Frente al azote de la crisis financiera, partiendo de la altura estratégica, los diversos círculos sociales de ambas partes prestan gran atención a la relación bilateral, de manera que ésta logra notables progresos. En lo referente al área gubernamental, ambas partes fomentan declaraciones sobre sus políticas o elaboran planes a largo plazo sobre las relaciones bilaterales. El 5 de noviembre del año pasado, el Gobierno chino publicó el “Documento sobre la Política de China hacia América Latina y el Caribe”, en el que se especifican los objetivos generales de nuestro país hacia la región, se traza el “itinerario” de la cooperación futura y se aclara el deseo de acelerar la relación con las naciones latinoamericanas.
Del otro lado, Latinoamérica también planteó su estrategia a largo plazo con respecto a China: Brasil elaboró la “Agenda China”, Chile promovió el “Plan de Políticas Hacia China” y México fundó el “Grupo de Trabajo Chino”, como las mejores muestras de que consideran a China como el principal elemento exterior para acelerar su ascenso económico y aliviar el impacto de la tempestad financiera.
Ante la crisis financiera y los bruscos cambios en el ámbito internacional, China y AL han fortalecido la coordinación y cooperación en los asuntos universales. China, Brasil, México y Argentina son países en vías de desarrollo y emergentes, y mantienen consenso en temas internacionales y regionales importantes, como la reforma del sistema financiero internacional, la reforma de la ONU, las negociaciones de la Ronda de Doha, el cambio climático y la profundización de la cooperación de los países en vías de desarrollo. Además, fomentan intercambios y coordinan su posición en el marco del G20, G8+5, APC y BRIC (cuatro países: Brasil, Rusia, India y China) y salvaguardan los intereses de las naciones en vías de desarrollo. La cooperación entre China y AL ha transitado del plano bilateral al multilateral y del regional al mundial.
Por otro lado actúan los organismos no gubernamentales y empresas chinos y latinoamericanos, a fin de resistir la crisis. El 29 de octubre de 2009 se celebró en La Habana, Cuba, el II Foro de Amistad de América Latina y el Caribe con China con la participación de delegaciones provenientes de 20 países, entre ellos China, Cuba, Chile, Paraguay, Nicaragua, Perú y México. Bajo el lema “Relación entre China y AL bajo la crisis financiera”, los asistentes discutieron cómo fomentar la cooperación y profundizar la relación en diversos campos. Casi un mes más tarde, el 25 de noviembre, se inauguró en Bogotá, Colombia, la III Cumbre de Empresas Chinas y Latinoamericanas, cuyo tema principal fue “incrementar la confianza, vencer la crisis y promover el desarrollo común”. Más de 700 empresarios enfocaron los problemas de la crisis económica y el reforzamiento del liberalismo comercial, así como la necesidad de encontrar canales y métodos apropiados para enfrentar la tempestad financiera y sentar buenas bases para fortalecer la relación bilateral.
Desde luego, no negamos que en 2009 también hubo problemas en el desarrollo de la relación China-AL. La gripe A H1N1, el proteccionismo comercial y otras cuestiones produjeron influencias negativas. Sin embargo, confiamos en que con el aumento de la comunicación y los intercambios y el incremento del entendimiento, la confianza política y los negocios puedan lograr un desarrollo sostenible y estable.
Aumento de las visitas de alto nivel y diálogos estratégicos
Con el propósito de enfrentar los actuales desafíos internacionales, China y AL incrementan las visitas mutuas de alto nivel y los diálogos estratégicos. En febrero de 2009, el vicepresidente de China, Xi Jinping, realizó una gira por México, Jamaica, Colombia, Venezuela y Brasil, mientras el vicepremier Hui Liangyu estuvo en Argentina, Ecuador, Barbados y Bahamas. En septiembre, Wu Bangguo, presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, visitó Cuba y Bahamas, y en noviembre, Jia Qinglin, presidente del Comité Nacional de la CCPPCh, viajó a Perú, Ecuador y Brasil.
Feria de Transacción con AL, celebrada en Jinjiang, China, en diciembre de 2009.
