El distrito de Xichou de la prefectura de Wenshan es una típica región pobre y montañosa, cuyo paisaje se caracteriza por una topografía de relieve accidentado y el árido karst que cubre el 75,4% de su territorio.

En medio de las montañas de karst se encuentra la aldea de Shangela, habitada por 220 personas que pertenecen a 46 familias. Aún en tiempos más benignos, los aldeanos tenían que transportar el agua con cubos a sus casas desde la fuente situada a 3 km del pueblo; con la llegada de la sequía y al dejar de manar agua de la fuente, la situación empeoró de forma radical. Huang Zhengfa, uno de los habitantes de Shangela recuerda como, cuando tenía 10 años (es decir, en 1974), se desplazó a la aldea un equipo de prospección geológica e hidrológica de la provincia de Yunnan para explorar la zona en busca de recursos hídricos; a pesar de encontrar una fuente, ésta no se abrió en su momento ya que se consideró que el agua se hallaba a demasiada profundidad. Siguiendo esos borrosos recuerdos, ahora Huang y sus vecinos se lanzaron de nuevo a la búsqueda de la preciada fuente.

La perforación se llevó a cabo a través de un hoyo de sólo 50 cm de ancho que avanza prácticamente en perpendicular al suelo hacia lo más profundo de la tierra, entre rocas salientes. El espacio resulta tan estrecho y difícil que no permite caminar erguido, por lo que la tarea tuvo que ser realizada por un vecino de pequeña estatura: tras 5 horas de exploración, finalmente dieron con un río subterráneo que circula a 260 metros de la entrada. ¡Cinco horas para cubrir una distancia de 260 metros!

Pero una vez hallada la fuente, se toparon con el problema de hacer llegar el agua a la superficie, ya que las herramientas de excavación ordinarias no pueden abrirse paso entre el entramado de duras rocas de 260 metros de largo. Los aldeanos acudieron en busca de ayuda al gobierno local del distrito de Xichou, consiguiendo el apoyo del Departamento del Agua, que les envió maquinaria y técnicos especializados en la apertura de pozos. Trabajando codo a codo y turnándose sin descanso durante 20 largos días, entre los aldeanos y los equipos y técnicos recién llegados, consiguieron finalmente su objetivo. El duro trabajo fue recompensado con excelentes noticias: tras realizar diversas verificaciones, se comprobó que el agua de la fuente era de buena calidad y que su caudal podía abastecer a las más de 6.000 personas que habitan en los 53 pueblos circundantes.

Xie Siwen es un jubilado de 65 años que anteriormente había trabajado en el gobierno del distrito de Xichou. Tras su retiro, se radicó en su pueblo natal, la aldea de Dalongdong, que también sufre problemas de escasez de agua a causa de la pertinaz sequía.

Como tantos otros, Xie y sus vecinos se afanaron en la búsqueda de nuevos recursos hídricos y consiguieron encontrar una fuente en un valle deshabitado a unos 3 km de su aldea. El Gobierno les proporcionó una bomba para la extracción del líquido y tuberías para hacerlo llegar al pueblo, pero era necesario que alguien se encargase de cuidar las instalaciones y de su mantenimiento diario: Xie decidió ofrecerse para la tarea sin percibir remuneración alguna por ello. Durante el día, se esfuerza en sacar agua, esterilizarla y registrar el volumen extraído y, por la noche, duerme al lado de las maquinas, ocupándose así de su vigilancia.

En la prefectura de Wenshan los casos como el de Xie son numerosos. La misma mañana en que partíamos de Malipo, llegaron noticias del hallazgo de cuatro nuevas fuentes. De hecho, sólo a nivel del distrito de Maguan, hasta finales de marzo han sido 40 las fuentes que se han encontrado gracias a las exploraciones organizadas de forma activa y voluntaria por los residentes de la zona.

Los lugareños han contado también con el apoyo del Ministerio de Tierras y Recursos de China, que al mismo tiempo que éstos se organizaban por sí mismos, movilizó a los equipos de profesionales especialistas en la apertura de pozos de las provincias de Qinghai, Guangdong y Jiangsu, trasladándolos a la prefectura de Wenshan.

“El coste de excavar un pozo en esta región puede resultar extremadamente elevado –dice Liu Yong, empleado del Departamento del Agua del distrito de Xichou– yendo desde 200.000 yuanes en algunos lugares hasta incluso los 3 millones de yuanes en otros”. De forma similar a lo que ocurre en el resto de la prefectura, el karst que cubre casi el 76% del territorio de Xichou se caracteriza por la presencia de numerosas grutas subterráneas y gruesas capas de roca extremadamente dura que las herramientas comunes no pueden perforar. El pasado 30 de marzo se consiguió abrir el primer pozo de la prefectura tras perforar 170 metros, garantizando así el abastecimiento de agua para 4.408 personas y 1.353 cabezas de ganado. Según el Departamento del Agua, se planea explorar y perforar otros 13 pozos en toda la prefectura.