El sabor tradicional de Shanxi

Cada vez que se aproxima la Fiesta de la Primavera, los campesinos del municipio de Yuci, provincia de Shanxi se dedican con empeño en conseguir todo lo necesario y limpiar bien la casa, con el fin de pasar una fiesta alegre en un entorno agradable.

Una de las costumbres más tradicionales consiste en adornar con papeles recortados las ventanas, así como colocar estampas de Año Nuevo en el interior de la casa y colgar pareados de caracteres chinos de color negro sobre un fondo rojo en las puertas y corrales de animales. Los pareados suelen significar deseos de una vida feliz, de ahuyentar los malos espíritus y deseos de un buen futuro y buena suerte para el año entrante.

Para la ocasión se comen multitud de deliciosos platos, muy en especial los ravioles, que suponen un acercamiento al hado positivo, por su forma similar al de yuanbao  (lingote de oro o plata usado como moneda en la China antigua). Estos hábitos reflejan las aspiraciones de los lugareños a una vida de riqueza y comodidad. Sin embargo, en las aldeas montañosas y económicamente pobres, se carece incluso del dinero para adquirir ravioles. En sitios así se preserva la tradición de comer  panecillos a vapor preparados con harina de maíz y alforfón. Los pocos panecillos hechos con harina de trigo se destinan como mejor regalo de Año Nuevo a los parientes y amigos.

Según estadísticas, en cada Fiesta de Primavera tienen lugar más de 200 tipos de actividades folklóricas en toda la provincia de Shanxi, las cuales se desglosan en las de percusión, con gongs y tambores, las de coreografías de yangge, de bote terrestre, de palanquines y carros, de zancos, de linternas, de imitación de animales y aves, de disfraces de dioses y demonios, de artes marciales, etc. Todas caracterizadas por su rico contenido y muy bien acogidas por las masas populares, en especial las actuaciones en zancos, que se destacan por sus accesorios finamente preparados, la destreza artística y movimientos hábiles, que con  frecuencia arrancan expresiones  de admiración al público.

Los fuegos artificiales nocturnos constituyen otro punto de atracción. Apenas se entra a Yuci, una de las más antiguas ciudades de la provincia de Shanxi, es posible contemplar el derroche de luz que desprenden sobre las callejuelas los petardos, al igual que los llamativos y espléndidos fuegos de diversos colores.

En la vieja urbe de Yuci, el templo de Chenghuang (dios protector) forma un   eje desde el pabellón Qingxu hasta el pórtico de la calle Beida.  A ambos lados del mismo se alinean de manera simétrica muchas construcciones al estilo de las dinastías Ming y Qing, con techos superpuestos y volados. El conjunto  forma una magnífica escena donde se combinan armoniosamente  templos, calles, tiendas comerciales y viviendas familiares. 

.