el Xinxiang Daily publicó su propuesta y más personas respondieron a su pedido. Para el año 2002, la recolección de pilas usadas de Tian Guirong había excedido las 60 toneladas. Al principio, ella las almacenaba en su casa, llenando la habitación que estaba prevista para ser usada como la recámara de su hijo. El esposo de Tian estaba tan enojado con ella y con su fanatismo que incluso la amenazó con divorciarse. Justo a tiempo, la Oficina de Protección Ambiental de la provincia de Henan envió a sus trabajadores para que recogiesen las baterías gastadas acumuladas y las trasladasen a la Base de Tratamiento Experimental de Baterías Usadas de Xinzheng.

Años de dedicación entusiasta a los esfuerzos para proteger el medio ambiente convencieron a Tian de que dicha protección dependía del público en general. En 2001, Tian creó la primera página Web de agricultores de China dedicada a la protección del medio ambiente –greentgr.org– y en 2003, fundó la Asociación Municipal de Voluntarios para la Protección del Medio Ambiente de Xinxiang.

A lo largo de los años, ha organizado 38 actividades de promoción de la protección del medio ambiente en todo el país durante las temporadas de vacaciones, atrayendo a 260.000 participantes. También ha dado conferencias sobre ecología en más de 110 escuelas y su audiencia total ha llegado a la sorprendente cifra de 3,6 millones de personas. Desde 2001 ha patrocinado viajes de investigación de verano que los estudiantes universitarios hacen a algunos grandes ríos, con la finalidad de estudiar sus condiciones ecológicas y controlar cualquier drenaje ilegal que las empresas manufactureras pudieran verter sobre ellos. Cada verano, estos estudiantes presentan un informe de investigación a los departamentos correspondientes.

La escasez de fondos ha sido un problema persistente para la protección del medio ambiente. En los últimos diez años Tian ha invertido alrededor de 400.000 yuanes en tales actividades, la mayoría de las cuales han sido solventadas por ella misma, sólo 80.000 yuanes provinieron del premio que ganó y de algunas donaciones.

Una vez le preguntaron cómo podía aguantar por tanto tiempo y a un costo tan alto. Ella respondió, “quiero que el cielo sea azul y las nubes, blancas”. ¿Y si un día ella descubre que no puede continuar? “Ese día nunca llegará. En el pasado no pude encontrar mi lugar o ver mi valor. Ahora lo tengo, y voy a hacer que más gente se una a mí”.