中文 | English | عربي | Español | Deutsch
Reportaje Exclusivo
Mensajero de la alegría
Por LI BINGJUN*

Ma Gongzhi, en uno de sus viajes por los senderos de la montaña, cargando con su material.

Ma Gongzhi es un joven discapacitado que vive en el poblado de Bolin del distrito de Yongxing, en la provincia de Hunan. Mide menos de 1,5 m de altura, apenas pesa 40 kilos y sus piernas están muy deformadas. A pesar de sus limitaciones físicas, camina cojeando por los senderos de la montaña cargando, sobre sus hombros, equipos de proyección de más de 55 kilos, o sea, más que su propio peso, para llevar la novedad del cine a los campesinos que viven en zonas aisladas y alegrar sus monótonas vidas. Por increíble que parezca, lleva haciendo esto durante 22 años.

En este tiempo, con su carga a cuestas y escalando incontables montañas, día y noche, Ma Gongzhi ha visitado más de mil cantones y aldeas. Sus pies han recorrido más de 200.000 km, o sea, cinco veces lo que mide el círculo ecuatorial terrestre, y ha ofrecido más de 10.000 sesiones de cine a más de 2,5 millones de espectadores.

El pueblo natal de Ma es una pequeña aldea, donde su madre fue proyeccionista, lo que hizo del niño un gran aficionado al cine. Para proporcionar a su hijo una forma de ganarse la vida, le compró un proyector antiguo, que era justo lo que Ma más deseaba; tiempo después, su madre conseguiría dinero prestado para comprarle uno nuevo de 16 milímetros. Ma tenía 15 años en ese momento, y decidió entonces que iba a dedicar su vida a proyectar películas.

En los años 80 y 90 del último siglo, el cine al aire libre era una de las actividades culturales más importantes de los campesinos. Al enterarse de que iba a haber una sesión en una aldea, se reunían los habitantes de varios pueblos a la redonda. Incluso hoy en día, cuando la televisión se ha popularizado ya en el mundo rural, el cine al aire libre todavía es capaz de reunir a la gente de toda una aldea, ya que la alegría que trae una proyección pública es mayor aún que la de la televisión.

Ma Gongzhi lo sabe muy bien y se preocupa especialmente por los ancianos y los niños de las zonas más remotas. Es el caso de la aldea de Dadong, en el cantón de Dongkou, ubicado en las lejanas zonas montañosas del este de la provincia, donde los jóvenes han emigrado a las ciudades para ganarse la vida y quedan ahora más de 200 niños y ancianos. Ma les prometió que proyectaría una película cada dos meses. Otro ejemplo es la escuela de Taolin, una aldea que está a más de 10 km del cantón más cercano. A pesar del agreste camino que lleva hacia ella, Ma insiste en proyectar cuatro o cinco películas cada año a los alumnos, aunque sólo son tres en total. De entre sus experiencias, vale la pena mencionar una anécdota:

Un día de invierno, en 2003, nevaba copiosamente. Ma, como siempre, caminaba con su equipo a hombros en dirección a la aldea de Jinpenling, a más de 10 km de distancia, para festejar el cumpleaños de un anciano. Con sus zapatos atados con un cordón de paja, un bastón en la mano y sus pesadas máquinas, Ma caminaba cojeando contra el frío viento. Había emprendido su camino por la mañana, y cuando finalmente llegó, al anochecer, tenía la cara llena de cardenales: ya ni recordaba cuántos traspiés había dado.

Ma Gongzhi no sólo proyecta películas, sino que también elabora su propio material gráfico: ha producido más de 4.500 diapositivas que ilustran desde las piscifactorías y las tareas agrícolas, hasta los daños que causan las sectas destructivas y el juego clandestino. Siempre se trata de imágenes que animan a la gente a hacer el bien y que proyecta generalmente antes del inicio de las películas.

Con la masificación de la televisión y la abundancia de nuevos productos culturales, el mercado cinematográfico en las zonas rurales se ha ido empequeñeciendo día tras día. Muchas pequeñas empresas locales que se dedicaban a esta actividad se encuentran al borde de la bancarrota. Como los proyeccionistas ganan muy poco en estas circunstancias, los más de 80 que había en el distrito han ido abandonando el oficio: Ma es la única excepción. Su hermana mayor, que se enriqueció con su negocio de fundición, le sugirió que se uniese a ella para ganar más dinero, pero Ma rechazó la propuesta, convencido de que con su labor enriquece la vida de muchos campesinos.

Para poder satisfacer las necesidades culturales de sus espectadores y poder mantener a su familia, Ma se ha embarcado en diversas aventuras: además de asumir la labor de proyectar cine para más de seis cantones y poblados y para sus escuelas de primaria y secundaria, ha establecido un auditorio multiusos en el centro urbano, con la emisión de programas de televisión, una sala donde se proyectan clásicos cinematográficos de forma continua y un salón de alquiler de películas. Por si fuera poco, se dedica a la publicidad de pequeños negocios locales a través de sus diapositivas y pancartas. De esta forma, ha logrado mantener a toda su familia y, al mismo tiempo, puede permitirse proyectar películas gratuitamente a los campesinos de las regiones aisladas.

Cuando se le pregunta cómo puede llevar 22 años ofreciendo este servicio, responde sencillamente: “Enriquecerme no es mi único objetivo. Mi deseo es llevar la alegría a quienes viven en zonas rurales apartadas y a los estudiantes de estas áreas, además de apartar a la gente del vicio del juego. Eso me hace sentirme muy feliz”.

Incluso le ha puesto a su hija el nombre de Dianying (que quiere decir “película” en chino) como expresión de su amor y entusiasmo por este medio.

*Li Bingjun es funcionario del Comité Distrital del PCCh en Yongxing, provincia de Hunan

 
China. Org. cn Agencia Noticiera Xinhua Diario del Pueblo Radio Internacional de China CCTV
Comuníquen con nosotros:
Dirección: Calle Baiwanzhuang No. 24, Beijing, 100037, China
Tel: 86-10-68996374
Fax: 86-10-68328338
E-mail: chinahoyes@yahoo.es
Derechos Reservados