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Economía
¿Habrá guerra comercial chino-estadounidense en 2010?
Por ZHANG XUEYING

Dr. Liang Guoyong, funcionario encargado de Asuntos Económicos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.

EL 11 de septiembre de 2009, el Gobierno de EE.UU. decidió castigar durante tres años las importaciones de neumáticos chinos de automóviles y camionetas con el pago de los derechos aduaneros. Dos días después, el Ministerio de Comercio de China (MCCh) abrió un expediente para la investigación y el proceso antidumping y antisubvención de una parte de los productos automovilísticos y los pollos originarios de EE.UU. Ambas medidas agudizaron de repente las fricciones comerciales chino-estadounidenses.

más tarde, la Comisión de Comercio Internacional (CCI) de EE.UU. aprobó una resolución para someter a investigación de antidumping y antisubvención a los tubos de acero sin costura exportados por China; y el MCCh, a petición del sector automovilístico nacional, inició una investigación de antidumping de los automóviles fabricados por la primera economía mundial.

En noviembre reciente, el Departamento de Comercio de EE.UU. empezó a cobrar a China los derechos de aranceles de antidumping más elevados, del 99,14%, a su tubos para pozos de petróleo, mientras la CCI decidió cobrar las tasas aduaneras de “doble anti” al papel de impresión, pirofosfato de potasio, dihidrogenofosfato de potasio y fosfato dipotásico de hidrógeno importados de China. Frente a la postura agresiva de Washington, Beijing respondió con la investigación de “doble anti” orientada a los coches y 4x4 importados de Estados Unidos.

Como el calentamiento de la fricción comercial entre los dos países atrajo la atención de la opinión pública, China Hoy entrevistó a Liang Guoyong, funcionario encargado de asuntos económicos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, invitándole a analizar a fondo las causas y el trasfondo de tales fricciones comerciales y la tendencia de desarrollo de la relación bilateral en 2010.

China Hoy: ¿Por qué Estados Unidos exhorta por un lado a fortificar la cooperación y por el otro adopta con frecuencia sanciones comerciales contra los productos chinos?

Liang Guoyong: Sin duda alguna, con el fin de salir del apuro de la crisis financiera y la recesión económica, EE.UU. necesita la cooperación con China. Por un lado, el sano sistema financiero y las activas políticas monetarias de China desempeñaron un papel importante para impedir la proliferación de la crisis financiera internacional y estabilizar el mercado financiero global. Por otro, el proyecto de estimulación financiera sin precedentes que China adoptó promovió un fuerte crecimiento económico y la recuperación de la economía china impulsó en gran medida la mundial. Actualmente, China se ha convertido en la fuerza motriz más importante para el crecimiento económico global, y también en fuerza energética para fomentar la revitalización económica estadounidense. Además, China es el mayor acreedor de EE.UU. La estabilidad de las finanzas de éste, e incluso la posición del dólar como moneda de reserva mundial, necesitan de la cooperación con China. Por lo tanto, en los meses de lucha contra la crisis, aumentó la importancia de cooperación comercial chino-estadounidense y también elevó constantemente el nivel del diálogo económico estratégico entre los dos países.

Sin embargo, en momentos en que la crisis comienza a revertirse, es urgente rebajar el índice de desempleo y resolver el gigantesco déficit comercial de las políticas económicas estadounidenses. En la elaboración de las políticas comerciales concretas, la Casa Blanca cambió la postura hacia China, cuando consideró el ambiente político interior y las relaciones internacionales, empezó a sacrificar los intereses de los socios comerciales más importantes para satisfacer las demandas políticas de los grupos de intereses específicos domésticos. Siendo el país con la mayor balanza comercial a su favor, China fue el más afectado. Obviamente, EE.UU. cambió la política comercial orientada hacia China, adoptó las medidas de restricción y presionó para la revaluación de la moneda china.

Cambiar el modo de exportación se considera la esperanza de recuperar crecimiento económico de EE.UU. El círculo económico americano también cree que el desequilibrio económico global, sobre todo el desequilibrio del comercio chino-estadounidense, tiene su causalidad en el estallido de la crisis. Esta disparidad debe ser rota y la economía global debe buscar un nuevo equilibrio después de la crisis. Las constantes sanciones comerciales aplicadas a los productos chinos, muestran la determinación de EE.UU. de reconstruir este equilibrio, incluso, al precio de tomar medidas proteccionistas.

En noviembre de 2009, el Departamento de Comercio de EE.UU. pronunció el veredicto sobre la investigación antidumping y antisubvención de los tubos para pozos de petróleo importados de China.

CH:

Según su estudio y observación, ¿cuál es el déficit comercial chino-estadounidense? Hemos notado que al respecto existen diferencias entre las estadísticas comerciales de ambos países. ¿Cuál es su opinión?

