El
desarrollo provincial brinda numerosas oportunidades a los jóvenes
El
aspecto de los cantoneses difiere del de los habitantes de las provincias
del interior. La gente los llama bárbaros del sur porque
tienen la frente alta, los ojos pequeños, los pómulos
salientes y la piel oscura y amarilla. Sus dialectos son muy diferentes
de los dialectos del centro de China. Pero dada su situación
geográfica, la provincia de Guangdong no es una región
aislada, puesto que su parte norte linda con las provincias de Fujian,
Jiangxi y Hunan, y su parte oeste con la región autónoma
zhuang de Guangxi. Gracias a su ventajosa posición
geográfica, durante la reforma y la apertura Guangdong no
solamente ha sido un escaparate de la apertura al exterior, sino
que ha ofrecido a las provincias vecinas una ruta hacia el resto
del mundo.
A comienzos de la reforma y la apertura,
estas provincias vecinas compartían el problema de la pobreza
y el del exceso de mano de obra en el campo. Cuando la provincia
de Guangdong empezó a desarrollarse, esa mano de obra sobrante
se trasladó en masa a Guangdong para trabajar de “jornaleros”
y contribuir así al desarrollo económico de dicha
provincia.
En 1993 el municipio de Nanhai promulgó
un decreto que ordenaba la sustitución de la denominación
de “jornalero foráneo” por la de “servicio laboral”. Ese
cambio significaba que los “jornaleros foráneos” quedaban
integrados completamente en el municipio y eran considerados trabajadores
autónomos. Según las estadísticas, en la provincia
de Guangdong hay siete millones de trabajadores foráneos,
de los cuales 3,02 millones están empleados en Shenzhen,
que desempeñaron un importante papel en la fase inicial de
construcción de esta región administrativa especial.
Se comprende fácilmente que Shenzhen, una ciudad establecida
y desarrollada por emigrantes, haya atraído a tantos trabajadores
foráneos durante las primeras fases de su construcción.
Los
cambios en la composición de la fuerza laboral de Shenzhen
son un reflejo del desarrollo y las transformaciones experimentadas
por la provincia de Guangdong y dicha región administrativa
especial. A principios de su construcción, la mano de obra
que emigró a la ciudad de Shenzhen en busca de trabajo estaba
compuesta por jóvenes campesinos procedentes de las zonas
rurales de las provincias vecinas. Su nivel de formación
era bastante bajo, pero ello no tenía mayor importancia,
pues lo que en aquel momento necesitaba Shenzhen era mano de obra
abundante y barata para llevar a cabo trabajos sencillos. Al mismo
tiempo que contribuían a la construcción de la ciudad,
aquellos jóvenes campesinos ganaban un buen dinero para ellos
mismos y para sus familias, cambiando así sus destinos.
Con el desarrollo económico
de Shenzhen, los trabajos sencillos dieron paso a proyectos de tecnología
punta, lo que exigió un profundo cambio en la composición
de la fuerza laboral procedente de otras provincias. Según
explicó un funcionario del Departamento de Trabajo de Shenzhen,
en los últimos años este municipio ha estipulado que
los trabajadores venidos de fuera deben haber finalizado el ciclo
superior de la enseñanza secundaria y que las entidades que
contraten a nuevos trabajadores deben exigir cualificaciones más
altas para poder así adaptarse al reajuste estructural de
la industria. Por todo ello, los campesinos que no alcancen el nivel
de formación exigido tienen pocas posibilidades de ser contratados.
Animado por el desarrollo de Shenzhen,
Yuan Zhengqiang, licenciado por la Universidad de la Industria de
Maquinaria de Hangzhou, abandonó su empleo de técnico en
una pequeña fábrica de su pueblo natal y se trasladó
a Shenzhen para trabajar de delineante en la empresa Medidores Basu
S.A. Al comienzo esta empresa contaba sólo con una pequeña
fábrica, pero posteriormente, gracias a los esfuerzos realizados
por toda la plantilla a lo largo de cuatro años, se convirtió
en una empresa competitiva en el mercado internacional. Yuan, ascendido
al puesto de gerente técnico, dijo: “Shenzhen, esa tierra extraordinaria,
me ha dado una juventud extraordinaria”.
Si alguien quiere integrarse en
una ciudad a la que acaba de llegar debe integrarse en ella laboralmente
y, lo que es aun más importante, socialmente. Al tiempo que
proporcionaba puestos de trabajo, la ciudad de Shenzhen se preocupaba
por ofrecer buenas condiciones de vida a los trabajadores foráneos.
Buena prueba de ello es la labor desplegada por la empresa Servicios
a los Obreros Baoheng S.A. Esta compañía se estableció
en Shenzhen en 1986 con el objetivo de proporcionar a los trabajadores
una serie de servicios, entre ellos el abastecimiento de alimentos,
alojamientos, administración, educación y entretenimiento.
Gracias a los servicios prestados por Servicios a los Obreros Baoheng
S.A. se resolvió la contradicción surgida por el hecho
de que las empresas situadas en Shenzhen se limitaban a gestionar
la producción, de modo que los trabajadores se veían
en dificultades para satisfacer por sí mismos las necesidades
de la vida cotidiana.
La empresa Servicios a los Obreros Baoheng S.A.
presta sus servicios a unos 20.000 trabajadores pertenecientes a
50 empresas de Shenzhen. Aplicando una política de precios
razonables, esta empresa ha conseguido ganancias mediante la prestación
de servicios a los trabajadores que viven lejos de sus familias;
pero lo más importante es que el establecimiento de instalaciones
adecuadas a la producción ha brindado a esos jóvenes
mayores oportunidades para mejorar su formación. La ciudad
de Shenzhen se ha erigido en modelo nacional por lo que respecta
a la calidad de las relaciones interpersonales. Son las empresas
como Baoheng las que han creado buenas condiciones de vida, así
como el ambiente de progreso y el alto nivel de calidad de la nueva
ciudad.
|