Desarrollo de
la informática y fomento de la explotación del oeste
La estrategia de la explotación a gran
escala de las regiones occidentales constituye una importante decisión
del Gobierno chino para el siglo XXI, cuyo eslabón clave
es el desarrollo del sector informático. Este artículo
nos ayudará a conocer el objetivo del Gobierno chino de fomentar
dicho sector en el oeste durante los próximos cinco años
y a comprender la necesidad de realizar grandes inversiones en la
explotación del oeste del país.
--La Redacción
LA informatización es la principal tendencia
del desarrollo económico y social del mundo actual. Constituye
también un paso decisivo en la optimización y la elevación
del nivel de las industrias chinas y en la materialización
de la industrialización y modernización del país.
Por todo ello, el desarrollo acelerado de las tecnologías
e industrias informáticas, la promoción de la informatización
de la industria y el impulso del gran incremento de la productividad
social ejercerán una influencia trascendental en la economía
china, incluida la de las regiones occidentales donde está
ejecutándose esta importante estrategia.
El vasto territorio y los ricos recursos de estas regiones ofrecen
un inmenso potencial de desarrollo. Luego de largos años
de esfuerzos, se logrado establecer una moderna red de comunicaciones.
La capacidad de conmutación por estación ha llegado
a 31 millones de líneas y el nivel de control programado
ha superado el 98%; se han tendido 73.000 km de cables ópticos
de larga distancia entre Xi'an y Urumqi y entre Lanzhou y Lhasa;
en la red de cables ópticos troncales formada por "ocho
líneas longitudinales y ocho líneas transversales",
12 se conectan con el oeste. Todo ello contribuye a que el nivel
de las infraestructuras de comunicaciones de las regiones occidentales
se aproxime al de las regiones orientales. Al mismo tiempo, en el
oeste la industria informática ha avanzado considerablemente.
En las provincias de Sichuan, Shanxi y Guizhou, así como
en la ciudad de Chongqing, dicha industria ha alcanzado cierta magnitud,
surgiendo un grupo de empresas pilares y de altas tecnologías.
Asimismo, la producción de televisores en color, de tubos
de imagen en color, de equipos de comunicaciones y de nuevas piezas
y repuestos ocupa una posición importante en el país.
Sin embargo, debido a las restricciones impuestas por diversos factores,
entre los que destacan las condiciones naturales, la industria informática
del oeste anda muy a la zaga de la del este. Por ejemplo, la tasa
de usuarios de teléfono es sólo del 8%, lo que representa
el 50% de la media nacional, por no hablar de las comunicaciones
en las zonas rurales. En el oeste, pocas son las empresas de electrónica
que figuran entre los varios cientos de empresas más potentes
del país, la estructura de productos todavía no es
racional y el sistema de administración y los mecanismos
de gestión no responden a las exigencias del mercado. Con
la puesta en práctica de la estrategia de la gran explotación
del oeste y la cercanía del ingreso de China en la OMC, la
industria informática de las regiones occidentales se enfrenta
con nuevas oportunidades y desafíos.
Con el fin de lograr un mayor desarrollo en el siglo XXI, el Gobierno
chino está elaborando el X Plan Quinquenal (2001-2005) para
la economía nacional y el desarrollo social. Durante ese
período, la industria informática planea alcanzar
las siguientes metas principales: continuar avanzando a una velocidad
tres veces mayor que la de la economía nacional; conseguir
que en el 2005 la magnitud del mercado duplique la del 2000; y elevar
un 5% el peso específico del valor añadido industrial
en el PIB. Por otra parte, la capacidad de la red de teléfonos
fijos y móviles se situará en el primer puesto mundial,
el nivel de las tecnologías y los servicios mejorará
aun más, la escala económica de la industria manufacturera
de productos electrónicos e informáticos se situará
en la vanguardia mundial, el hardware y el software requeridos por
los importantes proyectos estatales de información podrán
producirse en el país y el volumen de divisas generadas por
las exportaciones doblará al del año 2000. La industria
informática se convertirá en una industria pilar que
impulsará el crecimiento económico y la elevación
del nivel estructural, así como en una industria estratégica
que fortelecerá el poderío nacional integral. A la
luz de esta meta general, las regiones occidentales deberán
intensificar el desarrollo del sector informático.
En primer lugar, es necesario acelerar la construcción y
el perfeccionamiento de las infraestructuras informáticas
basándose en las necesidades del desarrollo socioeconómico.
Debe aumentarse la inversión en la construcción de
la red de comunicaciones del oeste y es preciso esforzarse sin cesar
por mejorar la red de comunicaciones fijas y móviles, elevar
la tasa de usuarios telefónicos, promover la red de comunicaciones
multimedia, aliviar el problema del "cuello de botella"
en la banda y tomar diversas medidas técnicas tendentes a
resolver las dificultades de las comunicaciones en las zonas rurales,
acortando así la distancia que media entre el este y el oeste.
