Mujeres de la
dinastía Tang
LA
sociedad feudal china era una sociedad centrada en el hombre. Por
consiguiente, en ella imperaba la creencia de que el hombre era
superior a la mujer, convicción que se mantuvo como ideología
dominante mientras duró la sociedad feudal. Por lo tanto,
en la China feudal las mujeres eran consideradas poco menos que
esclavas.
En aquella época, la supremacía masculina estaba asegurada
y sostenida por ciertas normas. Las tres guías cardinales
(el soberano guía al súbdito, el padre guía
al hijo y el marido guía a la esposa) y las cinco virtudes
constantes (la benevolencia, la rectitud, el decoro, la sabiduría
y la sinceridad) definían el comportamiento social; las tres
obediencias (la obediencia de la mujer al padre antes de casarse,
al marido durante el matrimonio y a los hijos al enviudar) y las
cuatro virtudes de la mujer (fidelidad, atractivo físico,
decencia en el hablar y habilidad en las labores de aguja) regulaban
la vida familiar.
En la China feudal las mujeres no tenían voz ni voto en la
elección de marido, esperándose de ellas que accedieran
sin poner condiciones a los planes de sus padres o hermanos. Las
mujeres no tenían derecho a divorciarse ni a volver a casarse.
Tanto si la mujer sobrevivía al marido como si no, sólo
se le permitía casarse una vez. El marido, en cambio, podía
abandonar a su mujer si esta cometía uno de los siete pecados:
impiedad filial, esterilidad, lascivia, celos, enfermedad repugnante,
entrometimiento y robo.
Relegadas a una posición social tan baja, las mujeres no
podían ni siquiera soñar en ocupar un lugar en las
esferas política y económica.
No obstante, durante los más de 2.000 oscuros años
que subsistió el feudalismo chino, hubo una breve y brillante
tregua para las oprimidas mujeres chinas.
Damas afortunadas de
la dinastía Tang
Las
mujeres de la dinastía Tang tuvieron la suerte de vivir en
una época caracterizada por la ausencia de prejuicios y las
ideas liberales.
Tras la subida al trono del emperador Taizong (Li Shimin), la política,
la economía, la cultura y las relaciones nacionales e internacionales
de China experimentaron un gran auge. La cohesión nacional,
junto con la civilización espiritual y material foránea,
ejercieron una poderosa influencia en la dinastía Tang y
dieron un fuerte impulso a su progreso. Li Shimin y otros hábiles
emperadores adoptaron una serie de directrices y políticas
encaminadas a enriquecer el país y beneficiar al pueblo,
sentando así los sólidos cimientos de la ulterior
prosperidad de la dinastía Tang, materializada en el Gobierno
Zhenguan y el esplendor de Kaiyuan.
En el cenit de la dinastía Tang, la elevada productividad
y la sólida base económica se reflejaban también
en la filosofía, la política, la cultura, el arte,
la ética social y, lo que es más significativo, en
la posición social de la mujer.
Poco después de la fundación de la dinastía
Tang, la corte imperial estableció un sistema de tributos
y de reparto de tierras más favorable, con el fin de reanudar
y desarrollar la producción agrícola, sector que en
aquel entonces asumió un papel dirigente dentro de la economía
nacional. De acuerdo con el nuevo sistema, el gobierno asignaba
tierras tanto a los padres de familia como a las viudas, obteniendo
éstas parcelas más extensas si tenían personas
a su cargo. El hecho de ser propietarias de las tierras en las que
vivían daba a las mujeres mayor independencia económica.
Según el Código Tang, no debía castigarse
a las parejas que, mediando el consentimiento de ambas partes y
un proceso apacible, decidieran divorciarse. Ello significa que
la ley velaba por el derecho a divorciarse por medio de negociaciones.
Los datos históricos sobre esta época demuestran que
no era infrecuente que las mujeres se divorciaran o volvieran a
casarse. En contraste con la actitud prevaleciente en otras dinastías
feudales, una viuda que se casara en segundas nupcias no era considerada
"infiel". En un acuerdo de divorcio de la dinastía
Tang exhumado en Dunhuang se lee lo siguiente: "Puesto que
no podemos vivir juntos armoniosamente, lo mejor será que
nos separemos. Espero que después de divorciarnos, niangzi
[forma de tratamiento de la esposa] siga siendo tan joven y hermosa
como antes; ojalá encuentre un marido más conveniente.
Espero que en el futuro el divorcio no siembre el odio entre nosotros".
Este acuerdo de divorcio refleja no sólo la igualdad de las
mujeres de la dinastía Tang dentro del matrimonio, sino también
la ausencia generalizada de prejuicios entre el pueblo.
