Hace un siglo, el famoso arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright (1867--1959) previó que los edificios se levantarían como si crecieran de la tierra hacia el sol. Eco-casas de Shanghai, una de las propuestas más relevantes del Área de Mejores Prácticas Urbanas de la Expo Universal de Shanghai 2010, ha hecho realidad este sueño.

Edificios ecológicos

“Eco-casas de Shanghai” exhibe un modelo de construcción para la futura fisonomía urbana de esa ciudad, cuyo prototipo, primera edificación ecológica de China, Eco-Edificio Ejemplar, se ubica en el distrito de Minhang, Shanghai.

El techo inclinado está cubierto por placas de metal y luce una estructura formada por marcos gigantescos y persianas que se ajustan automáticamente a los niveles de luz. Cuando llueve no se ve el agua corriendo por las canales, una escena típica en un edificio convencional.

En septiembre de 2004, en un parque de ciencia y tecnología del Instituto de Investigación de Ciencia Arquitectónica de Shanghai (SRIBS, siglas en iniglés), se erigió un complejo de oficinas, el Eco-Edificio Ejemplar, en el que se emplearon más de 10 de las tecnologías ecológicas más avanzadas del mundo en aquel entonces. Por ejemplo, cuando aumenta el número de personas en el edificio y se detecta un incremento de la densidad de dióxido de carbono, el sensor activa el sistema de ventilación de forma automática. En una hora se puede airear el ambiente varias decenas de veces. La enorme claraboya de cristal ubicada en lo alto del vestíbulo es capaz de cambiar su ángulo de apertura, según la luz del día, y distribuir la iluminación en todas las direcciones. Gracias a estas tecnologías ecológicas, el uso del aire acondicionado del edificio puede reducirse en dos o tres meses al año.

El consumo energético de este inmueble ejemplar es sólo una cuarta parte del de un edificio ordinario de su tamaño y el 20% de la energía necesaria proviene de una fuente renovable. Incluso, hasta el 60% de los materiales de construcción aprovecha los desechos de otras edificaciones desmanteladas, como el hormigón y el yeso, y los residuos industriales sólidos, entre otros. Tal reciclaje es, al mismo tiempo, ecológico y económico: el costo por metro cuadrado de la construcción fue de apenas 4.000 yuanes (excluido el costo de la tierra), mucho más bajo que la tasa media de los edificios normales de oficinas.

“La tecnología y la idea presentadas por Eco-Casas de Shanghai se ha aplicado con éxito en algunas edificaciones de la ciudad. Esperamos desarrollar más el concepto verde e implantar las ideas para un hábitat humano más saludable en el diseño arquitectónico y la planificación urbana del futuro”, comentó Cao Jiaming, presidente del Consejo de la Sociedad de Arquitectura de Shanghai.

Según Cao, la arquitectura ecológica es la más eficaz en cuanto al ahorro de los recursos naturales (energía, suelo, agua y materiales de construcción), la protección del medio ambiente y la reducción de la contaminación, y en cuanto a ofrecer a la gente espacios saludables, cómodos y eficientes, formando un todo con la naturaleza.

Costos controlables

En realidad, este edificio ecológico ejemplar forma parte del proyecto del primer eco-barrio. Al mismo tiempo, se ejecuta otro eco-proyecto que contempla una casa de 200 m2 de superficie y un edificio de apartamentos de 391,5 m2.

Algunos se preocupan por el hecho de que cualquier cosa, una vez relacionada con la idea verde o de la protección ambiental, como las verduras orgánicas, vea incrementarse su precio de venta. ¿Será también elevado el de las construcciones verdes? La respuesta es que no.

De acuerdo con Sun Daming, director ejecutivo del Centro de Investigación de Arquitectura Verde y Ecológica de Shanghai, afiliado a la Academia de Investigación de Construcciones de China, un edificio verde por lo general adopta tecnologías y equipos dedicados al ahorro de energía, según las necesidades y el uso de la arquitectura. Sin embargo, un edificio verde popular no significa un escaparate de tecnologías y altos costos.

