
Reloj
del Siglo, escultura para conmemorar la llegada del
nuevo milenio |
En
vez de rascacielos, Tianjin tiene más edificios bajos
pero apiñados. Aunque las condiciones no son muy buenas,
la gente convive en armonía y alegremente. Las personas
se saludan al encontrarse todos los días y se ayudan con
toda el alma cuando se necesitan. Los conflictos que hay
de vez en cuando nunca producen problemas sino que siembran
la vida de episodios interesantes, como las notas de salto
de las composiciones musicales.
La
mayoría de las calles de Tianjin no son rectas ni anchas,
pero sí arboladas y perpetuándose a lo largo de los muros
de los barrios de viviendas. Si se toma el autobús a menudo,
es posible ver como, al otro lado del muro, en su patio,
las ancianas dan de comer a las gallinas.
Tianjin
es una ciudad especial y atractiva, pero como se encuentra
demasiado cerca de Beijing, a tan sólo 120 kilómetros,
nunca ha despertado en el resto del mundo la atención
que se merece.
Esta
ciudad de desarrollo relativamente lento, ha logrado preservar
en buenas condiciones la civilización agrícola del norte
de China, debido a la menor movilidad de su población.
Tianjin es una de las pocas grandes ciudades donde todavía
se permite disparar petardos para celebrar las fiestas.
En las vacaciones de la tradicional Fiesta de la Primavera,
en otras ciudades está de moda irse de vacaciones al extranjero
o a otra provincia. En cambio, casi todos los tianjineses
regresan al hogar paterno para reunirse con sus familiares.
Todas las familias conservan las costumbres antiguas,
como pegar en la pared comprar estampas del Año Nuevo
y papeles recortados en el vidrio de la ventana. Aparte
de eso, los tianjineses también prestan mucha atención
a las ceremonias. No escatiman dinero al organizar funerales
y bodas, que siempre se celebran con un gran ritual, costumbre
que a los ojos de los forasteros ya no se aviene con una
metrópoli moderna como Tianjin, pero que a los locales
les parece imprescindible para expresar su respeto por
los interesados. A diferencia de lo que sucede en ciudades
de similar envergadura, en Tianjin sigue congregándose
rápidamente una muchedumbre cuando sucede algo por la
calle.

Dibujo
de doncellas paseando en primavera, de una estampa
del Año Nuevo de Yangliuqing |
Los
tianjineses tienen una costumbre muy radical, que consiste
en en su interés común por un pequeño periódico local,
el El Vespertinohoy. Todos los días después del
almuerzo, el momento más tranquilo del día, por las calles
y callejones puede verse sentada leyendo este periódico
a gente de toda clase, vendedores, taxistas, personas
que miran escaparates, etc. En comparación con otras ciudades,
los medios de comunicación son limitados, pero la tirada
del El Vespertino hoy figura seguramente entre
las diez mayores del país. Todo ello se debe simplemente
a que a los tianjineses les gusta estar informados de
lo que sucede en la calle.
Los
tianjineses son conocidos por su entusiasmo, honradez,
franqueza y su facilidad de palabra. Aunque sea forastero,
el taxista puede entablar amistad fácilmente con el pasajero
a quien acaba de recoger. Antes de preguntarle algo, ya
no puede controlarse más y empieza a hablar de los paisajes,
las costumbres, las tradiciones y las historias de la
ciudad, o a veces simplemente se queja del tráfico. Uno
no puede reprimir una sonrisa al oír los innumerables
refranes y expresiones coloquiales que salpican su “discurso”.
Si no se lo impides, puede hablar sin parar hasta llegar
al destino.
Generalmente
las mujeres son un fiel barómetro de lo que qué está en
boga en una ciudad. Las mujeres deciden el paisaje de
las cuatro estaciones de la ciudad, como por los árboles
y las flores podemos saber en qué estación del año estamos.