LG: Estas diferencias se deben al modo en que los dos países hacen sus cálculos, como por ejemplo, el cálculo del comercio de importación y distribución de los productos originarios de China. Las estadísticas de los americanos evaluaron altamente el déficit. Sin embargo, de todas maneras hay que reconocer que el desequilibrio comercial entre China y EE.UU. es muy grande.

(Nota: según las estadísticas del Ministerio de Comercio de China el superávit de enero a octubre de 2009 fue de 107.870 millones de yuanes, con una reducción del 18,4% en relación con el mismo período del año anterior).

Pero, debemos mencionar algo. La disposición de la inversión internacional y la distribución industrial de Asia Oriental decide que gran cantidad de productos chinos exportados a EE.UU. sean manufacturados por las empresas de capital extranjero establecidas en China y las piezas de estos productos, que ocupan la mayor parte del valor global, provienen de países y regiones cercanos, como Japón, Corea, Taiwan, etc., o sea, muchos productos sólo se ensamblan en China y luego se exportan. Así que China, siendo el “taller de ensamblaje”, se convierte en trampolín de exportación de estos países y regiones hacia EE.UU., e injustamente es culpada por el superávit de su comercio con la nación norteamericana.

Por lo tanto, hay que considerar el desequilibrio comercial chino-estadounidense en el gran fondo de las relaciones económicas y comerciales entre Asia Oriental y EE.UU. y el desequilibrio económico global. Todos los países relacionados deben colaborar mutuamente para encontrar soluciones al respecto. Al mismo tiempo, es necesario estudiar plenamente la causalidad entre los propios caracteres económicos de EE.UU. y su gigantesco déficit comercial, a fin de resolver radicalmente el problema por medio del reajuste de la estructura económica.

CH: Públicamente, funcionarios estadounidenses han atribuido el superávit a que China no compra productos americanos, pero los chinos dijeron que no es que nosotros no compremos, sino que los americanos no nos vendieron. ¿Qué opina usted sobre esta divergencia?

LG: China exporta a EE.UU. gran cantidad de productos de labor intensiva, mientras que éste exporta a China principalmente capital y productos de tecnología intensiva. La gran industrialización y urbanización de China necesita enormemente los productos de ciencia y altas tecnologías de EE.UU., pero debido al control de la exportación de estos productos que imponen a China las propias leyes estadounidenses, la potencialidad no ha logrado liberarse. Por eso es necesario relajar y reajustar esta política, que tiene su origen en la época de la Guerra Fría y obviamente resulta obsoleta, lo que contribuirá a la solución del desequilibrio comercial entre los dos países.

CH: Los expertos chinos predicen que las fricciones comerciales chino-estadounidense de 2010 se concentrarán en las industrias química, textil y de las confecciones, maquinarias y aparatos eléctricos y siderúrgica. ¿Lo ve usted así? Si añadimos los sectores concernientes al antidumping, ¿qué proporción ocuparán en el volumen comercial bilateral? ¿Se podrá reducir el déficit de EE.UU.? ¿Cómo afectará a las exportaciones de China y EE.UU.?

LG: Creo que las fricciones se concentrarán en los sectores de China donde la competitividad crece más rápido y cuyos productos ocupan cuotas mercantiles cada día más altas en EE.UU., por lo que será más fácil tocar el “queso” de los sectores de interés relacionados y provocar la adopción de sanciones comerciales. Estos productos y sectores pertenecen mayoritariamente a las maquinarias y aparatos eléctricos y la industria química pesada, según las estadísticas comerciales. Sin embargo, frente a los castigos estadounidenses, las contramedidas chinas se orientan a los sectores indeterminados, principalmente a los productos agrícolas, automovilísticos, siderúrgicos y otras áreas de más empleos.

Es difícil calcular la proporción que ocupará la suma de los casos concernientes a antidumping, antisubvención y otras sanciones comerciales en 2010 en el volumen global del comercio chino-estadounidense. Si la protección comercial pierde el control y la guerra comercial experimenta una nueva escalada, el comercio bilateral se verá perjudicado en gran medida. Esto no contribuirá a la solución del problema del desequilibrio comercial bilateral y dañará gravemente los intereses de estas industrias y a sus empleados y obreros, resultando pérdida-pérdida. Se prevé que para evitar esta situación, ambas partes deben ceder y llegar a un acuerdo. En este caso, la suma relacionada con las sanciones de 2010 quedará en el ámbito controlable y no afectará el fundamento de las relaciones bilaterales.

