El
nuevo sabor de la vida en el nuevo siglo
Por ZHANG XUEYING
RECIENTEMENTE,
la empresa estadounidense Olma, la mayor cadena de establecimientos
comerciales del mundo, anunció la apertura de nuevas sucursales
en la parte continental de China. Desde 1996, año de su llegada
al mercado chino, esta empresa ha abierto con éxito siete
hipermercados y un economato para sus clientes. Casi al mismo tiempo,
Carrefour, que ocupa el segundo puesto mundial, anunció el
cierre de su sucursal de Hong Kong para poder concentrar sus esfuerzos
en el desarrollo del mercado continental.
Al principio, los clientes de Olma y Carrefour eran extranjeros
residentes en China. Pero ahora su clientela, que aumenta con rapidez,
está formada mayoritariamente por consumidores chinos, quienes
se sienten atraidos no sólo por la abundancia de los productos
en venta, muchos de ellos importados, sino por la amplitud de los
establecimientos y la alegre atmósfera consumidora que reina
en ellos. Además, los clientes no tienen que agolparse entre
la multitud ni soportar molestos alborotos, sino que pueden disfrutar
tranquilamente del placer de comprar.
Alimentarse de manera
inteligente
El
dueño de un supermercado chino se quejaba diciendo: "Los
chinos son cada día más exigentes". Y tiene razón.
Cuando los chinos escogen productos alimenticios empiezan a buscar
la fecha de fabricación y la fecha de caducidad. Si no las
encuentran, se van sin titubear. Además, leen detenidamente
las explicaciones que figuran en las etiquetas. Los alimentos naturales
y verdes están teniendo una buena acogida, mientras que los
congelados rápidos han perdido en los últimos años
el favor de los consumidores, debido a que los expertos han señalado
que la mayor parte de su contenido nutricional se pierde con el
paso del tiempo. Las legumbres y las frutas frescas, así
como todo tipo de productos lácteos se han convertido en
los productos más socilitados por los consumidores, sustituyendo
así a los alimentos de alto contenido en grasa, colesterol
y aditivos químicos.
En los puestos callejeros de frutas y verduras se ven manzanas y
piñones de Estados Unidos, piñas de Malaisia, hongmaodan
de Vietnam, así como verduras de Israel. En Beijing, el consumo
de col chino, que solía ser tan elevado en invierno, es cada
vez más reducido. En comparación con lo que sucedía
hace varios años, cuando todo el mundo compraba decenas y
hasta centenares de kilos de col de una sola vez, hoy sólo
se compran a lo más dos o tres, a pesar de que los agricultores
han decidido plantar variedades más sabrosas. Lo más
curioso para los campesinos es que los consumidores prefieren las
verduras dañadas por los insectos, pues ven en ello una garantía
de que no han sido tratadas con insecticidas químicas.
Los alimentos nutritivos para fortalecer la salud tiene mucha demanda,
pese a su alto precio. Cuando el aceite de pescado de Alaska (EE.UU.)
se puso de moda, su precio llegó a los 180 yuanes (más
de 20 dólares estadounidenses) por cada 100 cápsulas.
Ahora es muy frecuente regalar naobaijin, otro producto alimenticio
procedente de Estados Unidos.
Vivir con comodidad
Aunque
en Beijing la vivienda es dos o tres veces más cara que en
Shanghai y en Guangdong, el entusiasmo de los beijingneses no se
ha enfriado en absoluto. Una señora apellidada Zhao dijo:
"Nuestra casa se encuentra al lado de una calle. Ya puedes
imaginarte como nos molestan los ruidos y el aire contaminado; no
tenemos siquiera un lugar por el que podamos pasear después
de cenar. He cobrado mucho cariño a las Viviendas Yiyuan.
Son caras, es verdad. Pero están junto al río Kunyu
y por la noche podemos pasear un poco por su orilla; además,
alrededor de las Viviendas hay césped, árboles y flores".
En las exposiciones de viviendas de Beijing, los más solicitados
son los pisos de diseño moderno bien comunicados y equipados
con zonas verdes. En su afán de convencer a los consumidores,
los vendedores ponen a los nuevos grupos de viviendas nombres tan
atractivos como "Barrio Ecológico" o "Jardín
Francés", destacando al mismo tiempo su diseño
lleno de sabor europeo. Cada vez son más los promotores que
dan importancia a los detalles, como el sistema de calefacción
ecológico importado de Estados Unidos que sustituye a los
radiadores tradicionales; la construcción de techos en atril
y la instalación de vidrieras francesas; la inclusión
en su diseño de una red eletrónica de banda ancha
de una frecuencia de 100 megaciclos; y la construcción de
gimnasios, campos de golf, piscinas cubiertas, campos de tenis,
etc..
Los
acabados interiores también han experimentado grandes cambios.
La pintura y el agente adherente respetuosos con el medio ambiente
se han convertido en los nuevos materiales preferidos. La sucursal
en Beijing de la firma sueca IKEA fue la primera en dar a conocer
a los beijingneses nuevos conceptos en la decoración del
hogar. Por aquel entonces, quienes acababan de comprarse una casa
o un apartamento acudían a IKEA, establecimiento que marcaba
la pauta del diseño. Sin embargo, en los últimos años
la gente parece estar más interesada en destacar su propia
personalidad y los muebles de hierro forjado están sustituyendo
a los de madera. Por otra parte, se constata un nuevo auge de las
antigüedades, como lo demuestra la gran demanda de puertas,
ventanas y biombos de estilo antiguo.
