中文 | English | عربي | Español | Deutsch
A lo Largo del País
Changzhou, entre lagos y ríos
Por WU MEILING

Parte de la red fluvial de Changzhou, que cuenta con abundantes recursos hídricos.

Changzhou, enclavada en el sur de la provincia de Jiangsu, en pleno delta del río Yangtsé, se la conoce también como la “ciudad del dragón”. En Changzhou, parece que la naturaleza se haya esmerado para crear una auténtica obra maestra, bendiciéndola con ricos recursos hídricos: el Gran Canal y el río Yangtsé la atraviesan, el hermoso lago Taihu ha sido su acompañante durante más de mil años… Lagos, lagunas, estanques, parecen haberse detenido aquí, prendados del mágico Sur.

Además de su privilegiado entorno, Changzhou es una urbe boyante, tanto cultural como econonómicamente hablando, con un importante desarrollo industrial en sectores emergentes, liderados por la manufactura de equipos de última generación, la informática y la electrónica, los nuevos materiales, las energías renovables, la protección medioambiental, la biotecnología y las farmacéuticas. La revista Forbes la sitúa en la novena posición en la lista de las mejores ciudades para los negocios en China y ocupa el primer puesto en el Libro Azul sobre Competitividad Urbana de China en cuanto a la capacidad de innovación de su gobierno local.

El espíritu tenaz y honrado de los changzhouneses

Changzhou es una ciudad con una historia muy larga; según Ji Zha (576 a.e.c.-484 a.e.c.), cuarto hijo del rey de Wu Cheng, el nombre de Changzhou aparece ya en registros escritos hace 2.500 años. Ji Zha es, por otro lado, una de las figuras históricas más queridas por los changzhouneses. Según se dice, cedió tres veces el trono a otros y, finalmente, se le otorgó un feudo en Yanling, la actual Changzhou, por lo que también se le conoce como “Yanling Ji Zi”. Su modestia, honradez y nobleza de espíritu constituyen un modelo moral para los chinos y, hasta Confucio, al parecer, realizó una inscripción en su sepultura en la que lo describía como “el tercer santo bajo el cielo”.

Ji Zha ha ejercido una poderosa influencia en el desarrollo de la cultura de Changzhou, sirviendo como ejemplo de una virtud que los changzhouneses han abrazado como el ideal al que deben aspirar. Una de las historias que sobre él se cuentan ilustra perfectamente su categoría humana:

Una vez, en uno de sus largos viajes, Ji Zha pasó por el reino de Xu, donde visitó a su rey. Al monarca le fascinó la espada de Ji, por lo que este decidió regalársela a su regreso. Sin embargo, al retornar a Xu, Ji Zha se encontró con que el rey había fallecido; a pesar de ello, se dirigió al sepulcro y, una vez allí, colgó la espada en uno de los pinos adyacentes a la tumba. Uno de sus sirvientes, sorprendido, le preguntó: “Si el rey ya ha muerto, ¿qué necesidad hay de colgar la espada a su lado?”. “Antes le prometí regalársela, ¿cómo podría violar mi compromiso sólo porque haya fallecido?”, le respondió Ji Zha.

La honradez no es el único atributo del carácter de los changzhouneses, quienes también son conocidos por su tenacidad. Quizás la batalla más cruenta de la guerra de Lin’an, considerada como una de las 100 contiendas que más huella han dejado en el país, fue precisamente el asedio de Changzhou, que tuvo lugar en el año 1275, en las postrimerías del reinado de la dinastía Song del Sur. Ese año, la caballería mongola llegó a las puertas de la ciudad, decidida a tomarla por la fuerza; sin embargo, tanto soldados como civiles decidieron defender sus hogares y resistir hasta la muerte. Según las crónicas, el combate duró medio año, unos meses en que la ciudad quedó sembrada de cadáveres y a los que, finalmente, sobrevivieron tan sólo 18 familias. Cuentan que uno de los momentos más trágicos y emocionantes se vivió cuando el general Wang Anjie, tras perder sus dos pies, siguió gritando aún más fuerte para animar a sus familiares y soldados a seguir luchando. Nunca habían esperado las fuerzas del Khan toparse con una resistencia tan feroz en una ciudad tan pequeña.