CH: Estados Unidos vincula el superávit con el tipo de cambio del yuan y pide que la moneda china se revalúe. Algunos expertos creen que el tipo de cambio yuan-dólar subirá del 3 al 5% en 2010, ¿qué opina usted? Hemos notado que en algunos de sus artículos señala que “el Gobierno chino debe transigir apropiadamente en las fricciones”. ¿Cuál es esa transigencia que menciona? ¿Incluye también la revaluación del yuan? ¿Es cierto que la pequeña revaluación de la moneda china logrará el efecto deseado por los expertos americanos, o sea, aumentará el poder adquisitivo de los chinos, etc.?

LG: La tasa de cambio del yuan es uno de los motivos del desequilibrio comercial entre China y EE.UU., pero no es la causa esencial. Durante julio de 2005 y junio de 2008, el yuan se revaluó mucho, pero el problema del desequilibrio comercial no cambió radicalmente. La solución de este inconveniente necesita los esfuerzos de ambas partes en diversos ámbitos. La guerra comercial es el modo más tonto. En vista de que bajo las circunstancias de la crisis, cualquier disputa comercial se viene convirtiendo en un problema político, permitir la pequeña revaluación del yuan puede ser una opción activa. Pero la elaboración de las políticas concernientes y su puesta en práctica exigen el profundo conocimiento de la tendencia de la resucitación económica después de la crisis y el pleno cálculo de los efectos positivos y negativos previstos de la revaluación del yuan.

En la XX Comisión Conjunta de Comercio China-EE.UU, en 2009, los dos países llegaron a tener identidad de criterios sobre la oposición al proteccionismo, la fortificación de la cooperación energética y los problemas económicos y comerciales.

Por otro lado, a pesar de que el sistema decisivo de la tasa de cambio del yuan, después de la reforma de 2005, se ha vuelto cada día más mercantilizado, la desconexión del tipo de cambio y la oferta y la demanda del mercado podrán transmitir falsas señales. Por eso es necesario hacer una valoración sobre el tipo de cambio razonable del yuan, con el fin de analizar bien la situación económica interior de China y establecer adecuadamente la meta del reajuste de la estructura económica—aumentar los ingresos, fomentar el consumo y contener inflación. Todavía no están claros algunos problemas concretos, como por ejemplo, ¿en qué magnitud se revaluará el yuan en 2010, 3-5% o más? o ¿cuándo se volverá a aplicar el mecanismo de fijación de los tipos de cambio del yuan tomando el paquete de monedas, en lugar de sólo el dólar, como referencia? Pero la dirección general parece ser visible. La declaración concerniente que hizo el Banco del Pueblo de China en noviembre de 2009 lo ha confirmado. Tomar decisiones de acuerdo con la situación real y revaluar en pequeña escala el yuan será el tono básico de la política del tipo de cambio de China en los próximos años.

CH: Algunos expertos chinos afirman que la reacción del Gobierno chino sobre los casos de antidumping muestra que no tuvo plena preparación, e incluso su reacción fue débil. ¿Cómo evalúa usted las medidas correspondientes que adoptó China? ¿Piensa que el Gobierno chino tomó una actitud dura y medidas vindicativas?

LG: Pienso que ante las fricciones comerciales con EE.UU., la actitud que adoptó el Gobierno chino es justificada, razonable y controlada. Frente al proteccionismo es imprescindible tomar medidas antisanciones, pero el círculo vicioso formado por la sanción y la reacción excesiva perjudica a ambas partes. En las relaciones económicas y comerciales internacionales existen las disputas, pero hay más transigencia. El combate es el medio y, al fin y al cabo, la conciliación es el objetivo para alcanzar los intereses máximos. Además, las empresas afectadas por el proteccionismo también tienen el deber de accionar con mayor iniciativa, para presentar la apelación y desplegar una contrarréplica, a fin de proteger sus propios intereses. Debido al límite del poder de las empresas, el Gobierno tiene que ofrecerles el apoyo necesario.

CH: ¿Si se produce una reacción en cadena por las sanciones comerciales que impuso EE.UU. a China, tomará la Unión Europea las mismas medidas? En momentos de recuperación de la economía global con un inestable fundamento, ¿qué influencia ejercerá la agudización de las fricciones con la economía china e incluso la global?

LG: Las relaciones entre China y EE.UU. son las más importantes del mundo. Las buenas relaciones económicas y comerciales entre ambos desempeñan un papel importante para el desarrollo saludable de cada una de sus economías y la mundial. Si el conflicto comercial se agudiza y la guerra comercial aumenta, afectará los intereses económicos de las dos potencias y debilitará el fundamento de la resucitación económica de ambas e incluso del mundo.

Actualmente, el proteccionismo global aún está en el ámbito controlable. Si las grandes potencias comerciales no aplican medidas de autoayuda con tino, la venganza y el efecto ejemplar que provocarán conducirán a una situación incontrolable.

 

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