Contenido de Agosto del 2001
 

 

Obra maestra del  urbanismo      

En septiembre pasado, se celebró en Guangzhou la Reunión Anual de los Miembros del Consejo de la Sociedad Mundial de Metrópolis 2000, encuentro en el que participaron alcaldes y representantes de más de 60 países. La ciudad de Guangzhou causó en todos ellos  una profunda y bella impresión.

Ciertamente, no hay nadie que no elogie a Guangzhou por su hermosura. “Un pequeño cambio cada año, un cambio mediano cada trienio y un gran cambio cada decenio” están operando en Guangzhou transformaciones extraordinarias.

La ciudad del smog se ha convertido en una ciudad limpia; sus estrechas calles han sido ensanchadas;  y las turbias aguas del río Zhujiang fluyen ahora claras. Desde la planta 83 del Edificio Zhongxin, construcción emblemática de Guangzhou, se divisa una ciudad inmersa en un jardín gigantesco, un lugar ideal para vivir y trabajar.

Joan Clos, alcalde de Barcelona (España) y presidente Asamblea Mundial de Ciudades y Autoridades Locales (AMCAL), manifestó: “Esta es mi primera visita a Guangzhou. Es una de las mejores ciudades que he visitado. Es algo impresionante. Me resulta difícil decir qué momento ha sido el más alegre de mi estancia aquí”.

Los cantoneses sonríen ante tales elogios. Sin embargo, lo cierto es que han realizado muchos esfuerzos por reverdecer su ciudad.    

Guangzhou, una ciudad muy poblada

La primera impresión de los turistas que visitan Guangzhou es que en esta ciudad vive mucha gente.

Los comerciantes de las provincias vecinas de Hunan y Jiangxi vienen por la mañana a Guangzhou con los bolsillos llenos y regresan por la noche con las mercancías ya compradas.

Guangzhou es una ciudad franca e inundada de ensueño.

Todos los días, 150.000 pasajeros entran y salen de Guangzhou en tren.

Todos los días, 60.000 hongkoneses entran y salen de Guangzhou por la estación este del ferrocarril.

Guangzhou tiene registrados un millón y medio de automóviles.

Hace años, la primera impresión de los visitantes era que las multitudes se apiñaba en Guangzhou. Como si de una gigantesca serpiente negra se tratara, los pasos elevados ondulaban por entre los edificios, de modo que los pasajeros casi podían tocar los balcones de ambos lados. No es difícil imaginar el ruido que debían soportar los inquilinos de esos edificios.

 Ese era un inconveniente legado por la historia.

¡Guangzhou era demasiado pequeña para su desarrollo!

En 1998, la ciudad sólo tenía una superficie de 1.444 kilómetros cuadrados, es decir, la octava parte de Chongqing o la tercera parte de Tianjin. Su densidad de población era seis veces superior a la media de las ciudades chinas. Había 25 veces más automóviles que en los años 80. La ciudad estaba saturada y era famosa por las congestiones de tráfico.

“¿Cuándo se descongestionará el tráfico de Guangzhou?”, se preguntaban los conductores y viajeros, los guangdoneses y los habitantes de otras provincias, los chinos y los extranjeros.

Según el doctor Yu Ying, jefe de la sección técnica del Departamento de Planificación Municipal, el río Zhujiang atraviesa la ciudad por el oeste y el sur. Al oeste del río está la ciudad de Nanhai; al sur del río, la ciudad de Fanyu; y en el norte, la zona paisajística de Baiyunshan, conocida como el pulmón de Guangzhou.

La única salida para su desarrollo estaba en el este. Ya en el año 1983, las autoridades municipales empezaron la construcción de los distritos orientales de Tianhe y Huangpu. Sin embargo, con la construcción sucesiva, los pasajeros y los automóviles afluirían a la única salida oriental.

Guangdong era una ciudad cercada y no tenía espacio para su desarrollo.

Romper el cerco, aspiración de los cantoneses

Hace más de 2.000 años, el rey Zhao Tuo del estado de Nanyui levantó allí una ciudad; en la dinastía Song (960-12799) se construyó la puerta de Zhenhai; y en la dinastía Qing (1644-1911) se formó una ciudad completa.

Desde l921, Sun Ke, hijo de Sun Yat-sen, presidente de la República de China, fue alcalde de Guangzhou. Durante su mandato inició la ampliación de la ciudad. Guangzhou se convirtió entonces en un extenso solar en obras. Pero desde los años 30 hasta 1949, año de la fundación de la Nueva China, la construcción urbana quedó en suspenso. Tras el establecimiento de la República Popular, aunque se construyeron muchas industrias para transformar la ciudad de un centro de consumo en un centro de producción, las infraestructuras urbanas quedaron rezagadas.