Las ruinas de Yancheng

En China se dice que quien quiera conocer la historia de las dinastías Ming y Qing (desde mediados del s. XIV hasta principios del s. XX), debe ir a Beijing, y el que quiera conocer la de las dinastías Sui y Tang (s. VI a s. X) debe ir a Xi’an, pero al que le interese la historia del periodo de Primaveras y Otoños, adonde debe dirigirse es a Yancheng, cerca de Changzhou.

El sistema de construcción de Yancheng es único entre las antiguas ciudades de China: del interior al exterior, se establecieron sucesivamente el núcleo de la ciudad, rodeado por el canal de protección, la segunda parte de la ciudad, que podríamos denominar como “ciudad interior”, rodeada a su vez por otro canal acuático, y finalmente, la que llamaríamos “ciudad exterior”, la tercera parte de la ciudad, con un último canal circundándola. La gran mayoría de las antiguas urbes chinas sólo contaban con la ciudad propiamente dicha y un canal de protección o, en algunos pocos casos, con dos partes de ciudad y dos canales, de ahí la originalidad de Yancheng.

Yancheng cubre una extensión de 850 m de largo, de Este a Oeste, y 750 m de ancho, de Norte a Sur y data de finales del periodo de Primaveras y Otoños, es decir, sus ruinas tienen casi 2.500 años de antigüedad.

Al llegar a Yancheng, el verdor rodea al visitante por todas partes. En los alrededores de las ruinas, se han levantado recientemente parques dedicados a varias escuelas de filosofía clásica china, así como calles de medicina tradicional, de gastronomía típica y un barrio de folclore local, por lo que el forastero tiene la sensación de estar paseando por el mismísimo periodo de Primaveras y Otoños.

Son muchos los enigmas que rodean los orígenes de Yancheng: Quién la fundó y quién la dirigía, por ejemplo. Al respecto, hay varias teorías: algunos sostienen que fue Yanwang, monarca del reino de Yan, quien, a finales de la dinastía Shang o comienzos de la Zhou, es decir, alrededor del s. XI a.e.c., ordenó su construcción. El reino de Yan estaba al este de Qufu, en la actual provincia de Shandong ; a fin de desbaratar los planes de invasión de su rival, el monarca Zhouwang, Yanwang se alzó en armas, dirigiendo su ejercito desde Shandong hacia el sur del Yangtsé y, al llegar a Changzhou, emprendió la construcción de una nueva ciudad donde siguió utilizando el nombre de su reino, Yan.

Otros afirman que fue Ji Zha quien ordenó levantarla; hay también quien piensa que era la capital del reino de Wu en sus primeros días, o que no era más que un asentamiento militar…

Muchos, incluso, dudan de si fue el ser humano o la misma naturaleza quienes crearon tan peculiar obra, tres ciudades y tres canales que las rodean, en una. Si fuese la naturaleza, realmente habría que creer en designios divinos, pero si se trata de una obra humana, surgen nuevas preguntas, por ahora sin respuesta: ¿Cómo pudieron excavar la tierra de esa forma con la tecnología de la época? ¿Qué instrumentos utilizaron? ¿Cuánto tiempo duraron las tareas?

El misterio de los tres túmulos

A un kilómetro a la redonda de Yancheng se pueden encontrar todavía más de 70 montículos de tierra que datan de épocas remotas y de los que se desconoce el origen. A los más altos de ellos se les llama el túmulo de la cabeza, el del vientre y el de los pies, nombres que provienen de una antigua leyenda:

Se dice que el rey Yanwang tenía una bellísima hija, la princesa Bailing, que era la niña de sus ojos. En esa época, a 40 km al nordeste de Yancheng se levantaba la ciudad de Liucheng, cuyo príncipe era un hombre ambicioso y sin escrúpulos. Este príncipe se ganó la confianza de Yanwang, consiguiendo así la mano de Bailing. Un día, cuando su suegro no se hallaba en la ciudad y valiéndose del nombre de su esposa, consiguió las llaves de los jardines privados de palacio, apoderándose del tesoro del reino: la tortuga de jade blanco. Cuando supo lo ocurrido, el rey Yanwang, sin conocer los detalles del asunto, descargó toda su ira sobre su hija, a la que hizo ejecutar, sepultando luego cabeza, vientre y pies de la desgraciada princesa en dichos túmulos.