En segundo lugar, es preciso acelerar el reajueste y la optimización
de la estructura industrial de las regiones occidentales orientándose
por el mercado. Como antigua base industrial de China, las regiones
del oeste cuentan con poderosas fuerzas tecnológicas en las
empresas grandes y medianas, las instituciones de investigación
científica y los centros docentes superiores. Hay que aprovechar
plenamente esta ventaja, reforzar la capacidad de innovación
científica y tecnológica y, conforme a las exigencias
del mercado, desarrollar y fabricar con gran empeño productos
electrónicos e informáticos, convirtiendo de este
modo la superioridad de recursos en ventajas económicas.
En la actualidad, estas regiones poseen una buena base industrial
para la fabricación de televisores en color, equipos de sonidos,
aparatos de comunicaciones, ordenadores y piezas microelectrónicas.
Es menester continuar la práctica de "actuar en ciertas
áreas y no actuar en otras", reajustar con rapidez la
estructura de la producción, apoyar a una serie de centros
de estudios científicos y de producción, así
como a los grupos empresariales con buenas perspectivas en el mercado
y mayor capacidad altamente competitivas en el ámbito internacional,
e incrementar de forma constante el peso específico de los
productos con propiedad intelectual autónoma. Asimismo, debe
estimularse a las empresas no gubernamentales y a las compañías
de capital foráneo a participar de manera activa en la inversión
y la construcción de la industria informática del
oeste.
En tercer lugar, hay que ampliar la aplicación de las tecnologías
informáticas y elevar con incansables esfuerzos el nivel
de informatización de las regiones occidentales. Debido a
la industrialización todavía incompleta de China,
a la debilidad de sus bases agrícolas y al atraso de su sector
terciario, para desarrollar nuestra propia industria informática
no podemos adoptar a ciegas el modelo de los países desarrollados,
sino que debemos abrir un camino con características chinas
acorde con las condiciones nacionales. Las regiones del oeste, que
tienen la industria tradicional como la principal, deben, en particular,
concentrar sus esfuerzos de desarrollo informático en la
transformación de los sectores tradicionales, aprovechando
sin pérdida de tiempo las tecnologías informáticas
avanzadas, y hacer realidad la elevación del nivel de las
industrias y la optimización de la producción, aumentando
así su competitividad. La administración gubernamental,
los servicios públicos sociales y la dirección empresarial
deben utilizar las tecnologías digitales y la Internet para
acelerar de este modo su informatización. Por otra parte,
es preciso organizar adecuadamente el desarrollo y la aplicación
de los recursos informáticos en los terrenos clave, estimular
el establecimiento de los bancos de datos públicos para diversos
usos y elaborar un elevado número de importantes proyectos
informáticos. De acuerdo con las necesidades y posibilidades
reales, y con las exigencias de los consumidores, es imprescindible
impulsar las empresas de electrónica, así como la
educación y la asistencia médica a larga distancia,
además de los servicios relacionados, elevando el número
de usuarios de la Internet. Es necesario adoptar diversas formas,
movilizar las fuerzas de los distintos sectores, difundir la educación
mediante los ordenadores y la Internet, y generalizar las habilidades
y los conocimientos informáticos en el conjunto de la sociedad.
En cuarto lugar, hay que profundizar en mayor grado la apertura,
creando un mejor ambiente y condiciones más favorables para
el desarrollo de la industria informática en las regiones
occidentales. Éstas tienen ventajas y también desventajas
evidentes para dicho desarrollo. La solución esencial es
liberar la mente, cambiar los conceptos y llevar a efecto la cooperación
entre diversas regiones, departamentos y empresas de diferentes
formas de propiedad, en consonancia con los principios de complementación
mutua de sus respectivas ventajas, el beneficio recíproco,
el disfrute conjunto de los beneficios y el desarrollo asociado.
También es necesario elaborar políticas que faciliten
la ampliación de la apertura con el fin de atraer tecnologías
e inversiones nacionales y foráneas hacia las regiones occidentales,
y adoptar medidas eficaces para preparar e introducir a personal
competente. El Ministerio de Industria Informática continuará
ofreciendo, como siempre, su orientación y sus servicios
en lo que respecta a la planificación y a las políticas,
a fin de impulsar de forma acelerada el proceso de avance de la
industria informática del oeste.
Mirando hacia el nuevo siglo, la adopción de la estrategia
de explotación de las regiones occidentales será una
medida significativa en la promoción del desarrollo sostenible
de la economía social y la consolidación del poderío
nacional integral. En la puesta en práctica de esta estrategia
rebosante de esperanzas surgirán oportunidades y desafíos.
El impulso de la construcción informática creará
nuevas condiciones para la explotación a gran escala de las
regiones occidentales.
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