JUNIO 2003


En la tierra natal de Mao Zedong

Por LI WUZHOU


Las peculiaridades del antigiuo hogar de Mao Zedong atraen a numerosos visitantes

Si a cualquier chino se le pregunta por la provincia de Hunan, lo más probable es que lo primero que diga sea: “Es la tierra natal del Presidente Mao”, es decir, de Mao Zedong, personaje clave en la historia contemporánea de China. El tren que circula entre Beijing y Changsha, capital de dicha provincia, sigue siendo denominado T1.

Pero Hunan es conocida también por sus lindas y sentimentales jóvenes, y por sus pimientos rojos. Los platos de Hunan, caracterizados por su sabor picante, están ya popularizados en las grandes ciudades de todo el país.

Los habitantes de Hunan suelen mencionar orgullosamente estos tres aspectos. Mao Zedong escribió numerosas poesías en alabanza al amor. Una de ellas, Felicitaciones al novio, composición que le granjeó el respeto de los poetas chinos contemporáneos, está dedicada a Yang Kaihui, la muchacha hunanesa que se convirtió en su primera esposa.

Recientemente, nuestro reportero Li Wuzhou visitó la tierra natal de Mao Zedong, no para recoger historias de amor ni anécdotas sobre esta insigne personalidad, ni para degustar platos a base de pimiento, sino para conocer la Hunan de hoy.

De zona rural atrasada a provincia turística

En el 109 aniversario del nacimiento de Mao Zedong visitamos una aldea montañosa de Hunan que en el pasado se caracterizaba por el aislamiento. Hace 90 años, Mao Zedong, con su paraguas de hule, tardó varios días en recorrer el sendero de no menos de 100 kilómetros que conducía a Changsha, ciudad en la que estudió y se graduó. No es de extrañar que la abrumadora mayoría de sus paisanos nunca hubiese visitado la “remota” capital provincial. Hoy día, ese mismo trayecto se recorre en sólo una hora de carretera, ya que todas las partes de Hunan están comunicadas ahora por autopistas.

En esta aldea montañosa, donde se halla el antiguo hogar de Mao Zedong, se ven visitantes por todas partes y el ruido de los triquitraques encendidos para celebrar el aniversario de su natalicio no cesa ni un momento. Tras visitar la casa de Mao, un extranjero poco conocedor de la historia de China publicó en la Internet un artículo en el que decía en tono de queja: “¿Qué interés turístico puede tener un lugar tan insignificante, tanto por sus dimensiones como por su arquitectura?”. Tal pregunta refleja un desconocimiento total del profundo sentimiento con el que los chinos contemplan la figura de Mao Zedong, el Gran Timonel que cambió el destino de China. Para los chinos, el desplazarse hasta esta aldea es, al mismo tiempo, un viaje turístico y una peregrinación.

No lejos de la antigua casa de Mao, se encuentra el restaurante de los Mao, famoso por la preparación del estofado cerdo con salsa, plato favorito del primer Presidente de la República Popular. Gracias a dicho establecimiento, su dueña, Tang Ruiren, nuera de la familia Mao de 75 años, se ha hecho tan conocida como adinerada, y entre otras cosas es propietaria de tres automóviles.

En el restaurante, una pequeña compañía teatral representa ante los clientes óperas locales y en la fachada cuelga un anuncio enorme que anima a los empresarios a convertirse en franquiciados. Tang Ruiren introdujo del extranjero este moderno método de colaboración comercial hace varios años. Actualmente, la cadena de restaurantes formada por medio de este sistema cuenta con 24 establecimientos, varios de los cuales se encuentran en Beijing.


El Presidente Mao Charlando campesinos en Shaoshan, lugar de su nacimiento

Otro ejemplo de la supremacía de la economía de mercado sobre la ideología entre los lugareños es el Museo Conmemorativo de Mao Zedong. En China, la mayoría de los museos conmemorativos de personajes históricos se construyen con fondos estatales, son de carácter no lucrativo y ceden sus beneficios al Estado. Este museo, en cambio, ha sido construido conjuntamente por la aldea, el restaurante de los Mao y el Buró de Recursos y Materiales de Huanggang (en la provincia de Hubei), y no sólo con un fin meramente conmemorativo, sino también para obtener ganancias. A los siete años de su inauguración, las inversiones hechas ya se han amortizado.