Son muchos los secretos que guardan estos vestigios del pasado, pero no cabe duda de que lo que sí podremos encontrar aquí, en Changzhou, son las esencias de la antigua civilización china; visitar esta región, reflexionar e intentar establecer un diálogo en el tiempo con los sabios que desde aquí contribuyeron a darle forma, será, desde luego, una experiencia enriquecedora y agradable que pocos lugares pueden ofrecer.

Periodos de auge

Changzhou llegó a su apogeo político durante las dinastías del Sur y del Norte (420-589) y al cultural durante las dinastías Song (960-1279), Ming (1368-1644) y Qing (1644-1912). En el año 311, a finales de la dinastía Jin del Oeste, durante el reinado de Yongjia, las tribus del norte invadieron China, obligando a la población de esa región a huir hacia el sur.

Xiao Zheng fue uno de los caudillos de los refugiados. Lideró a su clan en un éxodo que los llevó desde su pueblo natal, en el distrito de Lanling (cerca de las actuales Cangshan y Zaozhuang, en la provincia de Shandong), a cruzar el Yangtsé y entrar en Jinling, del distrito de Wujin, en lo que hoy en día es Changzhou. La abundancia de agua y la tierra fértil les sedujeron y decidieron quedarse, identificándose a sí mismos como los Xiao del sur de Lanling. El clan Xiao prosperó rápidamente en esta tierra fértil y pronto adquirió una posición relevante en las luchas por el poder durante esta época convulsa. Los Xiao llegaron a fundar dos dinastías sucesivas, la Qi (479-502) y la Liang (502-557), que dominaron el sur de China durante sus 78 años de gobierno, en los que se sucedieron un total de 15 emperadores Xiao.

El primero de ellos fue Xiao Daocheng (427-482), quien estableció la dinastía Qi, o, como los historiadores prefieren, los Qi del Sur. Xiao Daocheng destacaba por sus habilidades militares y literarias y, según los registros, solía decir “la dinastía que voy a crear dominará una tierra que valdrá más que el oro”. Pero sólo dos décadas más tarde, desde otra rama del clan Xiao, se iniciaba una nueva dinastía que la sustituía, la Liang, cuyo fundador, Xiao Yan (464-549), se mantuvo en el trono durante nada menos que 48 de los 78 años en que los 15 emperadores Xiao reinaron. Xiao Yan tuvo fama de ser un gobernante tolerante y también un hombre de letras. Defendió el confucianismo y promovió la educación. Su hijo Xiao Tong, a título póstumo y bajo el nombre de Zhaoming, compiló las Selecciones literarias (ahora conocidas popularmente como Selecciones literarias de Zhaoming), que es la más temprana de entre todas las antologías existentes en China. Esta obra tuvo una influencia directa sobre la célebre El corazón de la literatura y el cincelado de dragones (Wen Xin Diao Long), que se tiene por la creación cumbre de la teoría y de la crítica literaria chinas. El tercer hijo de Xiao Yan, Xiao Gang, realizó a su vez enormes contribuciones a la promoción de la poesía. Los tres ejercieron una gran influencia tanto política como en el terreno literario durante los años de la dinastía Liang.

Changzhou viviría otro periodo dorado durante las dinastías Ming y Qing, gracias a la Escuela de Changzhou, fundada por un grupo de sabios e intelectuales y cuyos esfuerzos se centraron en el progreso político y social de China. Su papel fue especialmente destacable durante los últimos años de la dinastía Qing, como inspiradores del movimiento de reforma que acabaría provocando su caída y el nacimiento de la China moderna

Celebridades de Changzhou

En los primeros tiempos de la historia moderna de China, los reformadores establecieron alrededor de 30 empresas industriales, una tercera parte de las cuales fueron fundadas por Sheng Xuanhuai (1844-1916), quien nació y creció en la calle Qingguo de Changzhou. Su iniciativa como pionero de la revolución industrial en China dejó en herencia a la ciudad una sólida base fabril. Más tarde, en los 80 del último siglo, durante el primer desarrollo de las políticas de reforma y apertura del país, Changzhou volvió a destacar en este aspecto, convirtiéndose en un modelo industrial para las ciudades medianas y pequeñas.

