Por LIU QIONG

Las empresas deben insistir en la renovación tecnológica para afrontar la crisis financiera actual. Si domina la tecnología núcleo, tiene derecho de palabra y puede ayudar a los demás, afirmó Dong Mingzhu, delegada a la Asamblea Popular Nacional (APN) de China, vicepresidenta y gerente general de la Compañía de Electrónica Geli, de Guandong.

En declaraciones a los medios, el 5 de marzo, Dong adelantó que este año entregará a la APN una propuesta sobre la renovación tecnológica de su empresa, algo que considera muy importante para la confianza de la entidad. La crisis financiera es como una gripe, que azota a las compañías enfermas. Si estas tienen buena salud, pueden mantenerse en pie mediante ejercicios físicos.

“Ahora se aplica la economía de mercado y no es posible solicitar de vez en cuando el apoyo financiero estatal”, dijo la empresaria y añadió que el Estado puede premiar a las empresas exitosas en la renovación tecnológica y crear buenas condiciones en favor de su comercialización, en vez de otorgar puramente sostenimiento financiero.

La bancarrota de las pequeñas y medianas empresas se debe principalmente a la falta de tecnología propia. La subsistencia de ellas reside en la tecnología, estrategia y honestidad. Geli ha hecho mucho esfuerzo en el estudio y la tecnología, así logró un 50 por ciento de aumento en sus beneficios en 2008, pese a la crisis financiera.

Como consecuencia de la coyuntura adversa, agregó, algunas empresas de Guangdong se han derrumbado por la caída de los pedidos y otras se vieron obligadas a despedir los empleados o disminuir su salario. A juicio de Dong, el Gobierno siempre ha apoyado a las entidades con buenas políticas y las empresas deben respaldar también al Gobierno y no evadir su responsabilidad despidiendo ligeramente a los empleados en momentos de cierta dificultad.

Frente a la crisis financiera la clave es la confianza, que viene de la calidad del producto y la fuerza de la empresa. Además, los empresarios deben ser responsables, no sólo de sus empleados, sino también de los consumidores y de toda la sociedad, subrayó Dong.