A finales de los años 80, se inició la construcción de puentes en los lugares con mayor congestión de tráfico. A principios de la década de los 90, se proyectaron la construcción de las carreteras de circunvalación interior y exterior, de la carretera No. 3 y de la autopista Beijing-Zhuhai, así como la forestación de 634.000 metros cuadrados. No obstante, debido a que algunos tramos de carretera debían construirse en otras ciudades, este proyecto no se materializó en su totalidad.

Los cantoneses deseaban romper el cerco impuesto por esta limitación de espacio.

El 21 de mayo del 2000, el Consejo de Estado decidió convertir las ciudades vecinas de Fanyu y Huadu en distritos de Guangzhou, decisión con la que se duplicó la superficie de la ciudad.

Fanyu, 200 años más antigua que Guangzhou, está en la otra orilla del río; Huadu, situada al norte de Guangzhou, es famosa como “tierra de los chinos expatriados”, ya que los que regresaron a esta ciudad componen la mitad de su población. Allí está construyéndose el mayor aeropuerto internacional del país.

El subjefe Yu del departamento de urbanismo de Guangzhou explicó que el 40 por ciento de las industrias de Guangzhou se concentran en el casco antiguo de la ciudad y que se está intentando trasladar algunas de ellas a Fanyu y Huadu para que puedan establecerse empresas y centros comerciales en el casco antiguo.

Ciudad hermosa

Emblema de la ciudad. El Edificio Zhongxin se construyó en 1997. Frente a esta construcción de 83 plantas se encuentran el Estadio Tianhe y la plaza verde de 100.000 metros cuadrados de la estación de ferrocarril. A sus lados se levantan el Edificio Metropolitano de Oficinas, de 48 plantas, y el Edificio del Alcalde, de 28. Estas tres obras juntas forman el emblema de Guangzhou. El Estadio Olímpico, principal escenario de los IX Juegos Nacionales, tiene capacidad para 80.000 espectadores.     

Carreteas y puentes. El 28 de enero del 2000 finalizó la construcción de la carretera de circunvalación interior, vía de 50 metros de anchura que permite cruzar los cinco distritos centrales de la ciudad en menos de 20 minutos. En la vía de circunvalación No. 2 se han instalado altos paneles azules de cristal para amortiguar el ruido. La carretera de circunvalación interior, de 60 kilómetros, empieza en el noroeste de la ciudad, pasa por la estación de ferrocarril del norte, el túnel de la montaña Baiyun y el puente Jisha,  y regresa al punto de partida. Las carreteras de circunvalación interior y exterior están enlazadas por siete carreteras secundarias formando un sistema viario radial. La carretera de circunvalación No. 3 tendrá 100 kilómetros y pasará por las nuevas edificaciones y el bosque artificial.

Gracias a las nuevas carreteras y a los nuevos puentes puede viajarse por la ciudad cómodamente. Los viajeros de las ciudades vecinas de Shenzhen, Zhuhai y Foshan tienen ahora pocos motivos para quejarse. Los puentes recién construidos tienen una longitud total de 32,5 kilómetros y puede circularse por ellos a una velocidad de 30 kilómetros por hora.

Líneas de metros bien trazadas. La reducción de los ruidos, la estabilidad del movimiento, el frescor del aire, la calidad de los vagones y la bella decoración de las estaciones han cambiado el concepto que la gente tenía del metro. La línea de metro No. 1, construida con una inversión de 122,61 millones de yuanes, tiene 25 kilómetros de largo. Según las normas internacionales, las ciudades cuya población supera los 10 millones de habitantes deben tener 250 kilómetros de vía. En consecuencia, Guangzhou está construyendo las líneas de metro Nos. 2 y 3. Estas tres líneas, cuya longitud total será de 76,4 kilómetros, podrán transportar diariamente a 3,7 millones de pasajeros. Cuando en el 2005 finalice la prolongación de la línea No. 4, la red de metros de Guangzhou tendrá una longitud de 129,4 kilómetros y unirá los distritos de Dongwan, Fanyu, Nansha, Shunde, Foshan, Nanhai, Huadu, el aeropuerto internacional y las ciudades del delta del río Zhujiang. Las autoridades municipales están decididas a proseguir la construcción de líneas de metro de forma ininterrumpida durante los próximos 50 años.

Medio ambiente favorable. Guangzhou es una ciudad que irradia poesía: los racimos de flores rosadas de sus higueras de la India; los alcanforeros cuyas flores exhalan un delicado aroma; las hojas en forma de abanico de las livistonas chinas que atraen el aire fresco; los bejucos que se enroscan en los altos árboles; las bellas orquídeas ...
Los 125 parques con que cuenta Guangzhou son otros tantos balones de oxígeno.