Las mujeres de Tianjin no parecen especialmente bonitas
ni modernas. Impregnadas de la cultura de esta ciudad,
prefieren los sentimientos y sensaciones comunes de la
vida diaria. Son como los goubuli, un tipo de panecillo
con relleno de carne cocido al vapor, típico de Tianjin,
que por fuera no llaman la atención pero al probar su
interior se perciben miles de sabores. Las tianjinesas
saben arreglárselas y colman de atenciones a su marido.
Son personas ejemplares, esposas virtuosas y madres solícitas.
Las mañanas de invierno te calientan los calcetines; te
cocinan huevos muy tiernos; te planchan la ropa todos
los días; y te calientan el licor a la temperatura adecuada.
Pero no se piense que las tianjinesas son débiles y fáciles
de tratar; de hecho, en lo hondo de su corazón se esconde
un anhelo de libertad y si en alguna ocasión los intereses
de su familia salen perjudicados, no dudan en decir y
hacer todo lo necesario para protegerlos.
Muy
posiblemente por este tipo de espíritu ciudadano y este
tipo de mujer, los hombres de Tianjin muestran un humor
y una sabiduría muy particulares en su hablar cotidiano.
Aunque hablan por lo general despacio, nunca se olvidan
de añadir vívidas metáforas e ironías precisas, como si
estuvieran en una tertulia televisiva, lo que siempre
produce hilaridad entre los presentes. Muchos chistes
que circulan por el país tienen su fuente en Tianjin.
Las representaciones de Ma Sanli, famoso artista de diálogo
cómico de Tianjin, también son bien acogidas en todos
los lugares y la barrera del dialecto nunca ha impedido
su éxito popular. En el corazón de los chinos, el tianjinés
es un dialecto muy interesante impregnado de comicidad.
En
comparación con la diurna, la Tianjin nocturna parece
más una gran ciudad moderna. Los restaurantes, bares y
lugares de diversión se adornan con luces y la calle es
un hormiguero de gente. Ir a las casas de té y apreciar
la ópera local constituyen las dos actividades nocturnas
preferidas por los tianjineses. Siendo el pueblo del quyi
(quyi es un término general que se refiere a las
formas folclóricas del norte de China y que incluye narraciones,
recitación acompañada de tamboril y diálogos cómicos,
etc.), en Tianjin viven muchos personajes representativos
de distintas escuelas del arte escénico. Según dicen,
todos los famosos artistas del diálogo cómico de China
saben hablar bien tianjinés. Si se quiere descollar en
el círculo del quyi, primero hay que ganar el reconocimiento
de los tianjineses. Aparte de las compañías profesionales
de ópera, los teatros de aficionados de aquí también gozan
de la misma fama en todo el país.
En
Tianjin, la mayoría de casas de té son muy simples. La
entrada cuesta más o menos seis yuanes, lo que incluye
tanto té y tanta agua caliente como se deseen. En el salón
reina el aroma del té, la fragancia de la naranja y el
olor a tabaco, mientras que en el aire se mezclan el picar
de pipas, el escanciar de agua y las conversaciones, creándose
una atmósfera difícil de encontrar en otras grandes ciudades.
La Casa de Té de Yanyue, en el número 66 de la calle de
Jirong, distrito de Heping, es donde solía actuar el gran
artista Ma Sanli. Según dicen, todos los fines de semana
un anciano beijinés iba a Tianjin en tren. Primero desayunaba
y almorzaba en la Calle de los Bocadillos; luego subía
a un taxi y se dirigía a la Casa de Té de Yanyue, donde
se pasaba toda la tarde escuchando diálogos cómicos; finalmente,
regresaba a Beijing cargado con el marisco que había comprado.

Un
bar de estilo occidental en la Fiesta de la Primavera |
Tianjin
parece una persona que ha experimentado la prosperidad
y la decadencia, a quien ya nada le importa, sino la búsqueda
de los placeres y alegrías comunes de la vida cotidiana.
La fiebre de hacer negocios, de comprar y vender acciones,
y de revender que padeció todo el país, no afectó en Tianjin
a mucha gente. Los tianjineses tienen en poca estima a
los que ostentan riquezas y no parecen muy dispuestos
a dedicar mucho tiempo y grandes energías a ganar dinero.
