中文 | English | عربي | Español | Deutsch
Especial
La reconstrucción tras el terremoto de Wenchuan sinergias entre el Este y el Oeste
Por QIAO TIANBI

                                               Resultado de la reconstrucción: Escuela primaria de Miansi.

“Sólo pasaron unos años aquí, pero les estaremos agradecidos de por vida”. Son las palabras de Jiang Zhihui, alcalde de Miansi, del distrito de Wenchuan, en Sichuan, refiriéndose a las labores de recuperación que llevaron a cabo en su localidad los expertos llegados de la ciudad de Zhuhai, en Guangdong. Según él, de no ser por esta ayuda, los progresos que ha experimentado Miansi en los últimos tiempos hubieran tardado al menos veinte años en producirse.

El impulso en el desarrollo de infraestructuras

Tras el intenso terremoto de Wenchuan del 12 de mayo de 2008, el Consejo de Estado de China lanzó el Proyecto de Ayuda por Emparejamiento a la Reconstrucción de las Zonas Afectadas por el Terremoto de Wenchuan, por el que se exigía a las 19 provincias y municipios de jurisdicción central del Este y el Centro destinar cada año, durante un trienio, una cantidad no inferior al 1% de los ingresos fiscales locales del año anterior a las tareas de rehabilitación de las comarcas afectadas por el seísmo.

Dicho plan establecía un sistema de correspondencia directa entre las provincias cooperantes y los distritos receptores de la inversión, mediante el que se determinó, por ejemplo, que el distrito de Wenchuan recibiría la ayuda de la provincia de Guangdong; así, inmediatamente, las 13 ciudades de la provincia establecieron una relación de colaboración con 13 cantones y poblados de Wenchuan, a los que asignaron un fondo de 8.200 millones de yuanes.

El poblado de Miansi fue capital distrital de Wenchuan hasta 1952, y el 60% de sus habitantes pertenecen al grupo étnico qiang. El terremoto redujo a escombros prácticamente la totalidad de sus infraestructuras.

Li Xupeng, jefe del Departamento de Asuntos Generales del Grupo de Asistencia de Zhuhai, considera que, aunque tal vez es exagerado decir que han llevado a cabo “el trabajo de veinte años” en tan poco tiempo, lo cierto es que se han reconstruido infraestructuras que, antes del seísmo, se habían levantado en varias décadas. La ciudad de Zhuhai lleva invertidos un total de 340 millones de yuanes en 55 proyectos en Miansi, de los que el 88% están íntimamente relacionados con la vida de sus habitantes.

Chen Renfu, director del grupo de asistencia de Zhuhai, indica que, al diseñar el programa de reconstrucción, se dio preferencia a los 10 proyectos dedicados a cubrir las necesidades básicas de los habitantes de Miansi, como agua potable, alojamiento, escuelas, hospitales, irrigación de cultivos, carreteras y centros culturales, entre otros. “Al establecer nuestros planes, tuvimos en cuenta la racionalización y la distribución igualitaria de los recursos y servicios públicos; no perseguíamos realizar obras espectaculares, sino la recuperación de la normalidad y el aumento de la calidad de vida de los habitantes de las zonas rurales y urbanas”, cuenta.

Jiang Zhihui considera, además, que no se trata únicamente de la asistencia material, sino que, ante el abatimiento en el que les había sumido el desastre, “la llegada del grupo de asistencia y la preocupación del resto del país nos proporcionó también consuelo y alivio”, lo que les ayudó a recuperar, poco a poco, el optimismo y a ir superando paulatinamente las profundas secuelas psicológicas de la tragedia.

