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Economía
Una década de economía en el siglo XXI
Por MA YAN y LIU XIAHUI*

 

 

Después del ataque del SARS y el terremoto en Sichuan y pese a los efectos negativos de la crisis financiera internacional y la recesión económica global, la economía china mantiene un ritmo de crecimiento rápido y estable, y su magnitud y calidad han experimentado grandes cambios en los primeros diez años del siglo XXI. La renta per cápita en los últimos años renovó sucesivamente el récord de 1.000, 2.000 y 3.000 dólares desde los 856 dólares de 2000, mientras que el PIB ascendió del sexto puesto al comienzo del actual milenio al tercero en 2008, y el volumen del comercio exterior saltó del séptimo puesto en 2000 al primero en cuanto a la exportación en 2009.

Incremento rápido, estable y constante

En los primeros diez años del siglo XXI, la economía china no sólo creció con rapidez, sino también con buena estabilidad y continuidad. Tanto su volumen total como el nivel per cápita lograron una acumulación rápida y el PIB mantuvo un incremento de dos dígitos, salvo en 2008 y 2009, años en los que redujo la velocidad por la influencia de la crisis financiera internacional.

En comparación con el crecimiento económico mundial en este decenio, el de la economía nacional fue cinco puntos porcentuales más altos. En 2005, el PIB de China superó al del Reino Unido y Francia y pasó a ocupar el cuarto puesto del mundo. Poco tiempo después, en 2008, desplazó a Alemania y se convirtió en la tercera economía del orbe.

Con la puesta en práctica de políticas preferentes y de subsidio a la agricultura, la producción agrícola china creció establemente y los cereales obtuvieron ricas cosechas en años consecutivos. La industria, sobre todo la pesada, logró un gran desarrollo y la producción industrial aumentó considerablemente, además de que muchos productos agrícolas e industriales importantes siguen ocupando los primeros puestos del mundo o logran avances importantes. En 2008, las producciones de granos, carne, algodón, cacahuete, semilla de colza, frutas y té mantuvieron su liderazgo en el mercado mundial, mientras la de caña de azúcar se ubicó en el tercer puesto y la de soya en el cuarto. Entre las producciones industriales destacan la de acero, carbón, cemento, televisores y tejidos de algodón, primeras en el planeta, la generación de energía eléctrica, segunda, la de azúcar, tercera, y la extracción de crudo, quinta.

En estos diez años ha disminuido constantemente la disparidad con los países desarrollados en el volumen total de la economía. Después que la renta per cápita de China sobrepasó los 1.000 dólares por primera vez en 2002, superó los 2.000 en 2006 y alcanzó los 3.000 en 2009, es evidente que el país da pasos firmes en el camino de la edificación integral de una sociedad modestamente acomodada.

Más razonable estructura económica

En los primeros diez años del siglo XXI, la estructura económica de China experimentó un cambio obvio y activo, gracias a las políticas estratégicas de la Explotación a Gran Escala del Oeste, la prosperidad de las antiguas bases industriales del Nordeste, la fomentación de la vigorización del Centro y la priorización del desarrollo del Este, los índices económicos más importantes del Centro y el Oeste, así como del Nordeste, cuyas economías quedaron a la zaga por largo tiempo, representan un incremento igual o más rápido que el Este.

El desarrollo económico ha fomentado el proceso de urbanización, cuyo índice alcanzó el 45,7% en 2008, ascendiendo siete puntos porcentuales en relación con 2000. Gran parte de la población rural se ha desplazado hacia las ciudades. Con la potenciación de la construcción de infraestructuras, como las vías de comunicación, la red de telecomunicaciones, la generación de energía eléctrica, etc., y la reducción y exención de los impuestos agrícolas y el incremento de diversos tipos de subsidios, los habitantes rurales obtienen cada día mayores ingresos y las instalaciones infraestructurales del campo mejoran mucho. El desarrollo económico entre las ciudades y las zonas rurales tiende a ser más concertado.

El sector terciario ocupa una proporción cada día mayor en el desarrollo industrial, representando el 42,6% en 2009, con un aumento de 3,6 puntos porcentuales más altos en relación con 2000. El volumen global de venta al por menor de los productos de consumo de toda la sociedad se eleva anualmente a un ritmo promedio del 13,8% y el valor agregado del sector financiero sube a un ritmo promedio de un 12,5%. En 2009, la suma restante de todo tipo de préstamos de establecimientos financieros alcanzó los 40 billones de yuanes, cuatro veces más que en 2000.

