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Deportes
Pasión por el bádminton
Por ZHU HONG

Debido a sus pocos requerimientos e implementos, el bádminton es un deporte que muchas personas pueden practicar con facilidad.

A las seis y media de la tarde, después de cenar deprisa y corriendo (los horarios de las comidas en China no son similares a los de muchos países latinos), Ma Xiaolei, dueño de un estudio de fotografía, llega resollando a la cancha de bádminton, donde, raqueta en mano y enfundado en ropa deportiva, se siente como un auténtico profesional.

Ma lleva ya muchos años, aproximadamente dos décadas, practicando este deporte. Cuando estudiaba en la universidad, debido a la, por entonces, escasez de campos deportivos, sólo podía jugar a bádminton en los solares; lo primero que hacía al levantarse cada mañana, era comprobar el tiempo: si no soplaba mucho viento, sabía que podía contar con encontrarse con sus amigos en los terrenos que utilizaban para disputar sus partidos; allí, extenderían una red, que sujetarían a dos bicicletas, y empezarían a jugar con sus vulgares raquetas de madera. “Es muy fácil aprender a jugar, por eso es un deporte excelente para primerizos, -opina Ma-. Y, a pesar de que consume muchas energías físicas y exige una gran velocidad, los remates hacen que se disfrute mucho”.

Overbooking en las pistas

En China, los aficionados al bádminton como el señor Ma son multitud. Según recientes estadísticas, esta disciplina se ha convertido, junto con correr y caminar, en una de las actividades físicas más populares en China.

Ma piensa que la ascensión del bádminton a deporte de masas se ha vivido en dos oleadas: la primera, a finales de los 90 del siglo pasado, cuando gracias a la mejora de las condiciones de vida, al aumento gradual de las inversiones en instalaciones deportivas y al desarrollo de los medios de comunicación como la televisión, poco a poco se fue construyendo una campaña de fomento de este deporte. Por aquel entonces, muchos aficionados como Ma se daban cita en la nueva cancha que se construyó en el Palacio de Deportes de la Capital; la segunda fase de crecimiento se produjo justo después de la epidemia del SARS, cuando se extendió masivamente la idea de que el ejercicio físico era vital para fortalecer la salud. Ma opina que el bádminton se popularizó por encima de otros deportes ya que, “a diferencia del golf o del tenis, no requiere de una gran inversión económica, y tampoco se trata de un deporte que, como el fútbol o el baloncesto, conlleve una gran agresividad competitiva, que no interesa a las personas de mediana edad; sin embargo, por la gran diversidad de movimientos que precisa su juego, se trata de un deporte completísimo”.

Ma se ha impuesto la disciplina de jugar tres veces por semana. Años atrás, conocía las canchas de Beijing como la palma de su mano, pero ahora, aunque se han construido multitud de nuevas instalaciones deportivas que incluyen campos de bádminton, no es fácil conseguir una reserva, por lo que Ma siempre llama con muchos días de antelación. Según el responsable del Palacio de Deportes de la Capital, la demanda para jugar es enorme y resulta casi imposible encontrar una pista disponible por la tarde o por la noche, lo que ha llevado a muchos aficionados a reservar también por las mañanas.

Mejor sudar que engordar

Para Ma, el bádminton ha sido algo más que una forma de ejercitarse y mantenerse saludable, también le ha servido para hacer amigos. Tras jugar juntos durante mucho tiempo, Ma y sus compañeros han formado un grupo estable y muy unido que juega al bádminton tres veces por semana (tres horas cada vez), compartiendo entre todos el coste del alquiler de la cancha. Incluso apuntaron todos a sus hijos a clases de bádminton conjuntas.

Además de los grupos que se forman espontáneamente, como el de Ma, existen clubes de bádminton con numerosos miembros registrados, quienes pagan únicamente unos 25 ó 30 yuanes por cada partido que disputan en las instalaciones del club. Pertenecer a estos clubes y participar en sus actividades se ha convertido para muchos solteros en una buena oportunidad para encontrar pareja.

Este componente social del bádminton ha sido visto con muy buenos ojos por muchas empresas y corporaciones para fomentar el espíritu de equipo, así que han comenzado a alquilar pistas con el fin de organizar competiciones entre diferentes departamentos o con otras empresas. El que jueguen juntos, sin distinción de departamento o posición en la empresa, distintos empleados, se considera no sólo muy saludable físicamente, sino que además mejora las relaciones sociales y la comunicación en el ámbito de la organización. Como dice Ma, invitando a un amigo a comer no sólo te gastas más dinero, sino que seguramente consumes grasas y alcohol, mientras que con el bádminton, refuerzas tanto la amistad como la salud. No es de extrañar que se haya popularizado la frase “Mejor invitar a sudar que invitar a engordar”.

Esfuerzos recompensados

Ma Xiaolei ha estado entrenándose sistemáticamente durante más de tres años a las órdenes de Zou Liang, un entrenador profesional de bádminton; tras estos años, cree que tanto su técnica como su comprensión del juego han aumentado considerablemente.

Zou Liang fue una de las estrellas del equipo de bádminton de Beijing, pero cuenta que se hizo profesional demasiado joven, lo que le llevó a cansarse del bádminton en tan sólo diez años; fue la pasión que le transmitieron aficionados como Ma la que le animó a acercarse de nuevo a este deporte. Y es que, estando ya jubilado, comenzó a recibir numerosas peticiones de aficionados para que los entrenase, lo que le llevó a impartir clases e incluso a cargar en Internet vídeos de sus lecciones, que recibieron una calurosa acogida entre los incondicionales del bádminton.

El número de aficionados con una técnica cada vez más depurada ha aumentado exponencialmente y los campeonatos amateurs crecen sin cesar. Entre los más populares se cuentan la Competición Nacional de Bádminton del Este y el Oeste, que se ha celebrado ya en 13 ocasiones, y la Competición de Aficionados al Bádminton “Copa del Alcalde” de Guangzhou. Tanto es el entusiasmo por participar que en algunos torneos se han llegado a contabilizar hasta 1.000 partidos simultáneamente.

Hay que recordar, finalmente, que la práctica del bádminton no está exenta del riesgo de lesiones: Ma Xiaolei se rompió un tendón en una ocasión y ha sufrido varias lesiones de rodilla y tobillo, debido principalmente a malos gestos o a la falta de calentamiento, pero no le importa, dice, porque “la satisfacción que da llevar 20 años practicando este deporte, es algo que no tiene precio”.

 

 

 

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