Por nuestro reportero LIU QIONG
Ante la actual crisis financiera mundial, China
presta mayor atención a aumento de la
demanda interna, a fin de mantener el incremento
económico estable y rápido. Pero,
¿dónde se debe poner la mano para
aumentar el consumo interno? En conferencia
de prensa ofrecida durante la celebración
de la Asamblea Popular Nacional (APN), el 10
de marzo, Chen Deming, ministro de Comercio,
indicó que el país tiene un gran
potencial de consumo, en especial en el campo
y las pequeñas ciudades y distritos,
donde se incrementará rápidamente,
si se aplican las políticas adecuadas.
Según los análisis de Chen, en
la economía de mercado, el consumo decide
el comercio y el comercio decide la producción.
Si nuestro consumo no puede mantener un crecimiento
estable, será difícil resucitar
y desarrollar la economía. Actualmente,
el consumo nacional mantiene un alza constante,
incluso en los primeros dos meses del presente
año, después de propagarse la
crisis financiera, pero esa evolución
representa una reducción. Ello significa
que, primero, la tendencia de desarrollo económico
china sigue siendo optimista; segundo, las medidas
que toma el Gobierno para activar la circulación
y aumentar el consumo han funcionado.
¿Qué capacidad potencial de consumo
tiene China? Según el ministro, el
PIB per cápita del país apenas
supera los 3.000 dólares, lo que ubica
a la nación en el puesto 110 en el mundo.
Aún tenemos un camino largo para ser
un país verdaderamente rico. Sin embargo,
China cuenta con una población de 1.300
millones de habitantes y cualquier pequeño
número multiplicado por esa cifra se
convertirá en gigantesco. En este sentido,
existe un mercado de cualquier posibilidad,
sobre todo la capacidad del mercado rural, cuya
población llega a los 800 millones de
personas y su vida está en medio de la
transformación.
Para Chen la gente quiere aumentar el consumo
en los tres siguientes casos: primero, un perfecto
sistema de seguro social; segundo, constante
alza de los ingresos monetarios, y la tradicional
cultura o costumbres sobre el consumo. En el
último caso, China siempre ha abogado
por llevar una vida sobria.
Para promover el consumo, las autoridades elaboran
políticas que tienen en cuenta estos
tres elementos. Al mismo tiempo, se dedican
a perfeccionar el sistema de seguro social,
tanto de la ciudad como del campo en los años
venideros, promueven una gran cantidad de medidas
para excitar la economía, como incrementar
la inversión, fortificar la transformación
tecnológica, desarrollar el mercado rural
y ampliar el sector de servicios en la ciudad,
entre otras. Se espera que de esta forma el
consumo interior aumente considerablemente.
El Gobierno, dijo Chen, quiere abrir supermercados
de productos de distribución uniforme
y de servicios estándares en más
de 600.000 aldeas administrativas de todo el
país en un período de cinco años.
Además, transformará los mercados
rurales de venta al por mayor, en mercados orientados
a los supermercados, facilitando así
la venta de productos agrícolas, problema
que siempre resulta un dolor de cabeza para
los campesinos. El desarrollo del sector de
los servicios constituye el énfasis de
la ciudad, de ahí que se procurará
que este entre en todas las comunas residenciales
y en todas las familias. Hay que estimular también
el desarrollo de todo tipo de comercio. De
esta manera, me siento optimista sobre la posibilidad
de ver un incremento rápido en el consumo
interior de China.
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