Mejor calidad del crecimiento económico

En los albores del siglo XXI, gracias a la rápida expansión económica nacional, los ingresos financieros del Estado y las ganancias empresariales presentan una tendencia de crecimiento acelerado y el rendimiento económico muestra una mejoría evidente. Las medidas tomadas para ahorrar energía y reducir las emisiones han logrado los efectos iniciales previstos y la operación económica eleva constantemente la calidad.

Los ingresos financieros del Estado aumentaron cinco veces a lo largo de esta década, o sea, se duplicaron cada dos años, ascendiendo desde los 1.339.500 millones de yuanes en 2000 a los 6.800.000 millones en 2009.

El alza acelerada de este indicador ha permitido a China acumular una gran cantidad de fondos, con los que el Estado puede fortificar los eslabones débiles en el desarrollo económico y social y engrandar el apoyo a las zonas atrasadas y grupos de bajos ingresos, garantizando con eficacia el desarrollo armonioso y estable de la economía y la sociedad.

Al mismo tiempo, el rendimiento económico de las empresas industriales también se ha elevado notoriamente. De 2000 a 2009, este parámetro en las empresas industriales de escala superior a la requerida registró una progresión promedio anual de un 26,4%, sentando una buena base económica para el desarrollo futuro de las mismas.

En 2008, el consumo de energía por unidad de producto interno bruto fue de 0,95 toneladas de carbón estándar por cada 10.000 yuanes, una rebaja del 31,7% en relación con 2000.

 

 

 

 

 

 

Fortificación de las infraestructuras

En el siglo XXI, la inversión en las industrias básicas y las infraestructuras ha aumentado rápidamente. En 2009, la inversión en los activos fijos de toda la sociedad llegó a los 22,3 billones de yuanes, siete veces superior a la de 2000, sentando una base sólida para el futuro desarrollo económico y aliviando mucho la restricción de la escasez de recursos como carbón, electricidad y petróleo y las dificultades del transporte, “cuello de botella” que siempre ha afligido al desarrollo económico de China.

Las condiciones de transportación en el país han mejorado mucho. El kilometraje de las líneas ferroviarias aumentó de los 68.700 km en 2000 a los 79.700 km en 2008, mientras que el de las carreteras pasó de los 1.400.000 km a los 3.730.000 km dentro del mismo período, en el que las autopistas marcaron un aumento de 2,7 veces, de 16.300 a 60.000 km.

La aviación civil muestra un desarrollo acelerado. Hasta finales de 2008, el alcance total de las aerolíneas chinas llegó a los 2.460.000 km., superando en 1,6 veces el registro de 2000. El trayecto del transporte por tubería también se incrementó de los 24.700 km. en 2000 a los 58.400 km. en 2008.

La red estatal de telecomunicaciones suma cada vez más usuarios y ya es la de mayor envergadura del mundo, con un el ritmo de desarrollo que también ocupa uno de los primeros puestos. De 2000 a 2008, los usuarios de telefonía fija aumentaron de 144.830.000 a 340.360.000, mientras que los de telefonía móvil pasaron de 84.530.000 a 641.240.000, y los de Internet, de 22.500.000 a 384 millones, marcando un alza de 1,3, 6,6 y 16 veces, respectivamente.

Aumento del comercio exterior y las reservas de divisas

En 2000 China inició el período de transición para su incorporación a la OMC y la época de desarrollo más acelerado de la economía de cara al exterior después de la reforma y apertura. El total de las importaciones y exportaciones llegó a 620.800 millones de dólares en 2002, pero alcanzó los 2.207.300 millones en 2009, convirtiéndose en el mayor exportador del planeta. La proporción de los productos mecánicos en la suma de las ventas al exterior ascendió de un 42,3% en 2000 al 59,3% en 2009, mientras los productos de altas y nuevas tecnologías, pasaron de un 19,8% a un 37,5%.

A partir de 2002, la totalidad del capital foráneo utilizado en China ha aparecido siempre entre los tres primeros puestos del mundo. De 2003 a 2009, ese valor sumó 525.200 millones de dólares. Al mismo tiempo, la inversión china en el extranjero también representa una tendencia fuerte de incremento. Hasta finales de 2009, la inversión directa de China en otros países había superado los 220.000 millones de dólares.

En el nuevo siglo, China también ha acelerado la explotación de sus recursos turísticos. Cada año más turistas extranjeros viajan al país, que en 2008 acogió a 53.050.000 visitantes foráneos, un 70% más que en 2000. Al mismo tiempo, el turismo chino al extranjero se desarrolla aceleradamente y en 2008 un total de 45.840.000 ciudadanos viajaron al extranjero por placer, 3,4 veces más que en 2000.

