La
educación no estatal ofrece muchas oportunidades

SI el Instituto de Traductores de Xi'an, una
universidad no estatal, no le hubiera dado una segunda oportunidad,
Feng Jun seguramente no habría encontrado su lugar en la
sociedad ni se habría graduado posteriormente en la Universidad
de Dubuk.
El
sistema educativo chino se encuentra en una época de profundas
transformaciones propiciadas por el rápido desarrollo económico
registrado en China en los últimos 20 años. A pesar
de que la renovación de los conceptos y métodos educativos
se está llevando a cabo de manera gradual, los cambios,
tanto en aquéllos como en las modalidades de propiedad de los
centros de enseñanza, son muy visibles. Antes, el establecimiento
y la administración de centros docentes superiores eran
competencia exclusiva del Estado; ahora, dicha competencia se
ha extendido no sólo a colectivos, particulares y el pueblo
general, sino también a las instituciones educativas extranjeras
interesadas en introducirse dentro de este sector.
La
educación constituye una base excelente para tener oportunidades.
Según un estudio realizado en EE.UU., el nivel educativo
determina la cuantía de los futuros ingresos, la posición
social, la función política y la influencia personal.
Hasta no hace mucho, en este único sistema de enseñanza
y de selección de estudiantes aventajados, los alumnos
que una vez finalizado el ciclo superior de secundaria no superaban
las pruebas de acceso a la universidad, no podían ni recibir
formación superior ni encontrar un buen trabajo. La mayoría
de los jóvenes que no pasaban dichas pruebas no tenían
más remedio que conformarse con la misma posición
social que sus padres y su misma categoría laboral: campesino,
obrero, pequeño comerciante urbano y otras profesiones
de bajo prestigio social. Por lo tanto, no es difícil de
comprender que los padres no duden en emplear todos sus
recursos económicos y morales con el fin de conseguir que
sus hijos puedan ingresar en la universidad.
En
esta coyuntura de competencia enconada han surgido las universidades
establecidas y administrativas por colectivos y particulares,
es decir, las universidades no estatales. Hace diez años,
este tipo de universidades se limitaban a cumplir una función
complementaria con respecto a las universidades estatales y a
acoger a los estudiantes que no habían superado las pruebas
de acceso a la universidad. Aunque las universidades no estatales
sobrellevan numerosas dificultades, entre ellas la insuficiencia
de instalaciones, la carencia de profesores cualificados, un nivel
académico relativamente bajo, una influencia y un prestigio escasos,
la falta de experiencia en la gestión, las pocas salidas
laborales para sus licenciados y la indiferencia de la sociedad,
estos centros de enseñanza superior brindan a los jóvenes
la oportunidad de recibir una formación de considerable
nivel.
Poco
a poco, este tipo de universidades han ido introduciéndose en
lo que hasta recientemente ha constituido un ámbito reservado
a las universidades estatales.
En los últimos
años, el Gobierno y el pueblo chino han ido comprendiendo
que la educación superior tiene una gran trascendencia
para el desarrollo de la economía nacional y la elevación
del nivel de vida del pueblo. Al mismo tiempo que los ciudadanos
ahorran para poder llevar a sus hijos a la universidad, a éstos
se les abre un futuro luminoso. El gran auge de la demanda educativa
ha convertido el sector de la enseñanza en una nueva fuerza
motriz del desarrollo nacional. El Gobierno y las universidades
han comenzado a percatarse de la importancia que reviste el ofrecer
una segunda oportunidad a esos jóvenes que no aprobaron
los exámenes de ingreso. En efecto, las universidades estatales
han abandonado su orgulloso desdén hacia los estudiantes no admitidos
y se esfuerzan por organizar toda la clase de cursos especializados
para atraerlos. De este modo, las universidades no estatales,
hasta ahora mero complemento de las estatales, se están
convirtiendo en sus competidoras.
Las
cifras auguran a las universidades no estatales un futuro prometedor.
En el otoño del 2000, en Xi'an, capital de la provincia
de Shaanxi, 30.000 nuevos alumnos se matricularon en el Instituto
de Traductores de Xi'an y otras tres universidades no estatales.
En esta mediana ciudad hay 40 universidades no estatales cuyo
número total de alumnos es de 120.000; en seis de éstas
el número de estudiantes matriculados es de alrededor de
10.000. En Xi'an hay además 200.000 estudiantes repartidos
en 40 universidades estatales y 110.000 alumnos matriculados en
universidades para adultos.
Actualmente
existen en China 50 universidades no estatales aprobadas por el
Ministerio de Educación con autorización para expedir
títulos académicos de validez nacional, así como
1.300 universidades del mismo tipo que todavía no han obtenido
dicha autorización; 300 de éstas, repartidas por diversas
provincias y ciudades, han sido autorizadas por el Ministerio
de Educación para llevar a cabo, a título experimental,
los exámenes conducentes a la obtención de títulos
académicos superiores. Aunque dicha cifra no es muy alta, cabe
afirmar que representa un buen inicio para la enseñanza
no estatal. Un interesante fenómeno revela la pujanza de
las universidades no estatales: su aparición en las cercanías
de las universidades estatales tanto de Beijing y Shanghai, como
de otras grandes ciudades costeras y del interior.
