El presidente Hu Jintao visita al equipo médico y pacientes en un centro de rescate en Yushu, Qinghai, el 18 de abril.
A las 07:49 hora local del 14 de abril de 2010, un terremoto de 7,1 grados de magnitud en la escala de Richter y con hipocentro a 33 km de profundidad, sacudió la prefectura autónoma de la etnia tibetana de Yushu, en la provincia de Qinghai, al noroeste de China, en un área situada a 33,1 grados de latitud norte y 96,7 grados de longitud este.
Hasta las 10:00 del 18 de abril se habían contabilizado 1.706 muertos, 256 desaparecidos y 12.128 heridos, de los cuales 1.424 eran heridos graves. Se estima que la catástrofe ha destruido 15.000 casas particulares, afectando a 100.000 personas. Hasta el 17 de abril, se habían movilizado más 15.000 efectivos que se afanan en las tareas de rescate, habiendo logrado auxiliar a 17.000 personas en apuros, sacando de los escombros a 6.870, de las cuales 6.110 han conseguido sobrevivir.
El presidente Hu Jintao y el primer ministro Wen Jiabao ordenaron emplearse a fondo en las labores de auxilio y recuperación tan pronto tuvieron noticia de lo sucedido, para lo que establecieron un equipo nacional de rescate, encabezado por Hui Liangyu, vicepremier del Consejo de Estado. Hui se desplazó de inmediato a la zona del epicentro, en el pueblo de Jiegu, a la que llegó a las 20:00 del mismo día, para organizar y coordinar las tareas de socorro. Wen Jiabao acudió a Yushu en la tarde del 15 de abril.
El presidente Hu Jintao, que se hallaba en la Cumbre de Seguridad Nuclear, en Estados Unidos, y en una segunda ronda de entrevistas con los dirigentes de los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), regresó anticipadamente al país, interrumpiendo su visita a Brasil y posponiendo las previstas a Venezuela y Chile. Tan pronto aterrizó en Beijing, en la tarde del 17 de abril, se reunió con los miembros del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del PCCh para programar los trabajos de rescate. En la madrugada siguiente, Hu tomó un avión para acudir de inmediato a la zona damnificada de Yushu con el objetivo de evaluar la situación y reajustar las tareas de socorro.
El Ministerio de Hacienda ha asignado urgentemente una partida extraordinaria de 200 millones de yuanes en concepto de ayuda a la zona afectada y el Ministerio de Asuntos Civiles ha organizado el envío de diversos recursos materiales como tiendas de campaña, ropa, mantas o lavabos portátiles.
La sociedad civil también se ha puesto manos a la obra para colaborar: hasta las 18:00 del 15 de abril, se habían recogido y enviado a Qinghai 190 millones de yuanes, mas ayuda material por un valor de 10,03 millones de yuanes.
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