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Cultura
Leyenda china a través de la ópera occidental
Por LU ZHU*

Xi Shi, creación original ofrecida en el Centro Nacional de Artes Escénicas.

La belleza de Helena de Troya o Helena de Esparta, personaje mitológico de la Grecia antigua, provocó una guerra que duró 10 años, mientras Xi Shi, una guapa china, también del pasado, utilizando su preciosa apariencia, contribuyó a decidir un conflicto. La ópera de creación original Xi Shi ofrecida en el Centro Nacional de Artes Escénicas en Beijing trae nuevamente a la actualidad una leyenda que se ha transmitido durante más de 1.000 años en China y cuya puesta en escena vuelve a ser un fenómeno cultural.

Ópera Xi Shi

Cómo manejar el equilibro entre la tradición y la renovación y entre los elementos orientales y occidentales, y cómo lograr una armonía entre el aria y la pronunciación del idioma chino no sólo representan retos al crear esta ópera, sino que son dudas y puntos interesantes que los compositores prediseñan para el público.

Una pintura a tinta china marca la apertura de Xi Shi, exponiendo perfectamente el lindo paisaje del sur del río Yangtsé y entregando al público una clave satisfactoria: un drama con un pronunciado estilo chino, cuyo noble carácter antiguo y encanto oriental dejan un imborrable recuerdo.

El guionista, Zou Jingzhi, conocido poeta de la década del 80 del siglo pasado, comenzó a incursionar en los 90 en el cine y la televisión y tiene cada vez más acogida en este campo. Sin embargo, poca gente sabe que él estudió bel canto durante una década, razón por la cual siente una loca obsesión por la ópera y se familiariza con ella. Esta calidad y ricos experimentos le convierten en el único candidato para escribir el guión de Xi Shi.

Claro que la música es el alma de una ópera. La compositora de Xi Shi, Lei Lei, sobresaliente entre los jóvenes músicos chinos, ha creado numerosas obras populares en todo el país. La música de la pieza se caracteriza por su habitual estilo melodioso y por mantener el sistema y carácter de las óperas occidentales, además de añadir los elementos tradicionales de la música china, como las escalas básicas “gong, shang, jue, zhi, yu”, las cuales en la escala occidental corresponden a “do, re, mi, sol, la”, la utilización de instrumentos folklóricos, etc. Entre ellas sobresale Choumiao, poema de la dinastía Tang, que forma parte del libro Shijing (Clásico de Poesías), de hace 3.000 años, recompuesta para esta ocasión tras haberse perdido su melodía. Su profundo y dulce estilo causa una gran emoción en el público.

Han Chunqi, diseñador general del vestuario para la clausura de los Juegos Olímpicos de Beijing, fue el encargado de vestir también a los personajes de Xi Shi. Tanto los modelos como sus rayas y confección reviven la moda de más de 2.000 años atrás, mientras su exquisitez deja una profunda impresión en el público. Zhang Liping, protagonista de la obra, que suele desempeñar los papeles principales en las óperas del Teatro Real de Gran Bretaña y el Teatro Metrópoli de Nueva York, lleva el laurel de “reina de la ópera china”, en tanto Dai Yuqiang, afamado tenor chino, asume el rol principal masculino.

De otra parte, la impresionante escenografía de óleos de Occidente, la maravillosa coreografía y la conducción del famoso director Chen Zuohuang redondean una propuesta poderosa, uno de los motivos para atraer al público. La representación de Xi Shi ha obtenido un éxito rotundo, tanto en lo comercial como en lo artístico.

La historia de Xi Shi

Como una de las cuatro bellezas de la antigua China, aunque los libros de historia le dedican poco espacio, los descendientes no escatiman tinta para describir este personaje, con lo que esa imagen se va enriqueciendo y es cada vez más viva.

Durante el Periodo de Primavera y Otoño (año 770-476 a.n.e.), los reinos Wu y Yue ocupaban el sur del río Yangtsé. En los numerosos conflictos entre ambos, ninguno de los contendientes pudo conseguir la victoria definitiva sobre el otro. En el año 494 a.n.e., estalló una nueva guerra entre los dos rivales. Apoyándose en su potente fuerza militar, el reino Wu logró el triunfo. Gou Jian, rey de Yue, sufrió una destrucción fatal y no tuvo más remedio que pactar la paz con su enemigo cediendo territorios. Él mismo y su reina se convirtieron en esclavos del reino Wu.

