| *TANG SHUBIAO, enviado especial de China Hoy en México.
Aunque la opinión pública considera que la Conferencia sobre el Cambio Climático de Copenhague no fue una reunión fructífera como se esperaba, al menos se ha conseguido un consenso común en la comunidad internacional: El ser humano debe aplacar y adaptarse al cambio climático con la finalidad de controlar el incremento de la temperatura global y mantenerlo en 2 ºC. Este deseo obtuvo el reconocimiento tanto de las naciones desarrolladas como de los países en vías de desarrollo. Sin embargo, los países pobres desean que dicha cifra sea inferior a 1,5 ºC.
¿Qué puntos interesantes serán tratados en la Conferencia en Cancún? A pesar de que antes del inicio de la Conferencia, el 29 de noviembre, el ambiente era desesperanzador y de incredulidad, la cantidad de participantes provenientes de casi 200 países originó mucha expectativa e ilusión.
El primer punto interesante trata de la rápida puesta en marcha del fondo. Los países industrializados se comprometieron, entre 2010 y 2020, a designar 30.000 millones de dólares para ayudar a las naciones en vías de desarrollo a hacer frente al cambio climático.
El segundo punto interesante consiste en la cooperación tecnológica. Antes, al mencionar el tema de transferencia técnica, los países desarrollados lo asociaban con la protección de la propiedad intelectual, expresión que confunde el sentido auténtico de este término. De hecho, lo que se proporciona a las naciones extremadamente pobres no es ciencia y tecnología de vanguardia, sino cooperación. Antes de la Conferencia de Copenhague, la propuesta de China sobre la transferencia técnica, cooperación y explotación conjunta consiguió el respaldo de la comunidad internacional.
El tercer punto interesante es la disminución de la tala de forestal, lo que ha obtenido el consenso mundial.
Otro punto trata del MRV. El llamado MRV es la supervisión y revisión de la disminución de las emisiones, es decir, la acusación que hace Estados Unidos sobre la “transparencia” de China. Desde un principio, nuestro país ha tomado al cambio climático como una tarea primordial. Entre 1990 y 2005, el consumo de bióxido carbónico por unidad de PIB descendió en 46% y, sobre esta base, el Gobierno chino propuso el año pasado que hasta 2020 dicho consumo disminuiría entre 40% y 45% con respecto al de 2005. Esta meta de reducción de las emisiones de China se trata de un índice restrictivo, es decir, va a ser incluida en el plan de largo y medio plazo del desarrollo económico y social nacional, cuya aplicación está bajo la supervisión de las leyes y de la opinión pública. Además, el Gobierno chino está efectuando acciones reales con el propósito de mejorar las medidas de cálculo, supervisión e inspección y la manera de informar las noticias sobre la disminución de las emisiones y el incremento de la transparencia, así como el despliegue de intercambios, diálogos y cooperación internacionales. Sin embargo, los países desarrollados, sobre todo Estados Unidos, no confían en China, y por el contrario, creen que debe haber un organismo de supervisión y administración. Un alto funcionario de China, encargado de los asuntos del medio ambiente y el clima, indicó que la sociedad internacional cree que es necesario establecer tal organismo. China puede hacer alguna concesión, es decir, podemos aplicar el MRV en la reducción de las emisiones, bajo la condición de recibir la ayuda necesaria del fondo internacional, pero, si se trata de que China realice dicha disminución por su propia cuenta, sólo se aceptará la negociación y el análisis internacionales. Esto se hablará detalladamente en la Conferencia de Cancún.
Esta Conferencia durará 12 días y es difícil prever el resultado. Después de la inauguración, Su Wei, subdirector de la delegación china y primer representante de negociación, afirma que China espera que en Cancún se logren frutos verdaderos en los temas centrales de las negociaciones sobre el cambio climático, como el fondo, la transferencia de tecnología, etc. | 
