Contenido de Octubre del 2001
 

Los amantes del mar chinos y españoles estrechan sus lazos


--Entrevista con el almirante y armador José María Dutilh Giménez, presidente de la Real Liga Naval Española

 

¿Qué representarán en el recién nacido siglo XXI los mares del mundo social, militar y culturalmente?

La sociedad en su composición y estructura depende cada día más de la actividad económica de cada país y de las relaciones comerciales de este con los demás. El transporte de mercancías de gran masa y precio relativamente bajo ha de hacerse por mar. Es de esperar que el nuevo siglo vea un gran perfeccionamiento del transporte marítimo que le hará bajar fletes, ganar velocidad e incrementar la seguridad. Es seguro que todavía no se vislumbra el futuro buque mercante del siglo XXI que nacerá de los adelantos científicos y tecnológicos.
En el aspecto militar, el creciente poderío ofensivo y disuasorio de flotas reducidas y muy veloces, capaces de trasladar las posibilidades ofensivas a mucha distancia del país que las posee podrá llegar a tales términos que, afortunadamente, las guerras de ámbito amplio sean cada vez más difíciles por la elevada capacidad de estas flotas. En cambio, será factible organizar una policía internacional de los mares capaz de establecer el orden en cualquier punto del globo. En unos pocos días ahora, y quién sabe en cuántos menos dentro de una décadas, una flota relativamente reducida podrá situar a distancia efectiva de actuación un potencial ofensivo superior al de un ejército entero de la II Guerra Mundial. La mar que une en tantos aspectos es de desear que una también en este, en lugar de ser teatro de una carrera de armamentos.
La cultura se ha transmitido siempre más rápidamente por mar que por tierra. Por hablar de China y España, mientras el comercio entre Oriente y Occidente se hizo a lo largo de la célebre y larguísima ruta de la seda, llegaban productos y noticias (fábulas), pero no había verdadero conocimiento. Podemos recordar las continuas ideas de Colón y sus contemporáneos sobre China, Japón y la India, tan confusas que al llegar a otro continente y topar con gente culturalmente en la prehistoria no supo distinguirlas de las muy cultas de Oriente. Es en la época de los grandes viajes marítimos cuando llega el verdadero contacto y se conoce con mayor precisión la cultura de Oriente en Occidente y la de Occidente en Oriente, intercambio muy fructífero aunque como todo proceso con poder creador, no estuviera libre de conflictos. La revolución del transporte marítimo, que como ya se ha dicho cabe esperar en este siglo, potenciará poderosamente el conocimiento y la comprensión de culturas muy diferentes, pero muy capaces de entenderse.

El príncipe de Asturias, don Felipe de Borbón, en el discurso pronunciado con ocasión de su primera visita oficial a la Comunidad de Madrid, hablando sobre la inmigración, puso de relieve que los inmigrantes representan distintas culturas. ¿Cómo cree usted que la cultura naval china podría influir en la española, y viceversa, en el recién nacido siglo XXI?


Es difícil limitar la cultura a un aspecto de la actividad de una civilización. La cultura naval puede que no exista hablando en sentido estricto, pero lo que sí existe es un modo de vivir y actuar propio de las gentes del mar que están dentro del la cultura de su propio país, pero la interpretan de un modo especial. El progreso del tráfico marítimo a lo largo de los siglos XVIII, XIX y Xu Xian ha traído, no obstante, una homogeneización de las costumbre de los marinos; lejos están los tiempos en que nada más avistar una nave, se sabía su nacionalidad. Ahora los barcos son iguales, los uniformes casi iguales y el idioma inglés va camino de ser la lengua de los marinos. Me temo que ya no se podrá hablar de intercambio cultural entre marinos de dos naciones, sino entre todos los marinos del mundo.

El deporte, hoy día, es como un embajador cultural y diplomático entre distintas civilizaciones. ¿Qué representa el deporte náutico social y culturalmente?

El deporte, náutico o no, es un buen elemento para relacionar culturas porque todos nos hemos puesto a practicar los mismos juegos y deportes. Se ha creado una internacional del deporte que, si bien ha hecho desaparecer en su práctica las diferencias culturales, ha facilitado un lugar de encuentro sobre bases comunes. Si un chino y un español compiten en cualquier deporte, las reglas son universalmente conocidas y aceptadas, y serán, mientras dure el encuentro, dos deportistas muy parecidos. Los gobiernos han encontrado en este uniforme campo del deporte una gran ocasión para hablar de algo en lo que no puede haber grandes diferencias, dejando de lado, aunque sea provisionalmente, los puntos de conflicto, tal vez muy graves, que puedan separarles en otros aspectos. El deporte náutico tiene, además, otra condición especial: no se desarrolla dentro de las fronteras físicas de los países, sino en la mar que todos los deportistas pueden, con razón, estimar un campo propio y neutral. Esta misma diferencia hace difícil que surjan los fanáticos apasionamientos que en algún otro deporte terrestre echan por tierra el aspecto de embajador pacífico que le corresponde. El deporte necesita condiciones sociales y económicas favorables para su desarrollo. Es de esperar que el siglo XXI propicie tales condiciones y que la benéfica influencia cultural y humana de los deportes, entre ellos el náutico, sea capaz de mejorar la comprensión y la estima entre los más diversos países.

