Lei Bihong y su hermano mayor, aldeanos del pueblo de Niupeng, en la prefectura de Wenshan, llevan muchos años viviendo del cultivo del San Qi (Panax notoginseng), que les proporciona unos ingresos anuales de alrededor de 100.000 yuanes (unos 15.000 dólares estadounidenses).
Según el libro Compendio de Materia Médica, el San Qi, una planta herbácea perenne, tiene propiedades “hemostáticas, activa la circulación sanguínea y disminuye el dolor”, por lo que se trata de un ingrediente muy importante en la elaboración de medicamentos para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y cerebro vasculares en la medicina tradicional china. Las plantas medicinales requieren de unas condiciones muy especiales para su crecimiento, como las umbrías de las montañas, además de ciertos requisitos de humedad y altitud: el clima y la ubicación de la prefectura de Wenshan resultan ideales para el cultivo del San Qi, por lo que aquí se obtiene el 90% de la producción nacional.
Otra de las características del cultivo del San Qi es que el campo necesita estar en barbecho de cinco a diez años entre una cosecha y la siguiente siembra, por lo que buscar los terrenos adecuados es una de las labores más importantes de los agricultores. Justamente el año pasado, Lei Bihong firmó un contrato para alquilar 12 mu de terreno cultivable (15 mu equivalen a una hectárea) y confiaba en obtener unos ingresos estables el año siguiente, hasta que llegó la sequía.
En estos momentos, en los campos de Lei los brotes de dos años del San Qi (que habitualmente necesita tres años para desarrollarse plenamente) miden apenas 20 cm, una altura que normalmente alcanzan en un solo año. Según el agricultor, no se trata solo de que los retoños hayan crecido de forma deficiente, sino que muchos ni siquiera han brotado. Aún así, gracias a la cercanía de una fuente, pudo hacer llegar agua para la irrigación de los cultivos, pero esto le obligó a soportar unos costes mucho más elevados para mantener la plantación.
Lei calculó detalladamente dichos costes: para regar los 12 mu precisa de 160 toneladas de agua, que debe transportar en 20 viajes de camión. Por cada viaje paga 250 yuanes, por lo que por los 20, el importe final del flete es de 5.000 yuanes. Con el clima habitual de la zona, templado y húmedo, en un año era necesario regar unas cuatro o cinco veces; sin embargo, la sequía y las altas temperaturas de este año le han obligado a regar cada diez días, lo que ha elevado sus costes en gran medida. Por si fuera poco “el crecimiento de la planta está siendo preocupante y seguro que la cosecha va a disminuir en un tercio, lo que me va a suponer perder la mitad de los ingresos”, concluye.
La disminución de la producción se ha reflejado en un aumento de precios que comenzó en los últimos meses del año pasado. El precio habitual del San Qi de categoría de 40 tallos (quiere decir que con 40-45 tallos se alcanzan los 0,5 kg de peso) es de alrededor de 200 yuanes por kilo, mientras que en el pasado mes de abril se situó ya en 520 yuanes por kilo. Pero este aumento de precio no se ha traducido en incremento de ganancias para los agricultores: “A principios del año pasado, el San Qi de 40 tallos se vendía al por mayor a 100 yuanes por kilo, pero el precio subió hasta 400 yuanes por kilo a final de marzo del presente año. Antes, era habitual que también acudiesen compradores individuales para el consumo propio, pero este año las ventas al detalle se han reducido notablemente debido al elevado precio; así, los comerciantes que vivían del comercio al por menor y que no hayan conseguido este año pedidos de grandes clientes -en general, los proveedores de las grandes farmacéuticas- van a ver reducidas sus ganancias en más de un 20%”, dice Su Mingqian, comerciante de la planta medicinal.
Su Mingqian y su hijo cuentan con cuatro tiendas en el Centro de Comercio Internacional de San Qi de la Prefectura de Wenshan y la gestión de un negocio de venta online a nivel nacional; sin embargo, con la reducción del comercio minorista, no se atreven a mantener un stock elevado de mercancía y han preferido cerrar por el momento su tienda en la red.
Según los datos facilitados por el gobierno de la prefectura de Wen-shan, un 83% de los terrenos en los que se planta San Qi, 65 pueblos de la comarca, se han visto afectados por la sequía, totalizando prácticamente 54.000 mu. Debido a la falta de agua en el subsuelo, sólo el 5% de la planta sembrada consiguió brotar y, el fondo anual invertido en una hectárea del campo de San Qi de tres años aumentó de 18.000 a 48.000 dólares estadounidense, estimándose que la producción global disminuirá en un 30%. Muchos agricultores han anticipado la cosecha para reducir pérdidas, agravando el problema a largo plazo, ya que así perjudican el desarrollo futuro de los cultivos.
Pero el problema no se reduce al San Qi: los departamentos de estadísticas agrícolas proporcionan cifras alarmantes también para los productos que se cosechan en marzo y abril, como la colza o el guisante, ya que no se consiguió recoger nada en el 80% de los terrenos cultivados. Las pérdidas económicas en los sectores de la agricultura, selvicultura, ganadería y fruticultura llegaron a los 2.000 millones de yuanes y, si el tiempo continúa seco en mayo y junio, las siegas otoñales de cereales como el arroz o el maíz también se verán severamente afectadas, pudiendo llegar a no recogerse apenas nada.
“Si seguimos sin lluvias y la temporada de crecidas no llega a finales de mayo o principios de junio como todos los años, la situación va a empeorar todavía más, ya que a la falta de agua se va a añadir la escasez de cereales”, confirma con expresión de fatiga Wu Shenghua, subdirector del Departamento del Agua de la Prefectura de Wenshan. Wu es uno de los dirigentes a cargo de enfrentarse a los problemas causados por la sequía y, desde febrero, no ha podido dormir tranquilamente ni una sola noche: “Estoy tan cansado que, aunque siempre tengo ganas de reposar, cuando logro acostarme, no soy capaz de dormirme, de tan llena de cifras como tengo la cabeza”, nos cuenta.
El gobierno de la prefectura ha comenzado a distribuir raciones de cereales de emergencia para las familias que padezcan escasez de alimentos y, en el distrito de Maguan, se ha abierto una línea telefónica de asistencia para quienes precisen cereales.