Para recordarse a sí mismo esa humillación, Gou Jian se acostó sobre la leña y saboreó la hiel todos los días, por lo que tomó la decisión de recobrar sus fuerzas, recuperar a su pueblo y reorganizar a su ejército en los siguientes 10 años, a fin de cumplir la venganza. Al mismo tiempo, para distraer la vigilancia del rey Wu Fu Chai, Yue tributaba gran cantidad de oro y plata, así como hermosas doncellas.

Nuestra heroína, Xi Shi, fue seleccionada por su linda apariencia y enviada al palacio imperial de Wu. Empero, el general Wu Zixu, del estado Wu, sostenía desde el principio hasta final que se debía eliminar a Yue, y que la beldad de Xi Shi era una fuente de desgracias que seducía a los hombres y hacía a los soldados perder su voluntad de combate. Utilizando su belleza y sabiduría, ella amenazó con suicidarse y llevó a Fu Chai a matar a Wu Zixu. La muerte del general incrementó la confianza de Yue para vencer a Wu. Aprovechando la ocasión, Gou Jian designó su ejército, penetró en el reino Wu y cumplió su venganza.

Xi Shi cambió la paz de diez años entre Wu y Yue con su belleza y ganó un tiempo valioso para que el ejército de su monarca pudiera prepararse lo suficiente para el combate. No obstante, después que el rey Yue aniquiló el estado Wu, no se ha encontrado ningún registro sobre el destino de la valiente chica.

Existen varias versiones acerca de su destino. La más antigua, recogida en el histórico libro Mozi, hace más de 2.000 años, asegura que fue ahogada en el río por orden del rey Fu Chai. Mozi nació alrededor del año 468 a.n.e. y murió en el 376. Es decir, vivió en la misma época que Xi Shi, por eso esta versión es confiable y muchos cuentos la dan por cierta, entre ellos la ópera, según la cual, antes de marcharse al estado Wu, Xi Shi y otras chicas guapas fueron recibidas en audiencia por Gou Jian. Sorprendido por su bonita apariencia, el soberano no quería dejarla salir y al verlo, la reina rompió su ilusión gritando: “Gou Jian, ¿acaso has olvidado la humillación del país?” Esta escena insinúa la preocupación de la reina y el desgraciado futuro de Xi Shi.

Tal vez sus admiradores no querían que la valiente joven muriese triste y solitaria y dieron a su vida un final poético de leyenda amorosa, en el que ella se enamora de Fan Li, un alto funcionario, y, tras la victoria, se va con éste al lago Wuhu (actual lago Taihu de Jiangsu), donde ambos vivieron aislados de la sociedad. Este es un final que mucha gente prefiere aceptar y circula hasta la actualidad.

Sobre Fan Li se pueden encontrar muchos registros detallados. Fue un afamado político, diplomático y economista del reino Yue. En las notas históricas de la época anterior no aparece el nombre de Xi Shi, mientras los autores de las novelas posteriores la asocian con el destino de Fan, quien, según cuentan, fue a buscar doncellas guapas por orden de Gou Jian, se enamoró de Xi Shi a primera vista y se comprometió con ella.

Para recuperar su tierra, ambos no tuvieron más remedio que separarse. La chica fue a Wu. Tras derrotar a Fu Chai, los enamorados por fin se casaron. Conforme a registros históricos, Fan Li, muy listo para los negocios, logró amasar en su vida de ermitaño una considerable fortuna que podía competir con la de un estado. Este es un final perfecto: un bello amor y prosperidad en los negocios, representa el buen deseo de la gente común de tener una vida y un matrimonio feliz.

Muchos refranes que aún hoy se utilizan en la sociedad china se inspiraron en la joven, como “A quien feo ama, hermoso le parece”, “La muchacha fea Dongshi imita el sobrecejo de la hermosa Xi Shi”, etc. El último relata que una fea vecina, llamada Dongshi, imitaba los actos de Xi Shi, pero resultaba todavía más fea. También su nombre se usa en otros aspectos. En Fujian hay un plato conocido como “Lengua Xi Shi”; y también vive un pescado llamado Xi Shi en el río Yangtsé. Además, circula entre el pueblo un precioso cuento: después de contraer matrimonio a Fan Li, dos enamorados vivían a la orilla del lago Taihu, y Xi Shi solía echar todos los días al lago el agua usada para lavarse la cara. Con el paso de tiempo en este sitio fue creciendo un caracol colorido. Todo esto refleja la buena impresión de Xi Shi, la primera belleza de la antigua China, en el recuerdo de la gente.