La
historia de Tianjin no es larga, puesto que se fundó hace
sólo algo más de 600 años. Al principio era una fortaleza
militar. Después de la guerra, fue convirtiéndose en una
pequeña ciudad agrícola. Los soldados se hicieron campesinos,
pero su carácter abierto, noble y entrometido ha pervivido
hasta nuestros días. La economía agrícola predominó en
la ciudad durante más de 200 años, situación que no experimentó
cambio alguno hasta finales de la dinastía Ping (1644-1911).
En la década de 1860, debido a la frustración sufrida
en la guerra contra las fuerzas aliadas de Inglaterra
y Francia, Tianjin fue obligada a abrir su puerto marítimo
al comercio exterior. De allí en adelante, comenzó a prosperar
en esta ciudad una economía basada en el transporte marítimo,
lo que aceleró su crecimiento y su transformación en el
centro comercial del norte de China. Así que numerosos
y acaudalados comerciantes se desplazaran a esta ciudad
para hacer negocios. Fue aquí donde se trasladaron el
último emperador de la dinastía Qing y los funcionarios
de alto rango tras ser expulsados del Palacio Imperial
de Beijing. Tianjin fue más rica y populosa en las décadas
de 1920 y 1930, período en el que gozó del mismo prestigio
que la ciudad de Shanghai.
Los
testigos más importantes de esta historia son las construcciones
antiguas, sobre todo los pequeños edificios de estilo
occidental. La historia dejó a Tianjin cerca de mil tales
edificios, que en sus muchos años de vida cambiaron muchas
veces de dueño. Con una gran diversidad de estilos, inglés,
francés, alemán, ruso, italiano, etc., los chalets se
concentran en las avenidas de Chengdu, Chongqing, Changde,
Dali, Munan y Machangdao. Esta es ciertamente una de las
zonas más fascinantes de la ciudad. Sus primeros dueños
fueron extranjeros, familiares del emperador y funcionarios
de alto rango de la corte Ping, a los que se añadieron
el presidente, los ministros y los gobernadores militares
del gobierno burgués, y más tarde grandes negociantes,
personajes ilustres y estrellas de cine. Como se encuentra
cerca de Beijing, Tianjin resultaba ser el lugar ideal
para establecer su residencia de vacaciones.
Hoy
día, ese barrio es la zona más tranquila de Tianjin. Tanto
al amanecer como al atardecer, estos bonitos edificios
de ladrillo rojo, envueltos en suaves luces, hacen retroceder
en el tiempo y recordar vívidas historias.
Lugares
turísticos más importantes

Las
figuras de barro artesanales de la familia de
Zhang siguen teniendo muy buena acogida |
Estampas
del Año Nuevo de Yangliuqing
Las
estampas del Año Nuevo de Yangliuqing, un tesoro
artístico peculiar de Tianjin, surgieron en la dinastía
Ming (1368-1644). Su origen se encuentra en Yangliuqing,
milenaria aldea situada en las afueras oeste de
la ciudad. El Museo de Yangliuqing se levanta en
el Gran Patio de la Familia Shi, residencia de una
de las ocho familias más nobles y respetadas de
Tianjin. Es la construcción residencial civil de
mayor envergadura de China y la que se ha conservado
de manera más completa. El museo tiene cuatro salas
de exhibición dedicadas, respectivamente, a una
breve historia de las estampas del Año Nuevo de
Yangliuqing, a las esculturas en ladrillo, a las
costumbres populares y a las piezas halladas en
el Gran Patio de Shi. Se trata de un lugar turístico
que no debe pasar por alto en su viaje a Tianjin.
Comunicaciones
Para ir
a la aldea de Yangliuqing pueden tomarse los autobuses
175 (en el cruce a desnivel de Wangdingdi), 158
(en el cruce de la avenida Minyun y la calle Huanghe)
y el 153 (en la estación oeste de Tianjin).
