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Especial
La hoja de ruta de una economía ecológica
Por JIANG NANQING*
 

El PNUMA colabora estrechamente con el Gobierno chino en la lucha contra el cambio climático.

EL crecimiento de China está ganando más impulso gracias a su creciente peso económico, político y estratégico en la región de Asia-Pacífico, y su excelente rendimiento en una economía mundial post-crisis. Con un promedio de crecimiento económico anual del 9,5% en las últimas dos décadas, China ha seguido siendo el mayor contribuyente al crecimiento mundial durante los últimos años. Conocida por su desarrollo económico sin precedentes, China, sin embargo, también ha ganado mala fama en el campo de la conservación ecológica, pues se ubica segunda entre los mayores consumidores de energía del mundo. Además, tiene todas las posibilidades de llegar a ser el mayor emisor de gases de efecto invernadero del orbe.

A largo plazo, China podría enfrentar serios conflictos entre la oferta y la demanda de energía. Una población numerosa y creciente, la rápida industrialización y urbanización, y el aumento significativo en el consumo individual pueden dar lugar a la degradación ecológica y la escasez de agua. Debemos analizar particularmente la urbanización, ya que las ciudades en expansión son muy dependientes de los recursos naturales y humanos que se originan fuera de ellas.

China no está sola. En las regiones costeras de Asia existen ciudades muy importantes que corren el riesgo de sufrir de manera desproporcionada los efectos negativos del cambio climático y el consiguiente aumento de los desastres naturales. Asia Oriental es el hogar de cuatro de las diez concentraciones de población más vulnerables y expuestas. El alto riesgo requiere la aplicación de un plan de reducción efectiva de los riesgos climáticos como parte de las estrategias de desarrollo urbano de bajas emisiones de carbono.

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU (MDGs, siglas en inglés) han creado una serie de planes dirigidos a la economía, la sociedad y el medio ambiente. La visión de China es similar a la de las Naciones Unidas, y el progreso hacia el logro de sus MDGs ha sido fuertemente motivado, debido a que desde 1990 la pobreza se ha reducido a la mitad. China está bien posicionada para alcanzar muchas de las metas de los MDGs que quedan para el año 2015. Los objetivos para la garantía de la sostenibilidad del medio ambiente indican que el agua potable y el mejoramiento de la sanidad están al alcance, sin embargo el objetivo de revertir las pérdidas de los recursos ambientales no se logrará con la misma rapidez.

El cambio climático es una nueva crisis global que ha tardado en llamar la atención y ahora está ganando exposición. La variabilidad del clima y el cambio futuro no son abstracciones y azotarán a todos los pueblos por igual. Sin embargo, la población pobre de los países en vías de desarrollo tiene un riesgo de exposición mucho mayor a una realidad violenta. El cambio climático puede obstaculizar el proceso de erradicación de la pobreza y el logro de los MDGs, ya que los fenómenos afectan mucho más directamente a los medios de vida y los bienes de los pobres. Necesitamos una respuesta urgente y concertada.

Para China, dos temas han sido sumamente fundamentales: el desarrollo sostenible y el crecimiento económico. Estas operaciones incluyen la planificación del desarrollo nacional, la legislación ambiental, y el fortalecimiento sistemático de las instituciones ambientales. China se ha comprometido a la reducción del CO2 por unidad de PIB entre un 40% y un 45% en 2020 respecto a 2005. Una política de arriba para abajo en la “conservación de la energía y reducción de las emisiones” se ha convertido en la clave de la evaluación de desempeño de los funcionarios locales. Se promueve el enfoque de bajo carbono para alcanzar el desarrollo económico. Dicho enfoque, por sí mismo, ha devenido nuevo motor económico.

Asociación China-PNUMA

PNUMA, la organización internacional que dirige las políticas, la ciencia y la tecnología de medio ambiente y cambio climático, proporciona asistencia técnica con la incorporación de los asuntos ambientales a las estrategias nacionales mediante el establecimiento de una asociación estratégica fuerte con los gobiernos nacional, central y local. En China, su relación es con el Ministerio de Protección del Medio Ambiente (MEP). A nivel nacional, se implementa a través de los mecanismos MDG y del Esquema Asistencial de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDAF, siglas en inglés). Otros socios estratégicos incluyen organismos de sistemas de la ONU, organismos bilaterales, ONG internacionales, así como las empresas y el sector privado, los centros de investigación, el ámbito académico, los medios de comunicación y ONG nacionales. El PNUMA aprovecha la fuerza de todos los socios para aumentar el interés público y dirigir a los países hacia un desarrollo sostenible.