Debido a que su orografía dificulta el desarrollo económico, Hunan siempre ha sido una provincia agrícola atrasada. Sin embargo, gracias a la mejora de las comunicaciones, esa desventaja inicial se ha convertido en una de las claves del desarrollo de su industria turística. La complejidad topográfica se traduce en una gran diversidad de paisajes; por otra parte, en el último siglo y medio esta provincia ha sido la cuna de numerosas celebridades, como Zeng Guofan  , Mao Zedong   y Liu Shaoqi  ; además, en ella conviven un buen número de etnias. Tal riqueza paisajística, cultural y étnica ha convertido a Hunan en una atractiva provincia turística. El año pasado, Hunan, donde hay 16 zonas de paisajes y cinco ciudades turísticas, recibió a más de 60 millones de visitantes. La industria turística local ya ha proporcionado empleo a más de 200.000 habitantes pues hay más de 290 en lo referente a hoteles de estrellas.

La orografía de la zona paisajística de Zhangjiajie, incluida en el Patrimonio Natural Mundial de la UNESCO, se caracteriza por su profusión de cumbres y valles de cuarcita. Los numerosos hoteles, restaurantes y tiendas de souvenirs construidos en dicha zona han sido establecidos por los campesinos locales de acuerdo con programas gubernamentales. Algunos de estos establecimientos han alcanzado una categoría equivalente a la de los hoteles de estrellas.

En Zhangjiajie visitamos el hotel Baizhangxia, propiedad de la señora Qu Meiyun. La administración de este hotel, lujosamente decorado y dotado de 200 habitaciones estándar, así como de instalaciones exquisitas y completas, es comparable a la de los hoteles de estrellas de Beijing y Shanghai. Cuesta creer que la señora Qu fuese una simple trabajadora del Parque de la Selva.

Oleada de empresas privadas

A 30 kilómetros de Changsha hay dos empresas privadas de confecciones y complementos: Sundance y Wangbuliao (inolvidable). Luo Wenliang, dueño de Sundance, es un joven de 30 años de estatura mediana y ojos brillantes. Distribuidor de un pequeño taller local de confecciones, estableció su propia empresa en 1989. Ahora sus productos (trajes y ropa de sport) se venden en todo el país y el valor de sus ventas anuales llega a los 200 millones de yuanes.

En cuanto al diseño del taller y a su administración, no se observan grandes diferencias con respecto a las empresas de inversión mixta de Shanghai y Shenzhen. No hace mucho, Luo Wenliang trasladó el centro de ventas a Beijing y el centro de diseño a París. Este ambicioso joven anhela llevar su empresa en el mercado internacional.

Luo Meiyuan, propietaria de Wangbuliao, era una campesina de poca instrucción cultural, pero sus modales son ahora elegantes y habla con fe. La empresa de Luo Meiyuan, que empezó en 1989 con una máquina de coser solamente para mantener a su familia, cuenta actualmente con ocho líneas de producción avanzada y más de mil trabajadores. Wangbuliao es ya una marca con un gran prestigio nacional, tanto es así que el director de una fábrica estatal decidió trabajar para esta empresa.

Al terminar la entrevista, comprobamos que los propietarios de estas dos empresas son hermanos. Al principio administraban una misma empresa, pero en 1993 decidieron separarse a raíz de las divergencias surgidas en torno al modo de gestión. “La competencia estimula el progreso. Los hechos han venido demostrando lo acertado de nuestra decisión”, señaló Luo Meiyuan.

No pocos de los diputados que presentaron propuestas en la Asamblea Popular Nacional y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino lo hicieron en calidad de empresarios privados. Además de esas dos empresas privadas, existen en Hunan otras muy conocidas, como Broad Air Conditioning y Sany. Estimuladas por el Gobierno, las empresas privadas están experimentando un desarrollo vertiginoso. Las empresas individuales y privadas de Hunan, cuyo número supera el millón, emplean a 2,5 millones de personas y se han convertido en pilares de las finanzas locales.

