Shanghai es una ciudad costera, situada en la desembocadura del mayor río de China, el Yangtsé. Pero, además, poco más allá, frente al litoral, se extiende una tupida red de islas de diferentes tamaños, algunas de las cuales han experimentado un gran desarrollo en los últimos años, convirtiéndose en populares destinos turísticos y lugares de veraneo.

Parque de humedales de la isla de Chongming.

Isla de Chongming

Situada también en la desembocadura del Yangtsé, es la mayor de sus islas aluviales, es decir, formada por el cieno que el río arrastra y deposita en el mar, y es asimismo la tercera mayor isla de China. Los extremos este y oeste siguen creciendo a un ritmo de 143 metros por año, por lo que, de seguir así, pronto se unirá con la orilla norte del río.

Sin ningún tipo de industria pesada, la isla es una de las zonas verdes más importantes de Shanghai gracias a su medio ambiente bien preservado, que cuenta también con parques y reservas naturales:

Parque Forestal Nacional de Dongping

Se trata de un parque en cuya creación se han empleado más de 30 años y que ahora se considera una de las zonas con mejores paisajes naturales de la ciudad. Además del maravilloso entorno natural de bosques espesos y lagos de aguas cristalinas, los visitantes pueden gozar de sus completos servicios de alojamiento y restauración, junto a las muchas actividades recrea-tivas disponibles, como deportes de aventura y extremos, tiro, remo, escalada, deportes hípicos… En suma, un lugar ideal para disfrutar y relajarse durante las vacaciones.

Parque de Humedales de Xisha

Es la única zona de humedales naturales de Shanghai, con una superficie de 300 hectáreas que cubren lagunas, llanuras de arcilla, ríos interiores, bancos de arena o pantanos, herencia de las fabulosas mareas matutinas y vespertinas. Para proteger su medio ambiente, se ha levantado sobre pilotes una red de pasarelas de madera, que cuenta también con miradores y torres de observación de dos pisos, para que los visitantes puedan pasear por la isla o descansar y admirar el melancólico espectáculo de sus marismas. Un paseo por toda la isla dura apenas dos horas y, el que lo desee, puede pescar a su gusto cangrejos de mar, omnipresentes tras las mareas, y deleitarse con su delicioso sabor tras cocinarlos.

Reserva Natural de Aves Migratorias de Dongtan

Con una superficie de 32.600 hectáreas y situada al este de la isla, se trata de una reserva nacional donde es posible contemplar hasta más de 100 especies de aves diferentes –de las que se llegan a reunir tres millones de ejemplares en el momento álgido de la temporada– incluidas algunas tan preciosas como el cisne chico, la garcita azulada o el ánsar careto, junto a aves migratorias provenientes de Australia, Nueva Zelanda y Japón. La mejor época para la observación va desde octubre hasta marzo del año siguiente, ya que es cuando las aves acuden al parque para pasar los meses de invierno, proporcionando en muchas ocasiones el grandioso espectáculo de millones de aves volando al mismo tiempo.

No obstante, fuera de temporada, aunque sea necesaria algo de paciencia por el carácter asustadizo de las aves salvajes, también es posible contemplar algunas especies que han hecho del parque su hogar permanente, como la garceta o el martín pescador. Como en el caso de los humedales, los visitantes pasean a lo largo de pasarelas de madera.

Transporte: en Shanghai hay tres muelles -Baoyanglu, Wusong y Shidongkou- desde los que se puede llegar en barco al puerto Nanmen de la isla de Chongming. También es posible llegar con cualquiera de las dos líneas especiales de autobús que cubren el trayecto hasta la isla desde Shanghai, gracias a la apertura del puente sobre el río Yangtsé. Además, algunas agencias turísticas ofrecen excursiones guiadas de un día para visitar la isla.

