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Reportaje Exclusivo
Registro de la producción en un pedazo de tierra

Por LI GUOWEN

En la aldea de Donghu, en el poblado de Changkai del distrito de Linchuan, en la localidad de Fuzhou, provincia de Jiangxi, una de las mayores productoras de cereales en el este de China, existe un arrozal de apenas 0,1 hectáreas, en el que según el anciano Wang Huojin, de 89 años, a principios de la fundación de la República Popular China se hacía una cosecha al año de unos 200 kilos de arroz. Sin embargo, en 2009, para elevar la rentabilidad de la tierra, se han realizado dos siembras del grano. En la primera el rendimiento alcanzó los 750 kilos, mientras en la segunda se espera supere los 800.

Ahora esta tierra fue contratada por la Corporación de Tecnología de la Agricultura Juyuan, de Fuzhou, y según You Bufa, gerente general de la empresa, si el contrato se perpetúa a largo plazo, su compañía piensa en mejorar el sistema de riego y aplicará la técnica de cultivo intensivo, con lo cual aumentará en mayor medida aún el rendimiento.

La propia compañía obtuvo ya el derecho a gestionar 200 hectáreas de campos de cultivo que anteriormente pertenecían a tres aldeas de Changkai. Estas tierras estaban formadas por unas 1.000 parcelas de arroz, respetando las disposiciones vigentes en el país que permiten que todos los agricultores compartan el derecho de gestión sobre las tierras cultivables. Por lo tanto, las mismas están relativamente dispersas y divididas en pequeñas fracciones, demarcadas por caballones, canales y vías rurales.

 

Propietario de la tierra después de la reforma agraria

Después de la fundación de la Nueva China, las autoridades emprendieron el movimiento de la reforma agraria y, por primera vez en su vida, los campesinos indigentes pasaron a ser propietarios de la tierra que laboraban, lo que movilizó en gran medida su iniciativa en la producción.

En 1952 se aplicó la reforma agraria en Fuzhou y aquel pequeño arrozal le fue entregado a Wang Yousheng. Trabajando su propia tierra, el agricultor resolvió el problema de la alimentación de su familia. Sin embargo, seis años después, surgió el movimiento para establecer las comunas populares y todas las tierras volvieron a subordinarse a la propiedad colectiva. Así, Wang perdió el derecho de gestión sobre aquellas 0,1 hectáreas que, según los aldeanos, en los 20 años que se mantuvieron bajo el sistema de la comuna popular dejaron de 150 a 200 kilos de arroz por cosecha.

Los aldeanos jóvenes emigran a las ciudades costeras en busca de trabajo. CFP

 

Efecto del sistema de la responsabilidad familiar

A finales de 1978, la aldea de Xiaogang, en el distrito de Fengyang, de la provincia de Anhui, fue la primera en el país en aplicar el sistema de la responsabilidad por contrato basado en las familias. A comienzos de 1983, cerca del 93 por ciento de las aldeas del país habían seguido aquellos pasos. Las familias campesinas que arrendaban las tierras de propiedad colectiva poseían el derecho de gestión sobre la misma.

Fue a principios de los 80 cuando la aldea de Donghu emprendió el nuevo sistema. Como promedio, a cada aldeano le correspondieron 0,1 hectáreas de tierras de cultivo y aquella pequeña parcela se le entregó esta vez a Wang Yuquan.

Con el derecho de utilización y gerencia, aumentó a un nivel sin precedentes la iniciativa de producción. En el arrozal de Wang, el rendimiento creció sostenidamente y pocos años después su cosecha llegó a los 500 kilos de arroz. Desde entonces, toda la aldea se sacudió de la pobreza.

De 1980 al 2000, en Donghu se llevó a cabo en varias ocasiones el proceso de recolocación de la tierra. El arrozal de Wang pasó por las manos de diferentes dueños y pese a que el rendimiento se mantenía de 500 a 600 kilos, los aldeanos no podían llevar una vida acomodada. Los beneficios de las cosechas apenas bastaban para cubrir las necesidades básicas de alimentos. Por esta razón, una gran cantidad de aldeanos jóvenes abandonaron el trabajo agrícola y se trasladaron a las zonas costeras del país en busca de un mejor porvenir.

A mediados y finales de los años 90 del siglo pasado, se podía encontrar una gran cantidad de emigrantes del campo trabajando en las ciudades. Los datos del Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social revelan que el número de trabajadores de origen rural alcanzó los 225 millones a finales de 2008, 140 millones de los cuales, o sea, la totalidad de los habitantes de Francia y Alemania, habían encontrado empleo muy lejos de casa.

Ahora la mayor parte de los trabajadores de origen rural en las ciudades pertenece a la segunda generación de este grupo. Según You Bufa, la nueva generación desconoce cómo realizar las labores rurales comunes y son sus padres quienes se encargan del cultivo de la tierra, la generación de más de 50 años de edad.

Durante largo plazo, los aldeanos que trabajaron en las ciudades traspasaron la tierra a sus vecinos o parientes de manera gratuita y se encargaron por su propia cuenta de los impuestos de la agricultura. Los campesinos que aceptaron la tierra, debido a que estaban muy ocupados, se vieron obligados a simplificar el trabajo, adoptando el sistema de cultivo de una cosecha al año en lugar de dos. En algunos lugares se dio el fenómeno del abandono de la tierra, reveló Zou Manshui, funcionario de la agricultura de Linchuan.

