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Sociedad
Longevidad, sueño dorado
Por FENG ZHIYING*

Los chinos, sobre todo los de edad avanzada, le dan mucha importancia al ejercicio físico.

China se ha convertido en un país con una población en proceso de envejecimiento, cuya esperanza de vida ha alcanzado ya los 71,3 años. En muchos lugares, aparecen pueblos cuyos habitantes son de edad avanzada, entre ellos, mi pueblo natal, Taichang, donde viven 37 centenarios, 16.762 ochentones y 109.000 sesentones, cifra esta última que representa el 23,07% de sus 465.000 habitantes. El promedio de vida en Taichung es de 81,07 años, mucho más alto que la media nacional. Hong Kong, por ejemplo, ocupa el primer lugar del país en cuanto al número de habitantes centenarios, y el segundo en el mundo en cuanto a esperanza de vida. Allí, las mujeres viven un promedio de 86,1 años, y los hombres, de 79,8 años. Actualmente, una sexta parte de los ancianos de Hong Kong se ha trasladado a asilos de la provincia de Guangdong.

En abril, llegó a nuestro asilo una pareja del sur: el hombre, de 98 años, y la mujer, de 91. Al enterarme de la noticia, mi primera reacción fue: ¿Cómo se ha atrevido el asilo a aceptar a un anciano de edad tan avanzada? Sentí mucha curiosidad por conocer al matrimonio. Dos días después, los vi por fin en el comedor, pero empecé a pensar que andaba mal de la vista: ¿Me estaba equivocando de persona? No, era realmente el longevo Sr. Fu, pero parecía tener mi edad, o sea, 20 años menos de los que realmente tiene. Robusto y erguido, oye y ve muy bien. Le gusta leer (¡lee sin gafas!), por lo que lo encuentro a menudo en la sala de lectura. Oriundo de la provincia de Zhejiang, vino a Beijing a trabajar en 1949. Su mujer, la Sra. Gao, shanghainesa, camina encorvada debido a la edad y parece más vieja que su marido. Se trata de un matrimonio en segundas nupcias. Fu tiene 4 hijos con su primera y ya difunta esposa; ella, no tiene descendencia, pero los hijos de su marido la tratan cariñosamente. Gao tiene problemas de corazón, pero Fu no padece de ninguna enfermedad senil. Un día, los vi comiendo mazorcas, lo que quiere decir que tienen buena dentadura. Se acuestan y se levantan muy temprano; más una hora de la siesta, tienen diez horas diarias de sueño. El marido sale a dar un paseo dos o tres veces cada día; tras jubilarse como ingeniero jefe, Fu, contratado por su propia empresa (autobuses de transporte público), volvió a trabajar durante 10 años más, hasta los 80 años, cuando se retiró definitivamente. Le pregunté cuál es su secreto para tener una vida tan larga y me contestó que uno debe tener una buena disposición de ánimo, una mente ancha y un corazón abierto. Sí, entre los factores de la longevidad, el optimismo es el más importante. Muchas personas longevas, a pesar de haber tenido una vida escabrosa, sufriendo la pérdida de seres queridos o padeciendo terribles penurias, siempre encaran las dificultades con una sonrisa. Aunque estén físicamente en decadencia, mantienen joven el corazón. Salvo factores congénitos (los genes hereditarios), podemos influir en muchos otros elementos que tienen mucho que ver con una larga vida, como nuestro entorno medioambiental y social, la alimentación y el adecuado trabajo y ejercicio físico. Algunos expertos creen que ponerse en cuclillas puede prolongar la vida y sostienen que uno debe caminar como el viento, permanecer de pie como un pino, acostarse como si fuese un arco, sentarse cual campana y ponerse en cuclillas como una crisálida. Además, los chinos poseemos una gran ventaja: nuestra medicina tradicional, pues muchas plantas medicinales contribuyen a recobrar la energía, fortalecer el vigor y tonificar la esencia vital, postergando así la senilidad y alargando la vida. Los hechos han demostrado que, hoy en día, el origen de muchas de las enfermedades que amenazan nuestras vidas no está en virus o microbios, sino en hábitos malsanos y malos modos de vida. Por lo tanto, aboguemos por llevar una vida sana. Si consideramos que una persona longeva es aquella que tiene 85 años o más, en el Huichen viven 34 de ellas. ¿Por qué en el asilo hay tantas personas longevas? Porque el aire fresco y puro y el ambiente del campo, sin polución, son muy beneficiosos para la salud; porque las aguas termales, un regalo de la naturaleza, pueden ayudar a tratar diversas dolencias propias de la vejez, como el reumatismo, la neurastenia, la diabetes, la gota y los problemas cardiovasculares y de los vasos sanguíneos del cerebro. La práctica de actividades culturales y deportivas variadas, puede entretener nuestras horas ociosas, alejarnos de la soledad y mejorar nuestra salud. Miren, si no, la tabla de actividades diarias del Huichen:

Muchos ancianos son competentes trabajadores o aficionados a diversos deportes. Por ejemplo, la Sra. Wei, de 91 años, que ingresó en el asilo hace ahora dos años. Licenciada en Educación Física por la Universidad Pedagógica de Beijing, se jubiló como profesora. Hoy, sigue mostrando un gran interés por los deportes y juega a menudo al gateball1. Pese a su avanzada edad, su aspecto no es achacoso ni, en absoluto, senil, y se la ve siempre caminar erguida y ligera.

Día

Mañana

Tarde

Lunes

Canto

Ópera de Beijing

Martes

Gateball

Karaoke

Miércoles

Curso de computación

Pintura y caligrafía

Jueves

Calistenia

Canto

Viernes

Curso de computación

Manualidades

Sábado

Cine

Domingo

Visita de los voluntarios universitarios2

Cine

 

1 Deporte de origen japonés similar al croquet británico.

2 Los voluntarios universitarios de la facultad de Medicina Tradicional vienen dos veces al mes a ofrecer servicios de consulta sobre nuestra salud.

*Feng Zhiying, ha sido revisora de traducción de español de Beijing Informa y miembro de la Asociación de Traductores de China. Se jubiló en 1990.

 

 

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