Debido al
apego del Gobierno a los conceptos y métodos educativos tradicionales,
las universidades no estatales se enfrentan con problemas como
los siguientes: el Gobierno exige el cumplimiento de una serie
de condiciones muy estrictas antes de concederles la autorización
para expedir títulos académicos de validez nacional, y
estipula sistemas y reglamentos diferentes para uno y otro tipo
de universidad; por otra parte, hay quienes, equivocadamente,
creen que las universidades no estatales no contribuyen al perfeccionamiento
de las cualidades del pueblo, sino que son instituciones interesadas
únicamente en ganar dinero; por último, algunas
políticas, incluida la de impuestos, exigen demasiado a
este tipo de universidades. Por todas estas razones la inmensa
mayoría de los estudiantes prefieren ingresar en una universidad
estatal. Los alumnos admitidos por las universidades no estatales
tienden a ser considerados ciudadanos de segunda. Todo ello ha
puesto numerosos obstáculos al desarrollo de este tipo
de universidades.
A
juicio de las personas dotadas tanto de amplitud de miras como
de sentido práctico,
la creación y el desarrollo de las universidades no estatales
y la mayor competitividad de las estatales, espoleada por el surgimiento
de aquéllas, no solamente han brindado a los estudiantes nuevas
oportunidades para formarse y para elegir la universidad más
conveniente, sino que han promovido una transformación
radical de los conceptos educativos y los métodos de enseñanza,
y ha sentado una firme base para el progreso de la sociedad china.
Consecuentes con esta manera de pensar, los rectores de algunas
universidades no estatales han adoptado el método de exigir calificaciones
mínimas altas y de mantener un elevado nivel. El Instituto
de Traductores de Xi´an, por ejemplo, cuenta con 22.000 estudiantes,
cifra que lo convierte en el mayor instituto de su género. Su
director, Ding Zuyi, considera que es necesario hacer planes a
largo plazo, cambiar la imagen que se ha forjado durante más
de diez años y esforzarse por mejorar las instalaciones
del instituto, por elevar el nivel del profesorado y por consolidar
la administración. Actualmente este instituto, que ocupa
una superficie de mil mu, cuenta con 300.000 metros cuadrados
de viviendas, 20 aulas multimedida en forma de anfiteatro, diez
laboratorios de idiomas, una sala experimental de ordenadores,
un gimnasio de 4.000 metros cuadrados, una gran sala de lectura
con 1.200 plazas y una biblioteca dotada de 20.000 libros. De
acuerdo con los métodos utilizados para la enseñanza de
lenguas extranjeras, el Instituto aplica un régimen de estudio
cerrado y agrupa a sus alumnos en un entorno especial con el fin
de potenciar la eficacia del aprendizaje. Por otra parte, el instituto
ha creado condiciones que favorecen el mejoramiento de las cualidades
morales y el dominio de la lengua extranjera estudiada.
Merece destacarse
el hecho de que el Instituto de Traductores de Xi'an no ha gastado
ni un centavo del Estado y ha acumulado unas propiedades valoradas
en 300 millones de yuanes. En los 14 años transcurridos
desde su fundación, de este instituto han salido 10.000
licenciados universitarios, que han sido contratados por empresas
de capital foráneo, mixto y de colaboración. La
tasa de colocación laboral de sus licenciados alcanza el
98 por ciento y el 20 por ciento de ellos se ha desplazado a otros
países para profundizar en sus estudios. En los años
1998, 1999 y 2000 se matricularon en el instituto 6.800, 7.000
y 9.700 nuevos alumnos, respectivamente, de los cuales el 80 por
ciento fueron admitidos con calificaciones que superaban las notas
mínimas fijadas por la provincia de Shaanxi. Ello demuestra
que el Instituto de Traductores de Xi'an ha dejado de desempeñar
una función complementaria para convertirse en uno de los
centros docentes superiores de mayor atractivo para los alumnos
que participan en los exámenes de ingreso en la universidad.
Con el fin
de introducir la competencia propia del mercado libre en el sector
de la enseñanza, a mediados del siglo XX el famoso economista
estadounidense Milton Friedman defendió la libre elección
de centros docentes. La puesta en práctica de sus propuestas
proporcionó a los padres una amplia gama de opciones a
la hora de elegir el centro en el que iban a estudiar sus hijos
y permitió que todos los jóvenes, sin distinción
de raza ni de nivel económico, gozaran de los beneficios
que reporta la educación. De modo semejante a lo ocurrido
en Estados Unidos a raíz de la implantación del
sistema de libre competencia en el sector educativo, en China,
la aparición de universidades no estatales ha favorecido
el despliegue de esfuerzos por parte de todos los sectores sociales,
encaminados a desarrollar la educación, aliviar la carga
del Gobierno y ofrecer múltiples oportunidades educativas.
Como afirma el director Di Zuyi, las universidades no estatales
desempeñan un importante papel en la reforma educativa,
el desarrollo económico del mercado, la resolución
de los conflictos que surgen al acceder a la enseñanza
superior, la elevación del nivel de vida del pueblo y la
formación de personal competente.
Por HAO LIDONG