Li Xupeng nos cuenta como, al día siguiente de llegar a Miansi, partieron ya hacia las aldeas de las montañas para comprobar su estado. Con las carreteras y caminos cortados, el coche sólo podía avanzar entre corrimientos de tierra y, únicamente al regresar, comprendieron lo peligroso que resultaba; pero estaban ya tan fatigados que ni siquiera les importaba. “No pensábamos más que en regresar cuanto antes a casa”, recuerda Li. Miansi cuenta con 14 aldeas, de las que 8 se encuentran en las montañas, y a todas ellas ha ido Li, recorriendo, frecuentemente entre precipicios, todos los kilómetros que fuesen necesarios, con el propósito de encontrar fuentes de agua para la construcción de las infraestructuras de agua potable para los habitantes y el ganado de la zona. A pie se han hecho también las mediciones para la construcción de más de 114 km de carreteras en el área de Miansi.

Tal es el entusiasmo de la gente de Wenchuan por la ayuda recibida, que es común escuchar comentarios que se hacen eco de las palabras de Jiang Zhihui sobre el progreso a saltos de 10, 20 y hasta 50 años que se ha logrado en la zona en tan poco tiempo, gracias a la ciudad de Zhuhai. Un funcionario local, más comedido, apunta que lo realmente importante es el gran impulso en su desarrollo que han experimentado las infraestructuras de la zona.

Redescubriendo el Oeste

La Hacienda Central es el principal responsable de las tareas de auxilio y reconstrucción de las regiones damnificadas por desastres naturales, mediante un fondo especial destinado a este fin. Sin embargo, en la reconstrucción de las zonas arrasadas por el terremoto de Wenchuan, además del fondo especial del Estado, participaron capital y recursos humanos aportados directamente por otras provincias, mediante el sistema de ayuda por emparejamiento. Esta medida la comenzó a tomar el Gobierno a finales de los años 70 del siglo pasado, para fomentar la asistencia de las provincias más ricas al desarrollo social y económico de las zonas fronterizas y minorías étnicas menos favorecidas. Estas políticas se han ido potenciando progresivamente, pasando desde el inicial apoyo financiero y material, a la transferencia de conocimientos, tecnología, expertos y dirigentes o al fomento del comercio exterior y de economías orientadas a la exportación.

Así, Zhang Tong, jefe del Departamento de Obras del Grupo de Asistencia de Zhuhai, revela que "en realidad, el Gobierno Central tiene la capacidad financiera suficiente como para responsabilizarse por sí solo de la ayuda a las zonas damnificadas, pero hemos de valorar el significado del estímulo a la cooperación interprovincial en el contexto del impulso al reequilibrio económico entre el Este y el Oeste del país”. Y es que desde que se inició la reforma y apertura de China, se fue abriendo una brecha en el desarrollo económico entre ambos extremos del país: el PIB (Producto Interior Bruto) per cápita en las regiones occidentales equivale tan sólo a dos tercios del promedio nacional y alcanza únicamente el 40% del nivel de las regiones orientales. Por ejemplo, según cifras de 2007, el PIB de la ciudad de Foshan, en Guangdong, es cinco veces el de toda la provincia occidental de Qinghai. Y a pesar de la aplicación, a partir del año 2000, de la estrategia de la Exploración a Gran Escala del Oeste por parte del Gobierno Central, la brecha ha seguido creciendo.

Pero ante el drama de Wenchuan, los cuadros dirigentes de Guangdong se sintieron más obligados que nunca a coo-perar y se estableció entre ellos una feroz competencia para ser seleccionados como parte de los equipos de rescate y reconstrucción. Li Xupeng resume así el sentir del momento: “aunque los nombres de los individuos que ayudasen en la reconstrucción no iban a figurar en los libros de historia, nos podíamos sentir orgullosos de haber contribuido a ella con todas nuestras fuerzas”.

Conforme avanzaban las tareas de rehabilitación, Li Xupeng comprendió también que con su trabajo, no sólo estaba auxiliando a otra provincia en dificultades y contribuyendo a paliar su pobreza, sino que estaba, también, ayudando a su provincia y al resto de China. Y es que se dio cuenta de que el poblado de Miansi constituye una ruta estratégica hacia el Oeste, lugar de nacimiento de muchos de los ríos más importantes de China. “No se trata, pues, de recuperar únicamente la anterior fisonomía de la zona, sino de mejorar sus infraestructuras. La construcción aquí de carreteras y vías férreas es una necesidad estratégica para todo el país, una tarea en la que todos los chinos nos debemos sentir implicados, ya que esta región garantiza nuestros recursos acuíferos”, nos dice.

