EI hombre vive en la naturaleza. El medio ambiente natural afecta considerablemente a su fisiología, lo que muestra tanto la dependencia del hombre respecto a él, como su capacidad de adaptación al mismo. Así, forma con él una unidad, un todo: no sería posible entender al hombre como una entidad separada de la naturaleza. Partiendo de este punto de vista, la medicina tradicional china relaciona lógicamente la fisiología y las patologías de los órganos de Zang-Fu con factores medioambientales. Estos factores se clasifican en cinco categorías, tomando los cinco elementos como base. Dichas taxonomías son usadas para explicar las complicadas relaciones entre patologías y fisiología y la consiguiente correlación entre el hombre y la naturaleza. La siguiente tabla muestra las cinco categorías del cuerpo humano clasificadas de acuerdo a los cinco elementos.
Los cinco elementos están ligados entre sí a través de una compleja red de interrelaciones de cuatro tipos: promoción, dominio (o control), exceso de dominancia y contra-dominancia. La promoción mutua implica favorecer el desarrollo y crecimiento de otro elemento: la madera hace crecer el fuego; el fuego, alimenta a la tierra; la tierra, da vida al metal; el metal, al agua y el agua, a la madera, estableciendo unas reglas que se repiten de forma circular e indefinida en el tiempo. En estas circunstancias, cada elemento promueve (madre) a la vez que es promovido (hijo), configurando lo que se ha dado en llamar la relación “madre-hijo” de los cinco elementos. En cuanto al dominio, éste implica el control y la inhibición mutuas, es decir, que cada elemento puede ser a la vez dominante y dominado, siguiendo una norma infinita equivalente a la de la promoción: la madera domina a la tierra; la tierra, al agua; el agua, al fuego; el fuego, al metal y el metal, a la madera, estableciéndose así un circulo análogo al que hemos visto anteriormente en el que, esta vez, un elemento domina y es a su vez dominado.
Lámina IX. Instrumento del doctor Guillermo Ley Hurtado
En las complicadas relaciones entre los elementos, la promoción y el dominio son indispensables e inseparables. Sin promoción, no hay nacimiento ni desarrollo; sin control, no hay crecimiento o éste será excesivo, de tal forma que resultaría perjudicial. Por ejemplo, la madera promueve el fuego y domina también la tierra, mientras la tierra a su vez promueve el metal y domina el agua. En el proceso de promoción, reside el control, mientras en el proceso de control, existe promoción. Ambos se oponen y a la vez cooperan entre sí. Se mantiene así un equilibrio entre la promoción y el control que asegura el crecimiento y desarrollo normales de las cosas. Pero, en ocasiones, se presenta un exceso o deficiencia en alguno de los cinco elementos, dando lugar a los fenómenos conocidos como exceso de dominancia y contra-dominancia. La teoría de los cinco elementos de la medicina tradicional china no sólo explica las diferentes relaciones de promoción y control entre los órganos Zang-Fu, los órganos y tejidos internos, sino también la correlación entre la naturaleza y el hombre, utilizando para ello los mismos tipos de relación (promoción, dominio, exceso de dominancia y contra-dominancia) de los cinco elementos, además de exponer los cambios etiológicos y los mecanismo de la enfermedad.
Guillermo Ley Hurtado, doctor mexicano, aplica la acupuntura a sus pacientes combinando los movimientos lunares y los cinco elementos de la medicina china con la piedra del sol y seleccionando los mejores puntos en los vasos sanguíneos de acuerdo con las horas (lámina IX).
El Libro de los cambios afirma que “el He entrega el dibujo, y el Luo, la escritura, los cuales son aprovechados por los sabios”. En la antigua China el cielo se dibujaba de forma redonda y, a su vez, la tierra se representaba de forma cuadrada. La gran disertación del Libro de los cambios dice que “al cielo pertenece el [número] uno; a la tierra, el dos; al cielo, el tres; a la tierra, el cuatro; al cielo, el cinco; a la tierra, el seis; al cielo, el siete; a la tierra, el ocho; al cielo, el nueve y a la tierra, el diez. Los números pertenecientes al cielo son cinco y aquellos pertenecientes a la tierra son también cinco. Los números de las dos series se corresponden a su vez entre sí (en sus posiciones determinadas), y cada uno tiene otro que puede ser considerado como su pareja. Los números celestes suman 25, y los terrestres, 30. Los números del cielo y tierra son 55”. Estos son los números del He.
