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Reportaje Exclusivo
Rosas, regalos y aires románticos en el campo
Por ZHAO DAN
Las zonas rurales de China han visto crecer su nivel de vida. En la actualidad, cerca del 90 por ciento de los hogares campesinos tienen televisor y el 5 por ciento de ellos están equipados con computadora. No pocos aldeanos que antes se dedicaban a las labores agrícolas, salieron a trabajar en las ciudades y entablaron contacto con el mundo exterior y las costumbres de la civilización occidental, como el Día de San Valentín, que ya ha comenzado a entrar en sus vidas, pese a que la celebración se popularizó primero en las urbes y universidades del país hace pocos años.

En la aldea Zixiao, provincia de Shaanxi, una pareja celebra el Día de los Enamorados bajo una acacia antigua.

Un placer para los jovencitos

A día de hoy, en las ciudades chinas hay más de 200 millones de trabajadores de origen rural, en su mayoría jóvenes veinteañeros que salieron a ganar dinero y regresaron luego a su lugar de origen para casarse y formar una familia. Pero al volver, además del dinero que habían ganado, estas personas llevaron también algunas de las nuevas costumbres de las grandes urbes, a posteriori aceptadas por los demás habitantes de sus aldeas. Ahora es muy común que el Día de los Enamorados, en esas pequeñas localidades rurales, se envíen rosas y regalos. La fiesta occidental del amor se ha convertido en una fecha romántica en el campo.

Chen Lu, de 25 años de edad y nacida en un cantón de la ciudad de Honghu, en la provincia de Hubei, ha trabajado durante siete años en Wuhan y Beijing. Ahora se dedica a la rama de la cosmetología dentro de la medicina china y lleva cuatro años de noviazgo con un chico que viene del mismo lugar que ella y trabaja también en la capital. Para ambos es sagrado cada año el Día de San Valentín.

Al recordar la primera vez que pasaron juntos la fiesta del amor, la chica comentó emocionada: “Aquel día, él fue de Beijing a Wuhan para verme. Fletó un bote turístico y me entregó un ramo de rosas y un gran oso de peluche delante de los amigos. Yo quedé conmovida y él conquistó mi corazón en aquel momento. En nuestra tercera celebración de este día, me regaló un anillo de la marca Chow Tai Fook. El próximo Día de San Valentín coincidirá con la Fiesta de la Primavera y tenemos que regresar a nuestro pueblo para festejarla”.

Al preguntarle si los jóvenes del cantón donde nació celebran San Valentín, respondió que allá pasa lo mismo que en las ciudades, pues todos los jovencitos buscan sentidos románticos.

En el pasado los aldeanos eran conservadores para expresar sus sentimientos y con la falta de cines y cafeterías resultaba imposible hacer algo romántico. Sin embargo, en los últimos años esta fiesta es cada vez más apreciada en las zonas rurales y los aldeanos la aprovechan para aumentar muchos placeres.

Sentimiento afectuoso para los ancianos

Los ancianos de las aldeas chinas se caracterizan por su carácter feudal y conservador, muy resistente a todo lo nuevo. Para ellos, el matrimonio se contraía generalmente por los esfuerzos de los casamenteros y la vida conyugal era práctica y realista, por lo que apenas vivieron experiencias sentimentales en su juventud.

El 14 de febrero de 2009, Huang Desheng, aldeano de 102 años, y su esposa, de 96, sonreían al recibir las rosas que les envió el gobierno local de Leping, provincia de Jiangxi.

Pero en realidad los ancianos también abrigan cierto romanticismo. “Es envidiable la vida de los jóvenes. ¡Qué bueno si fuésemos jovencitos!”, dijo Zhang Yuxiang, una señora de 51 años de la aldea de Dongjie, distrito de Linying, provincia de Henan, que mostró una mentalidad moderna plena, a pesar de la limitada formación educacional que recibió en el primer ciclo de la escuela secundaria. Sobre San Valentín, agregó: “La televisión nos da mucha información y esta fiesta es propiamente para los chicos que deseen regalar flores a su amiguita”. Por último, expresó con pena: “Cuando éramos jóvenes no había rosas ni suficiente para comer”.

En los campos es motivo de sorpresa para los ancianos que algunos jóvenes que trabajan en las ciudades regresen y celebren el Día de los Enamorados a sus padres.

El 14 de febrero de 2009, Li Bo recorrió 4 km para comprar flores a su madre. Gastó 20 yuanes en una rosa. Luego ella la puso en la mesa que empleaba su madre para las costuras. Cuando la anciana descubrió la flor, Li expresó: “Es un regalo de mi padre, porque hoy es el Día de San Valentín”. Además de recibir una gran sorpresa, su madre estaba muy feliz. “¡Qué raro que un anciano celebre una fiesta occidental imitando a los jovencitos de la ciudad!”. Cuando el padre se enteró de que su hija había dado una rosa a su mujer en su nombre, mostró una sonrisa vergonzosa. Pero al saber el precio de la rosa, exclamó con los ojos bien abiertos: “¡Es carísima!”. Y añadió: “pero de verdad es muy bonita”. La madre puso la rosa en un vaso con agua y le agregó un poco de sal cuando supo que así la flor se mantenía fresca.

La rosa estuvo en la casa durante casi un mes y no fue arrojada hasta el día en que se marchitó completamente, pero la linda caja del empaque fue guardada por su madre.

Fiesta económica y beneficiosa

Tang Min es propietaria de la florería Jinlin, la mayor y más antigua del distrito de Linying. “Desde 2007, los jóvenes aldeanos muestran cada vez más entusiasmo con la llegada de San Valentín. Y en los poblados vecinos tanto los jóvenes como las personas de mediana edad celebran este acontecimiento”, comentó.

Sin embargo, existen diferencias en la forma en que se lleva a cabo el festejo en el campo y la ciudad. “Como los campesinos son menos ricos que los residentes urbanos, suelen comprar una sola rosa”, explicó Tang. La gente de la ciudad da mucha importancia al ambiente romántico, mientras los habitantes rurales prefieren una fiesta tanto romántica como económica. Dado que el 14 de febrero el precio de las rosas aumenta, en la tienda se preparan rosas artificiales más baratas, de cinco yuanes cada una, que también tienen buena salida, agregó la comerciante.

“Además del San Valentín occidental, celebramos también el día del Amor de China (el séptimo día del séptimo mes del calendario lunar)”, declaró a China Hoy Zhao Haojie, joven administrador de Internet en la aldea de Nanjie, distrito de Linying. En julio pasado conoció a su actual novia, Zhao Qing, gracias a un amigo. “El Día del Amor de China le hice un regalo y el 14 de febrero de 2010 vamos a celebrar el Día de los Enamorados. Pero nuestros salarios mensuales no son elevados, entre los dos suman un poco más de 1.000 yuanes, por lo tanto los regalos que compraremos no serán costosos. Lo conveniente es que valgan de 20 a 30 yuanes cada uno, aunque lo más importante es su significado”, añadió.

En tanto, Zhao Qing apuntó: “San Valentín en 2010 coincide precisamente con la Fiesta de la Primavera. Según la tradición rural, uno debe quedarse en casa para celebrar la fiesta con los familiares y se prohíbe el intercambio de visitas. De esta manera, tenemos que decidir dónde pasaremos ese día, en su casa o en la mía. Creo que será una fiesta más sencilla y económica”.

China. Org. cn Agencia Noticiera Xinhua Diario del Pueblo Radio Internacional de China CCTV
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