A la vez, en marzo, abril, mayo y noviembre del mismo año, los presidentes de Uruguay, Tabaré Vázquez, Venezuela, Hugo Chávez, Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y Chile, Michelle Bachelet, así como el primer vicepresidente de Perú, Luis Giampietri, realizaron visitas a nuestro país para fortalecer el entendimiento y conocimiento mutuos y ampliar el consenso y la confianza recíproca. Al mismo tiempo, China ha fomentado el diálogo con sus socios estratégicos, entre ellos Brasil, México, Argentina y Perú, consolidando la relación bilateral. En agosto del año pasado, representantes gubernamentales chinos y mexicanos celebraron el “Primer diálogo estratégico”, mecanismo que a través de las conversaciones y la coordinación pretende eliminar las divergencias y malentendidos e impulsar la relación de los dos países hacia un desarrollo completo. En noviembre tuvo lugar la “Segunda ronda de diálogo estratégico” entre China y Brasil, en la que se efectuaron intercambios y consultas acerca de temas bilaterales, regionales y globales y se elaboró el plan de acción común con el cual se ha profundizado la relación de socio estratégico. Previamente, en octubre, se llevó a cabo la XVII Reunión de la Comisión Mixta Económico-Comercial entre China y Argentina, que decidió implementar las medidas para resolver los fenómenos no armoniosos existentes en el comercio entre los dos países. A ese evento siguió en noviembre el “Foro de Cooperación Económica y Comercial China-Perú”, dirigido a “aprovechar la oportunidad y acelerar la ganancia mutua”. En esa ocasión los participantes discutieron las posibilidades y métodos para profundizar el intercambio comercial entre los dos países y el primer vicepresidente Giampietri expresó el deseo de las naciones latinoamericanas: “Bajo la globalización actual, la parte peruana está dispuesta a reforzar la cooperación con China e impulsar la relación bilateral a un escalón más alto”.
Más éxitos en la cooperación comercial
Tanto China como AL han convertido la presión en impulso, promoviendo la cooperación profunda en las áreas de comercio, inversión, energía, finanzas, etc. Pese a que la crisis financiera ha sido la causa del brusco descenso del comercio bilateral y una notable disminución de las inversiones de la parte latinoamericana en China, gracias a la complementariedad de las economías china y latinoamericana, sobre todo a los esfuerzos dedicados por las dos partes, que han incrementado la capacidad de resistir a la crisis, la relación comercial bilateral experimentó un desarrollo amplio en 2009.En el campo comercial, sobrepasando a EE.UU., China ha devenido primer socio comercial de Brasil y Chile y segundo de toda la zona latinoamericana, sólo por detrás de EE.UU. Además, Uruguay resultó ser otro país latinoamericano que reconoció voluntariamente el estatus de economía de mercado de China.
Resulta evidente, por otra parte, el ascenso de la inversión de China en la región. De enero a septiembre del año anterior, la inversión china de tipo no financiero ascendía a 7.175 millones de dólares, marcando un ritmo de incremento sin precedentes. Al mismo tiempo, China firmó 855 convenios de contratos de obras, valorados en su totalidad en 4.040 millones de dólares, un 9,9 por ciento más que en el mismo periodo de 2008. Entre ellos sobresalen los proyectos de establecimiento de la sucursal mexicana de Jinlong, el mayor fabricante de tuberías de cobre de precisión de China, el de la fábrica de producción de computadoras Lenovo, en la ciudad de Apodaca, México, la construcción del ferrocarril de alta velocidad en Venezuela, la construcción de la central hidroeléctrica de Ecuador, y la explotación del Río Magdalena, Colombia, entre otros.
En cuanto a la cooperación en el campo de los recursos energéticos, la importación de petróleo crudo de China desde Brasil marcó un considerable ascenso y la cooperación integral de la industria petrolera con Venezuela consiguió un gran avance, mientras nuestro país firmó contratos de compra de petróleo con Ecuador por 1.000 millones de dólares.
En cuanto al mecanismo de cooperación económica y comercial, viento en popa marchó la implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC) China-Chile. Tras la firma del Acuerdo Complementario sobre el Comercio de Servicios del TLC entre ambos países, en abril del 2008, las partes llevaron a cabo en 2009 la cuarta rueda de negociaciones sobre el acuerdo de inversión. El TLC China-Perú, suscrito en abril de 2009, entró en vigor el 6 de diciembre del mismo año. China y Costa Rica efectuaron los estudios correspondientes para la fundación de una zona de libre comercio y sostuvieron la quinta ronda de negociaciones al respecto, de modo que Costa Rica va camino de convertirse en la tercera economía del hemisferio que suscribe un TLC con China. Además, nuestro país ha rubricado convenios comerciales con 15 naciones latinoamericanas, de protección de inversión con 12 y para evitar la doble tributación con siete.
