Viaje por las viejas
aldeas cercanas a Shanghai
SHANGHAI,
la mayor ciudad de China, posee todos los rasgos que caracterizan
a las metrópolis, uno de los cuales es la coexistencia de
rascacielos, casas de té y templos budistas.
No cabe duda de que los turistas procedentes de las grandes aglomeraciones
urbanas se sentirán muy atraídos por los paisajes
rurales y las viejas aldeas cercanas a Shanghai.
Paisajes rurales
Siendo como es un pueblo eminentemente agrícola, el pueblo
chino siente un profundo afecto por el campo y disfruta contemplando
los paisajes alejados y tranquilos compuestos por riachuelos de
aguas transparentes, puentes de piedra y casas de campesinos con
chimeneas humeando.
En las afueras de Shanghai hay muchas viejas aldeas que datan de
las dinastías Ming y Qing. En la aldea de Zhujiajiao, por
ejemplo, construida en el período de los Tres Reinos (220-280),
se conservan aún calles y edificios de la dinastía
Ming (1368-1644). Los pescadores realizan sus transacciones de productos
frescos junto al canal y las mujeres recogen castañas de
agua desde sus barcas, escena que parece sacada de una pintura en
tinta china.
En los restaurantes de la aldeas se pueden saborear zungzi
(pastelillos triangulares de arroz glutinoso envueltos con hojas
de caña o de bambú y rellenos de dátil, carne
o frijol), soja tierna y legumbres saladas, especialidades todas
ellas preparadas siguiendo recetas tradicionales creadas hace más
de cien años.
En el Parque de Guilin, situado en el distrito de Xuhui, hay numerosas
especies de osmanto (Osmanthus fragrans). Sus flores, que
se abren en agosto exhalando un fragante aroma, se utilizan en la
fabricación de licores, caramelos y el dulce de raíz
de loto.
Aldeas antiguas
Zhouzhuang.
En el año 1086, el terrateniente Zhou donó un terreno
de 13 hectáreas situado a orillas de un río para la
construcción de un templo. Posteriormente, sus paisanos fueron
edificando casas en los alrededores del templo hasta formar una
aldea. Las casas se levantan a lo largo de diferentes partes del
río y las calles se unen a través de más de
l0 puentes antiguos de piedra. Hoy en día se conservan 100
casas antiguas con patio construidas durantes las dinastías
Ming y Qing.
La casa de la familia Zhang, por ejemplo, construida sobre el agua,
cuenta con edificios de pisos, una gran sala, un dique y un patio
por el que corre un río en el que se puede pasear en barca.
Tongli. 15 riachuelos dividen esta aldea lacustre de 0,67 kilómentros
cuadrados en siete partes unidas por 20 bellos puentes de piedra
construidos en las dinastías Song, Yuan, Ming y Qing. Los
lugares de interés son el Jardín de la Meditación,
la Residencia de Jicheng, la Sala de Celebración de las Labores
Agrícolas y la Casa Rodeada de Verde Esmeralda.
Luzhi. Los siguientes versos dan una idea de la cantidad de puentes
y riachuelos existentes en esta aldea: "Los aldeanos cruzan
dos puentes a cada tres pasos y descansan durmiendo sobre el río".
Lo cierto es que en los 1,1 kilómetros cuadrados de la aldea
de Luzhi, cuyas casas son todas antiguas, hay 40 puentes. Las mujeres
se cubren la cabeza con una toalla cuya forma recuerda la cola de
la golondrina y llevan falda plisada con bordados.
Entre los lugares de interés paisajístico destacan
el arco de puente donde se refleja la luna llena, las casas de bambú
de los pescadores rodeadas por verdes lentejas de agua, la aurora
de Xihui, etc.
Mudu. Cuenta la leyenda que en el año 514 a.C. el rey del
Estado de Wu retuvo en el río que pasa por esta localidad
la madera sagrada ofrecida por el rey del Estado de Yui. En esta
aldea hay más de diez templos antiguos y lugares pintorescos,
como el pino antiguo del Templo de Wayuen, el paisaje nevado de
la montaña Nanshan y el puente oblicuo.
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