AGOSTO 2003


Problemas políticos de
la industria automovilística

Por ZHANG YAODONG

 

 
Du Fangci, secretario general de la Asociación de la Industria Automovilística de China y uno de los artífices de las políticas promulgadas en 1994   Jia Xinguang, primer analista de la Compañía Asesora para el Desarrollo de la Industria Automovilística de China y experimentado investigador del desarrollo de esta industria nacional e internacional

 

Las Políticas sobre la Industria Automovilística elaboradas en 1994 pusieron fin al desorden imperante en este sector y promovieron su desarrollo. Sin embargo, el funcionamiento propio de la economía planificada choca con los cambios exigidos por la entrada de China en la OMC (Organización Mundial del Comercio).

En vista de ello, a finales de abril la Comisión Estatal de Reforma y Desarrollo distribuyó el borrador de las nuevas políticas de desarrollo de la industria automovilística. Varias personalidades de dicha industria ya han expresado sus puntos de vista sobre el borrador.

 

Zhang Yaodong: ¿Por qué se han elaborado estas nuevas políticas de la industria automovilística?

Jia Xinguang: En los últimos años se han sucedido grandes cambios en la industria automovilística tanto nacional como internacional. Sobre todo desde el inicio del presente siglo, el mercado para esta industria se ha desarrollado tanto que ha entrado en una nueva etapa en la que la venta de coches particulares representa el mayor porcentaje y un sector muy activo del consumo. El ingreso de China en la OMC produjo una nueva oleada de ventas. Todo ello ha contribuido a que hoy las leyes del desarrollo del mercado automovilístico sean totalmente diferentes.

 

Las estrategias de las empresas transnacionales establecidas en China han experimentado tres cambios importantes: antes de la década de 1990, se dedicaban principalmente a la venta de sus productos; a mediados de dicha década comenzaron a establecer sus fábricas en nuestro país; y a partir del 2001, empezaron a aplicar una nueva estrategia encaminada a incluir a China en su sistema general de gestión, consistente en cooperar con nuestro país en todos los aspectos, avanzar en todas direcciones y producir todas las series.

Du Fangci: Con la elaboración de las nuevas políticas de la industria automovilística, China cumple uno de los compromisos que suscribió antes de incorporarse a la OMC; a saber: fomentar el desarrollo de esta industria. Por eso, lo que debemos hacer ahora ya no es discutir la necesidad de elaborar nuevas políticas, sino cómo elaborarlas.

Zhang: ¿De qué defectos adolecían las antiguas políticas?

Du: Las políticas anteriores eran relativamente buenas, puesto que sirvieron de base para el desarrollo de la industria automovilística nacional. Algunas empresas extranjeras las criticaron, pero en realidad les favorecieron. Por ejemplo, el límite de posesión del 50 por ciento de las acciones es una restricción para ambas partes, pero esa restricción no hizo cambiar de planes a ninguna de las empresas foráneas que querían entrar en el mercado chino. Los defectos de las antiguas políticas hay que buscarlos más bien en su aplicación, ya que eran simplemente reglamentos, no leyes, hecho que dificultaba su ejecución.

Jia: Los defectos de esas políticas anteriores se ponían de manifiesto en los cuatro aspectos siguientes. En primer lugar, debido a la falta de disposiciones detalladas sobre su entrada en vigor, no podían ponerse en práctica; eso fue lo que sucedió, por ejemplo, con la certificación de los modelos y la política del consumo de automóviles. En segundo lugar, el monopolio de la economía planificada impedía que esta industria adaptase su desarrollo al de la economía de mercado; sirva de ejemplo la existencia de precios orientativos. En tercer lugar, algunas de dichas políticas contradecían varias normas de la OMC, entre ellas las relativas a la nacionalización, los subsidios a las empresas nacionales, la transferencia de tecnología, las restricciones a la importación y las atribuciones de verificación y aprobación. En cuarto lugar, no prestaban la debida atención a las industrias y los servicios auxiliares.

Zhang: En su opinión, ¿qué problemas deben resolver las nuevas políticas del sector?

Du: Las nuevas políticas deben dispensar igual trato a todas las partes, sean empresas de capital extranjero, sean empresas nacionales privadas. Algunas empresas de capital extranjero consideran que reciben un trato desigual, pero en realidad el trato dispensado a las empresas nacionales es aún más estricto; por ejemplo, a las empresas chinas de propiedad no estatal les resulta muy difícil obtener la aprobación para acceder al mercado.

Además, es necesario estimular la competencia y el desarrollo independiente. La restricción de la competencia implica la limitación del propio desarrollo.

Pero lo más importante es que las nuevas políticas del sector deben resolver la problemática derivada del hecho de que la administración de esta industria no está unificada, sino repartida entre varios departamentos gubernamentales.