Etapa de siembra. Cnsphoto
 

Transferencia del derecho de gestión de las tierras

A partir del 2000, el arrozal fue entregado a Wang Xuexiang, de 70 años, quien tenía dos hijos fuera de la provincia para encargarse de los negocios. De 2005 a 2008, el anciano traspasó la tierra a Wang Delong, experimentado agricultor de la aldea, de unos 50 años, y cobraba sólo 50 kilos de la cosecha como renta anual, cuyo valor equivalía a unos 100 yuanes.

En 2,6 hectáreas de tierras, Wang Delong cosechaba anualmente 35.000 kilos de cereal, con un beneficio neto de unos 20.000 yuanes. El rendimiento de una cosecha de aquel arrozal llegó a los 600 kilos.

Desde el 1 de enero de 2006 se anuló en todo el país el impuesto a la agricultura y aumentaron gradualmente los subsidios al sector. En la nueva situación, creció cada vez más el número de grandes agricultores como Wang Delong. Según Duan Yuanlong, subdirector del distrito de Linchuan a cargo de la agricultura, en 2009 fueron traspasadas 14.500 hectáreas de tierra, cifra que representa el 28 por ciento de la totalidad del distrito. El número de grandes agricultores que arrendaban cada uno por lo menos 6,7 hectáreas llegó a 165, y la superficie total arrendada por ellos fue de 2.000 hectáreas, equivalentes al cuatro por ciento de las tierras cultivables del distrito. A aquellos que arrienden más de 6,7 hectáreas, el gobierno local les entregará un subsidio adicional de 16 yuanes por cada 0,06 hectáreas.

Li Jianfa, famoso agricultor de la zona, ha contratado desde 2007 de siete a 33 hectáreas para cosechar arroz junto con dos amigos. Su renta ha aumentado con el tiempo, pasando de 80 y 100 yuanes por cada 0,06 hectáreas en los primeros años a 130 yuanes en 2009.

Este año Li y sus amigos arrendaron un extenso arrozal de 67 hectáreas y compraron tres cosechadoras y dos roturadoras. El “cultivo científico” es el término que frecuentemente emplea para definir su trabajo. “Tan pronto como adquiría la tierra, enviaba inmediatamente muestras del suelo a la academia provincial de la agricultura, para escuchar la opinión de los expertos sobre el uso de fertilizantes y el manejo del trabajo”. Los fertilizantes y pesticidas deben emplearse en un buen momento y en las cantidades adecuadas, precisó.

Li ha hecho cálculos detallados sobre el costo de la tierra. Cada 0,06 hectáreas, invierte para cada cosecha 80 yuanes en pesticidas, 60 yuanes en semilla y 280 yuanes en fertilizantes y obtiene un beneficio anual de 300 yuanes por mu al descontar el gasto de la mano de obra. En 2009 Li y sus dos socios han ganado más de 300.000 yuanes.

 

Inversiones experimentales

Para los campesinos que trabajan en las ciudades, las labores agrícolas no producen ingresos millonarios. Pero en los últimos dos años, el beneficio real que han obtenido los grandes agricultores está haciendo cambiar esa percepción.

Tras varios años trabajando en las ciudades, You Bufa descubrió la potencialidad de una plantación agrícola y formó en su pueblo natal la Corporación de Tecnología de la Agricultura Juyuan. A comienzos de 2009 arrendó 200 hectáreas de tierra y estableció una base para la plantación agrícola, la mayor de su tipo en Fuzhou.

Con el permiso de toda la aldea, aquel pedazo de arrozal fue adquirido por Juyuan por una renta anual de 310 yuanes. En 2009 se recogieron 1.500 kilos en dos cosechas, cuyo beneficio neto anual alcanzó los 450 yuanes en los 1,5 mu que le fueron arrendadas.

Juyuan administra tres bases de cultivo por el método corporativo: experimentados agricultores están a cargo de las labores de cada lugar, mientras un grupo de contadores profesionales llevan el control de las finanzas.

Además de pagar la renta anual de 600.000 yuanes, la empresa invirtió en la compra de 50 máquinas para mecanizar el proceso desde la siembra hasta la cosecha. Además de labrar 200 hectáreas, Juyuan proporciona servicios de reparación de maquinarias, prevención de plagas y control de fertilizantes.

En el proceso de producción de gran envergadura, You Bufa mostraba cierta preocupación en dos aspectos: “Primero, la mayoría de los contratos de transferencia del derecho de gestión de las tierras se renuevan anualmente. La empresa puede considerarse afortunada si obtiene un contrato por tres años, pero no es suficiente para realizar una inversión de largo alcance. El segundo problema es el riesgo del negocio, o sea, los accidentes y catástrofes naturales que pueden afectar la agricultura, causando grandes pérdidas a cualquier empresa de este tipo. En China no hay servicio de seguro contra este riesgo”.

El gobierno local ha adoptado una actitud positiva en la transferencia del derecho de gestión de las tierras. Según Duan Yuanlong, se han establecido agencias a cargo de la administración y el servicio en este sector, o sea, la información de las tierras por transferir, servicio intermediario de arrendamiento y la mediación en la disputa provocada por la transferencia de tierra. En resumen, la tarea de estas entidades es garantizar la transferencia de tierras a un precio razonable y de manera voluntaria y legítima.

You Bufa es una de las pocas personas de China que hacen inversiones en el cultivo agrícola de gran envergadura, un proyecto que se encuentra aún en su etapa experimental, pero que según el propio agricultor, quien no oculta su confianza, se vislumbra como muy prometedor.

 

 

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