Zhang Tong, como amante de la historia, tiene su peculiar visión del Oeste: “si el Este contribuye al país con su riqueza económica, el Oeste lo hace con su riqueza estratégica. Una vez reconstruidos los hogares, la ayuda no debe cesar. Se consideraba al Oeste como el patio trasero de China, un lugar poco poblado donde habitan numerosas minorías étnicas.” Años atrás, desde el Este, se dirigían fundamentalmente los comerciantes al Oeste; pero esta vez, debido a las tareas de recuperación, han venido numerosos funcionarios públicos que tienen así la ocasión de comprender mucho mejor el país.

Además de entender la verdadera dimensión del país, los cooperantes han hallado también aquí una nueva identificación con sus propias ciudades. Zhuhai es una ciudad de corta historia, cuya población está compuesta mayoritariamente por inmigrantes, quienes se sienten, generalmente, parte de sus pueblos natales más que de su ciudad de acogida. No es de extrañar, pues, la sorpresa de Zhang Tong cuando, en la Fiesta de la Primavera de 2009, mientras se efectuaba el reparto de la ayuda, oyó al pueblo vitorear a Zhuhai. “Nunca había escuchado un Viva Zhuhai en Zhuhai, y jamás se me pasó por la cabeza que lo iba a oír precisamente aquí. Naturalmente, es un estímulo para nosotros y nos ayuda mucho a cumplir con nuestros objetivos”, dice. No es la única anécdota que le hace sentirse orgulloso de ser de Zhuhai: en otra ocasión, un tendero se negó a cobrarle una cinta adhesiva que pretendía comprar diciéndole: “tú eres de Zhuhai, así que no te lo voy a vender, pero regalártelo, eso sí que será un placer”.

Métodos y eficiencia del Este

Sin duda, uno de los rasgos de los cooperantes que más impresionó a los habitantes de Wenchuan fue su eficacia: “Para nosotros, en seguida significa una o dos horas, mientras para los cantoneses, varios minutos”, dicen.

Xu Minggui, jefe del Departamento de Coordinación del Grupo de Asistencia de Guangzhou, confirma que ese era uno de sus objetivos al llegar a la localidad de Weizhou, en Wenchuan: “no queríamos traer únicamente materiales, sino también transmitir un sistema organizativo y unos métodos de gestión”.

En este tipo de tareas de reconstrucción, no son infrecuentes los choques entre puntos de vista dispares sobre cómo hacer las cosas. Los recién llegados cantoneses, acostumbrados a un elevado ritmo de trabajo y una gran eficiencia, deseaban llevar a cabo con celeridad y organizadamente los trabajos de restauración, para lo que debían colaborar con el gobierno y población locales, a los que trataron de inculcarles su forma de trabajar; los sichuaneses, a pesar de estar habituados a un ritmo más reposado, se mostraron en un principio dispuestos a colaborar. Sin embargo, pronto llegaron las quejas sobre las exigencias de los sureños. Xu relata cómo tuvieron que explicar repetidamente a la población que, para ayudarles a restaurar sus hogares, no era suficiente con suministrarles el material adecuado, sino que debían también facilitarles la técnica, los datos y los procesos necesarios para hacerlo. Con el tiempo, encontraron por fin la forma de colaborar estrechamente con las administraciones locales, elaborando conjuntamente los reglamentos que incluirían las normas, requisitos y criterios por los que se examinarían y aprobarían los proyectos de construcción.

Xu se mostró, en cualquier caso, comprensivo con las diferencias en la forma de trabajar y con las dificultades en las que estaba sumida la administración local: tras el terremoto, el gobierno de la prefectura delegó diversas competencias en los organismos locales, muchos de ellos aún por consolidar y cuyos dirigentes se encontraban con las dificultades añadidas de la falta de oficinas, material y programas informáticos adecuados y personal cualificado.