Calle
de la Cultura Antigua
La
Calle de la Cultura Antigua, de 580 metros de longitud,
está en el nordeste de la ciudad, dentro del distrito
de Nankai. A ambos lados de esta calle se construyeron
edificios del estilo Qing. Se trata de establecimientos
donde se venden toda clase de objetos antiguos como
libros, piezas de jade, pinturas y caligrafías,
tejidos tradicionales, artículos de costumbres populares,
etc. Aquí también pueden encontrarse estampas del
Año Nuevo de Yangliuqing, figurillas de arcilla
pintada de los Zhang, cometas de los Wei y sellos
de los Liu. Al igual que en la calle beijinesa de
Liulijing, la Calle de la Cultura Antigua de Tianjin
es, sobre todo durante las fiestas tradicionales,
un lugar muy frecuentado por los ciudadanos.

Mahua
de Tianjin, elemento local típico |
Catedral
de Xikai
Conocida
también con el nombre de Catedral de Francia, la
Catedral de Xikai está en Binjiang, avenida del
distrito de Heping. Sus dos partes, la catedral
del centro y la gran iglesia, se construyeron en
1914 y 1917, respectivamente. Se trata de una construcción
de estilo romano, de 45 metros de alto y una superficie
arquitectónica de 1.585 metros cuadrados. El gobierno
municipal ha asignado fondos para la reconstrucción
de esta catedral, la mayor de Tianjin.
La
montaña Panshan
La
montaña Panshan es el paisaje natural más famoso
de Tianjin. Espesos árboles, profundos valles, piedras
y pinos de extrañas formas, arroyos cristalinos,
torres y templos antiguos le han valido el elogioso
sobrenombre de “Primera montaña al este de Beijing”
y su inclusión entre las “Quince montañas famosas
de China”. Las vistas más encantadoras de la montaña
Panshan son el Templo de la Ciudad Celestial, el
Templo de los Miles de Pinos, el Templo Cubierto
de Nubes, la Cueva de los Mil Budas y el Pico de
la Luna Colgante.
Comunicaciones
Desde
la estación de autobuses de larga distancia del
nordeste de Tianjin sale un autobús para Xinglong
(parada de Jixian).
Bocadillos
típicos
La torta
frita erduoyan (orificio del oído), el goubuli
(a los perros no les gusta) o panecillo con
relleno de carne cocido al vapor y la rosca de masa
frita guifaxiang son las tres maravillas
gastronómicas de Tianjin. La principal tienda de
guifaxiang está en el No.566 de la avenida
de Dagu Nanlu, en el distrito de Hexi. Las que aquí
se venden no son muy grandes, pero su sabor y frescor
están garantizados, puesto que se elaboran justo
detrás de la tienda. La Calle de los Bocadillos
del Mercado del Sur es un buen lugar para comprar
tentempiés de Tianjin, ya que en ella se concentran
más de cien loncherías de especialidades no sólo
locales sino también del resto del país.
La
merienda más representativa de Tianjin debe de ser
las tortas tostadas con pescado, que se preparan
mezclando harina de maíz con agua caliente y amasando
tortas redondas que se pegan a las paredes del horno.
A continuación se fríen carpas pequeñas hasta dorarlas
y luego se ponen en una sartén, a la que se añaden
puerro, jengibre, ajo, anís, vino amarillo, vinagre,
salsa de soja, salsa de harina y un poco de agua;
se cocina a fuego lento hasta que el pescado está
tierno, se saca y se rocía con aceite de sésamo.
Las tortas de maíz con el pescado así preparado
están riquísimas.
Compras
En
la calle de Pingshan puede comprarse ropa a muy
buen precio. Aunque los mismos modelos pueden encontrarse
también en otras ciudades, pues la mayoría de ellos
vienen de Guangzhou, los precios son muy atractivos,
sobre todo debido al desarrollo y la envergadura
del comercio exterior de Tianjin. Tanto a las personas
con ingresos modestos como a los jóvenes seguidores
de la moda les gusta venir aquí a hacer compras.
La
calle de Shenyang es uno de los tres mayores mercados
de objetos antiguos. Aquí pueden encontrarse toda
clase de piezas de artesanía popular de Tianjin.
Pero tenga cuidado a la hora de comprar.
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