Con el desarrollo de las importaciones y exportaciones y el mayor aprovechamiento de las inversiones foráneas, las reservas de divisas de China aumentaron marcada y constantemente de 2000 a 2009, año en el que alcanzaron los 2,3 billones de dólares, lo que refleja el fortalecimiento constante del poderío integral de la economía al exterior de China. En 2000, las reservas de divisas del país llegaron a los 165.500 millones de dólares, pero alcanzaron luego los 403.300 millones, convirtiéndose en el segundo mayor tenedor de la moneda estadounidense. Al cierre de 2006, la cifra se incrementó hasta los 1.066.300 millones, rebasando a las arcas niponas en 191.400 millones y ocupando el primer puesto en el mundo.

Elevación del nivel de vida del pueblo

A partir del nuevo siglo, a través del desarrollo estable y acelerado de la economía nacional y la implantación y perfeccionamiento continuo de los sistemas de seguridad y asistencia sociales, las masas populares han logrado muchos más beneficios reales de la reforma y el desarrollo, el nivel de vida de los residentes urbanos y rurales se ha elevado en mayor grado y la calidad de vida ha mejorado en mayor medida.

El ingreso per cápita disponible de la población urbana se incrementó de 6.280 yuanes en 2000 a 17.175 en 2009, manteniendo una velocidad de crecimiento en torno al 10%, descontando el factor de los precios. A medida que se aplican gradualmente las diversas medidas y políticas de apoyo y beneficio a la agricultura, el campo y el campesinado, se ha presentado una situación rara vez vista de crecimiento continuo y acelerado durante años en los ingresos por habitante rural, cuyas ganancias netas anuales per cápita pasaron de 2.253 yuanes en 2000 a 5.153 yuanes en 2009, a una velocidad de crecimiento en torno a un 8%, descontando el factor de los precios. El saldo de las cuentas de ahorro en yuanes de la población urbana y rural llegó a los 21,8 billones de yuanes a finales de 2008, tres veces más que en 2000.

El nivel de vida de los habitantes urbanos y rurales se ha elevado notablemente. En 2008, el Coeficiente de Engel de las familias urbanas (cociente entre los gastos alimentarios y los gastos totales) fue de un 37,9%, 1,5 puntos porcentuales menos que el 39,4% de 2000, y el de la población rural llegó a un 43,7%, 3,4 puntos porcentuales menos que el 49,1% de 2000.

La superficie habitacional para la población urbana y rural aumenta continuamente. A finales de 2008, el área construida de viviendas por residente en las ciudades y poblados sobrepasó los 29 metros cuadrados, más de ocho metros cuadrados por encima del registro del 2000, y la de los habitantes del campo alcanzó los 32,4 metros cuadrados, 7,6 más que en 2000. El número de coches de uso familiar disponible por cada cien familias en la ciudad se elevó de 0,5 al cierre de 2000 a 8,8 al terminar el 2008, mientras el de las motocicletas pasó de 21,9 a 52,5 y la tasa de generalización de los teléfonos móviles por cada cien personas elevó de 0,8 a 35,3 en el propio lapso.

Realmente, los habitantes urbanos y rurales se han beneficiado mucho de la seguridad social y el sistema de asistencia. En las zonas urbanas se ha establecido básicamente el marco estructural del sistema de seguridad social que incorpora los seguros de la vejez, asistencia médica, desempleo, accidentes laborales y maternidad, con una cobertura cada vez más amplia. Al terminar 2008, el número de personas con seguros de vejez, asistencia médica y desempleo ascendió a 218,91 millones, 199,95 millones y 123,99 millones, 1,6 veces, 6,9 veces y 1,2 veces, respectivamente, en relación con 2000. En las zonas rurales se desarrolla activamente la exploración del sistema de seguro de vejez y se promueve además de manera acelerada el ensayo de la reforma destinada a implantar el sistema de asistencia médica cooperativa rural de nuevo tipo.

Aunque a lo largo de estos años los logros de la economía china han llamado y continúan llamando la atención del mundo, existen aún algunas contradicciones y problemas que siguen exigiendo soluciones y búsqueda de alternativas para la próxima década, como por ejemplo, la irracionalidad de la estructura económica y la modalidad extensiva del crecimiento económico, el precio relativamente alto que se paga por el crecimiento económico y algunos factores insanos e inestables en la marcha de la economía.

 

*Ma Yan, estadista de grado superior del Centro de Estadísticas Internacionales de la Administración Nacional de Estadísticas de China.

Liu Xiahui, investigador del Instituto de Estudios Económicos y director de la Oficina de Crecimiento Económico, Academia China de Ciencias Sociales.

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