El pabellón de México, único subterráneo de la Expo, se ve como un mar de cometas.
El pabellón de México, con la apariencia externa de un gran grupo de enormes cometas multicolores, es el único pabellón subterráneo de la Expo.
Con una superficie de 4.000 m2, su parte superior constituye un auténtico prado artificial, con 135 cometas flotando sobre él, creando un mundo de colores y sensaciones verdaderamente único. Las cometas, confeccionadas con plásticos reciclados, alcanzan diferentes alturas, situándose la más alta a 13 m y la más baja a 2,4 m; se cruzan entre ellas, formando diferentes niveles y ofreciendo también al público resguardo ante el sol y el calor veraniegos de Shanghai, o ante un eventual chaparrón. Los soportes de las cometas también han sido aprovechados con diferentes cometidos: cuentan con equipos que permiten utilizarlos como aspersores y las pantallas táctiles interactivas pueden emitir distintos sonidos de la naturaleza así como proporcionar información sobre México.
Continuando por un pasillo, los visitantes acceden al pabellón e inician un viaje que les lleva desde el México prehistórico hasta el futuro próximo, mediante una exposición que se divide en tres partes: la primera constituye una mirada al pasado, a la prehistoria, la época colonial y el siglo XIX, en la que destacan las ruinas de la civilización Maya, de las que se exponen, por ejemplo, adornos en forma de serpiente, tótems, máscaras y demás que aún se conservan; la segunda parte nos presenta la realidad actual de las principales ciudades mexicanas y, finalmente, la tercera es una mirada al futuro, en el área de las cometas, en la que los visitantes podrán conocer, a través de las pantallas táctiles, los principales proyectos de desarrollo sostenible que se emprenden en México. Al final del viaje, además, podrán degustar comida típica mexicana.
El 16 de septiembre se ha designado como Día de México en la Expo, coincidiendo con la festividad nacional y con el bicentenario del inicio de la lucha por la independencia mexicana.
Tras la clausura de la Expo, está previsto el traslado del pabellón de México a Wuxi, ciudad situada a 120 km de Shanghai, donde se conservará permanentemente.