Hipermercados extranjeros
en China
EN vez de ir al tradicional mercado callejero,
desde hace aproximadamente dos años una mujer apellidada
Wang va cada día a un hipermercado de la cadena francesa
Carrefour a comprar verduras y productos acuáticos. Wang
considera que hace las compras en este establecimiento resulta más
cómodo y que la calidad de sus productos está garantizada.
La
cadena de hipermercados Pricesmart fue la primera en establecerse
aprovechando la oportunidad brindada por la reforma y la apertura.
Los establecimientos de esta cadena extranjera, cuyos precios son
más altos que los de los hipermercados chinos, han sido muy
bien acogidos por los consumidores chinos, puesto que ofrecen un
espacio amplio y cómodo, aparcamiento, mejor atención
al público, productos fabricados en el extranjero y una forma
de vender especial. A pesar de la bajada de los precios propiciada
por el establecimiento de sucursales en varios puntos de Beijing,
Pricesmart ha perdido a muchos clientes en comparación con
otras cadenas de hipermercados, sobre todo debido a la cuota de
más de cien yuanes que exige a quienes deseen convertirse
en sus clientes, sistema que no ha cuajado entre los consumidores
chinos.
La cadena de hipermercados Carrefour se aviene en líneas
generales con las preferencias de los consumidores chinos. Esta
cadena, cuya sede central se encuentra en París, cuenta con
numerosos establecimientos afiliados y ocupa el segundo puesto mundial
en ventas al por menor, por detrás de Wal-mart. Gracias al
trato ventajoso, las grandes dimensiones, los precios bajos, la
rápida sustitución de las mercancías viejas
por nuevas y la moderna concepción administrativa, el hipermercado
Carrefour ha conseguido hacerse con una nutrida clientela y, al
mismo tiempo, ha ejercido una fuerte presión sobre los grandes
almacenes y los comerciantes transnacionales dedicados a la venta
al por menor.
A diferencia de los hipermercados Pricesmart, que con sus productos
de fabricación extranjera, su agradable ambiente y sus servicios
de calidad procuran atraer sobre todo a la parte de la población
que se ha enriquecido primero, los hipermercados Carrefour han centrado
su atención en las grandes masas de consumidores. Carrefour
ha prestado siempre especial atención a la administración
de sus sucursales; así, por ejemplo, antes de establecer
una sucursal, se llevan a cabo una investigación concienzuda
y un estudio detallado, que duran alrededor de un año, para
recabar información sobre la cultura, el clima, las costumbres,
el nivel de consumo de la población local, etc. En palabras
de Daniel Bernard, primer jefe ejecutivo de Carrefour, "toda
sucursal de Carrefour debe ser una miniatura del país donde
se encuentra y debe adaptarse a las circunstancias de la cultural
local". En realidad, todas los establecimientos filiales de
Carrefour establecidos en China se han adaptado armoniosamente a
la cultura china, de modo que ésta prospera con cada nueva
sucursal que se abre.
La cadena de hipermercados Wal-mart, que tiene seis sucursales en
Shenzhen (provincia de Guangdong), aún no ha abierto ninguna
en Beijing. Ello obedece a su estrategia de establecer sucursales
en zonas de alto nivel de consumo, motivo por el cual esta cadena
decidió situar sus primeras sucursales en Shenzhen, ciudad
más próspera y desarrollada que las demás ciudades
chinas y que cuenta con una población de elevado nivel adquisitivo.
Hace 38 años, el empresario estadounidense Sam Walton fundó
una gigantesca cadena de hipermercados que en el 2000 registró
un volumen de negocios de 1.600 millones de dólares y ocupó
el segundo puesto en la lista de las 500 empresas líderes
elaborada por Fortune. Wal-mart tiene repartidas por el mundo
más de 4.000 sucursales, donde se mantienen día tras
día los precios ordinarios y cuyos empleados ofrecen un excelente
servicio. En 1996, esta cadena de hipermercados inauguró
su primer establecimiento chino en la ciudad de Shenzhen; cuatro
años después contaba con sucursales en Dongwan, Dalian
y Kunming. Carrefour ha establecido sucesivamente 23 sucursales;
Wal-mart, en cambio, se ha mostrado más prudente. Sin embargo,
este año Wal-mart ha puesto en marcha un plan de expansión
que incluye el establecimiento de ocho nuevas sucursales en China.
La penetración de las cadenas extranjeras de hipermercados
en China ha transformado los hábitos de compra de la población
y la manera de hacer negocios de los comerciantes chinos. El hecho
de que el 90 por ciento de las mercancías sean suministradas
por fábricas chinas promueve al desarrollo de los distintos
sectores productivos del país. Aunque la llegada de los hipermercados
extranjeros ha aportado experiencias provechosas a sus competidores
chinos, de momento no hay indicios que apunten a la agudización
de la competencia entre los establecimientos locales chinos y los
hipermercados extranjeros.
Son
muchos quienes consideran que la apertura total de la venta al por
menor no comenzará a producirse hasta que China ingrese en
la OMC (Organización Mundial del Comercio). La mayoría
de los empresarios han comprendido que la conexión de China
con el resto del mundo ya ha comenzado a producirse de manera natural
y que la incorporación plena de China en la OMC depende casi
únicamente de la firma y la ratificación de los documentos
correspondientes. En 1999, es decir, unos cinco años después
de su llegada a China, las cadenas de hipermercados Carrefour y
Wal-mart ocuparon los puestos tercero y noveno, respectivamente,
en una clasificación de las empresas existentes en China
dedicadas al comercio minorista. En el año 2000, las cadenas
Wal-mart y Metro decidieron abrir otras 8 sucursales en China, mientras
que Carrefour se fijó el objetivo de establecer por lo menos
cuatro nuevas sucursales en nuestro país.
A primera vista resulta difícil comprender por qué
los hipermercados extranjeros se expanden con rapidez y, en cambio,
los empresarios chinos de la venta al por menor se ven acosados
por las dificultades y no terminan de alcanzar el éxito.
Dentro del mismo sector se reconoce que los trabajos preparatorios
realizados por los empresarios foráneos en los ámbitos
de la gestión, la tecnología y los recursos humanos
no pueden equiparse con los llevados a cabo por sus colegas chinos.
Con todo, no faltan los empresarios chinos que han comenzado los
preparativos para concentrar todos sus esfuerzos en la ardua competencia
que se avecina. Wang Min, presidente de Tecnología Chaotong
S. A. (Beijing), dijo lo siguiente: "El mercado es inexorablemente
justo; pero, en lo que seguirá siendo un proceso muy difícil,
podemos aprovechar la experiencia de nuestros colegas extranjeros.
La transformación del mercado chino nos exige aprender para
poder alcanzar el alto nivel administrativo de los empresarios foráneos.
Dentro de unos años, en todas las ciudades chinas, e incluso
en toda China, se habrán implantado una o varias decenas
de poderosas cadenas de hipermercados caracterizadas por el elevado
nivel de su gestión. Creemos que algunas de ellas serán
chinas".
Según cierta publicación, un hipermercado de Tianjin
está casi listo para establecer una sucursal en Beijing decidida
a competir con las empresas transnacionales en el sector del comercio
al por menor.
LI XIA
|