Definitivamente, a los astrónomos aficionados la lluvia de meteoros Leónidas les provoca un entusiasmo sin precedentes, pues se trata de un evento que acontece cada 33,5 años como promedio, lo que significa que un mortal sólo puede verlo tres veces como máximo. Pero un suceso más raro está en camino, la coincidencia en 2010 de la celebración del Año Nuevo Chino y el Día de San Valentín, una circunstancia que se produce cada 38 años, por tanto, habrá que esperar hasta 2048 para que vuelva a tener lugar.
Coincidencia de dos fiestas
La ocasión ha despertado gran interés en toda China, donde algunos se preguntan si ¿debemos celebrar la fiesta tradicional o el evento extranjero?
La Fiesta de la Primavera es un gran acontecimiento que reúne a todos los miembros de la familia.
Previo a la fundación de la Nueva China, en 1949, a la mayoría de los chinos no se les permitía elegir su pareja, a la que muchas veces ni siquiera llegaban a conocerse antes del matrimonio de conveniencia. En las décadas siguientes y por un largo período de tiempo, aunque el casamiento libre se popularizó y surgieron ideas modernas sobre el noviazgo, la exposición pública de un romance era considerada una actitud vergonzosa y los amantes mantenían cuidadosamente una distancia prudencial al caminar por la calle. Y hasta en la cercana década del 80, el cortejo entre los estudiantes siguió estando prohibido en los centros de enseñanza.
Después que el país se abrió al mundo, la cultura occidental catalizó cambios radicales en la actitud de los chinos sobre todos los aspectos de la vida. A partir de entonces las relaciones amorosas son respetadas y consideradas asuntos privados y en los campus los jóvenes pueden disfrutar de su relación abiertamente, como sucede en Occidente. La palabra “amante”, que antes era interpretada en chino como sinónimo de una relación extramarital, adquiere ahora un significado neutro, como en inglés o español.
El Día de San Valentín fue conocido por los chinos en la década del 90, y muy pronto la moda fue extendiéndose por todo el territorio nacional. Su celebración significó un gran impulso para un grupo de negocios, como las floristerías, cafeterías, cines y restaurantes de estilo occidental. Canciones con letras dulces llenan el aire de cada ciudad y pueblo y el Día de los Enamorados, aunque es parte de la cultura occidental, ha adquirido ya cierta importancia. Este será el primer año en el que nuestro país celebrará el amor el mismo día que el Año Nuevo Chino, desde que la costumbre foránea fue introducida en China.
Para muchas personas, San Valentín es una fecha romántica que se pasa en compañía de la persona a quien estamos unidos sentimentalmente, mientras que la Fiesta de la Primavera es un icono de nuestra tradición nacional. La coincidencia de ambos acontecimientos en 2010 ha llevado a algunos a preguntarse qué harán los novios ante este dilema, ¿celebrarán juntos o estarán con su familia?
¿Decisión difícil? Tal vez no
Sina.com, uno de los sitios web más visitados de China, realizó una encuesta en línea en septiembre de 2009, sobre los planes para el 14 de febrero de 2010. De los 19.160 encuestados, el 61,7 por ciento (11.749 personas) aseguró que pasaría ese gran día con su familia, porque considera la fiesta tradicional más importante. Un 31,3 por ciento (5.968) propuso en cambio el inteligente plan de llevar a su pareja a la reunión familiar, y sólo un 3,9 por ciento (735) manifestó que dedicaría ese día a sus novios, con la excusa que ha celebrado muchas veces la Fiesta de la Primavera con sus padres. Otro 3,1 por ciento (592) sigue luchando con el dilema.
El estudio muestra que el 93 por ciento de los encuestados se quedará al lado de papá y mamá, acompañados de sus amantes o no, lo que demuestra la fuerza de los lazos familiares para la mayoría de los chinos.
Un sondeo posterior, llevado a cabo por BBS (Bulletin Board System), de la Universidad de Beijing, recopiló más información sobre la elección de las parejas formadas por universitarios. Los resultados revelaron que, aunque las generaciones más jóvenes son propensas a ser más abiertas a las influencias occidentales, como el Día de San Valentín, nadie eligió la opción de pasar el 14 de febrero de 2010 con su novio.

Algunas respuestas de los internautas demuestran una actitud muy firme: “Hay que estar con la familia”, “el Año Nuevo Chino es más importante”, “pasar el Año Nuevo en casa es necesario”. A los enamorados que tienen su familia en la misma ciudad les resulta fácil resolver este problema. Una propuesta hecha en Internet recomienda: “Si tienes una novia, la llevas a tu casa, y luego vas a la suya; si no tienes una, pues te quedas en casa tranquilamente; si la relación todavía está en su etapa inicial, pues ambos se quedan con su propia familia y se llaman por teléfono para saludarse”.
Efectivamente, muchas personas esperan aprovechar la coincidencia de ambas celebraciones para llevar su pareja a su casa y que sus padres la conozcan. Para los chinos es necesario presentar a su pareja a los padres antes de considerar el matrimonio y que el Día de San Valentín coincida con la Fiesta de la Primavera proporciona una oportunidad perfecta para esa reunión. Por otra parte, la familia es también el lugar perfecto para que los solteros encuentren cobija esa fecha ante la multitud de amantes.
Hogar, dulce hogar
La Fiesta de la Primavera es un gran acontecimiento para el pueblo chino, es cuando todos los miembros de la familia se reúnen. Quienes viven lejos de casa retornan por esa fecha para reencontrarse con sus seres más cercanos. En muchos lugares aún existe la costumbre de pegar estampas de Año Nuevo y escritos en rollos en las puertas y paredes, para bloquear los malos espíritus y dar la bienvenida a la paz y la abundancia. Comparando con el Día de los Enamorados, el Año Nuevo Chino parece una reunión más grande.
Con el aumento de las migraciones internas, en los últimos años en China una parte creciente de la población trabaja fuera de su lugar de origen. Para ellos, las semanas de vacaciones largas –una por el Día Nacional y otra por el Festival de la Primavera- son las únicas oportunidades de volver a casa y pasar algún tiempo con sus padres y demás familiares, por lo que estos son los períodos de mayor ocupación en los sistemas de transportación del país. Alrededor de la Fiesta de la Primavera de cada año se registran más de 2.000 millones de desplazamientos, cifra que significa un tercio de la población mundial, con el deseo de reunirse con la familia, no importa cuán difícil sea el viaje.
Los chinos siguen siendo identificados por sus valores tradicionales y cuando se produce el choque entre dos culturas, el instinto familiar profundo juega el papel más importante en los corazones de la gente.
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