El pabellón del Perú

De todo ello hemos podido hablar con Harold Forsyth, embajador del Perú en Beijing desde agosto de 2009, quien compartió con nosotros su visión sobre la relación entre los dos países y el papel del Perú en la Expo, en la que su pabellón, dice, “tratará de reflejar el significado de la cultura milenaria del Perú, pero, al mismo tiempo, integrando elementos de modernidad”. Un pabellón que, en forma de huaca, uno de los elementos arquitectónicos de las primeras culturas del Perú, “tiene prevista la posibilidad de que los visitantes puedan circular por diversos pisos, captando los distintos elementos culturales que van a estar presentes. Al mismo tiempo, dispone de tecnologías digitales, con módulos que van a permitir a los usuarios captar información muy variada de forma interactiva”, según nos desvela Forsyth.

Entre sus atractivos, por supuesto, se “incluye la gastronomía, que es uno de los valores fundamentales del presente del Perú, y que ha alcanzado una enorme notoriedad internacional”, nos cuenta el diplomático.

La importancia de la gastronomía peruana y sus lazos con China

“La gastronomía del Perú, con origen en la época incaica, ha ido tomando forma recogiendo influencias de culturas como la española, la africana o la china, configurando esa cocina criolla característica que conforma un universo gastronómico único”, nos explica el embajador.

Y es a través de esa gastronomía que descubrimos algunos de los lazos más íntimos que unen a China y al Perú, pues “por lo menos un 5% de los peruanos tienen algún grado de ascendencia china, siendo así el Perú tal vez el segundo país del mundo en términos relativos de presencia cultural china, y eso se refleja, entre otras cosas, a través de la comida –explica Forsyth-. Y es que la gastronomía china es parte del paisaje cultural y gastronómico peruano propiamente dicho –prosigue-. Porque los peruanos comemos comida china, bautizándola hace más de 100 años como chifa, término que seguramente provenga del chino. El chifa es el restaurante de comida china, aunque hay que reconocer que la gran influencia de la comida china en el Perú, viene de la comida del sur, de la comida cantonesa, que de alguna manera nos marcó históricamente”.

Ciudad y calidad de vida: la visión del Perú

La presencia destacada de la gastronomía en el pabellón del Perú está, por otra parte, muy ligada al lema que lo preside, “Alimentando a las ciudades”, que a su vez se enmarca en el lema general de esta Expo, “Mejor ciudad, mejor vida”, un tema que “obviamente preocupa también al Perú –comenta Forsyth-. Y precisamente ese es el espíritu de nuestro lema –continúa-: calidad de vida implica abastecimiento adecuado de alimentación en las ciudades, lo que si bien es una necesidad fundamental para la vida, también puede ser un placer y, en ese sentido, el Perú ha avanzado mucho”.

Profundizando en el tema de esta Expo, el embajador nos recuerda que “no podemos hablar de calidad de vida o de ‘Mejor ciudad, mejor vida’ en contextos de pobreza, de contaminación ambiental, de insatisfacción de las necesidades básicas… Todo eso está directamente relacionado con la calidad de vida”. Por ello, esta Expo pretende fomentar un debate entre países, organizaciones y expertos de todo el mundo que sirva para aportar soluciones y exponer enfoques sobre cómo mejorar la calidad de vida urbana en el futuro. “Hay ciudades en el mundo que son un formidable ejemplo –comenta Forsyth-. Y en esas ciudades, el abastecimiento adecuado de todo tipo de elementos para surtir en cantidad y en calidad las demandas de la ciudadanía, termina siendo un valor fundamental; a precios, además, asequibles, especialmente para los más necesitados. Sí, se podría decir que estoy planteando la idea de una ciudad maravillosa, pero ciertamente las ciudades han ejercido desde siempre una enorme atracción en los seres humanos. Trataremos de reflejar en este pabellón algo de todo ello”, enfatiza.

El crecimiento urbano en China

El desarrollo urbano de China ha sido notable en las últimas décadas, algo que, a pesar de su experiencia diplomática de varios años en distintas ciudades y países, no ha dejado de impresionar a Forsyth: “Las ciudades latinoamericanas pueden ser bellísimas y, además, para un peruano estar ahí es un poco como sentirse en casa. No obstante, debo reconocer que los progresos arquitectónicos de China en las últimas décadas y, más concretamente, en los últimos años, son literalmente impresionantes. Pero algo importante es asociar eso siempre con la calidad de vida de las personas: no olvidemos que el objetivo de una ciudad es acoger seres humanos; y, en ese sentido, es fácil ver que China mira hacia el futuro. Hay ciudades chinas que son ciertamente admirables. Shanghai, sin ir más lejos, me parece una ciudad delicada, sensorial y muy universal”.

Shanghai se antoja, pues, como un marco idóneo para este debate y, como una ciudad pujante y en crecimiento, tiene la oportunidad con esta Exposición Universal no sólo de agitar nuestras mentes, sino, con los más de 70 millones de visitantes que se esperan, convertirse, piensa Forsyth, en “un punto de cruce, de confluencia de grandes intereses económicos, financieros y comerciales. Esto va a poner a Shanghai ante los ojos del mundo, y por lo tanto, una vez más a China, después de haber realizado ese magnifico espectáculo que fueron las olimpiadas”.

La Expo, pues, se dispone a ser un gran escenario para la generación de ideas, proyectos y oportunidades de negocio en el que el Perú tendrá un importante papel como uno de los interlocutores privilegiados de China, plasmando el inmejorable momento que viven sus relaciones. Sin duda, como concluye Forsyth, “ser el embajador del Perú en China en tiempos en que esto sucede, es una excelente oportunidad”.