Las mujeres de la familia real tampoco estaban sujetas a las restricciones
conyugales. Desde el reinado del emperador Gaozong hasta el del
emperador Suzong (es decir, desde principios hasta mediados de la
dinastía Tang), hubo 98 princesas, 61 de las cuales contrajeron
matrimonio; de estas últimas, 24 volvieron a casarse y cuatro
se casaron tres veces. Esta actitud sacudió los cimientos
de la ética feudal tradicional.
Durante la dinastía Tang era frecuente que los han
se casaran con extranjeros o con miembros de otras etnias y había
una ley que amparaba los matrimonios sino-foráneos. Según
los registros históricos: "Muchos huren [personas
de origen no han] que vivieron largo tiempo en Chang'an se
casaron con mujeres han y tuvieron hijos". "Los
huren se casan con los han, de forma que ahora muchos
de los jóvenes de Chang'an son mestizos." Los miembros
femeninos de la familia real también se desposaron con hombres
de otras nacionalidades: siete de las 19 hijas del emperador Gaozu
y ocho de las 21 hijas del emperador Taizong se casaron con extranjeros.
En el año 15 de la era Zhenguan (641), la princesa Wencheng
se casó con el rey de Tubo, reino en el que introdujo numerosas
y avanzadas técnicas de producción, realizando así
una destacada contribución a la amistad y los intercambios
culturales entre los pueblos han y tibetano.
La
dinastía Tang concedió gran importancia a la educación.
En este ámbito, a las mujeres de la dinastía Tang
se les concedieron las mismas oportunidades y los mismos derechos
que a los hombres. Lo que probablemente ha dado mayor celebridad
a esta espléndida dinastía fue su pléyade de
excelsos poetas. La obra Poesía completa de la dinastía
Tang contiene 50.000 poemas compuestos por más de 2.000
poetas, de los cuales al menos 20 fueron figuras de enorme trascendencia
en la historia de la literatura china. Hubo también numerosas
poetisas famosas, la más representativa de las cuales fue
Shangguan Wan'er. Sus poesías tenían un estilo propio,
el estilo de Shangguan, fuente inagotable de inspiración
para Li Bai, el más célebre de los antiguos poetas
chinos. En la dinastía Tang, la composición de poemas
no era simplemente una actividad reservada a las aristócratas,
puesto que había mujeres de origen humilde que también
escribían versos.
Las mujeres de la dinastía Tang tuvieron asimismo la posibilidad
de estudiar historia, política y artes militares. Cuando
se fundó dicha dinastía, la princesa Pingyang participó
en batallas dirigiendo un destacamento de mujeres para ayudar a
su padre, el emperador Gaozu. La princesa Taiping, hija del emperador
Gaozong, sofocó dos motines que se produjeron en la corte
imperial en momentos críticos.
Inmersas en un entorno social distendido y gozando de una posición
social independiente, el comportamiento de las mujeres instruidas
de la dinastía Tang era, como es obvio, totalmente distinto
del de las mujeres de las dinastías anteriores. Podían
beber todo el vino que les permitiese su aguante y cantar en las
tabernas a voz en cuello; galopar desenfrenadamente por las afueras;
y hasta competir con los hombres en los campos de polo. En tiempos
de la dinastía Tang, las mujeres dirigían actividades
sociales y hacían negocios de forma independiente. Llegaron
incluso a sobresalir en la palestra política, siendo el exponente
más notable de ello la emperatriz Zhangsun, que fue asimismo
la más virtuosa de las emperatrices chinas.
La emperatriz virtuosa
La emperatriz Zhangsun, esposa del emperador Taizong
(Li Shimin), era de origen xianbei (antigua etnia china).
Zhangsun creció en las praderas del centro de China, donde
recibió una esmerada educación, alcanzando un dominio
particularmente notable de la literatura y la historia. Cuando estalló
la rivalidad por el trono entre Li Shimin y sus hermanos regios,
Zhangsunn probó una y otra vez ante el emperador Gaozu que
su marido era inocente de los delitos que se le imputaban aviesamente.
Durante el motín de Xuanwumen (en el que los hijos del emperador
Gaozu lucharon por el trono), hizo acto de presencia para levantar
la moral del ejército, con lo que a fin de cuentas ayudó
a Li Shimin a desembarazarse de sus enemigos políticos.
Tras ser coronada emperatriz, Zhangsun siguió llevando una
vida sencilla y evitó que sus familiares ascendieran a rangos
oficiales mediante su influencia. A menudo aconsejaba a Li Shimin
que pidiera a los cortesanos asesoramiento y sugerencias útiles.
Wei Zheng, primer ministro durante el reinado del emperador Taizong,
solía mostrarse muy franco cuando reprendía al emperador.
Hubo ocasiones en que éste se enfureció tanto que
amenazó con mandarlo decapitar sin más; pero la emperatriz
Zhangsun siempre estaba allí para calmar los ánimos
y proteger al leal primer ministro.