Divertirse a placer
En la actualidad, son muchos los jóvenes que, después
de terminar su trabajo, en lugar de volver en seguida a casa, acuden
con algunos amigos a estadios y clubes deportivos para fortalecer
su salud, actividad muy practicada durante los fines de semana.
Aunque los precios son bastante elevados, sigue sin poder satisfacerse
la demanda. El hecho de reservar una pista deportiva con dos o tres
días de antelación es tan habitual que la gente ya
lo tiene por costumbre.
Los chinos ya no tendrán que volver a preguntarse qué
deporte pueden practicar. El puentismo, la escalada, los bolos,
el tiro con arco y el shaping han perdido su carácter novedoso,
mientras que el golf se ha convertido en el nuevo deporte de moda
entre los oficinistas de la ciudad. Son muchos los grandes estadios
que de día son campos de fútbol y de noche campos
de golf, y algunos de ellos invitan especialmente a entrenadores
japoneses o estadounidenses para atraer a una clientela más
amplia.
Los
viajes en fines de semana y días festivos constituyen un
nuevo punto de crecimiento de la economía nacional, tanto
es así que la expresión "economía de vacaciones"
ha sido incluida en un gran diccionario chino recién publicado.
Durante los fines de semana, los lugares turísticos de los
alrededores de la ciudad se ven siempre muy concurridos por quienes
desean dedicar su tiempo libre a la escalada, los paseos, los baños
en las fuentes termales, la recogida de frutas, el cultivo de verduras
y otras actividades que les liberan de la presión acumulada
a lo largo de la semana. Los programas turísticos más
solicitados son los viajes al extranjero, los viajes en automóvil
y los viajes de exploración.
La preocupación por
el medio ambiente
Al principio, la gente no supo como reaccionar cuando la televisión
comenzó a hacer públicos los índices de contaminación
atmosférica. Ahora, en cambio, el medio ambiente es un tema
muy popular. La gente empieza a plantar flores y árboles
en su propio patio; se está poniendo en práctica la
recogida selectiva de basuras; las gases de escape de las locomotoras
diesel debe cumplir ciertas normas; en la zona urbana de Beijing
sólo se permite circular a los vehículos motorizados
que tengan la ficha verde, símbolo de protección ambiental,
y cada vez se usan más como carburantes el gas natural comprimido
y el gasóleo licuado; las calderas de carbón han sido
sustituidas por calderas de gas natural, electricidad y diesel ligero,
y el carbón que continúa usándose debe ser
bajo en azufre y ceniza, imponiéndose sanciones en caso contrario.
Consumir con anticipación
Antes de que los críticos cinematográficos de Belifushan
(EE.UU.) hayan terminado de escribir sus críticas sobre las
películas recién estrenadas, los cinéfilos
de muchas ciudades del este de China ya las han visto. Aunque las
entradas suelen ser muy caras, los jóvenes se pelean por
verlas lo antes posible.
Surgen cines de capital mixto y autocines. Los cines que disponen
de varias salas y programan sesiones continuas son los que atraen
a más espectadores. Lleguen a la hora que lleguen, los espectadores
pueden no sólo ver la película que deseen tras esperar
como máximo diez minutos, sino elegir sus butacas mediante
el computador. En Shanghai, un cine estatal que había monopolizado
el mercado perdió esta posición inmejorable debido
a la competencia de los numerosos cines de capital mixto. Según
fuentes fidedignas, la Compañía Cinematográfica
Paramount invertirá en la construcción de una ciudad
del cine en Shanghai que contará con diez salas de proyección.
La preferencia por las marcas famosas también forma parte
del auge del consumo. Las marcas de cosméticos Christian
Dior, Shiseido, Lancome y Aupres ocupan la mayor parte del mercado,
y los perfumes de Channel, los vestidos de Ports, los zapatos Hush
Puppies y los bolsos YSL son los artículos más solicitados.
Las publicaciones sobre la moda de Milán y de París
absorben la atención del público chino.
Los automóviles de marca son, naturalmente, el objetivo de
los oficinistas. En la Feria Internacional del Automóvil
del último año fue obvio que las empresas expositoras
foráneas no habían calculado bien el poder adquisitivo
de los chinos, por lo que se sorprendieron enormemente al ver que
muchos automóviles último modelo y de lujo se vendían
en el acto. Muchas de estas empresas volvieron a su país
con órdenes de pedido, algunas de las cuales incluían
diseños personalizados. Según las predicciones de
los expertos, los autos pequeños de diversos colores que
satisfagan las exigencias de los consumidores se convertirán
en los preferidos del mercado chino.
La palabra "globalización" está muy en boga.
En efecto, ante el ingreso inminente de China en la OMC, esta palabra
aparece una y otra vez no sólo en los documentos oficiales,
la prensa, la radio y la televisión, sino también
en las conversaciones de los ciudadanos, convirtiéndose en
un símbolo de la internacionalización de China.
|