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Cultura
Revolución de las bellas artes de la Nueva China
Por WU BING

 

A principios de septiembre del presente año, el Palacio de Bellas Artes de China quedó colmado por el público que visitó la exposición “Las bellas artes en los 60 años de la Nueva China”, con motivo del sexagésimo aniversario de la fundación de la República Popular China. Delante de la pintura al óleo de Wang Wenbin –Canción para el trabajo de apisonar, un espectador extranjero preguntó a la señora a su lado: "¿Qué están haciendo las chicas en la pintura?". "Están apisonando la tierra", respondió la mujer y agregó: "Los chinos utilizaban bloques de piedra como maza para apisonar la tierra donde se construirían viviendas o caminos e incluso se secarían los cultivos. Cantaban para coordinar los movimientos de levantar y bajar la piedra". "¡Increíble! ¿Cómo podrían todos verse felices y parecer que estaban bailando mientras hacían un trabajo tan pesado?", murmuró el hombre, aún un poco incrédulo.

El óleo, de hecho, tiene un sentido distintivo de su tiempo, típico de los primeros años de la Nueva China, cuando se promovió la igualdad de sexo y alentó a las mujeres a lanzarse a la construcción socialista junto a sus compañeros. Las robustas "chicas de hierro" fueron ampliamente citadas como modelos para el llamado sexo débil y las mujeres de gracia y belleza desaparecieron de las obras de arte. Mientras tanto, un tono de entusiasmo y júbilo en las fatigas cotidianas se convirtió en el estereotipo del romanticismo revolucionario en el arte. Las obras maestras coleccionadas en el museo proceden de diversas escuelas artísticas, mostrando la historia de transformación de las seis décadas del desarrollo del arte en la República Popular China.

Revolución en las estampas de Año Nuevo

La revolución en las estampas de Año Nuevo fue el preludio de una sacudida en las bellas artes, que marcó el comienzo del desarrollo del arte de la Nueva China. Había sido una práctica de siglos de los chinos pegar pinturas calcadas de los grabados en madera en las puertas o paredes antes de la Fiesta de la Primavera, conocidas popularmente como estampas de Año Nuevo. En lugar de los tradicionales temas de "Dioses de la Puerta" y "Dios de la Cocina", millones de trabajadores recién emancipados celebraron su primera Fiesta de la Primavera en la Nueva China colocando ilustraciones con nuevos temas revolucionarios, como los agricultores con su cosecha de grandes melones y otras frutas, y líderes de estado visitando a los aldeanos, expresión de su alegría sobre las mejoras en el nivel de vida y su elevado estatus social.

Otro cambio en las imágenes de Año Nuevo de aquella época fue la admisión de otras técnicas, aparte de la tradicional reproducción de acuarelas de grabado en madera, con el propósito de incluir el estilo gongbi, caracterizado por las pinceladas finas y atención minuciosa sobre los detalles de la pintura tradicional china. Además de los pigmentos típicos que solían utilizarse, se adoptaron también los de acuarelas y aguadas, haciendo el género artístico más colorido y vívido. Este nuevo estilo de estampas se hizo muy popular en toda China, especialmente entre los aldeanos del campo. Los héroes del pueblo y La primavera de China son dos obras maestras representativas de aquella época. La primera fue creada por Wang Baishun (1939- ), en 1984, y representa a los diez mariscales seleccionados al fundar la República Popular China. La segunda fue una coproducción de Chen Jiwu (1942- ), Mao Guofu (1937- ) y He Yeqi (1950- ), y representa a la histórica visita de Deng Xiaoping a Shenzhen, que determinó el rumbo de la reforma y apertura.

