El flash
en China
UN
novísimo "arte popular", las animaciones hechas
con flash, se difunde silenciosamente por toda China. El
flash es un software macromedia estadounidense para
realizar animaciones con ordenador. De forma que cuesta imaginar,
este software, utilizado en un principio por el personal
especializado que trabaja con ordenadores, ha traspasado este limitado
marco.
La popularización de los ordenadores y el Internet han ofrecido
la posibilidad de usar este software. En la actualidad, en
China hay más de diez millones de ordenadores y más
de 20 millones de internautas, cifras que representan un gran contigente
de personas potencialmente capaces de producir animaciones con flash.
Un "teatro"
en la red
Lao Jiang es uno de los productores chinos de
animaciones con flash. En el 2000, El rock de la nueva
gran marcha, su primera obra, fue reproducida decenas de miles
veces y más de 300.000 personas tuvieron ocasión de
contemplarla.
Lao Jiang (el viejo Jiang) es el sobrenombre de un joven de poco
más de 20 años apellidado Jiang. En China hay numerosos
jóvenes que, como Jiang, hacen animaciones con flash
en la red. Gracias a estos jóvenes, que tienen nombres artísticos
como Baiding (hombre vulgar), Xiao Xiao (pequeñito) y Lang
Zi (libertino), las animaciones realizadas con flash se han
popularizado en China, ya que sus obras satisfacen las aspiraciones
expresivas de sus autores y reflejan sus sentimientos, manteniéndose
al mismo tiempo lejos de la comercialización.
Desde 1998 hasta ahora, en China han aparecido más de 10.000
sitios web. El número de jóvenes que trabajan
con el ordenador ha aumentado con gran rapidez y a los universitarios
cada vez les gusta más utilizar el ordenador y navegar por
la Internet.
Al principio, estos jóvenes sólo hacían animaciones
en su tiempo libre. Pero posteriormente se dieron cuenta de que
podían hacerlas una vez terminadas las tareas encomendadas
por sus jefes. A raíz de ello, la realización de animaciones
se ha puesto de moda entre los jóvenes.
En 1999, año en que empezó a utilizar el flash,
Lao Jiang no podía encontrar textos de referencia y tuvo
que aprender a manejarlo a través de bbs, conversaciones
con amigos y visitas a sitios web extranjeros. El joven Pi
Shan aprendió a usar el flash en sólo una semana
y, aunque sus trabajos no son artísticos, disfruta mucho
haciéndolos.
Las
animaciones hechas con flash son un verdadero arte de masas,
puesto que su aprendizaje y popularización son fáciles.
Además, ofrecen diversas modalidades expresivas, entre ellas
la escritura, el sonido y el imagen, lo que permite a su autor vehicular
plenamente sus ideas y sentimientos. Por otra parte, este medio
permite a los jóvenes materializar fácilmente su sueño
de rodar películas.
La principal causa de la popularización de este medio en
que con él cualquier persona puede dar a conocer sus "creaciones
artísticas". Entre los internautas circula esta consigna:
"Cualquiera puede ser flasher"
Por medio de la Internet, los jóvenes pueden intercambiar
sus inquietudes y convertirse en flashers que presentan su
obras en el "teatro" de la red.
Popularización
y comercialización
En
China, los primeros sitios web que incluían obras
realizadas con flash aparecieron en el segundo semestre de
1999. Uno de ellos, "Flash Empire", publicaba semanalmente
cinco animaciones que veían entre 20 y 30 internautas; hoy
en día, dicho sitio publica 30 obras diarias. Por lo tanto,
puede decirse que en China la realización de este tipo de
animaciones ya se ha popularizado.
Las principales obras creadas con flash son MTV y trabajos
cortos que contienen humor, sátiras y chistes, así
como temas relacionados con el amor, la amistad y la fraternidad.
Todos ellos son sentimientos instantáneos con los que el
autor expresa su descontento o su alegría. En general, los
trabajos pornográficos y morbosos son rechazados.
Al igual que los hackers, los flashers hacen amigos
en la red y compiten entre sí en el espacio virtual.
En el 2001 se celebró un evento nacional de animaciones de
flash en el que participaron más de 4.000 obras, 12
de las cuales fueron premiadas en un acto celebrado en uno de los
teatros más lujosos de Beijing, que contó con el patrocinio
de MACROMEDIA y otros fabricantes de software. El apoyo de
INTEL tuvo una significación especial, puesto que un alto
directivo de esta empresa manifestó que el flash promovería
la venta de ordenadores personales de nueva generación y
adquiriría valor comercial en el mercado chino.
Recientemente, los empresarios han invitado a varios de estos jóvenes
artistas a realizar animaciones para su posterior comercialización.
Ya hay quienes han expresado su temor de que la comercialización
de las animaciones vaya en detrimento de su popularidad y su espontaneidad
expresiva.
Con todo, ese temor parece injustificado, puesto que el vasto universo
de la Internet ofrece espacio más que suficiente para que
los flashers puedan seguir creando sus obras al margen de
los canales comerciales.
Lo que en verdad resulta preocupante es la posible depreciación
del mercado de la red, ya que de producirse ésta, ningún
sitio web estaría dispuesto a ofrecer espacios gratuitos
a los flashers.
Esperamos que no se llegue a tal situación, dado que los
internautas ya se han acostumbrado a contemplar este flamante arte
popular: las animaciones realizadas con flash.
Por Zhao Ji
Zhao Ji es escritor independiente
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