Cuatro hermosuras de la antigüedad

En la China antigua se solía describir hiperbólicamente la hermosura femenina atribuyéndole la capacidad de dejar atónitos a los peces hasta fundirse en la profundidad y hacer caer a tierra a los ánades silvestres en vuelo, así como eclipsar a la luna y hacer avergonzarse a las flores, palabras que se corresponden con los cuentos de las cuatro bellezas de la antigüedad. Al igual que en el caso de Xi Shi, los nombres de las otras tres casi no aparecen en los registros oficiales, aunque sí se citan con frecuencia en los relatos populares, leyendas folklóricas, óperas locales, novelas y poesías, y gracias a ellos, sus historias se van interpretando y enriqueciendo.

A diferencia de Occidente, donde las mujeres hermosas y famosas han dejado sus huellas en la historia por su belleza y amor, en la historia china antigua, en la que los protagonistas solían ser los hombres, las mujeres bellas eran sinónimo de “desgracia”, o significaban la dictadura. Sin embargo, el motivo de que los cuentos de las cuatro representadas por Xi Shi puedan transmitir hasta hoy día se debe a su influencia política.

“Fundir en la profundidad a los peces” se refiere a Xi Shi. El dicho proviene de cuando la muchacha lavaba la ropa al lado de un arroyo, los peces, avergonzados, se fundieron en el río al ver su lindo aspecto.

“Hacer caer a tierra los ánades silvestres en vuelo” alude a la belleza de Wang Zhaojun (año 206 a.n.e.-25 d.n.e., dinastía Han del Oeste), quien nació en Zigui, Hubei, y fue seleccionada para el palacio imperial de Han. En aquel entonces se escogía a las chicas según los dibujos y como Wang Zhaojun no quería sobornar como otras a Mao Yanshou, pintor imperial, éste la dibujó muy fea, por lo que la desafortunada joven entró en el “Palacio frío”. En esa época, los hunos invadían a menudo las fronteras del dominio Han, cuyo ejército fracasó en varias oportunidades en su defensa. Para lograr la estabilidad, el Gobierno aplicaba la política Heqin (casar a las chicas con los jefes de los hunos). Pero debido a que los invasores vivían en zonas aisladas, pocas querían ir hasta allá. Al enterarse, Wang Zhaojun expresó su voluntad de sacrificarse y se comprometió con el chanyu (jefe de los hunos). El emperador no había visto a la muchacha hasta que partió a la tierra de su futuro esposo y, cautivado por su belleza, se sintió arrepentido. Cuentan que al recorrer el camino hacia el que sería su nuevo hogar, la chica, pensando que en lo adelante estaría sola, no pudo contener su nostalgia y sacó su pipa (instrumento antiguo chino) y comenzó a tocar una pieza tan triste que hasta los ánades silvestres en el cielo se pararon a escucharla y cayeron al suelo.

“Eclipsar a la luna” es un don que se atribuye a Diao Chan, una joven que vivió hace más de 1.700 años. En aquel entonces, el desleal funcionario Dong Zhuo dominó el poder y la corte era muy corrupta, de modo que la gente se quejaba mucho. Su hijo afectivo, Lü Bu, apoyado en el poder de Dong, también era muy hegemónico. Para salvar al país de la desgracia, a los funcionarios se les ocurrió un ardid: aprovechando la belleza de Diao Chan, primero la prometieron en matrimonio a Lü y después la gente la entregó a Dong, a fin de provocar contradicciones entre ambos. Por envidia, Lü Bu mató a Dong Zhuo y cuentan que cuando Diao Chan rendía culto a la luna, ésta, avergonzada por no tener tan bella apariencia como la joven, se escondió entre las nubes.

Por último, se dice que Yang Yuhuan, concubina favorita del emperador Tang Xuanzong, de la dinastía Tang (618-907 d.n.e), fue quien logró “Avergonzar a las flores”. A diferencia de las otras tres bellezas, fue la única que dio lugar a la “subyugación” del país con su hermosura. El emperador, obsesionado locamente por ella, dejó de asistir a la asamblea matutina de la corte. El ejército liderado por el general rebelde An Lushan rodeó las afueras de Chang’an, capital de Tang, y el monarca no tuvo más remedio que huir, llevándose consigo a Yang Yuhuan y a los funcionarios. En el camino, los soldados culparon a la chica por el resentimiento del pueblo y pidieron al emperador y a su hermano, Yang Guozhong, que la ejecutaran. El soberano no tuvo otro remedio que anunciar la orden.

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