Con el propósito de resistir el impacto de la actual crisis financiera, China y AL dedican esfuerzos a crear nuevos modelos de cooperación económica. En 2009, aprovechando la oportunidad, se combinaron las ricas reservas de divisas de China y la gran demanda de fondos de América Latina, explorando nuevos modelos de cooperación financiera, como el “canje de moneda”, “préstamo a cambio de petróleo”, “préstamo a cambio de proyectos”, etc. El 29 de marzo el Banco Popular de China y el Banco Central de la República de Argentina firmaron un acuerdo marco de canje de monedas por 70.000 millones de yuanes, en lo que constituyó la mayor transacción financiera en la historia de China y AL.
El 4 de noviembre, la Agencia Nacional de Petróleo (Brasil) y el Banco de Desarrollo de China (China Development Bank) rubricaron el acuerdo de préstamo a cambio de petróleo, ascendente a 10.000 millones de dólares. Por otro lado, la cifra del Fondo de Explotación Conjunta China-Venezuela creció desde los 6.000 millones hasta los 12.000 millones de dólares. Con este último país China suscribió también el pacto de “préstamo a cambio de petróleo”. Además, se firmó con Ecuador un convenio de préstamo a cambio de petróleo por un volumen global de 1.000 millones de dólares.
Estos nuevos modelos de cooperación financiera impulsan en gran medida la inversión china en Latinoamérica y ayudan a ambas partes a desempeñar su predominancia, así como promover la profundización de la relación bilateral económica. En marzo del año pasado, China, como país miembro número 48 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), asistió por primera vez a la reunión anual de ese organismo, incorporándose a la cooperación económica y financiera de la zona latinoamericana. El BID deviene nueva plataforma al respecto.
Fortalecimiento del intercambio cultural
A medida que se estrecha cada vez más la relación China-AL, entre los latinoamericanos se forma un nuevo “concepto chino” y la nación asiática logra cada día más influencia en esta zona. Con el aumento del poderío nacional de nuestro país, las continuas visitas de delegaciones a Latinoamérica, la penetración de las empresas chinas en ese mercado y la entrada de los productos chinos con buen precio y de buena calidad a los hogares latinoamericanos va cambiando la impresión de la gente acerca de China. Ellos consideran que China no es una nación atrasada situada en la otra orilla del Océano Pacífico, sino que está ante sus ojos y es comparable con los países desarrollados. Los productos chinos han dejado de ser “ásperos y de baja calidad”, sino de “alta calidad y bajos precios”, y para la región, China juega un papel importante como “motor” que promueve el crecimiento de la economía latinoamericana y deviene ejemplo parar estudiar y tomar como referencia.
Compradores latinoamericanos seleccionan productos chinos.
Las últimas encuestas demuestran que el grado de reconocimiento de China por parte de los latinoamericanos se sitúa en el mismo nivel de los países desarrollados, como EE.UU., Japón o Francia, y que los diversos países de la región fijan sus ojos en el “Oriente” y pretenden fortalecer su relación con China. El año pasado los principales periódicos, estaciones de televisión, emisoras de radios y redes en Internet de AL incrementaron la publicación y emisión de reportajes sobre nuestro país, algunos medios de comunicación realizaron informes especiales sobre el desarrollo económico y la ceremonia por el 60 aniversario de la fundación de la Nueva China. En México y Ecuador se fundaron los primeros “Centros de Estudio de China”, con el propósito de analizar temas específicos, y en San José, capital de Costa Rica, se levantó el “barrio chino”, con un área de 8.300 m2.
Por otro lado, en los países latinoamericanos se establecen uno tras otro los institutos Confucio, a fin de dar a conocer la cultura china. Además de las cinco instituciones de este tipo inauguradas en México, en 2009 se fundaron varias más, extendiéndose de norte a sur. El 5 de mayo abrió sus puertas el segundo Instituto Confucio de Chile, en la Pontificia Universidad Católica de ese país; el 27 de mayo, el primero de Argentina, en la Universidad de Buenos Aires; el 7 de agosto, el de la Universidad de Costa Rica, el primero de América Central; el 20 de agosto, el de la Universidad de Brasilia, en Brasil; y el 30 de noviembre el de la Universidad de La Habana, Cuba. Hasta el presente, suman 20 los centros de este tipo que operan en la región. Su fundación no sólo muestra el deseo del pueblo latinoamericano de conocer la historia y la cultura de China, sino que también desempeña una función activa en el fortalecimiento del intercambio cultural entre ambas partes.