Jia: Los siete problemas más importantes son los siguientes. El primero es el de la inversión. El que el mercado de capitales del sector automovilístico se abra más o no, así como el que se permita o no la circulación de activos estatales entre las empresas automovilísticas son cuestiones de gran trascendencia para el desarrollo de la industria automovilística china. Además, es necesario tomar en consideración la entrada de capitales no estatales y la posesión de más del 50 por ciento de las acciones por parte del capital extranjero.

El segundo es el del acceso al mercado. ¿Cómo puede ponerse en juego el papel desempeñado por el mercado en la asignación de recursos?

El tercer problema, el relacionado con la política del consumo, abarca varios aspectos, entre ellos el de aclarar explícitamente si es necesario desarrollar automóviles particulares y el de coordinar la urbanización y el desarrollo de la industria. Otro de los temas que preocupan a los consumidores es la sustitución del impuesto de circulación por un impuesto sobre el combustible.

El cuarto es el sistema de ventas. La tendencia de desarrollo del sector es promover un sistema de ventas parecido al de las marcas prestigiosas. Pero hay que decidir si mediante dicho sistema pueden venderse productos de distintas marcas.

El quinto problema es el relacionado con el combustible y la protección del medio ambiente. La búsqueda de recursos energéticos alternativos es una tarea apremiante. Hay que redefinir la política de incentivos al desarrollo de energías alternativas y baterías. Asimismo, están por resolver varias cuestiones relacionadas con la protección del medio ambiente, como las instalaciones viarias auxiliares, el control de las emisiones de dióxido de carbono y el reciclaje de materiales.

El sexto problema está vinculado con las políticas financieras. Tomando como modelo las experiencias de las empresas automovilísticas extranjeras, debe animarse a las empresas nacionales a establecer sus propias instituciones financieras. Al mismo tiempo que financian préstamos para la compra a plazos, dichas instituciones ofrecen apoyo a los comisionistas y a los fabricantes de piezas y repuestos, formando de esta manera un patrón de “préstamo-servicio posventa-servicios diversos”.

El séptimo y último problema tiene que ver con las industrias auxiliares. Al ser una industria relacionada con otros muchos sectores, su desarrollo repercute en el de éstos. Por lo tanto, en la elaboración de las políticas de la industria automovilística también deben tenerse en cuenta ámbitos tan importantes como el consumo automovilístico, el financiamiento, el servicio posventa y el suministro de combustible.

Zhang: ¿Cuáles son sus sugerencias para la elaboración de las nuevas políticas de la industria automovilística?

Du: En mi opinión, pueden hacerse varias objeciones al sistema de verificación y aprobación. La economía de mercado exige un ajuste y un control macroeconómicos por parte del Gobierno, pero no es conveniente que éste intervenga demasiado en la microeconomía. Por ejemplo, si una empresa quiere poner un portaequipajes en el techo del coche, tiene que solicitar la aprobación del departamento correspondiente. ¿Cómo es posible impulsar el desarrollo de esta industria si para hacer algo tan insignificante hay que pedir permiso?

Jia: En primer lugar, hay que reformar el sistema de inversión y de acumulación de capitales, flexibilizar el mercado financiero y permitir tanto la cotización de los capitales estatales en la Bolsa, como la entrada de otros tipos de capitales, entre ellos los aportados por los accionistas. Respecto a las empresas de inversión sino-foránea, la proporción de las acciones debería ser fijada por ambas partes. Además, hay que reformar el sistema administrativo de las finanzas con el fin de estimular la fusión de los capitales industrial y financiero.

En segundo lugar, los departamentos gubernamentales pertinentes deberían aplicar de manera estricta el sistema de certificación, de retirada de la circulación y de eliminación para reforzar la administración del mercado; poner en pleno juego el papel del mercado en la distribución de los recursos para promover la reestructuración de las ramas industriales; y diseñar estrategias de exportación para estimular la participación de las empresas nacionales en la competencia internacional.

En tercer lugar, hay que elaborar cuanto antes una política sobre el consumo, política que debería incluir la reforma del impuesto de circulación y de la tasa sobre el combustible, el fomento del desarrollo de los utilitarios, la mejora de las condiciones de uso de los automóviles, la eliminación de la discriminación que sufren los minicoches y la defensa de los derechos e intereses de los consumidores. Asimismo, los departamentos correspondientes deben apoyar el consumo de vehículos motorizados, la supresión de los impuestos y tasas irracionales, la publicación de datos e información, y la severa sanción de corruptelas como la subida arbitraria de precios, el cobro injustificadode tarifas y la imposición arbitraria de multas.

En cuarto lugar, hay que diseñar lo antes posible estrategias para el desarrollo de los recursos energéticos, perfeccionar la legislación sobre la protección del medio ambiente y acelerar la reforma de las asociaciones.

Por último, es necesario acelerar el proceso de legislación y, en especial, la elaboración de la ley de vehículos motorizados, la ley de seguridad vial, la ley de protección del medio ambiente, la ley de protección de los derechos e intereses de los consumidores, la ley de protección de los derechos e intereses de los comisionados, la ley de retirada de circulación de vehículos motorizados y la ley de reciclaje.


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