El óleo gana preferencia

El óleo ha sido siempre un medio favorecido en la historia de las bellas artes de la Nueva China, y los cuadros de este tipo sirvieron como herramientas de propaganda, especialmente durante el período en que la fotografía y la impresión no eran lo suficientemente avanzados para producir formas de expresión tan dramáticas. En la década del 50 del siglo XX muchos artistas se dedicaban a la creación de óleos sobre temas históricos, entre los cuales se distinguieron Liberar grilletes, de Hu Yichuan, La guerra de los túneles, de Luo Gongliu, y Ocupando el puente Luding, por Li Zongjin. La Ceremonia de la fundación de la República Popular China, de Dong Xiwen (1914-1973), podría considerarse la obra más famosa de aquella época, pues representó el momento solemne y orgulloso de la proclamación de la nueva nación.

La técnica del óleo y los demás lenguajes artísticos de la década recibieron la influencia, sobre todo, de los artistas rusos. De 1955 a 1957, Constantino M. Makchmov, pintor al óleo de la ex Unión Soviética, vino a China a impartir un curso avanzado sobre esta técnica en la Academia Central de Bellas Artes, invitado por el Gobierno chino. Los estudiantes del pintor ruso fueron en su mayoría los jóvenes que luego conformaron toda una generación de creadores de óleos de China, entre ellos Jin Shangyi (1934- ), Zhan Jianjun (1931- ), He Kongde (1925- ), Wang Wenbin (1932- ) y Sun Zixi (1929- ), quienes concibieron Retrato de cuerpo entero del Presidente Mao, Cinco héroes en la Montaña Langya, Antes del ataque, Canción para el trabajo de apisonar y Tener una foto frente a la tribuna de Tian'anmen, respectivamente. Rebosando espíritu revolucionario, estas obras se basan en personas y eventos reales, se caracterizan por los fuertes colores de la época y marcan el nuevo capítulo de la historia del desarrollo de las bellas artes de la Nueva China.

En la década del 80, la reforma y apertura del país introdujo nuevas perspectivas, enfoques y estilos del arte occidental que despertaron el corazón y la mente de los artistas jóvenes. El superrealismo, tendencia detallista con una fidelidad tan fina como el efecto fotográfico, que surgió en Estados Unidos en los primeros años de la década del 60, fue adoptado con éxito por Luo Zhongli (1948- ) y Guang Tingbo (1938- ), como muestran los cuadros Padre, y Acero Fundido y Sudor, que estremecieron a todo el país.

Transformación de la pintura tradicional

A principios de la fundación de la Nueva China la pintura tradicional china era considerada un repositorio de ideas y sentimientos de los literatos feudales, inadecuada para expresar escenas y espíritu revolucionario de obreros, campesinos y soldados.

Sin embargo, algunos comenzaron a transformar este patrimonio artístico para satisfacer las necesidades del nuevo período y pronto se produjo un avance con uno de los tres géneros tradicionales, la pintura de figuras, aplicada para representar la felicidad de la labor, que fue introducida por Yang Zhiguang (1930- ), cuyas obras incluían Primera vez en mi vida y Envío de comida en un día de nieve. Una pieza icónica de Fang Zengxian (1931- ), titulada Cada grano es el fruto del trabajo duro, mostraba a un agricultor viejo recogiendo una espiga de trigo que se había caído de un carro, con una pincelada sencilla, vívida y natural.

En los años 50 y 60 del siglo pasado, las creaciones de paisajes y aves y flores –otros dos géneros del patrimonio nacional- se consideraban generalmente como "incapaces de reflejar la vida real y no aptas para las grandes composiciones". Con sus prácticas, maestros de este arte, como Pan Tianshou (1897-1971), Guo Weiqu (1908-1972) y Li Keran (1907-1989), desmontaron el mito. Pan Tianshou fue varias veces a la montaña Yandang para hacer dibujos y completó un número de obras grandes de aves y flores, de 145cm x 360 cm. En tanto, Guo Weiqu creó muchas obras que reflejaban herramientas y productos agrícolas, exaltando eufemísticamente la ardua vida rural.

