Contenido de Agosto del 2001
 

El desarrollo provincial brinda numerosas oportunidades a los jóvenes

El aspecto de los cantoneses difiere del de los habitantes de las provincias del interior. La gente los llama bárbaros del sur porque tienen la frente alta, los ojos pequeños, los pómulos salientes y la piel oscura y amarilla. Sus dialectos son muy diferentes de los dialectos del centro de China. Pero dada su situación geográfica, la provincia de Guangdong no es una región aislada, puesto que su parte norte linda con las provincias de Fujian, Jiangxi y Hunan, y su parte oeste con la región autónoma zhuang de Guangxi. Gracias a su ventajosa posición geográfica, durante la reforma y la apertura Guangdong no solamente ha sido un escaparate de la apertura al exterior, sino que ha ofrecido a las provincias vecinas una ruta hacia el resto del mundo.

A comienzos de la reforma y la apertura, estas provincias vecinas compartían el problema de la pobreza y el del exceso de mano de obra en el campo. Cuando la provincia de Guangdong empezó a desarrollarse, esa mano de obra sobrante se trasladó en masa a Guangdong para trabajar de “jornaleros” y contribuir así al desarrollo económico de dicha provincia.

En 1993 el municipio de Nanhai promulgó un decreto que ordenaba la sustitución de la denominación de “jornalero foráneo” por la de “servicio laboral”. Ese cambio significaba que los “jornaleros foráneos” quedaban integrados completamente en el municipio y eran considerados trabajadores autónomos. Según las estadísticas, en la provincia de Guangdong hay siete millones de trabajadores foráneos, de los cuales 3,02 millones están empleados en Shenzhen, que desempeñaron un importante papel en la fase inicial de construcción de esta región administrativa especial. Se comprende fácilmente que Shenzhen, una ciudad establecida y desarrollada por emigrantes, haya atraído a tantos trabajadores foráneos durante las primeras fases de su construcción.

Los cambios en la composición de la fuerza laboral de Shenzhen son un reflejo del desarrollo y las transformaciones experimentadas por la provincia de Guangdong y dicha región administrativa especial. A principios de su construcción, la mano de obra que emigró a la ciudad de Shenzhen en busca de trabajo estaba compuesta por jóvenes campesinos procedentes de las zonas rurales de las provincias vecinas. Su nivel de formación era bastante bajo, pero ello no tenía mayor importancia, pues lo que en aquel momento necesitaba Shenzhen era mano de obra abundante y barata para llevar a cabo trabajos sencillos. Al mismo tiempo que contribuían a la construcción de la ciudad, aquellos jóvenes campesinos ganaban un buen dinero para ellos mismos y para sus familias, cambiando así sus destinos.

Con el desarrollo económico de Shenzhen, los trabajos sencillos dieron paso a proyectos de tecnología punta, lo que exigió un profundo cambio en la composición de la fuerza laboral procedente de otras provincias. Según explicó un funcionario del Departamento de Trabajo de Shenzhen, en los últimos años este municipio ha estipulado que los trabajadores venidos de fuera deben haber finalizado el ciclo superior de la enseñanza secundaria y que las entidades que contraten a nuevos trabajadores deben exigir cualificaciones más altas para poder así adaptarse al reajuste estructural de la industria. Por todo ello, los campesinos que no alcancen el nivel de formación exigido tienen pocas posibilidades de ser contratados.

Animado por el desarrollo de Shenzhen, Yuan Zhengqiang, licenciado por la Universidad de la Industria de Maquinaria de Hangzhou, abandonó su empleo de técnico en una pequeña fábrica de su pueblo natal y se trasladó a Shenzhen para trabajar de delineante en la empresa Medidores Basu S.A. Al comienzo esta empresa contaba sólo con una pequeña fábrica, pero posteriormente, gracias a los esfuerzos realizados por toda la plantilla a lo largo de cuatro años, se convirtió en una empresa competitiva en el mercado internacional. Yuan, ascendido al puesto de gerente técnico, dijo: “Shenzhen, esa tierra extraordinaria, me ha dado una juventud extraordinaria”.

Si alguien quiere integrarse en una ciudad a la que acaba de llegar debe integrarse en ella laboralmente y, lo que es aun más importante, socialmente. Al tiempo que proporcionaba puestos de trabajo, la ciudad de Shenzhen se preocupaba por ofrecer buenas condiciones de vida a los trabajadores foráneos. Buena prueba de ello es la labor desplegada por la empresa Servicios a los Obreros Baoheng S.A. Esta compañía se estableció en Shenzhen en 1986 con el objetivo de proporcionar a los trabajadores una serie de servicios, entre ellos el abastecimiento de alimentos, alojamientos, administración, educación y entretenimiento. Gracias a los servicios prestados por Servicios a los Obreros Baoheng S.A. se resolvió la contradicción surgida por el hecho de que las empresas situadas en Shenzhen se limitaban a gestionar la producción, de modo que los trabajadores se veían en dificultades para satisfacer por sí mismos las necesidades de la vida cotidiana.

La empresa Servicios a los Obreros Baoheng S.A. presta sus servicios a unos 20.000 trabajadores pertenecientes a 50 empresas de Shenzhen. Aplicando una política de precios razonables, esta empresa ha conseguido ganancias mediante la prestación de servicios a los trabajadores que viven lejos de sus familias; pero lo más importante es que el establecimiento de instalaciones adecuadas a la producción ha brindado a esos jóvenes mayores oportunidades para mejorar su formación. La ciudad de Shenzhen se ha erigido en modelo nacional por lo que respecta  a la calidad de las relaciones interpersonales. Son las empresas como Baoheng las que han creado buenas condiciones de vida, así como el ambiente de progreso y el alto nivel de calidad de la nueva ciudad.

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