En una pequeña isla, 160 kilómetros al sureste de Shanghai, se encuentra el monte Putuo, una de las cuatro montañas sagradas más famosas del budismo chino. La leyenda cuenta que, desde esta montaña, la bodhisattva Guanyin predicaba al mundo las enseñanzas budistas. Guanyin, según el mito, tiene el poder de conceder descendencia a los matrimonios, por lo que es una de las divinidades del panteón budista que tradicionalmente ha sido más reverenciada en China, especialmente entre las mujeres, y su culto ha llegado a ser mayor que el del propio Sakyamuni (título por el que se conoce a Siddhartha Gautama, el fundador del budismo).

En Putuo se ubican una multitud de templos, de los que los más populares son los tres grandes de Dhyana: el templo Huiji, el Puji y el Fayu. La atmósfera de la isla está fuertemente impregnada de budismo y, en días considerados especiales, como el del nacimiento de Guanyin o en las ceremonias de ordenación de monjes, multitud de budistas de todos los rincones del país y del extranjero acuden a participar en los ritos y a rendir culto a la bodhisattva.

La mayor parte de los visitantes que acuden a Putuo, se postran ante la imagen de Guanyin, quemando incienso para pedir la bendición para sus familias. Como “incienso” tiene un doble significado en chino, refiriéndose también a los hijos, los fieles deben cuidar de no utilizar el incienso ya encendido por otras personas para prender el propio. La isla de Putuo es uno de los parajes naturales de primer nivel nacional, con un 80% de cobertura forestal y numerosas especies arborícolas y animales protegidas. La mayoría de los puntos de interés turístico, como la estatua de bronce de Guanyin y el bosque de bambú mirto, se encuentran distribuidos en un radio relativamente pequeño, por lo que es muy sencillo visitarlos todos viajando en el microbús turístico especial.

Los platos típicos de la isla son los vegetarianos, como corresponde a un centro budista de este calibre. En los tres grandes templos se preparan tres veces al día, para desayuno, almuerzo y cena. Por otra parte, quienes deciden alojarse en el hotel del monte Putuo y quieren realizar excursiones de un día a las islas cercanas, pueden solicitar un pase especial en el muelle de la isla para no comprar de nuevo la entrada al regresar; dicho boleto, además, se puede enviar de forma gratuita como tarjeta postal desde la misma isla. Finalmente, hay que tener en cuenta que, debido a la gran cantidad de fieles que acuden en las fechas de festivales budistas, es necesario reservar entrada y alojamiento con mucha antelación.

Transporte: desde el puente de Nanpu en Shanghai, es posible llegar a la isla en cuatro horas y media mediante lancha rápida, o viajar durante toda una noche (de las 20:00 a las 7:00 del día siguiente) en barco. Aviso: el microbús turístico de la isla está fuera de servicio a partir de las 18:00 h.

En esta isla podemos encontrar una de las playas con las mejores arenas del mundo, según la Asociación Internacional de Esculturas de Arena. En lancha rápida desde Putuo, se llega a ella en 15 minutos.

Sus amplias playas y finas arenas convierten a esta isla en el escenario ideal para realizar esculturas de arena, como las que se pueden admirar en el “Festival Internacional de Esculturas de Arena de Zhoushan”, del cual ya se han celebrado diez ediciones. Y sus aguas, con una profundidad inferior a dos metros en un área de 3.260 m2, son idóneas para la práctica de deportes de playa, como windsurfing, bicicletas acuáticas o voley de playa, entre otros.

El mejor sitio para comer es la Avenida del Marisco, cerca del mayor puerto pesquero natural del país, Shenjiamen. Cuando llega la temporada de pesca, el espectáculo que ofrece el puerto, con decenas de miles de pescadores llegados de las provincias costeras y las montañas de pescado y marisco que capturan, es indescriptible, una estampa perfecta de una auténtica villa marítima. Se puede llegar a Shenjiamen tomando el autobús de Zhujiajian.

Transporte: Zhujiajian dispone de aeropuerto y, además, está unida a tierra mediante un gran puente, por lo que se puede llegar a ella en autobús (cinco horas y media) desde el centro turístico de Nanpu, Shanghai. Aviso: el autobús sólo parte una vez al día, siempre por la mañana.