Mientras tanto, los artistas de las montañas y ríos frecuentaban las zonas empinadas para experimentar la vida por sí mismos. Trabajando codo a codo con los agricultores, mineros y constructores de carreteras, crearon un conjunto de obras especiales de escenas revolucionarias compuestas por puentes que unen montañas, trenes que pasan por túneles, o hervideros de entusiasmados trabajadores de la construcción, en vez de los elementos de composición tradicionales, como templos, monjes, estudiosos o animales. Nuevos vestidos de las montañas y los ríos, cuadro de Lu Yanshao (1909-1993), representa con audacia la construcción de una presa y una red eléctrica de alta tensión. La obra Carretera que atraviesa el foso celestial, de Wei Zixi (1915-2002), describe el puente de Nanjing del río Yangtsé. Estos "paisajes" se distinguen por la representación de las peculiaridades de su tiempo.

A partir de la pasada década del 80, la pintura tradicional china experimentó un período próspero sin precedentes, a pesar de que la exaltación del espíritu cultural chino y el espíritu nacional unificado seguía siendo dominante en estas obras. Li Shaowen (1942- ) rompió la vieja regla de "el contenido determina la forma" en su Nueve canciones, una serie de figuras humanas que se exageran y configuran con audacia, conforme a la necesidad de la composición, las pinceladas y los colores. Las obras Uvas agrias y Meditación en el otoño, de He Jiaying (1957- ), artista joven, representan de manera perfecta, elegante y relajante a las mujeres jóvenes.

El aclamado artista Wu Guanzhong (1919-) fundió el estilo chino y el occidental, declarando que iba a "echar abajo el muro alrededor de la pintura china". Sometió su elección de materiales y técnicas para la primacía estética con la intención de hacer las formas de sus “paisajes modernos” para “agradar a los ojos”. Dispuso en secuencias bloques de colores de diferentes tamaños y formas, para generar un placer visual y emocional. Lo más clásico es la técnica que utilizó en su pintura de residencias de paredes blancas y techos negros en las regiones aledañas a los ríos y lagos del sur. Los colores de tinta negra y agua blanca permiten ver en forma separada puros elementos gráficos, pero luego se vuelven a montar, constituyendo una deslumbrante obra de casas con ríos y puentes.

La revolución influenciada por Occidente también fue reconocida por el Oeste. En 1992, el Museo de Gran Bretaña montó una exposición individual de Wu Guanzhong, primer artista vivo chino que expuso en ese museo.

Prosperidad de las esculturas, grabados y otras artes

La fundación de la República Popular China provocó una gran inversión en la estatuaria pública en muchas ciudades, ocupadas décadas atrás en construir monumentos y esculturas conmemorativas, lo que proporcionó grandes oportunidades a los escultores que trabajaban el bronce y la piedra.

La serie de relieves que rodea la base del Monumento a los Héroes del Pueblo en la Plaza de Tian'anmen es una de las obras representativas de la Nueva China. Un grupo de escultores, dirigido por Liu Kaiqu (1904-1993), hicieron reaparecer la historia de la revolución china a través del trabajo en losas, conmemorando acontecimientos tan importantes como la quema de opio de Lin Zexu en Humen, los levantamientos de Jintian y Wuchang y el Movimiento del 4 de Mayo. Las tres obras de Wang Chaowen (1909-2004) -El relieve de Mao Zedong, Milicias y Liu Hulan, junto con Los días duros, de Pan He (1925-), también son consideradas íconos del romanticismo revolucionario.

Gracias a la reforma y apertura, la escultura de China se vuelve más diversa. Los artistas no sólo subrayan los valores del siglo XXI de la expresión personal y el estilo individual, sino también expresan sus preocupaciones sobre los problemas sociales y la condición humana, las formas modernas y lenguas escultóricas y el estatus superior que ha alcanzado la escultura china en el escenario internacional.

El grabado en madera en blanco y negro es una forma de arte económico, de pequeñas obras hechas con materiales comunes. Prosperó durante el período de Yan'an (1935-1948) como una forma de arte dominante y mantuvo su hegemonía en el género de grabados hasta finales de 1950. En la década del 60, el grabador Chao Mei (1931- ) dirigió a un grupo de artistas jóvenes a crear un tipo de grabado nuevo, sacando provecho de los estilos de composición y técnica del óleo de la antigua Unión Soviética, e introduciendo los colores en el arte antiguo en blanco y negro. El resultado fue el “Grabado de Grandes Eriales del Norte”, habilidad de representar los cambios llamativos de la naturaleza en las cuatro estaciones y las tierras de cultivo en un fondo de montañas y ríos.