Como Sheng Xuanhuai, la mayoría de las celebridades nacidas en Changzhou provienen de la calle Qingguo y de la rivera del Baiyun, un río interior de la ciudad que corre paralelo al Gran Canal. Qingguo era la calle donde tradicionalmente, durante los períodos de las dinastías Ming y Qing, residían las familias aristocráticas y las personalidades más destacadas de su sociedad. El gran poeta Su Dongpo también se mudó aquí en sus últimos años y falleció en su casa, a la orilla del Baiyun.

Quizás el personaje más famoso y más cercano a nosotros en el tiempo que ha dado Changzhou sea Liu Haisu (1896-1994), artista y profesor de arte, hijo de un importante banquero de la ciudad. En la década de los 20 del pasado siglo, Liu, desafiando a la moral tradicional, utilizó modelos femeninas desnudas en sus clases de pintura occidental, convirtiéndose en el artista más controvertido del país. Pero tal vez la parte más emocionante de su historia sea el hecho de que su prima menor, Yang Shouyu, bordase también, en su apoyo, un cuerpo femenino desnudo. Yang admiró siempre a su pariente, respaldándolo de forma silenciosa.

El romance entre los primos, sin embargo, tuvo un trágico desenlace. Habían crecido juntos desde su niñez y estaban profundamente enamorados, pero sus familias creyeron las palabras de los adivinos a los que consultaron cuando estos les dijeron que los horóscopos de la pareja eran incompatibles. Así, cuando Liu, en el día de su boda, apartó el velo de la cara de su novia y descubrió desolado que no se trataba de su prima, se fugó a Shanghai, desde donde no volvería a casa hasta 70 años más tarde. Durante estas largas décadas, Yang permaneció soltera en su lugar de nacimiento y alteró su nombre, de Shouyu (瘦玉), que significa “jade fino” a su homófono Shouyu (守玉), “castidad perpetua".

Yang fue una mujer de gran talento, sobre todo en el bordado, al que dedicó toda su vida y a cuya evolución artística contribuyó de manera importante, creando un estilo propio llamado “puntadas desordenadas”. Pero, a pesar de la fama que adquirió en esta faceta, siempre se mantuvo modesta. Se le presentó una nueva oportunidad para ver a Liu Haisu cuando éste la invitó a dirigir una sesión de bordados en Shanghai, pero se negó porque su primo ya se había casado y tenía hijos. Finalmente, Liu acudió a visitarla junto a su esposa, Xia Yiqiao, la única vez que se verían en 70 años. Según Xia Yiqiao, Yang Shouyu temblaba de pies a cabeza cuando llegó a ver a su primo de nuevo. Yang moriría poco después y nadie sabe qué fue lo último que se dijeron ni si su corazón encontró, finalmente, reposo.

Maravillas que hay que visitar

El turismo se ha desarrollado rápidamente en Changzhou con la promoción en los últimos años de varias zonas especiales, como la Villa del lago Tianmu, las áreas pintorescas de la montaña Maoshan y de Tianning, la zona turística moderna de Changzhou, la villa de la bahía del lago Taihu y el parque de Yancheng. La ciudad está potenciando cuatro rutas principales que se centran en los paisajes locales, la arquitectura tradicional y los hogares de las celebridades, los antiguos templos, pagodas y el Gran Canal y la cultura del dragón.

Por otro lado, en Changzhou se halla el Parque de los Dinosaurios, un lugar de recreo pensado para que todos los miembros de la familia puedan divertirse mientras aprenden sobre nuestra prehistoria. Changzhou es famosa también por la gran cantidad de artesanías locales que aquí se pueden encontrar, como artículos de bambú tallado, bordados, peines hechos a mano y otras.

  

 

China. Org. cn Agencia Noticiera Xinhua Diario del Pueblo Radio Internacional de China CCTV
Comuníquen con nosotros:
Dirección: Calle Baiwanzhuang No. 24, Beijing, 100037, China
Tel: 86-10-68996374
Fax: 86-10-68328338
E-mail: chinahoyes@yahoo.es
Derechos Reservados