La meta de China de convertirse en un país ahorrador de energía y en una sociedad respetuosa con el medio ambiente está conforme con las prioridades del PNUMA, que ha apoyado las evaluaciones ambientales y las iniciativas pertinentes para naciones y regiones. También podría proveer una plataforma para los programas transfronterizos, multilaterales y bilaterales.

El PNUMA puso en marcha la GEI en 2008 con el objetivo de ayudar a los Gobiernos y a otras partes interesadas a reorganizar y reorientar las políticas, las inversiones y las campañas de conciencia pública. Esto se hace mediante la transformación de sectores tradicionales hacia la baja emisión de carbono y el fomento del desarrollo de los sectores respetuosos con el medio ambiente. Estos métodos van de la mano con el sostenimiento del desarrollo económico y la generación de más puestos de trabajo. La Economía Verde dirigida por el PNUMA ha sido bien recibida por el Gobierno de China y se ha integrado con la estrategia nacional,.

A raíz de Copenhague, más países están adaptando las estrategias de crecimiento ecológico, pero se ha hecho evidente que ningún país puede lograrlo solo. Un esfuerzo mundial realizado por asociaciones fuertes aumentará la inversión en tecnologías ecológicas. Los Gobiernos, incluido el de China, pueden tomar la iniciativa en I+D, y formar equipo con el sector privado para ayudar a que esto suceda.

Como las emisiones de carbono de la construcción son cerca de un tercio de las emisiones totales, el PNUMA estableció la Iniciativa sobre el Clima y la Construcción Sostenible (SBCI) para mejorar la eficiencia energética, incorporando distintas partes interesadas en el sector, incluidos los responsables de las políticas de construcción y los códigos. Dos empresas chinas son miembros de la SBCI, y se puede demostrar que es posible conseguir considerables beneficios globales, pues el volumen de construcción de China es líder mundial.

En 2008, la ONU puso en marcha el Acuerdo Marco de la Sociedad ONU-China para el Cambio Climático (CCPF). Financiado por los fondos MDG de las Naciones Unidas, sus proyectos de construcción se basan en las políticas de cambio climático, mitigación y adaptación. El PNUMA colabora con su socio nacional, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China, para investigar el impacto y las estrategias de adaptación para el deshielo de los glaciares en la región del Himalaya, en el noroeste, y el aumento del nivel del mar frente a la costa de China. La ciencia del cambio climático y las adaptaciones recomendadas serán integradas en la planificación nacional y provincial.

El valor de los sistemas naturales en la lucha contra el cambio climático gracias a su papel en la mitigación y la adaptación es bastante prometedor. El PNUMA determinó e implementó los programas del Fondo Ambiental Global en China, que cubre la administración de las áreas protegidas, la administración de la tierra árida, la administración de las cuencas hidrográficas, la conservación y la eficiencia de la energía, y las energías renovables.

Innovación y liderazgo

En este momento de nuestra historia las reglas han cambiado, y es necesario un pensamiento creativo. Para China y el resto de Asia, esto representa una oportunidad para reafirmar un mayor liderazgo en la escena mundial, ya sea en términos de objetivos de emisiones, tecnología, o cooperación regional. El futuro le pertenece a aquellas naciones que comprenden el problema y aprovechan el momento para construir un futuro ecológico.

Necesitamos un gran liderazgo para realizar la transición a un nuevo paradigma. Vamos a ver un cambio en el énfasis desde el Gobierno central hasta el local, desde el comercio hasta la sociedad civil. Es necesario un plan de acción, pero lo que dirigirá el desarrollo económico ecológico innovador será la ciencia básica y aplicada. La supervisión ambiental, los sistemas de evaluación, las plataformas y las redes comunitarias son necesarias en toda la región. El PNUMA estará ahí para apoyar dichas actividades.

La concienciación pública de los beneficios de un estilo de vida ecológico debe estar vinculada con el civismo y el compromiso institucional para la innovación. Desde el punto de vista político, esto requiere de campañas de educación e información sobre los modos de crecimiento económico, junto con incentivos adecuados para una toma de decisiones pública. Muchas ciudades en China han comenzado a invertir en políticas ambientales innovadoras, que incluyen el uso de fuentes renovables de energía. Extensas innovaciones como la economía circular y los modelos de la sociedad de bajo nivel de emisiones de carbono introducidos por China señalarán el camino hacia la urbanización sostenible.


* La Dra. Jiang Nanqing es gerente de proyecto de la oficina del PNUMA en China. Está a cargo de los Proyectos de Economía Ecológica y Cambio Climático del PNUMA en China.

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