Hetu |
Punto N.o 1 |
Punto N.o 2 |
Punto N.o 3 |
Punto N.o 4 |
Punto N.o 5 |
Punto N.o 6 |
Punto N.o 7 |
Punto N.o 8 |
Punto N.o 9 |
Punto N.o 10 |
Punto N.o 11 |
Elemento agua |
5 |
1 |
6 |
7 |
13 |
20 |
33 |
53 |
86 |
139 |
225 |
Elemento fuego |
5 |
2 |
7 |
9 |
16 |
25 |
41 |
66 |
107 |
173 |
280 |
Elemento madera (1-n) |
5 |
3 |
8 |
11 |
19 |
30 |
49 |
79 |
128 |
207 |
335 |
Elemento metal (1-n) |
5 |
4 |
9 |
13 |
22 |
35 |
57 |
92 |
149 |
241 |
390 |
Elemento tierra(1-n) |
5 |
5 |
10 |
15 |
25 |
40 |
65 |
105 |
170 |
275 |
445 |
Elemento tierra (1-n) |
5 |
5 |
10 |
15 |
25 |
40 |
65 |
105 |
170 |
275 |
445 |
Suma total |
30 |
20 |
50 |
70 |
120 |
190 |
310 |
500 |
810 |
1310 |
2120 |
El Hetu es un sistema tridimensional universal, mientras que el Luoshu, es un sistema superficial terrestre (lámina X a. y b.). Como modelo universal, cuenta con medios informativos, signos y cifras. El Hetu tiene tres ejes de coordenadas en ángulo recto formando un sistema tridimensional (lámina X c. y d.). El número 5 está en el centro, el 10 está dividido en dos partes, una superior y una inferior, los números 1, 2, 3 y 4 se encuentran en la capa interna y el 6, 7, 8 y 9 en la externa, el 2 y el 7 están arriba, el 1 y el 6 abajo, el 3 y el 8 a la izquierda y el 4 y el 9, a la derecha, de acuerdo con el Hetu. Su esquema es el siguiente: 5, 1 y 6 (elemento agua) y 5, 2 y 7 (elemento fuego) están en el eje X de coordenadas del ángulo recto; 5, 3 y 8 (elemento madera) y 5, 4 y 9 (elemento metal) en el eje Y, y 5, 5 y 5 (elemento tierra) en el eje Z. La tabla resultante es la siguiente:
Debemos tener muy en cuenta que el valor inicial es 5 en el primer término y 1, 2, 3, 4, y 5 en el segundo término. Después del cuarto término la proporción entre el término delantero y el siguiente oscila en 0.618, y cuanto más se calcula hacia atrás, más se acerca a la proporción del oro. Además, podemos calcular la diferencia entre los reglones superiores e inferiores partiendo del primer término: en el primer término se encuentra el número 5 y la diferencia de progresión es 0; en el segundo término es 1; en el tercero, 1; en el cuarto, 2; en el quinto, 3; en el sexto, 5; en el séptimo, 8; en el octavo, 13. Tras el segundo término, los números son: 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89… La proporción de estos números entre el término delantero y el siguiente es también la del oro. El Hetu, utilizando 10 números, constituye un todo independiente. Puede ser un universo cerrado y al mismo tiempo abierto ad infinitum . Por lo tanto, podemos decir que utilizando el wuxing nuestros ancestros describieron un modelo informativo y de creación y evolución universal. (Continuará…)
*Song Baozhong, también conocido como Yao Song, es profesor asociado del semanario Beijing Informa; Liu Xiulan es miembro del equipo de asistencia del Hospital de la Amistad Chino-Japonesa, y Wang Dayou, también llamado Shao Hua, es redactor de la Casa Editora Huaxia.