Los lectores aficionados a las novelas de artes marciales del célebre autor Jin Yong seguramente conozcan esta pequeña isla, descrita en sus novelas como una tierra utópica en el Mar de la China Oriental, que quizá creían ficticia. Sin embargo, la isla existe y se ubica en el Mar de la China Oriental, en el archipiélago de Zhoushan, y, junto con la isla de Putuo y la de Zhujiajian conforman lo que se ha dado en llamar el “Triángulo turístico dorado de Putuo”.

A decir verdad, en la isla no se encuentra ni una sola flor de melocotonero, sino que toma su nombre de una gran roca cuyas vetas tienen formas similares a la de dicha flor. En su costa este, en Taohuayu, se puede disfrutar de unos paisajes exquisitos: en medio de un entorno natural bien preservado, es posible ascender sus montañas para admirar el mar a la salida o puesta del sol.

En la playa de Longzhu se puede observar un curioso fenómeno natural: una bola de piedra de 0,8 metros de diámetro aprisionada entre otras tres grandes rocas y que, al llegar la marea alta, rueda de un lado a otro entre las grietas de las rocas, provocando ecos estruendosos

También se han puesto en marcha diversas actividades turísticas, como la pesca en los antiguos botes pesqueros, o las excursiones de aventura a las cercanas islas desiertas, donde uno puede sentir que recupera de algún modo su instinto de supervivencia. La isla también cuenta con un gran centro dedicado a la cultura cinematográfica, donde se rodó la versión televisiva continental de La leyenda de los héroes del cóndor, basada en una de las novelas del citado Jin Yong.

Transporte: Se puede llegar a la isla mediante el autobús expreso que sale de la estación de Xujiahui, en Shanghai, y va hasta Shenjiamen, y desde allí en ferry; también se puede tomar una de las tres lanchas rápidas diarias de la Isla de Putuo.

En el interior de la isla el transporte depende de la voluntad del visitante, sin destinos fijos para los autobuses, que están equipados con radiotransmisores para comunicarse entre sí y poder realizar transbordos de pasajeros, así que los turistas pueden subir a cualquier autobús que encuentren en el camino.

Isla de la montaña de las flores y los pájaros

La isla se ubica en la intersección de las rutas marítimas del Sur y del Norte con el estuario del Yangtsé. Se considera una de las puertas más importantes de entrada y salida del tráfico marítimo de Shanghai, así como una de las vías principales para las rutas marítimas internacionales desde Shanghai a Corea del Sur, Japón y el resto del Pacífico, por lo que, para garantizar una navegación segura, los británicos construyeron el faro en 1870, cuando inauguraron varias de dichas rutas.

El faro, de forma cilíndrica y con una altura de 16,5 m repartida en cuatro pisos, consta de una parte inferior, blanca, de hormigón, y una superior, negra y de hierro, rematada a su vez por una cúpula de bronce; se le conoce como el “Primer faro del Extremo Oriente”. A pesar de los daños causados por las guerras, su estado sigue siendo bueno. Cuando cae la noche, el foco de xenón de su parte superior gira disparando una ráfaga de luz por minuto que se puede ver a una distancia de 30 millas marítimas.

Como la isla se encuentra a gran distancia de Shanghai, no suele ser un destino turístico habitual, por lo que sus instalaciones en este sentido son escasas: no hay hoteles o servicios de restauración y el transporte tampoco es muy conveniente, pero, como contrapartida, su medio ambiente es excelente, ya que está muy bien preservado.

El faro de la montaña de las flores y los pájaros, con una historia de más de 130 años, se le conoce como el “Primer faro del Extremo Oriente”.

Transporte: se puede llegar desde la estación de Nanpu de Shanghai en autobús directo, en unas tres horas, al archipiélago de Shengsi, donde hay varios barcos que circulan entre sus islas. Aviso: en los días pares, el ferry de Sijiao a Shengshan atraca por un breve espacio de tiempo en la isla de la montaña de las flores y los pájaros; también se debe ir con cuidado en las expediciones a las islas desiertas, numerosas en el archipiélago.