En su opinión, con el avance de la tecnología y el apoyo de las políticas estatales, la construcción verde tendrá un ambiente cada día más favorable para su desarrollo, lo que contribuirá a bajar el costo extra de tales arquitecturas. Según un estudio realizado en 2008, las edificaciones verdes que cumplen las normas estatales de una estrella registraron un coste extra de 100 yuanes por metro cuadrado. El costo unitario se eleva de 250 a 270 yuanes para el cumplimiento de las normas de dos estrellas, y de 350 a 450 yuanes para ser construidas con los estándares de tres estrellas. Hoy en día, estas tarifas se han reducido a 50, 150 y 250 yuanes, respectivamente.

Sin duda, es el apoyo del Gobierno Central a la utilización de las energías renovables lo que ha posibilitado el cambio de tendencia. El caso del aprovechamiento de la energía solar, por ejemplo, se ha convertido en contenido obligatorio de los nuevos proyectos de viviendas de muchas provincias de China. Normalmente, el uso de las energías renovables puede representar el 40% del gasto extra en los edificios verdes, porcentaje que se reducirá cuando se aplique como estándar obligatorio de todos los edificios. La disparidad de costes entre los edificios ecológicos y convencionales se estrecha.

Ciudades de bajo carbono

Wu Jianzhong, asesor de la interpretación del tema de la Expo de Shanghai, comenta que Eco-Casas de Shanghai y su prototipo no limitan la exposición de las tecnologías para el ahorro energético y la reducción de emisiones, sino que pretenden poner de relieve un concepto integral. “El edificio ejemplar es sólo una célula orgánica del cuerpo, la ciudad. Si todos los inmuebles pueden reducir el abuso sobre su entorno y contribuir a la reutilización de la energía en el futuro, nuestro objetivo de construir ciudades de bajo carbono podrá cumplirse”.

“El rumbo del desarrollo de la arquitectura mundial en el siglo XXI avanza hacia la armonización de la relación entre el ser humano, las construcciones y la naturaleza y, a la vez, impulsa el fomento de más de 30 sectores industriales, como el de los materiales de construcción ahorradores de energía”, señaló Wang Wei, subdirector del SRIBS y responsable del proyecto de edificios ecológicos.

Sólo el potencial del mercado de Shanghai, indicó, puede llegar a los 16.400 millones de yuanes. Se estima que con la adopción de las tecnologías de eco-construcción, cada año se ahorrarán 100 millones de yuanes en el tratamiento de los desechos de la construcción, se reducirá en tres millones de toneladas el consumo de cemento y disminuirá en 600 millones de yuanes el costo de los materiales. Además, la capacidad de ahorro de energía de los edificios ecológicos puede estar en el entorno de las 747.800 toneladas de carbón estándar por año, mientras la utilización de materiales verdes puede evitar el consumo de otras 420.000 toneladas del propio mineral. El resultado es una reducción anual de la emisión de dióxido de carbono de 1,35 millones de toneladas.

Los estudios demuestran que el consumo energético de los edificios existentes en Shanghai es tres o cuatro veces superior al de los países desarrollados. Incluso, si sólo se pone en práctica una remodelación de paredes para el aislamiento térmico, se requiere una inversión de 5.200 millones de yuanes.

Los expertos creen que desarrollar las construcciones verdes supone una revolución radical en la reserva tecnológica, el concepto arquitectónico y el modo de consumo y su popular aplicación depende en gran medida de contar con un costo aceptable para los consumidores. En áreas del ahorro de energía y las construcciones verdes hay aún mucho por hacer; la clave consiste en establecer políticas de estímulo eficaces, normas y leyes factibles, un sistema estándar y reglamentos conexos. Especialmente importante resulta completar un sistema de evaluación práctico.