¿Cómo podrían utilizarse mejor los medios de comunicación para la divulgación de la cultura marítima?


Los medios de comunicación tienen la misión de dar a conocer todos los aspectos culturales de cada país y del mundo. Desgraciadamente, suelen dedicar a lo que es noticia (esto es, mala noticia) mucha más atención que a las actividades positivas. Se puede tener la impresión de que vivimos en un mundo especialmente malo con gobernantes ineptos y hombres injustos, violentos y crueles que vuelcan sobre la humanidad catástrofes sin cuento. En muchos países, entre ellos España, lo que se refiere a la mar y a sus gentes es muy poco conocido porque poco se dice o escribe sobre ello. La televisión es un elemento de gran importancia, porque la afición marítima debe promoverse a una edad temprana y los niños no son grandes lectores de periódicos. Afortunadamente, los pequeños se aficionan pronto a "navegar" por la Internet, que tiene además la gran ventaja de su difusión mundial. Aunque las entidades privadas puedan (y deban) exigir la creación de programas y ofrecer su colaboración, es la decisión política de cada gobierno la responsable de ejecutarlos; probablemente haya que empezar por convencer a los gobiernos de que la cultura náutica es imprescindible.

¿Qué le parecen los astilleros chinos? Entre España y China existe mucho interés en cooperar en múltiples campos. ¿Cree usted que existen buenas perspectivas en este sentido?


Los astilleros de todos los países trabajan con normas y estándares generalizados. En general, creo que los astilleros chinos pueden ser muy competitivos y eso puede hacer difícil la colaboración con los españoles, que no hace mucho tuvieron que sufrir una reconversión por falta de pedidos. Pero el futuro puede ser algo muy distinto. Tal vez esta industria, cada día más tecnificada, acabe dividiéndose y especializándose, lo que podría dar lugar a todos.

La R.L.N.E. ha iniciado relaciones con la Embajada China en España de forma satisfactoria, concretamente con el Consulado de Cultura y Tecnología. Sin embargo, aún no ha entablado relaciones estables con los organismo homólogos chino, como la Armada y el Ministerio del Medio Ambiente, el Comité de Deportes y sus correspondientes organismos radicados en las ciudades costeras. ¿Nuestro ... ha trazado algún plan para estimular los contactos? En caso afirmativo, ¿desea mandarles un mensaje por adelantado?


Aunque la Liga tiene amplia implantación en España y excelentes relaciones con las otras entidades públicas y privadas relacionadas con el mar, no puede considerarse homóloga de las entidades oficiales que cita. Es evidente que habrían de ser la Armada Española y los Ministerios más afines los interlocutores válidos para contactos estables oficiales. Nuestra entidad es privada y apolítica, y no puede protagonizar las relaciones que corresponden a organismo del Estado. No quiere esto decir que la Liga no pueda desempeñar algún papel que, como usted reconoce en su pregunta, viene realizando dentro de sus posibilidades. En el aspecto cultural, no institucional, estaremos siempre en primera línea para colaborar en el acercamiento de nuestros países. También podemos intentar llevar a los organismos oficiales el convencimiento de cuánto se puede conseguir con una colaboración más estrecha. Con esto queda dicho que no puede existir ningún plan determinado para relaciones que no dependen de nosotros, pero que sí existe el propósito de colaborar en cuantas oportunidades se nos presenten.

Dejando aparte las diferencias ideológicas, los seres humanos sabemos impetrar la protección de fuerzas sobrenaturales: "¡Que Dios nos bendiga!"; los marinos españoles dicen: "¡Que la Virgen del Mar nos proteja!"; y los chinos invocan a Matsu, Diosa del Mar. ¿Cómo valora este hecho?