Otro género europeo, las litografías en piedra o cobre, llegó a China como una “nueva” forma de arte. En la década del 50, el Gobierno chino envió a un grupo de grabadores jóvenes, entre ellos Quan Xianguang (1931- ) y Shu Chuanxi (1932- ), a Leipzig, Alemania, a estudiar esa técnica, con la que volvieron seis años más tarde. La técnica alemán del dibujo abrió los ojos de los artistas chinos a un enfoque artístico diferente al de la antigua Unión Soviética. Desde entonces el arte litográfico ha florecido en el país, produciendo un gran número de obras épicas.

En los años 60 y 70, el cartel fue el rey del arte popular de China, como en Occidente, pero los dibujos animados e historietas también se desarrollaron rápidamente. Muchas caricaturas aparecieron en estas dos décadas. Hua Junwu (1915- ) fue el pintor más destacado de este género, ampliamente conocido por sus comentarios visuales sobre los males sociales. La División científica del trabajo fue una de sus obras más conocidas, famosa por criticar la redundancia de las organizaciones gubernamentales. Historietas como La historia de los Tres Reinos, Lenin en 1918 y Carta con pluma de gallo también son tiras muy populares.

Igualmente, en las últimas seis décadas se han producido numerosas obras hermosas de aguada, acuarela y laca, pese a que ocupan una posición inferior en el mundo artístico chino. La aguada y la acuarela, en particular, habían sido medios para hacer prácticas del uso de los colores antes de pintar al óleo, pero han venido convirtiéndose en formas artísticas independientes y, de hecho, han dominado muchas exposiciones de arte en las últimas dos décadas.

Tormenta y calma

En la Exposición’ 89 del Arte Moderno, en el Palacio de Bellas Artes de China, en febrero de 1989, una jovencita de cabello largo sorprendió a la multitud con su trabajo de instalación Diálogo, al apuntar con un arma y disparar dos tiros. En la misma muestra, un artista se lavaba los pies en una palangana pintada con retratos de Ronald Reagan. Antes del cierre de la exhibición, otro expositor recorrió los tres pisos de la sede, esparciendo condones frente a todas las obras. Y un creador ataviado con un sombrero y una capa de papel blanco velaba sobre 18 huevos en el segundo piso. En su capa estaba escrito “En tiempo de eclosión, ningún argumento, para el bien de la próxima generación”. La revista estadounidense Time Magazine publicó un reportaje de portada sobre este evento con el título Huevos, disparos y condones.

La exposición fue considerada como una mirada retrospectiva y un resumen de la Nueva Ola del Movimiento '85. En la década del 80, las vanguardias artísticas habían crecido insatisfechas con la monotonía de los lienzos. Al principio, crearon obras abstractas con figuras geométricas y símbolos de significado cultural. Más tarde, texturizaron sus óleos pegando botellas, cajas de fósforos y otros diarios detritus en la superficie para fortalecer el poder de expresión. Por último, el arte de instalación de Occidente se embarcó en China, donde los artistas jóvenes utilizan objetos cotidianos para expresar sus ideas. Esta modalidad vanguardista moderna alcanzó su cenit alrededor de 1985.

Después de la Exposición'89, los artistas encontraron su propia inspiración, formas de expresión y lenguajes artísticos. De representación no sofisticada y sencilla de la vida real a interpretación subjetiva en lenguajes no convencionales, el arte moderno de China ha evolucionado a una velocidad asombrosa.

Durante las dos últimas décadas, los artistas chinos han cultivado una sensibilidad madura y racional y las bellas artes del país entraron en un nuevo reino, profundo y pacífico. Esperemos que lo mejor esté por venir.

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