AGOSTO 2003


Bares en la parte vieja de la capital

Por GUAN YUNZHANG

 

Pese al transcurso del tiempo, las torres de campana y tambor conservan su aspecto original

Como de costumbre, al atardecer, los bares situados alrededor del lago beijinés de Shichahai están llenos de jóvenes. Sobre el lago flota el murmullo del agua mezclado con el dulce canto de los pájaros. En los dos últimos años, el número de bares de esta zona ha pasado rápidamente de tres a más de diez, siendo su prestigio comparable al de los de Sanlitun, la zona de embajadas de la capital.

La cultura tradicional como telón de fondo

En los últimos diez años, muchas construcciones tradicionales de Beijing han sido derribadas y sustituidas por altos y modernos edificios. Al mismo tiempo, han ido desapareciendo los restaurantes típicos. Hoy día, sólo unos pocos sirven platos con el sabor original y las huellas históricas no pueden rastrearse más que en algunos libros y museos. Algunas reliquias históricas permanecen en pie, pero huérfanas ya de su entorno y significado.

Shichahai es una excepción. Los palacios principescos, los templos, las residencias de provincianos y las viviendas populares que rodean este lago no sólo se conservan en su totalidad, sino que después de sucesivas restauraciones presentan un aspecto más atractivo que antes.

Xiaobian, propietario de un bar, insiste en seguir adelante con su negocio, situado en un callejón, a pesar del golpe que sufrió a raíz del traslado forzoso subsiguiente al derribo de las viejas casas. En su opinión, los callejones forman parte de la cultura.

Lao Qi, que siente una profunda nostalgia por lo antiguo, ha decorado él mismo sus dos bares. En uno de ellos hay una estufa antigua con chimenea y todo; en el otro se ve colgada una gran foto que reproduce una escena cotidiana del callejón en la década de 1990.

El ambiente de los bares de Shichahai, diametralmente diferente al de Sanlitun, se caracteriza por la combinación de la cultura urbana con el arte tradicional.

El sol poniente reluce con sus últimos rayos; la brisa ondula suavemente la superficie del lago tapizado de verdes lotos y ribeteado de sauces; por el antiguo puente van y vienen riadas de gente; y de vez en cuando llega hasta allí el bullicio de los estrechos y profundos callejones vecinos. Más allá están las viejas mansiones de personajes célebres de diferentes épocas, con sus torres de tambor y campanas como fondo. ¡Hasta qué punto puede llegar la armonía entre el ser humano y la naturaleza!

Los “bobos”

Xiaobian, el fundador de esta zona de bares, ha abierto un segundo bar en el islote situado en el centro del lago. Por la noche siempre está lleno de clientes, en su mayoría extranjeros y chinos que buscan darle más colorido a su vida.

En China, a quienes persiguen lo exótico se les llama “pequeños burgueses” o “bobos”. Son personas que se distinguen no por sus ingresos, sino por su concepto de la vida. La calidad de vida, los bares y cafeterías, el turismo independiente y el aerobic forman parte importante de su vida. Leen novelas sentimentales del japonés Murakami Haruki, miran películas europeas basadas en obras literarias y son asiduos visitantes de las tiendas de ropa importada. Aparte de seguir esta tendencia a la vida occidentalizada, se debaten entre la civilización tradicional y la moderna.

Li Yong es un joven de 29 años que trabaja en una compañía y lleva ya mucho tiempo yendo a los bares de Shichahai. Vestido con una chaqueta holgada y refinada de marca Marble, Li dijo: “Sanlitun no me gusta: es demasiado bullicioso; además, el ambiente de corrupción que hay allí me incomoda”.

A Xiaobian no le gusta que le llamen “pequeño burgués”; prefiere que le llamen “bobo”. Su primer bar está en un siheyuan (patio cuadrangular con habitaciones) situado al final de un callejón. Xiaobian organiza con frecuencia actividades turísticas y de expedición. Cuando estudiaba arte y pintura, viajó por el Tíbet y una vez fue en bicicleta desde Gelmu (provincia de Qinghai) hasta Lhasa. De ahí que este bar esté decorado con adornos tibetanos y que normalmente esté muy animado por la presencia de grupos de amigos que comparten su afición por los viajes. Xiaobian insiste en que los viajes proporcionan experiencias indispensables para la vida y que sin estas experiencias la vida resulta opaca. Es precisamente la peculiar atmósfera que reina en este bar lo que atrae a tanta gente.

Elementos occidentales

La música, el vino y la aglomeración de gente son elementos típicos de la cultura occidental de los bares. Los bares de Shichahai asimilan algunos elementos estilísticos occidentales.

El Nali es un bar de estilo alemán montado en lo que antes eran casas tradicionales de un callejón de marcado sabor cultural. Su decoración gira entorno a la fotografía; sus paredes están cubiertas con fotos, la mayoría en blanco y negro, de grandes maestros y amantes de este arte. De vez en cuando en el Nali se organizan exposiciones fotográficas de tema especial.

El bar Orilla Izquierda toma su nombre de la orilla sur del río Sena (París), hecho que revela su orientación artística y cultural. Sus clientes suelen ser personas de nobles ideales pertenecientes a diversos grupos sociales.

Patio del barrio de viviendas situado a orillas del lago Shichahai

El bar Sentido del Callejón es tan pequeño que uno puede pasar por delante sin reparar en él. En este estrecho espacio, que más parece el estudio de un pintor, se ven numerosas obras impresionistas.

 

Aviso:

Todos los años se celebra en septiembre el Festival de Turismo y Cultura de Shichahai. Durante diez días, pueden visitarse los antiguos palacios principescos, templos y mansiones, pasear por viejas calles, recorrer callejones, subir a la torre de la muralla, saborear exquisitos manjares y remar en el lago.

n