El pasado 28 de agosto, China Hoy entrevistó en exclusiva en El Cairo a Maged George, ministro egipcio de Asuntos del Medio Ambiente, para conocer el punto de vista de su país sobre el cambio climático y sus expectativas respecto a la inminente Conferencia Internacional de Cancún, a la que George acudirá encabezando una delegación egipcia de alto rango.
Según el ministro egipcio, el objetivo de su nación en esta conferencia es instar a los principales países industrializados a asumir sus responsabilidades en la lucha contra el cambio climático causado por la contaminación. En los últimos tiempos, este fenómeno viene manifestándose cada vez con más fuerza a través del calentamiento global, los incendios forestales en Rusia, las graves inundaciones en muchos países o el derretimiento de hielo en las regiones polares.
George reveló que, antes de su salida hacia México, la delegación egipcia se coordinaría con los países del Sur vulnerables a los efectos negativos del cambio climático, ya que piensa que los países más industrializados están tratando de imponer sus puntos de vista sobre ellos y la oposición de ambas posturas en la Conferencia de Cancún puede tener graves consecuencias. Según el político egipcio, ya que en la Conferencia de Copenhague de 2009 no se pudo llegar a un pacto sobre las responsabilidades en materia del cambio climático, los países del Sur y los países emergentes, encabezados por China, van a hacer un gran esfuerzo en Cancún para exigir la adopción de un acuerdo, e instarán a los Estados Unidos y a Europa a aplicar el Protocolo de Kioto y cumplir con sus responsabilidades en la prestación de apoyo financiero y tecnológico a los países en desarrollo, con el objeto de hacer realidad su compromiso de reducir las emisiones en un 40% del nivel actual en 2020.
El ministro señaló que, según un informe de 2007 del Banco Mundial, Egipto es uno de los países más afectados del mundo por el cambio climático: la elevación del nivel del mar y la escasez creciente de recursos hídricos tienen un enorme impacto negativo en la agricultura, el turismo y la salud del país. Así, el cambio climático se ha convertido en piedra angular de las conferencias internacionales sobre política y economía y cree que su evolución tiene repercusiones para la paz y la seguridad mundiales.
George hizo también un llamamiento a la comunidad internacional para que se atenga al principio de “responsabilidades comunes pero diferenciadas” en la lucha contra el cambio climático, subrayando al respecto que los países en desarrollo son las víctimas del cambio climático global, y que, por tanto, los países desarrollados deben asumir sus responsabilidades históricas y humanitarias en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero. Resaltó muy especialmente que, como país en desarrollo afectado profundamente por el cambio climático, la política de Egipto es no aceptar ninguna imposición para este grupo de naciones: los países industrializados deberían ceñirse a la Declaración de Río de Janeiro y al Mapa de Ruta de Bali, cumpliendo con sus responsabilidades y prestando apoyo tecnológico y financiero a los países en desarrollo.
El ministro egipcio dijo esperar una conferencia exitosa, en la que los intereses de los países desarrollados no acaben por imponerse a los de los países en desarrollo y declaró que piensa pedir el establecimiento de planes y mecanismos para garantizar la transferencia de tecnología a los países del Sur sin trabas, de modo que el apoyo financiero y tecnológico sea auténtico, adecuado y sostenido.
George declaró asimismo que Egipto no aceptaría ninguna modificación de la fecha de vencimiento del primer período de compromisos del Protocolo de Kioto, en 2012. Para el año 2020, el nivel de emisión de gases de efecto invernadero de los países desarrollados debe ser inferior al 40% del nivel de 1990, e inferior al 80%-95% de este nivel para el año 2050.
En cuanto a los resultados, el político egipcio cree probable que de la Conferencia de Cancún surja una declaración política en lugar de un nuevo acuerdo internacional, con la posibilidad de que se trabaje también en un plan de sustitución, y que se publiquen resoluciones determinando los porcentajes de reducción de emisiones para los países desarrollados y en desarrollo.
George quiso destacar, asimismo, que Egipto ha cooperado globalmente con los países árabes, los africanos, el Grupo de los 77, China y los países miembros del Movimiento No Alineado en la lucha contra el cambio climático.
Finalmente, recordó que Egipto y China cooperan activamente en la lucha contra el cambio climático, colaboración que consiste principalmente en el apoyo tecnológico de China a Egipto en los campos de las nuevas energías, las energías renovables, el reciclaje y tratamiento de basuras, la reforestación, la reducción de la quema de gases procedentes de la producción de petróleo, la construcción de rellenos sanitarios seguros, y el equipo para la quema de las cáscaras de arroz, que provoca una grave contaminación en otoño cada año.