Zonas rurales prósperas

Circulando por cualquiera de las autopistas de Hunan, suelen verse las blancas casas de los campesinos, vallas publicitarias y anuncios de China Telecom. Todo ello da la sensación de que la modernización, la información y la economía de mercado ya se han abierto camino en las zonas rurales de esta provincia del interior de China.

Mao Zedong señaló en una ocasión que el mayor problema que afrontaba nuestro país era el del campesinado. Transcurrido más de medio siglo, los dirigentes chinos siguen enfrentándose con este problema de difícil resolución: además de ser demasiado numerosa (900 millones de entre una población total de 1.300 millones), la población campesina tiene un nivel educacional bajo. Al cubrir información en una provincia agrícola tan grande como Hunan, las zonas rurales no pueden quedar excluidas.

Visitamos el Grupo Cría Aiping, una moderna granja automatizada con capacidad para 5.000 cerdos, situada en el distrito de Hengdong. La piscifactoría que hay junto a la granja aprovecha sus desperdicios, formando una cadena biológica no contaminante.

Siguiendo los cursos a distancia de la Universidad de Agronomía, Liu Aiping, director de la granja, se ha especializado en piensos compuestos, medicina preventiva y la mejora de las razas porcinas. Su granja, cuyo capital supera los 10 millones de yuanes, ha ayudado a más de 300 familias campesinas a mejorar su situación económica mediante la cría industrializada de cerdos.

Esta modalidad de desarrollo consistente en que las “compañías contratan a familias campesinas” fue propuesta por el anterior Primer Ministro Zhu Rongji. Tal tipo de empresas agrícolas, cada vez más numerosas en Hunan, funcionan como verdaderas industrias y sirven de enlace entre el mercado y los campesinos. Las principales actividades a las que se dedican son el procesamiento de productos agrícolas y la cría de pollos, vacas de carne, peces y camarones.

Visitamos además una villa vacacional situada en Yeyahu (lago de los patos silvestres). Este lago rodeado de montañas está salpicado de embarcaciones de recreo. Hay turistas pescando o bebiendo vino amarillo casero para acompañar los platos de sabor local en algún restaurante de la orilla.

Nos dijeron que esta villa es en realidad un criadero de animales especiales. Luo Guohua, el promotor de la villa, se dedicaba a la piscicultura. Más tarde, comenzó a criar animales decorativos y de carne.

La estructura industrial de las zonas rurales de Hunan es muy compleja. Aparte de la modalidad de que las “compañías contratan a familias campesinas”, seis millones de campesinos jóvenes trabajan fuera de su provincia natal. Los ancianos labran pequeñas parcelas con aperos muy sencillos, mientras que las mujeres cuidan de los cultivos de valor industrial o trabajan en las empresas cercanas.

Así en las zonas rurales de Hunan, más de la mitad de los ingresos proviene de las industrias no agrícolas, lo que ha permitido a una tercera parte de las familias campesinas alcanzar un nivel de vida modestamente acomodado. El 5 por ciento de los campesinos siguen siendo pobres, pero ese porcentaje es una cuarta parte del de hace 10 años. En comparación con otras provincias del interior del país, Hunan está experimentando un desarrollo relativamente rápido.

Como sucede en otras regiones, el desarrollo de las zonas rurales de Hunan se ve dificultado por la deficiencia de sus comunicaciones y condiciones sanitarias. Las viviendas se construyen en laderas y están comunicadas por caminos sin pavimentar, por lo que cuando llueve resulta difícil salir. Además, dos tercios de las viviendas campesinas no tienen cuarto de baño ni servicios.

La problemática del campo no se limita a los aspectos arriba mencionados. Según los economistas, el reajuste de la estructura de la producción agrícola y el aumento de los ingresos de los campesinos constituyen objetivos por alcanzar a largo plazo. Al mismo tiempo, la reducción de las cargas tributarias que soportan los campesinos reviste suma importancia.

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