Preguntado en una entrevista sobre el hipotético caso de que Guangzhou simplemente hubiera entregado el dinero para la reconstrucción, dejando ésta a cargo de equipos locales, un funcionario del distrito de Wenchuan reconoció que “con toda probabilidad, no hubiéramos realizado un trabajo tan bueno. Sus métodos de gestión son, desde luego, superiores, y nos han permitido mejorar los nuestros”.

Así, a pesar de las dificultades iniciales, los estrictos sistemas de supervisión y métodos de trabajo del equipo de Guangzhou finalmente fueron aceptados, vistos los excelentes resultados que conseguían. “Las ideas de los dirigentes de Sichuan han evolucionado notablemente desde el comienzo del proceso de reconstrucción”, confirma finalmente Xu Minggui.

En Miansi, mientras tanto, se muestran orgullosos de la forma única en que han llevado conjuntamente los trabajos de recuperación de la zona: “Nos tratamos como una gran familia. Nos consideran como hermanos. Cualquier cosa que tengamos que hacer, ellos nos ayudan a hacerla”, dice Jiang Zhihui. “El Gobierno ha planificado cuidadosamente los objetivos de la reconstrucción por emparejamiento, incluyendo en ella los beneficios de la cooperación interprovincial: mientras unos aprenden nuestros métodos y técnicas, otros aprendemos de su cultura”, concluye Zhang Tong.

¿Y tras la reconstrucción?

En este momento, prácticamente se han completado los trabajos de reconstrucción de infraestructuras en Miansi, y ahora Zhuhai está ofreciendo su asistencia en la elaboración de planes económicos para la localidad. Sin embargo, debido a los daños causados por el seísmo en la tierra cultivable y el espacio que han ocupado las nuevas infraestructuras construidas, los lugareños han visto reducidas sus tierras de cultivo per cápita a menos de medio mu (15 mu equivalen a una hectárea), por lo que se enfrentan al problema de mantener un desarrollo sostenible una vez las ayudas lleguen a su fin.

Según los planes previstos actualmente, el turismo y la agricultura ecológica deben convertirse en los pilares para el desarrollo de Miansi en el futuro. El turismo, según indica Zhang Tong, se ha seleccionado no únicamente por los abundantes atractivos de la zona, sino porque se considera que ayudará a recuperar y preservar su medio ambiente, contribuyendo así a mantener vivo el espíritu del pueblo, algo muy necesario tras la catástrofe sufrida. “El programa de reconstrucción por emparejamiento no debe limitarse al lapso de tres años definido inicialmente, sino que debe contemplarse a largo plazo, ya que la meta del Gobierno es lograr un equilibrio en el desarrollo del Este y el Oeste del país”, dice.

Chen Furen presentó el programa de desarrollo turístico de la zona, por el que se prevé la inversión de varios cientos de millones de yuanes. Para ello, se creará un fondo al que Zhuhai aportará una parte importante, quedando el resto a cargo del Gobierno y organizaciones locales. Como señala el alcalde Jiang Zhihui, “ellos nos han ayudado a levantarnos y nos dan el apoyo necesario para sostenernos, pero poner en marcha este plan, dependerá de nosotros mismos”.

La provincia de Guangdong elaboró conjuntamente con al administración local el Programa de desarrollo del distrito de Wenchuan, que contempla los siguientes puntos: el poblado de Weizhou será su centro administrativo; se establecerá en la villa de Yingxiu una zona turística de alta calidad y un parque de prevención de seísmos y desastres naturales, sus consecuencias y las formas de mitigarlas; en los pueblos de Shuimo y Sanjiang se concentrarán modernos servicios educativos y turísticos; en la localidad de Xuankou se ubicará un polígono para el desarrollo de nuevas industrias; en la zona de la villa de Wolong, donde antes se hallaba la Reserva Natural de Wolong, se mantendrán reservas protegidas para el oso panda; las carretera nacionales 213 y 317, y la carretera provincial 303, se dedicarán a la cultura y folklore tradicionales y al legado del oso panda, y se establecerán a su alrededor residencias ecológicas.

