Pasando
revista a las relaciones sino-mexicanas
El
Sr. Luis Echeverría, Presidente de México entre 1970 y
1976, y gran amigo del pueblo chino, participó en el concurso
de artículos sobre el cincuentenario de la fundación
de la República Popular China, patrocinado por Radio Internacional
de China en 1999. Con el artículo que publicamos al final
de este reportaje, el Sr. Echeverría obtuvo un premio especial
honorífico en la emulación. Radio Internacional
de China me encargó conferir una medalla a este ilustre
premiado mexicano. Pero el Sr. Echeverría ha estado ausente
de nuestro país durante mucho tiempo, razón por
la cual no pude cumplir el encargo que se me había encomendado
hasta noviembre del año pasado.
Era una tarde
hermosa y apacible. Mi cita con el expresidente mexicano tuvo
lugar en su residencia. Cuando le presenté el certificado y la
medalla concedidos por Radio Internacional de China, este anciano
venerable de 79 años se emocionó muchísimo
y examinó detenidamente aquellos apreciados regalos.
Enseguida,
el Sr. Echeverría echó una mirada retrospectiva
al proceso de establecimiento de relaciones diplomáticas
entre China y México. Al mismo tiempo, nos habló de sus
impresiones después de visitar China en numerosas oportunidades.
El expresidente mexicano señaló que la gran admiración
que profesa por China constituyó la base del reconocimiento
diplomático mutuo de México y China. En su opinión,
durante su desempeño del cargo de presidente de México
este acontecimiento fue siempre considerado un hecho que le honraba.
A lo largo de los 30 años transcurridos desde entonces,
las relaciones sino-mexicanas han resistido la prueba del tiempo
y han experimentado un feliz desarrollo. Ello se puso especialmente
de manifiesto en octubre de 1971, cuando en la Asamblea General
de las Naciones Unidas se discutió la admisión de
la República Popular China en esta organización
internacional. Al pasar revista a este fragmento de la historia,
el Sr. Echeverría dijo: “A mediados de julio de ese mismo
año recibí en la residencia presidencial de los
Pinos una llamada de Richard Nixon. El entonces presidente estadounidense
me pidió, ‘con todo el respeto’ por la soberanía
de México, que se estudiara nuevamente nuestro voto, que éste
fuera negativo y que se dieran las oportunas instrucciones a nuestro
delegado permanente en la ONU para cuando se discutiera el ingreso
de la República Popular China en dicha organización.
Pero en lugar de enviar instrucciones al delegado mexicano para
que votara en contra, en octubre de 1971 decidí ir personalmente
a la ONU. Ante la su Asamblea General dije que me parecía
inconcebible que la República Popular China no estuviera
representada en este importante organismo internacional. Y, considerando
que a esas alturas ya se discutía la propuesta de Washington
de que Taiwan, a pesar del ingreso de China Popular, permaneciera
en la ONU y en su Consejo de Seguridad, agregué que la presencia
de las dos chinas resultaba algo inimaginable, puesto que la soberanía
nacional es indivisible. Durante los últimos 20 años,
se han operado grandes cambios en el mundo. Sin embargo, la historia
ha demostrado que la decisión tomada por el Gobierno mexicano
en aquel entonces fue totalmente justa”. Al evocar todo lo ocurrido
en el pasado, en el rostro del Sr. Echeverría brillaban
la alegría y la satisfacción.
Acto seguido,
este expresidente mexicano recordó sus siete visitas a
China y continuó diciendo: “En cada uno de mis viajes he
constatado los avances de China en los ámbitos de la ciencia,
la tecnología, la agricultura y el crecimiento económico,
avances que han provocado una verdadera revolución industrial
y que constituyen un ejemplo para el resto del mundo”. Luego señaló
que el talento y la sabiduría de los dirigentes estatales
de la vieja generación de China, entre ellos Mao Zedong,
Zhou Enlai y Deng Xiaoping, le causaron una profunda impresión.
Por eso, todavía hoy pueden verse tanto en su estudio como
en su sala de visitas las fotografías ampliadas que le
tomaron durante sus entrevistas con dichos dirigentes chinos.
El Sr. Echeverría
explicó que como presidente de estado visitó 36
países. No obstante, la cordial acogida que le dispensó
el pueblo chino con ocasión de su visita fue de una magnificencia
incomparable; y mientras viva no olvidará aquella escena
protagonizada por miles y miles de chinos agolpados a ambos lados
del camino para darle la bienvenida. Pero el acontecimiento que
a su juicio revistió mayor importancia se produjo en julio
de 1997, fecha en la que realizó su último viaje
a nuestro país para asistir a la ceremonia de transferencia
de la soberanía de Hong Kong a la República Popular
China. El Sr. Echeverría manifestó al respecto:
“Sentí un arrebato de emoción al ver izarse la bandera
nacional de China en territorio hongkonés. El retorno de Hong
Kong y Macao a la madre patria ya forma parte de la historia.
Pero China todavía no ha unificado todo el país.
Confío en que se me invite a la ceremonia de transferencia
de la soberanía de Taiwan a China; espero que el día
en que eso ocurra no tarde en llegar”. Las palabras del Sr. Echeverría
me tocaron en el alma y al mismo tiempo me hicieron creer que,
“como amigo que siempre he sido del pueblo chino” (según
dijo literalmente), habían salido de lo más profundo
de su corazón.
Sin darnos
cuenta, nuestra conversación se había prolongado
durante más de una hora. En ese momento, nuestro anfitrión
nos invitó a conocer su casa y su sala de exposición.
El patio, sombreado por los árboles, nos pareció
muy sencillo y tranquilo; todo en él evidenciaba el ardiente amor
que este anciano siente por la vida. La sala de exhibición
registra toda la carrera política de este ilustre personaje.
Después de entrar en la sala, el Sr. Echeverría nos condujo
ante una enorme fotografía, que cubría casi por
completo una de las paredes, en la que aparece junto con el Primer
Ministro Zhou Enlai y que fue tomada en 1973, año en el
que visitó China por primera vez. Señalándola
con la mano, el Sr. Echeverría nos dijo que para él había
sido un gran honor fotografiarse con Zhou, uno de las personalidades
más destacadas del siglo XX. En la misma sala guarda una
fotografía en la que aparece junto con el Presidente Mao
Zedong; al respecto nos comentó que aún hoy sigue
guardando muy frescos en la memoria todos los detalles de su entrevista
con Mao.
Finalmente,
el Sr. Echeverría nos invitó a ver un noticiario
cinematográfico sobre su visita a China. Aquellas escenas,
testimonios imperecederos del desarrollo de las relaciones amistosas
entre China y México, quedarán grabadas para siempre en
el corazón de ambos pueblos.
CHAO
XUEHONG: Corresponsal jefe de Radio Internacional de China en
México.