Creo que la pregunta requiere ciertas matizaciones. En primer lugar, los marinos españoles no tienen, no tenemos, una ideología común, si se entiende por ideología un concepto único de la política. Si utilizamos la palabrea ideología como sinónimo de una forma general básica de entender y de vivir la vida, España está dentro del pensamiento cristiano occidental, lo que quiere no decir que, estrictamente hablando, todos los marinos españoles sean cristianos.
Entre los marinos, aunque algunos o muchos de los navegantes de siglos pasados hayan tenido un comportamiento licencioso espoleado (no justificado) por las durísimas condiciones del oficio en aquellos tiempos, siempre conservaron su fe, que en los momentos de mayor peligro les llevan a invocar a Dios, la Virgen o algún santo de su particular devoción, como san Telmo, san Nicolás y santa Clara. Sobre todo la Virgen, antes la del Rosario y luego la del Carmen, que en España se considera la Virgen del Mar por excelencia.
Como es bien sabido, el cristiano es monoteísta, sólo adora a un Dios; la Virgen no es ni dios ni diosa, y sus diversas advocaciones son simplemente distintos nombres de una sola venerada Persona. No tenemos dioses particulares ni vírgenes que son personas distintas para cada elemento o cada actividad.
El marino actual es una persona muy distinta de sus turbulentos antepasados: trabaja en condiciones favorables y no pasa años fuera de su hogar y lejos de su familia. No obstante, ha conservado intacta la fe de sus algo turbulentos antepasados. La explicación es sencilla: la mar, aun con los medios de hoy día, impone un respeto profundo que obliga a encomendarse a Dios, bien directamente, bien a través de nuestros intercesores, principalmente la Virgen María.
Este respeto por el mar, que nos presenta con tanta frecuencia nuestra debilidad frente a la fuerza de sus olas y sus vientos, es inherente a los marinos de todo el mundo. Todos los que crean en alguna divinidad han de dirigirse a ella con todo el fervor de su corazón, cuando fían su vida a un barco muy pequeño y débil, por grande que sea, ante las fuerzas de la naturaleza.
Me alegra mucho que los chinos pidan la bendición a Matsu porque con ello muestran un vínculo más con la religiosidad de los marinos y concretamente de los españoles. Supongo que, en un país tan extenso como es China, lo esencial da lo mismo: es la comunión del hombre con lo sobrenatural para sobrellevar con ánimo y esperanza el difícil, pero bellísimo oficio, de los marinos, incluidos los que a la mar llegan por pura afición y le dedican su tiempo libre y su entusiasmo.

¿Podría darnos una idea general de la historia de la navegación española relacionada con la de la navegación de la familia real?

La dinastía actual de la Casa de Borbón, desde Felipe V, se caracteriza por la preocupación e interés de los Monarcas por la Armada. Ello ha sido y es una constante a lo largo de nueve reinados.
Al rey Felipe V corresponde el arranque de nuestra Marina; y a Fernando VI y Carlos III, el cenit de nuestro poderío naval. Los reinados siguientes son una continua lucha entre nuestras posibilidades y nuestras necesidades, en las que siempre, sin embargo, se manifiesta la voluntad real de favorecer a la Armada.
La práctica de la navegación y la predilección por los deportes náuticos son ya una tradición de la monarquía española.

¿Cuál es el panorama presente de la industria náutica española? ¿Cuáles son las naves civiles y militares españolas más modernas?

La industria náutica española está avanzando a grandes saltos en sus proyectos y construcciones deportivas, registrándose un aumento constante de la venta de embarcaciones deportivas y de recreo. La empresa BAZAN construye las naves militares más adelantadas.

¿Cuáles son los planes de la R.L.N.E. relacionados con la seguridad en el mar y con la protección del medio ambiente marítimo y costero?

La R.L.N.E. cuenta con la Patrulla Auxiliar Marítima (PAM), formada por socios voluntarios, y con embarcaciones deportivas, que colaboran a título individual en caso de emergencia y con la Sociedad de Salvamento y Defensa del Medio Ambiente Marino.

¿Cómo debería formarse en el pueblo la conciencia de que es necesario colaborar en la protección de las aguas marítimas y continentales?

Mediante cursos, charlas y conferencias en los colegios para niños de entre seis y diez años; para los niños y adolescentes de 10 a 17 años, indicándoles como ejemplo que la mar hay que respetarla y cuidarla, y que la limpieza de la mar comienza con el cuidado de los ríos que vierten sus aguas en ella.

¿Qué actividades está organizando la R.L.N.E. últimamente? ¿Cuál será el lema del congreso FIDALMAR, que tendrá lugar en Argentina este año?

Seguimos organizando conferencias para las personas mayores y viajes a la costa para celebrar el "Día del mar". También organizamos salidas con barcos de pesca, embarcaciones deportivas, mercantes y buques de la armada para la gente del interior que jamás ha pisado un barco; es lo que llamamos "Bautismo del mar". El lema del congreso FIDALMAR, que se celebrará en Buenos Aires, es "El mar y el cambio climático global". Nos gustaría que en este congreso participase algún representante de su país.

Usted ha sido preceptor de Su Majestad. ¿Qué piensa del Rey como marino?

Hace tiempo que participa en regatas nacionales e internacionales consiguiendo bastantes triunfos. Tuvo buenos profesores y su vocación y afición hicieron el resto.

Usted ha vivido la transición española junto a uno de sus protagonistas más destacados: el Rey. ¿Podría contarnos sus experiencias?

Mis experiencias se limitaron solamente a algunos consejos y opiniones muy personales.

¿Qué le parece el mar chino y la industria naval china?

Desconozco el mar de China y su industria naval, realidades que me gustaría conocer in situ, de cerca.

Si usted tuviera la posibilidad de ir a China, ¿cómo lo haría: por tierra o por mar?


Para ir por mar tendría que disponer de tiempo; por ello, si fuera en avión tendría más tiempo para visitar su gran país.

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