Jinhe,
productora de la medicamentos tibetanos
MI abuela me contó que siendo niña
fue un día con su padre a un monasterio tibetano de su
localidad y un buda viviente les dio varias semilllas de cinamomo
envueltas en un paño de seda amarilla. Según aqueel
buda, esas semillas procedían de la luna y eran un elixir
de larga vida. Mi abuela, que jamás se separó de
su rosario budista y su lámpara de aceite, creía
a pies juntillas en las palabras del buda. Yo pensé que
esas semillas quizá eran una medicina maravillosa y que
el buda dijo lo que dijo para entretener a mi abuela.
En
realidad, muchos lamas tibetanos son buenos médicos; por
otra parte, las singulares condiciones naturales de la meseta
Qinghai-Tíbet les ofrecen plantas y minerales medicinales
con los que siguiendo las recetas heredadas de sus antepasados
preparan medicinas muy efectivas.
Sin embargo, en el pasado, debido a la situación
remota y a las malas comunicaciones de esta región, los
medicamentos tibetanos sólo irradiaban su luz curativa
en los monasterios. Pero hoy día, gracias al estudio profundo
de la cultura tibetana, se ha descorrido el velo de misterio que
envolvía la medicina de esta etnia y han aparecido hospitales,
laboratorios farmacéuticos e institutos de investigación
de medicina tibetana. En este firmamento ha surgido una estrella
que brilla con luz propia: la empresa Medicamentos Tibetanos Jinhe
de Qinghai S.A.
Jinhe significa fruto de la chebula (Terminaria
Chebula Retz.), uno de los ingredientes más usados en la
medicina tibetana. Este fruto y las semillas de cinamomo
celestial que vio mi abuela en el monasterio de su pueblo
natal tienen el mismo color e idéntica forma.
La empresa Jinhe, fundada en 1992, empezó
siendo un pequeño laboratorio farmacéutico. Pero
durante sus sólo diez años de existencia ya ha establecido
el Hospital de Medicina Tibetana de Qinghai, el Laboratorio de
Productos Farmacéuticos Tibetanos de Qinghai y el Instituto
de Investigación de Medicina Tibetana de Qinghai.
Los tibetanos Ai Cuoqian y Wen Qingjie, respectivamente
presidente y vicepresidente del consejo de administración
de esta empresa, dijeron: La medicina tibetana no pertenece
exclusivamente a los tibetanos, sino a toda la humanidad, a la
cual debe servir. Este era el deseo de nuestros antepasados.
Ciñiéndose a la norma nacional
del proyecto GMP, Medicamentos Tibetanos Jinhe de Qinghai S.A.
ha instalado una planta de producción de medicamentos tibetanos
en la que se elaboran los siguientes productos:
El Qinshiwei Zhenzhuwan, dispersante de la estasis
sanguínea y favorecedor de la circulación;
El Ershiwuwei Songshiwan, tonificante de las
funciones hepática y biliar;
El Ershiwuwei Shanhuwan, estimulante de la circulación
y relajante de músculos y articulaciones;
El Liuwei Anxiaojiaonan, (reconocido por la
FDA de EE.UU), lubrificante intestinal y laxante;
El Renqingchangjui, armonizador de las funciones
esplénicas y estomacales interrelacionadas;
El Renqingmangjui, antiinflamatorio, alexifármaco
y tónico;
El Ruyizhenzhuwang, febrífugo y dispersante
de la humedad;
Todas estos medicamentos tradicionales tibetanos
están bajo la protección del Estado.
Otros
productos de esta empresa de gran eficacia y muy apreciados por
los pacientes son el Qianleibao (para el tratamiento de la prostatitis
y las enfermedades del sistema uninario), el Jiangzhijiaonan (para
reducir el colesterol, la hipertensión y la arterioesclerosis)
y el Tiangeng (para el tratamiento de la impotencia y la eyaculación
precoz).
El centro de balneoterapia del Hospital de Medicina
Tibetana de Qinghai, cuyos índices de curación y
mejora de la artritis reumática son, respectivamente, del
64 y el 94 por ciento, goza de gran prestigio en todo el país.
La medicina tibetana ha logrado éxitos
en el tratamiento de la hepatitis B con un tratamiento de seis
meses cuyo índice de curaciones es del 60 por ciento.
Al mismo tiempo, la empresa Jinhe ha logrado
éxitos en la investigación y la elaboración
de nuevos medicamentos en colaboración con los departamentos
correspondientes de Shanghai y Shenzhen.
Jinhe ha experimentado un rápido crecimiento,
pero no por ello ha descuidado la protección del medio
ambiente que le abastece de plantas medicinales. Ai Cuoqian, presidente
del consejo de administración, ha discutido en diversas
ocasiones sobre el mantenimiento del equilibrio ecológico
y el desarrollo de la medicina tibetana con botánicos estadounidenses
y con miembros de la Organización Mundial para la Protección
del Medio Ambiente .
El vicepresidente Wen Qingjie explicó:
La mayoría de las plantas medicinales tibetanas se
encuentran en regiones situadas a más de 3.800 metros y
son muy raras. Por lo tanto, debemos proporcionarles la máxima
protección.
Jinhe ha establecido sendas zonas
de protección natural en los distritos de Huzhu, Huangzhong
y Menyuan, zonas en las que las plantas medicinales se llevan
a cabo estudios sobre su cultivo y se recogen de manera organizada
y planificada.
Al
igual que las semillas del cinamomo lunar, las plantas
de la meseta Qinghai-Tíbet son casi las únicas incontaminadas
del mundo. Estamos convencidos de que la farmacología tibetana,
tan beneficiosa para la humanidad, tiene una vitalidad ilimitada
y brillantes perspectivas.
Por ZHI ZHOU