De acuerdo con la idea original de completar en dos años los proyectos de reconstrucción previstos para tres, en el segundo semestre de 2010 una mayoría de ellos deberán estar ya completados y la ayuda, por tanto, próxima a su fin. Por ello, Guangdong, además de finalizar los proyectos, está ya estudiando, según Wang Yang, subgobernador de la provincia, mecanismos que permitan cooperar a largo plazo con el desarrollo de las zonas damnificadas.

Guo Xiaoming, vicedecano de la Academia de Ciencias Sociales de Sichuan y asesor del Grupo Consultivo de Ciencias del gobierno de la provincia, ha estudiado la situación actual de la ayuda por emparejamiento a la reconstrucción y los posibles mecanismos futuros de cooperación. En su análisis, señala que actualmente hay una disparidad entre los proyectos de algunos equipos de ayuda y las necesidades y demandas de los lugareños; mientras que se han realizado grandes obras en infraestructuras, a los habitantes de muchas aldeas y villas les preocupan más otros proyectos más pequeños. Es la población del lugar, por otra parte, quien mejor conoce las posibilidades de desarrollo local, un conocimiento que es sólo limitado para los expertos foráneos. Por ello, propone que en los planes y programas que se establezcan a largo plazo, se tengan en cuenta sus demandas y opiniones, sin esperar a que sus preocupaciones y quejas surjan cuando los proyectos estén ya en marcha.

Por otra parte, apunta Guo, en la actualidad las inversiones de ayuda y reconstrucción se han hecho a fondo perdido, sin esperar un retorno de las mismas. Sin embargo, si se desea que éstas se mantengan a largo plazo, es necesario establecer algunos mecanismos de compensación o de lo contrario, no durarán. Es necesario establecer estrategias que supongan un beneficio mutuo para las comunidades inversoras y las receptoras de la ayuda: por ejemplo, la producción agrícola de Wenchuan, si es sólida, podría a su vez llegar a satisfacer la demanda de los mercados de Guangdong.

Naturalmente, para que este tipo de programas se lleven a cabo, deberían ser impulsados por las políticas apropiadas del Gobierno Central.

 

Lista de correspondencias interprovinciales de ayuda a la reconstrucción

Provincia de Shandong – Distrito de Beichuan.

Provincia de Guangdong - Distrito de Wenchuan.

Provincia de Zhejiang - Distrito de Qingchuan.

Provincia de Jiangsu - Ciudad de Mianzhu.

Beijing - Ciudad de Shifang.

Shanghai - Ciudad de Dujiangyan.

Provincia de Hebei - Distrito de Pingwu.

Provincia de Liaoning - Distrito de Anxian.

Provincia de Henan - Ciudad de Jiangyou.

Provincia de Fujian – Ciudad de Pengzhou.

Provincia de Shanxi - Distrito de Maoxian.

Provincia de Hunan - Distrito de Lixian.

Provincia de Jilin - Distrito de Heishui.

Provincia de Anhui - Distrito de Songpan.

Provincia de Jiangxi - Distrito de Xiaojin.

Provincia de Hubei - Distrito de Hanyuan.

Chongqing - Ciudad de Chongzhou.

Provincia de Heilongjiang - Distrito de Jian’ge.

Provincia de Guangdong (principalmente la ciudad de Shenzhen) - Zonas

especialmente afectadas de la provincia de Gansu.

Tianjin - Zonas especialmente afectadas de la provincia de Shaanxi.

 

China. Org. cn Agencia Noticiera Xinhua Diario del Pueblo Radio Internacional de China CCTV
Comuníquen con nosotros:
Dirección: Calle Baiwanzhuang No. 24, Beijing, 100037, China
Tel: 86-10-68996374
Fax: 86-10-68328338
E-mail: chinahoyes@yahoo.es
Derechos Reservados