Como dueña del harén imperial, la emperatriz Zhangsun
mostró gran consideración hacia las concubinas imperiales,
a quienes trató como si fueran sus hijas. Cuando se enteraba
de que una de ellas estaba enferma, le administraba sus propios
medicamentos. Las concubinas la respetaban profundamente y todas
ellas vivían en armonía, de modo que el emperador
podía aprovechar al máximo su tiempo para despachar
los asuntos estatales.
La
emperatriz Zhangsun murió de enfermedad a los 36 años,
concretamente en el décimo año de la era Zhengguan
(636). Antes de morir hizo un testamento en el que pedía
un entierro sencillo y aconsejaba al emperador Taizong que tuviera
en cuenta los consejos valiosos y tratara bien al pueblo. El emperador
Taizong, que lloró amargamente la muerte de Zhangsun, ordenó
construir una alta plataforma dentro del palacio imperial, desde
donde podía ver el Mausoleo Zhao, lugar en el que reposaba
su amada emperatriz.
La emperatriz Wu Zetian
Wu Zetian fue, sin duda alguna, la mujer más
eminente de la dinastía Tang. A lo largo de los 2.000 años
que van desde los comienzos de la dinastía Qin (221 a.C.)
hasta el final de la dinastía Qing (1911) se sucedieron 243
emperadores: Wu Zetian fue la única mujer que ocupó
el trono imperial. Esta emperatriz es la figura más legendaria
y controvertida de la historia de China. Murió a los 82 años
y se mantuvo en el poder durante medio siglo.
Wu Zetian nació en el seno de una familia de funcionarios
de Wenshui (provincia de Shanxi). Además de hermosa era inteligente.
A pesar de estar dotada de un poderoso encanto femenino, Wu se mostraba
firme e inquebrantable en todos sus asuntos. A los 14 años
entró en palacio, donde fue destinada a servir al emperador
Taizong, quien, en reconocimiento de su belleza, le puso por nombre
Mei, que significa encantadora y adorable. Pero a ella este nombre
no le gustaba. Cuando tomó el poder, se cambió el
nombre y pasó a llamarse Zhao (la luz del sol y de la luna
que ilumina todos los rincones de la tierra). Wu Zetian era una
mujer inflexible, como bien lo demuestra la siguiente anécdota.
En los establos de palacio había un caballo salvaje que nadie
conseguía domar. Wu Zetian dijo que lo que había que
hacer era fustigarlo con un látigo de hierro y que si con
ello no se conseguía nada habría que matarlo. A pesar
de que inicialmente se le confirió el título de cairen
(concubina de rango medio), Wu Zetian no logró conquistar
el favor del emperador Taizong. Aunque fue su secretaria durante
12 años, no fue ascendida ni pudo dar a luz. En cambio, Li
Zhi, hijo del emperador Taizong, estaba locamente enamorado de ella.
Tras la muerte de Taizong, Li Zhi fue entronizado y Wu Zetian se
convirtió en emperatriz. El emperador y la emperatriz gobernaron
el país conjuntamente. Dado que Li Zhi no gozaba de muy buena
salud, quien realmente gobernaba era Wu Zetian. Después de
la muerte del emperador, Wu Zetian consiguió estabilizar
la situación política gracias a su rica experiencia
en las intrigas palaciegas. En el año 690 Wu Zetian ascendió
al trono y cambió el nombre de la dinastía por elde
Zhou. Tras deshacerse de sus adversarios políticos estableció
la corte de la familia Wu. Como soberana, fue una gobernadora diligente,
sagaz y compasiva. Durante el reinado de Wu Zetian el país
mantuvo su prosperidad y el pueblo disfrutó de paz. Todas
las tribus existentes en la época del establecimiento de
la dinastía Zhou juraron fidelidad a la emperatriz.
Habiendo trabajado de secretaria del emperador Taizong durante 12
años, Wu Zetian estaba muy familiarizada con las vertientes
de la gestión de los asuntos estatales consideradas prioritarias
por el antiguo emperador y profundizó en muchas de ellas,
como el hincapié en la agricultura, la reducción de
los impuestos y las corveas, la práctica de una política
exterior de paz y la amplia petición de consejos y sugerencias.
La emperatriz eligió con especial cuidado a personas de talento
y las situó en puestos importantes. Asimismo, fomentó
y apoyó la participación femenina en la política.
Sangguan Wan'er constituye el mejor ejemplo de ello. Tanto su abuelo
como su padre fueron eliminados por oponerse a la subida al poder
de Wu Zetian. La joven Wan'er y su madre fueron empleadas en palacio
como doncellas, donde la muchacha recibió una esmerada educación.