En la actualidad, el 32,6 por ciento de la superficie de la ciudad está cubierto por vegetación y la forestación per cápita es de 10 metros cuadrados, cumpliéndose así el objetivo de que la gente y la naturaleza vivan en armonía. Los cantoneses son cada vez más conscientes de la importancia que reviste la protección del medio ambiente.

Al norte de la ciudad se levantan montañas cubiertas de verdes bosques y al sudeste se extienden los regadíos, la red fluvial y el mar. El conjunto es un paisaje formado por montañas, ríos y tierras cubiertas de verdor.

El río Zhujiang

 El río Zhujiang vivifica y embellece la ciudad de Guangzhou.Gracias a su tratamiento, las aguas antes negras del Zhujiang han recuperado su color original. Ahora las aves migratorias sobrevuelan el río, en cuyas aguas medran los peces y los camarones.

El paisaje nocturno de Guangzhou es de una gran belleza. Los edificios situados a ambas orillas del Zhujiang están decorados con luces de neón y las luces de colores que iluminan los 12 puentes que cruzan el río parecen otros tantos arcos iris.

Durante su visita a Guangzhou, Roberto Labrada Ávila, teniente de alcalde de La Habana (Cuba), quedó tan admirado ante la belleza de la vista nocturna del río que casi olvidó volver al hotel: “Debo llenar mi cámara con fotos de este paisaje para llevarlo a mi país”.

Calle peatonal de Shamian. La zona de Shamian, situada en un islote del Zhujiang, fue una concesión inglesa y francesa desde 1859. Sus consulados, hospitales, iglesias y bancos, antiguos pero bien conservados, son de estilo inglés y francés. En este islote hay 154 árboles de más de 100 años de edad, testigos mudos de la historia moderna de China.

Durante el día, los turistas chinos y extranjeros beben despreocupadamente cerveza en las terrazas y las parejas de novios cuchichean bajo la sombra de los árboles. El islote rebosa romanticismo. La tradicional calle comercial de Shangxiajiu se ha convertido en la primera calle peatonal de Guangzhou. Su edificación más típica son las galerías instaladas en la parte superior y a uno y otro lado del pasaje cubierto.

Nuevas aldeas de los chinos de ultramar. A mediados y en las postrimerías del siglo XIX, muchos habitantes de Guangzhou, Hong Kong y Macao salieron al extranjero para trabajar como peones; a principios del siglo pasado, algunos intelectuales chinos fueron al extranjero para estudiar y buscar la verdad.

En los años 50 del siglo pasado se construyeron en Guangzhou varias aldeas para los chinos de ultramar. Las casas son de color rojo y están rodeadas por muros blancos cubiertos de vegetación. En la ciudad de Guangzhou viven con sus familiares 1,3 millones de chinos repatriados procedentes de 130 países y regiones. Hong Xiannü,  famosa actriz de la ópera Yui, es una de ellos. Los chinos de ultramar han hecho numerosas contribuciones a la construcción de su tierra natal, llegando sus inversiones a representar el 80 por ciento de las inversiones foráneas.

Constructores de la ciudad. Lishusen, alcalde de Guangzhou, se licenció en la Facultad de Arquitectura. Perfecto conocedor de la influencia que el medio ambiente ejerce sobre los ciudadanos, ha realizado grandes esfuerzos por mejorar las condiciones ambientales y las infraestructuras urbanas.

Lishusen posee una excepcional capacidad para asimilar los éxitos conseguidos por otras ciudades gracias la racionalización de la administración municipal. En varias ocasiones ha invitado a expertos chinos y extranjeros para discutir los proyectos de desarrollo de Guangzhou. En su opinión, para lograr que el personal competente vaya a a trabajar a su ciudad es necesario construir un ambiente acogedor. En consecuencia, siempre ha concedido prioridad a las infraestructuras urbanas y ha dicho a sus colaboradores que si surgen problemas en la realización de sus trabajos, no duden en llamarlo, sea de día o de noche.

Un sondeo de opinión ha demostrado que el 98 por ciento de los cantoneses están satisfechos de su gestión.  

El famoso arquitecto chino Mo Pozhi ha cosechado múltiples éxitos en la construcción urbana de Guangzhou. En los años 50 volvió de Hong Kong para participar en la reconstrucción de la recién liberada Guangzhou. Entre sus obras más destacadas figuran el Hotel Ganso Blanco, el Banco Industrial y Comercial de Zhuhai, y el Museo de la Tumba del Rey del Estado de Nanyui. Mo Pozhi ha obtenido el Premio Nacional de Arquitectura por la perfecta combinación de los estilos chino y occidental conseguida en sus trabajos.
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