Además de componer bellas poesías, Sangguan Wan'er
adquirió profundos conocimientos sobre los asuntos estatales.
Wu Zetian, quien valoraba sumamente sus aptitudes, la nombró
su ayudante personal. Sangguan Wan'er dio a la emperatriz muestras
de su valía no sólo mediante su participación
en la toma de decisiones exigida por los memoriales presentados
al trono, sino en la redacción de los borradores de los edictos
imperiales. Sangguan Wan'er llegó incluso a presidir el tribunal
de los exámenes finales imperiales. Tras la muerte de Wu
Zetian, Sangguan Wan'er permaneció en la corte para ayudar
al emperador Zhongzong en la tarea de gobernar el país.
Wu Zetian era muy tolerante con las opiniones de sus subordinados.
Xu Yougong, funcionario que presidía la judicatura, solía
plantar cara a la reina y manifestarle su desacuerdo con algunos
veredictos judiciales. En cierta ocasión Wu Zetian se indignó
tanto que ordenó que lo decapitasen. Pero justo en el momento
en que iba a dar comienzo la ejecución, lo indultó
y se limitó a degradarlo al rango de pebleyo. Cuando su ira
se hubo aplacado, siguió pidiendo a Xu su opinión
y finalmente le restituyó el cargo de jefe del poder judicial.
En resumen, Wu Zetian fue una emperatriz que ocupo una alta posición,
tuvo un gran poder y consiguió destacados éxitos.
¿Méritos
o deméritos? La historia lo dirá
A
fin de garantizar la estabilidad social, justo antes de morir Wu
Zetian decidió devolver las riendas del poder estatal a la
dinastía Tang. No obstante, la onda expansiva causada por
su modo de actuar jamás se extinguió del todo. La
polémica en torno a su conducta y su personalidad se ha prolongado
hasta nuestros días. El sobrenombre "emperatriz de mano
de hierro" puede interpretarse bien como un cumplido, bien
como una crítica; pero nadie puede borrar la parte de la
historia que escribió. Durante el reinado de Wu Zetian, se
impulsaron los logros de sus predecesores, lo que con el tiempo
llevaría a la dinastía Tang a la cima de su esplendor
Kaiyuan. De los varios siglos de prosperidad de la dinastía
Tang, 50 años corresponden a su reinado. Fue precisamente
dicha dinastía quien creó a la emperatriz Wu Zetian,
mujer indoblegable que en reciprocidad consagró su vida y
sus energías a la prosperidad de su pueblo.
Wu Zetian dejó ordenado que a su muerte se erigiese una lápida
frente a la tumba en la que la emperatriz y el emperador Gaozong
yacen sepultados, pero que no se grabase en ella inscripción
alguna. A juicio de Wu Zetian, sólo la historia podía
valorar los méritos y deméritos de su vida. Como emperatriz,
ocupó la posición social del emperador y gozó
del apoyo del pueblo; pero como mujer, lo sacrificó casi
todo: familiares, amigos, amor y, en definitiva, su vida. ¿Podían
unas cuantas palabras grabadas en una lápida expresar las
alegrías y tristezas de su vida, y la inconstancia del mundo
que le cupo en suerte?
Wu Zetian no fue únicamente una ilustre mujer de estado,
sino también una excelente poetisa y calígrafa. A
pesar de su versatilidad, la muerte impregnó de desolación
sus temas.
Otra mujer inolvidable de la dinastía Tang fue Yang Yuhuan,
quien además de ser extraordinariamente hermosa era una música
y bailarina consumada. Yang Yuhuan estaba muy enamorada del emperador
Xuanzong, con el que formaba una pareja inseparable. Los subordinados
del emperador, sin embargo, criticaron con dureza esa relación.
Finalmente, cuando la pareja huía del ejército rebelde,
Yang Yuhuan fue obligada a ahorcarse.
A pesar de ser la concubina imperial de máximo rango, Yang
Yuhuan, a diferencia de Wu Zetian, no intervino en la política.
Con todo, tanto la que tomó parte en la política de
su tiempo como la que se mantuvo al margen de ella sufrieron una
fuerte discriminación por el hecho de ser mujeres. Aunque
Wu Zetian y Yang Yuhuan vivieron en el ambiente libre de prejuicios
característico de la dinastía Tang, no pudieron librarse
por completo de la prevención y la intolerancia que el código
ético feudal dirigía contra ellas, especialmente en
la pugna política.
Visto en retrospectiva, es posible que las supuestas mujeres afortunadas
de la dinastía Tang no lo fueran tanto como para despertar
la envidia de las mujeres de hoy. Pero las contribuciones de las
mujeres de la dinastía Tang a la aceleración del progreso
histórico son innegables y dignas de elogio.
Por nuestro reportero HUO
JIANYING
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